En la parte superior de la consola central nos encontramos con una generosa pantalla a color de 7” donde se nos muestran funciones como la navegación, la radio, las posibles configuraciones etc. El volante multifunción de tres radios incorpora los mandos de la radio y del teléfono en un lado, y en el otro el control de velocidad, y las opciones del sistema de alerta de colisión, del que hemos hablado en otras ocasiones.
En el interior del habitáculo de nuestra unidad, contábamos con unos asientos de serie realmente confortables.
El Astra 5 puertas homologa espacio para cinco ocupantes en su habitáculo pero para ser sincero, sólo cuatro viajaran de forma cómoda.
El volumen de huecos para dejar objetos dentro del habitáculo se ha incrementado en un 50% sobre la anterior generación, también en parte gracias al freno de estacionamiento eléctrico que libera espacio en la consola central.
El acceso a las plazas traseras es cómodo. En la parte posterior y tal y como hemos comentado, se homologa espacio para 3 ocupantes pero sólo viajarán cómodamente los ocupantes de las plazas exteriores cuando estén solos. Los ocupantes de las plazas posteriores tendrán espacio suficiente para las rodillas y la cabeza y el acceso y la salida ha sido mejorada gracias a la altura relativa del modelo y al ángulo de apertura de las puertas.
Motorización
Nuestra unidad equipaba bajo el capó un recomendable motor 1.6 CDTi de cuatro cilindros que desarrollaba 110 CV/81 kW a partir de las 3.500 rpm y un considerable par de 300 Nm a 2.000 rpm. Para la construcción de este nuevo motor, Opel ha empleado aluminio para el bloque en vez del convencional hierro forjado. Combinado con el cárter y la culata de aluminio este nuevo motor reduce el peso en más de 20 kilogramos respecto al 1.7 de anterior generación.
Este nuevo material con refuerzos transversales aumentan la rigidez del bloque y reduce el ruido, haciendo de este motor, uno de los más silenciosos del mercado.
Opel insiste en que el rendimiento de su nuevo motor se asemeja al de un motor de mayor cilindrada y la verdad es que tiene razón en cierto modo. Esta motorización va realmente desahogada y prueba de ello es que apenas deberemos de alcanzar las 2.000 rpm para tener disponibles los 300 Nm de par motor, una cifra que sin lugar a dudas es realmente buena.
El turbocompresor VGT puede funcionar con una sobrepresión de admisión máxima de 1,7 bares y aporta su carga de aire de admisión en combinación con el intercooler aire-aire. Además, la turbina de geometría variable garantiza al conductor una respuesta rápida, firme y suave del acelerador en todos los regímenes del motor. El turbocompresor está refrigerado por agua para aumentar su durabilidad.
Esta versión responde – según la marca – con un ejemplar consumo homologado de sólo 3,7 litros de diésel a los 100 Km en consumo combinado y unas emisiones de sólo 97 g/Km de CO2. Durante la toma de contacto no tuvimos tiempo de efectuar una medición fiable del consumo del modelo en cuestión, sin embargo, pronto tendremos una unidad de este modelo para ofrecer una prueba detallada de consumos.