Diseño/Estética
Calidad de acabado
Equipamiento de serie
Equipamiento opcional
Habitabilidad
Maletero
Motor/Refinamiento
Prestaciones
Consumos
Transmisión
Dirección
Frenos y neumáticos
Comportamiento
Calidad de rodadura
Relación valor-precio
8
Notable +
El nuevo Opel Insignia Grand Sport es una señora berlina en todos los aspectos. Supera en todo a su predecesor y mejora en todas las cotas para posicionarse como uno de los modelos más grandes del segmento. Es bonito, está muy bien acabado, cuenta con un gran equipamiento y una extensa gama de motores, ofrece confort a raudales y su precio no es desorbitado, Opel parece haber encontrado la fórmula perfecta para triunfar. Si los clientes saben apreciar el gran producto que ha creado la marca, sin lugar a dudas podría convertirse en la berlina de referencia junto al Skoda Superb.
Sin duda alguna, los SUV siguen golpeando fuerte en todos los segmentos, con importantes y atractivas novedades mes a mes. El segmento de las berlinas medias y sus variantes familiares parecía estar ganando cierta importancia en nuestro país el pasado año, con una cuota entre particulares del 7,2%, aunque este 2017, a pesar de la llegada de nuevos y tecnológicos modelos como el que nos atañe hoy, ha caído de nuevo a un 6,3%. Por suerte o por desgracia no alcanzan las cifras de ventas de hace unos años, pero al menos se ha limitado ligeramente el retroceso provocado por los crossovers y MPVs compactos.
Tras nada menos que 10 años en el mercado (el último restyling data de 2014), el Opel Insignia ya necesitaba un cambio. Desde su nacimiento en 2008, se han vendido casi 77.000 unidades en España, situándose entre las berlinas de referencia hasta 2015. Sigue siendo el preferido en el canal de flotas (80% de las ventas) y es que su diseño y su tecnología son realmente atractivas. Tras ponerme recientemente al volante de algunas berlinas y familiares como el Kia Optima SW, el Renault Talisman Sport Tourer o el Škoda Superb -e incluso enfrentar a este último con el Kia Optima GT-, ahora es el turno del último buque insignia de referencia del mercado, el nuevo Opel Insignia Grand Sport 2017. Y ojo, porque con sus 4,9 metros de longitud es de los más grandes del segmento.
Sí, no te voy a engañar, es tan bueno como parece y lo cierto es que me ha gustado bastante tras haber viajado en él. Se ofrece con tres tipos de carrocería: el Insignia Grand Sport es la berlina tradicional, el Insignia Sports Tourer se corresponde con la variante familiar y el Insignia Country Tourer es un modelo familiar con mayor altura libre y tintes de crossover que tanto gustan en nuestro mercado. En todos los casos el diseño no es lo único que se ha trabajado profundamente, sino que contamos con unos acabados y unos ajustes creados con esmero, un equipamiento bastante completo, grandes dosis de espacio y una conducción muy placentera para el día a día.
Por último y, lo que es más importante, su precio está acorde a lo que ofrece. Parece que la famosa frase de “ya, pero por ese precio me compro un BMW, un Audi o un Mercedes” ha llegado a los oídos de algunas marcas que en la actualidad no hacen más que pelearse por las migas que sobran del pastel del mercado premium. No hablamos de un coche lujoso como tal, pero básicamente Opel tiene que asegurarse de que su nuevo producto pueda igualar la calidad de los modelos del mercado de masas, como el Volkswagen Passat, el Ford Mondeo, el Renault Talisman o el Škoda Superb, cuyas últimas generaciones han avanzado hacia el lujo, y la mejor manera para ello es apuntar mucho más alto, hacia la Serie 3 o el Clase C.
Ahora la pregunta es… ¿Realmente está a la altura? Vamos a descubrirlo.
Diseño exterior
No cabe duda de que el salto generacional le ha sentado realmente bien al nuevo Insignia. Su diseño está realmente trabajado y su silueta ahora es tan atlética como elegante, con unos trazos limpios y un frontal y una zaga futuristas gracias a la incorporación de tecnología LED. Es cierto que con este color marrón y estas discretas llantas no está del todo favorecido, pero en conjunto me sigue pareciendo una de las opciones más bonitas que podemos encontrar actualmente en el segmento de las grandes berlinas (aunque eso ya va en gustos).
En el frontal rápidamente llamará tu atención la remozada parrilla de lamas horizontales con detalles y alas cromados. Estas dejan en posición central el logo de la marca y parecen extenderse hacia las tecnológicas ópticas que, en este caso, equipan faros matriciales IntelliLux LED -con 32 segmentos LED- como parte del Pack Techno (1.800€ – Faros LED + cargador inductivo de smartphone + control de crucero adaptativo + sensor de colisión con asistencia de frenado + Pack Drive Confort). Estos ofrecen la que probablemente sea una de las mejores iluminaciones del segmento, con una luz realmente blanca y un sistema adaptativo cuyo funcionamiento es reseñable porque carece de elementos móviles, únicamente enciende y apaga los módulos necesarios. Si sueles conducir por la noche, son cien por cien recomendables.
Bajo el logo de la compañía encontraremos una de las cámaras que forman el Pack Parking 360º -1.000€-, el cual permite una vista aérea del modelo al maniobrar y cuenta con asistencia semi-autónoma para llevar a cabo las mismas. Parte de él forma parte del Pack Excellence Plus (Navi RF900 IntelliLink, pantalla multifunción de información al conductor 8″ y Head-up display), una opción que ahora la marca está regalando como promoción, pero no es tan completo como en el caso de elegir el paquete 360º.
En el tercio inferior encontramos el musculoso paragolpes, el cual presenta varias entradas de aire, los sensores de aparcamiento delanteros y los faros antiniebla, protegidos por un embellecedor cromado que aporta un toque de distinción y elegancia al conjunto. Finalmente, si nos trasladamos a la parte superior, veremos que tras la curvada luna delantera se pueden apreciar las cámaras y los sensores de los sistemas de asistencia donde se ubica el espejo retrovisor interior (Sistema Opel Eye que viene de serie en este acabado).
La vista lateral muestra una línea ascendente que aporta un mayor dinamismo al conjunto, con unos faros delantero y trasero que invaden parte de la superficie y dos marcados nervios en la parte de las puertas que ponen de relieve la longitud del modelo. El superior se alarga hasta las ópticas posteriores y recorre los tiradores de las puertas, ambos con detalle cromado y sistema de apertura sin llave; mientras que el inferior manda la fuerza visual hacia la zaga y recalca una superficie limpia muy vistosa, pero también muy desprotegida frente a los golpes o roces. Curiosamente, los intermitentes no se encuentran en los espejos retrovisores, una tendencia bastante habitual.
Vista desde arriba, esta unidad luce una discreta antena de tipo aleta de tiburón, aunque opcionalmente hay disponible un techo solar eléctrico por 935 euros.
Lo más bonito es quizá la inclinada caída del pilar C que, a pesar de que pueda parecer lo contrario, ofrece suficiente altura en las plazas posteriores hasta una cifra razonable (1,85 aproximadamente). Lo que no termina de convencerme es el corte en la ventanilla trasera, la cuál, está oscurecida -210€-. La superficie acristalada es relativamente generosa, lo que garantiza una buena visibilidad en todos los ángulos, como comentaré posteriormente. Para finalizar con el lateral, he de señalar que esta unidad equipa unas llantas de 17 pulgadas (de serie con el acabado Excellence) con neumáticos Michelin Primacy 3 en medidas 215/55 R17.
Remata el conjunto una zaga de líneas horizontales que parece asentar el modelo sobre el asfalto, con un portón de generosas dimensiones en el que incluso podemos apreciar un sutil spoiler. A primera vista, la luneta posterior puede parecer algo pequeña a causa de la inclinación de la misma, pero lo cierto es que desde el interior la visibilidad es bastante buena. En ella encontramos también la tercera luz de freno. En posición central de la vista trasera vemos el logo de Opel que, a su vez, sirve como botón de apertura del maletero, escoltado a ambos lados por unos tecnológicos faros LED.
Finalmente, en el tercio inferior encontramos el paragolpes trasero, protagonizado nuevamente por la tira de sensores de aparcamiento, el hueco portamatrículas -donde vemos otra de las cámaras del sistema de asistencia 360º- y un discreto difusor plástico en el que se encuentran ubicados los catadriópticos traseros. A diferencia de otras marcas, en Opel no han querido lucir unas pomposas salidas de escape deportivas y esta se esconde tras el parachoques.
Diseño interior
Si el exterior del nuevo Insignia está realmente trabajado, el interior tampoco te decepcionará. Es bonito, elegante y acogedor, ofreciendo gran comodidad y espacio para hasta cinco ocupantes, aunque será sólo con cuatro pasajeros como mejor se viaje. La calidad percibida es notable y, aunque no alcanza los niveles del segmento premium, se nota el esmero de la marca por cuidar los materiales, sobretodo en los ajustes. Los materiales blandos dominan el salpicadero, salvo en las partes bajas que serán las más maltratadas con el paso de los años, al tiempo que los botones gozan de un tacto agradable sin que tengas esa sensación de estar tocando plástico como sí que ocurre en algunos de sus rivales.
Lo mejor de todo y, al igual que ocurre en la mayoría de los modelos Opel, son los asientos ergonómicos probados y certificados por AGR (la Asociación Médica Alemana dirigida por expertos independientes en salud de la espalda), que son únicos en el segmento y, en este caso, cuentan adicionalmente con funcionamiento eléctrico -650€-. Estos solo están disponibles en las plazas delanteras y hacen que tanto los largos viajes por autopista como las excursiones fuera de la misma sean un recorrido muy agradable. Por otra parte, el equipamiento es de lo más completo, con generosos elementos de serie y un extenso listado de opcionales tecnológicos. Puedes verlo un poco más abajo en el apartado correspondiente.
Esta unidad cuenta con el Pack OPC Interior -660€-, lo que incluye el acolchado techo en color Negro Jet, los pedales deportivos y el volante de cuero OPC multifunción con detalles cromados y calefacción. En definitiva, un toque más deportivo si no queremos un interior tan señorial (también hay disponible un paquete OPC exterior). Tras el volante, encontramos un llamativo cuadro de instrumentos con gran cantidad de información, siendo configurable la pantalla central del mismo. Tampoco falta un Head-up Display que permite mostrarnos diversas informaciones, mostrando incluso con el cuentarrevoluciones.
El Pack Drive Confort incluye elementos como el control de crucero adaptativo, el indicador de distancia de seguridad, la alerta de colisión frontal, el sensor de colisión con asistencia de frenado, la alerta de cambio involuntario de carril, la detección de peatones o el sistema Opel Eye.
En la consola central nos encontramos con la generosa pantalla de ocho pulgadas del Navi RF900 IntelliLink incluido dentro del paquete Excellence Plus. El menú central puede parecer algo sobrio, pero lo cierto es que su manejo es realmente sencillo e intuitivo, gozando de gran rapidez y no requiriendo que desviemos en exceso la mirada de la carretera para manejarlo. La única pega que podríamos sacarle es que los gráficos del navegador pueden parecer algo anticuados respecto a otros sistemas actuales. Algo más abajo encontramos una ligera botonería y, en la parte inferior, el climatizador bizona con salidas de ventilación posteriores. Le siguen dos posavasos (que por otra parte, son los únicos huecos que cuentan con base de goma), la palanca del cambio manual de seis velocidades, una pequeña guantera y el generoso reposabrazos central.
Respecto a la habitabilidad, el Opel Insignia Grand Sport está homologado para cinco ocupantes, con generosas cotas para que cuatro personas viajen con extrema comodidad, pero sí es cierto que se queda algo justo para cinco por anchura y altura. Lo mismo ocurre con los más altos en los extremos, pues una persona de más de 1,80 podría llegar a darse con el techo si fuera totalmente erguida. En trayectos cortos la plaza central es perfectamente aprovechable, pero la presencia del túnel de transmisión, las salidas de ventilación posteriores y el mullido de la misma a causa del reposabrazos resultan algo incómodos para largos trayectos. A pesar de ello, es algo que ocurre en la gran mayoría de berlinas, salvo en las referentes por espacio interior.
Por último y, respecto a la capacidad de carga, el nuevo Opel Insignia ha perdido algo de volumen si lo comparamos con su predecesor, pero cuenta con unas formas muy aprovechables y no debería resultarte «pequeño». Además la boca de carga ofrece unas dimensiones generosas. Hablamos de un total de 490 litros, casi 40 menos que el anterior Insignia, aunque si abatimos los asientos posteriores la cifra asciende hasta los 1.450 litros. Todo está bien tapizado, eso sí, el suelo de carga no se queda totalmente plano, ya que se puede apreciar una ligera inclinación. Bajo el piso, encontramos el kit de reparación de pinchazos, aunque cabe una rueda de repuesto de emergencia -100€-.
Motorización
El nuevo Insignia Grand Sport se puede pedir en gasolina con los nuevos motores 1.5 SIDI Turbo con 140 CV y 250 Nm de par, o 165 CV y la misma cifra de par; y el 2.0 SIDI con 260 CV y 400 Nm de par motor. Por ahora, este último será una de las variantes que se podrá pedir con el nuevo acabado GSI, al igual que el diésel más potente del que por ahora no hay detalles. Además, irá asociado a la nueva caja de cambios automática con ocho velocidades y el sistema de tracción total con reparto vectorial de par a las cuatro ruedas de serie. En diésel, estarán a la venta los 1.6 CDTI con 110 CV y 300 Nm de par; o 136 CV y 320 Nm de par máximo; así como el 2.0 CDTI de 170 CV y 400 Nm de par motor que, opcionalmente, también podrá asociarse a la tracción total.
Aunque de las 76.300 unidades de la anterior generación que se vendieron en España el 92% se correspondía con versiones turbodiésel (destacando el 2.0 CDTi con 163 y 170 CV), los tiempos están cambiando y nuestros políticos han empezado a demonizar este tipo de motores – a pesar de que antes nos los vendían como ‘la salvación del efecto invernadero’. Puede que de aquí a unos años tener un coche diésel no tenga ningún valor, siendo realmente complicado vender uno de segunda mano a buen precio, así que en esta ocasión me he decantado por la variante de acceso de gasolina.
Hablo del bloque 1.5 Turbo XFL Start & Stop ecoTEC con 103 kW/140 CV de potencia y 250 Nm de par máximo entre las 2.400 y las 4.100 rpm, una mecánica que, a pesar de no ser emocionante, cumple a la perfección con su función. Se trata de un motor de cuatro cilindros con doble árbol de levas en la culata, inyección directa, turbo e intercooler que entrega la potencia de una forma muy lineal y progresiva, sin reacciones bruscas y con una suavidad que es de agradecer, salvo que pisemos a fondo con el pie derecho, en cuyo caso saca a relucir algo más de carácter (aunque tampoco es sobrebio).
La sonoridad de esta mecánica es prácticamente nula, tratándose de un motor extremadamente tranquilo en el que no percibirás ni una vibración. Además, el aislamiento del habitáculo está realmente logrado, con una elevada calidad de rodadura.
Es cierto que su potencia es más que suficiente para mover los 1.450 kilos que pesa el conjunto, con buena respuesta incluso en sexta velocidad sin necesidad de que bajemos una marcha para adelantar, pero quizá no se trate del propulsor que más luce en un buque insignia como este -salvo que tu objetivo sea aprovechar su gran equilibrio en largos viajes-. Los desarrollos del cambio son bastante largos, lo que le hace parecer algo perezoso (especialmente en las recuperaciones) y nos obliga a jugar con el cambio entre segunda y quinta cuando queremos un extra de potencia fuera de autopista, pero con ello se consiguen unos consumos realmente ajustados en carretera.
Para ponerlo a prueba hice un viaje hasta Alicante, concretamente a Dénia, donde conseguí una media real en autopista de 5,8 litros a los 100 kilómetros con el regulador a 128 km/h, e incluso algo más en momentos puntuales en los que era preciso adelantar. A 120 km/h el motor gira en torno a las 2.600 vueltas. La marca homologa unos consumos oficiales de 7,3 – 4,7 – 5,7 litros a los 100 kilómetros (urbanos, extraurbano y combinado), aunque finalmente el consumo en ciclo mixto se detuvo en unos más que aceptables 6,5 litros a los 100 kilómetros. El depósito de combustible es de 62 litros.
Por último, quiero hacer una breve mención al cambio manual de seis relaciones, el cuál goza, junto a unos desarrollos bastante largos, de unos recorridos también generosos. Eso sí, su tacto es muy agradable, al igual que el del pedal del embrague, con un guiado relativamente preciso y una postura de la palanca bastante cómoda que te ayudarán a practicar una conducción tranquila y relajada. Sin lugar a dudas, es una gran mecánica para viajar, ya que aúna confort, suavidad y prestaciones suficientes para un uso normal de la berlina.
Ficha técnica
Version | 1.5 Turbo ecoTEC - 4 cilindros en línea |
---|---|
Cilindrada | 1.490 cm³ |
Potencia | 140 CV / 103 kW @ 5.600 rpm |
Par | 250 Nm @ 2.000 - 4.500 rpm |
Peso | 1.456 kilos |
Dimensiones Lar/An/Al mm | 4.897 / 1.863 / 1.455 mm |
Volumen Maletero | 490 (1.450) litros |
Aceleración 0 a 100 km/h | 9,9 segundos |
Recuperación 80 a 120 km/h | 7,2 segundos |
Velocidad máxima | 213 km/h |
Consumo homologado | 7,3 / 4,7 / 5,7 (urb. / extraurb. / comb.) |
Emisiones CO2 por km | 129 g/km de CO₂ |
Precio de partida | 22.300 euros (con descuentos según configurador) |
Comportamiento
Una vez vistos todos los detalles de diseño y mecánica del nuevo Opel Insignia Grand Sport, es hora de hablar de su comportamiento. Hablamos de una berlina en la que descubrirás su comodidad nada más sentarte en los excepcionales asientos AGR que, en este caso, cuentan adicionalmente con funcionamiento eléctrico para que te resulte aún más fácil encontrar la postura óptima. Desde luego, es un extra totalmente recomendable si usamos el coche con frecuencia o durante largos recorridos.
Como ya os he comentado, la visibilidad es bastante buena en todos los ángulos y cuenta con el sistema de visión 360º, por lo que maniobrar en ciudad no es una tarea complicada a pesar de sus casi cinco metros de longitud. Además, la dirección es adaptativa, resultando muy blanda en ciudad y endureciéndose a medida que ganamos velocidad.
Pero no es la urbe el hábitat natural de este rutero, sino la autopista, donde se desenvuelve como pez en el agua gracias a la suave y silenciosa mecánica, así como la gran comodidad de su habitáculo. Por otra parte y, gracias a la nueva arquitectura Epsilon 2 -entre otras mejoras-, el conjunto reduce su peso en hasta 175 kilogramos respecto a su predecesor (200 kilos la versión familiar), con una mejora torsional del 9 por ciento. Todo ello lo convierte en una gran berlina a la que además podrás añadir un montón de equipamiento para hacer tu viaje más agradable, seguro y ameno.
He echado en falta el chasis adaptativo FlexRide, el cual nos permite elegir entre varios modos de conducción. Con él, el Insignia debe de ser una auténtica gozada en todos los terrenos…
El conjunto se muestra realmente aplomado y estable incluso si circulamos ligeros, siendo especialmente reseñable el gran trabajo de los ingenieros sobre dos aspectos: la dirección y la suspensión. La primera de ellas se endurece al aumentar la velocidad y, a pesar de su notable asistencia, resulta bastante directa, permitiéndonos circular con gran sensación de seguridad tanto por autopistas como por carreteras reviradas. Sí, no está pensada para ir de tramo, pero responde con contundencia cuando le exigimos un extra de esfuerzo a la hora de enlazar curvas.
Respecto a la suspensión, es uno de los grandes elementos que contribuyen a que el nuevo Opel Insignia sea un auténtico devora kilómetros. No es excesivamente blanda, pero aun así filtra de forma excepcional las irregularidades de la carretera, transmitiendo la sensación incluso de llevar una suspensión adaptativa en algunas ocasiones. Esto, junto a unos neumáticos de dimensiones racionales, hace que la berlina se muestre muy confortable en largos viajes. Habrá que ver cómo cambia la cosa con unas llantas de mayor tamaño, pero en cualquier caso, es un gran producto.
Equipamiento y precio
La gama para España está formada por los niveles de terminación Selective, Business y Excellence. El primero ya incluye el climatizador automático, control y limitador de velocidad, ordenador de viaje, sistema de audio con pantalla a color, USB, asiento del conductor con tres reglajes eléctricos, volante multifunción forrado en piel, freno de mano eléctrico, llantas de acero en 17 pulgadas o asiento posterior partido, entre otros.
El acabado Business añade el climatizador automático de dos zonas, bluetooth, instrumentación con pantalla LCD de 4,2 pulgadas, sensores de aparcamiento delanteros y traseros, llantas de aleación de 17 pulgadas, sensor de lluvia, encendido automático de luces, espejo interior fotosensible, tapizado exclusivo, etc.
Por último, la terminación Excellence cuenta además con apliques en madera, sistema OnStar con Wi-Fi y llamada de emergencia, retrovisores con función fotosensible y abatibles con mando eléctrico, llantas deportivas de 17 pulgadas, faros matriciales Intellilux LED, asistente de aparcamiento delantero y trasero, Navi RF900 IntelliLink, pack de visibilidad y tapizado exclusivo, entre otros.
En este caso hablamos de un Opel Insignia Grand Sport 1.5 Turbo XFL ecoTEC Start&Stop 140 CV Excellence cuyo precio de partida son 30.758 euros (según configurador), aunque al incorporar todos los opcionales que os he ido comentando a lo largo de la prueba -9.650 euros-, el precio final alcanza los 40.408 euros sin el descuento que el fabricante indica en el configurador. A dicho precio deberemos añadirle 5.780 euros de descuento (con financiación y al margen de otros descuentos de la concesión) para un precio final de 34.628 euros. No está nada mal para lo que ofrece, aunque está ligeramente por encima de algunos rivales directos.
Las tarifas sin descuentos son las siguientes:
Motor | Selective | Business | Excellence |
1.5 Turbo 140 CV | 28.658 | – | 30.758 |
1.5 Turbo 165 CV | – | – | 32.258 |
1.5 Turbo 165 CV AT | – | – | 33.908 |
1.6 CDTI 110 CV | 29.858 | 31.158 | – |
1.6 CDTI 136 CV | 30.758 | 32.058 | 32.858 |
1.6 CDTI 136 CV AT | 33.398 | – | 35.498 |
2.0 CDTI 170 CV | – | – | 35.838 |
2.0 CDTI 170 CV AT | – | – | 37.488 |
Vaya tela, motor apretado en pleno 2017? Os parece apretado eso? Vaya tela..
El Astra lleva un 1.4 150cv y otro de 125 cv
Tiene cojines que un 1.400 cc sea apretado por sacar 140 cv-150cv con un turbo… ?? Aquí la peña tiene un 2.0 tdi de 130 … Eso si la repro luego que no falte
jajajjajajajaja
Joder un 1.5 para 140cv, madre mía!! Tiene que ser una manta con ruedas.
Aora nos acordamos de la gasofa ke bárbaro…..
Niño por mucho q sea 1.5 t 140 cv oh 150
Es un coche muy pesado lo movera bien pero solo eso
Prefiero el Superb 1.4 tsi 150
Otro motor apretado
Pues el 1.8 180
Un 1.4 TSI es apretado? ?? Entonces el motor 1.4 TSI 180cv del Polo GTI (…-2013) es una mierda no?
Fernando Fernando Díaz, yo lo veo genial ese motor, y es muy fiable ese motor
Y el 1.8 del delta s4 con 450 cv
Y el Renault 5 gt turbo 1.4 con 120cv.
O el 1.8t
Un motor muy apretado, pocos kms durará
Es ironía? Son 140cv en un 1500cc
Opino igual
Seguramente el que opina tiene un 6 litros V8…
Apretado es un 1.0 con 120cv… Los nuevos TSI de Vag son 1.5 TSI 150 cv
Que no os parezca apretado no quiere decir que no lo sea. El motor es pequeño, seamos realistas, una custom media ya cubica más, y estamos hablando de motos… Y hablando de coches, un todoterreno pequeño, básico, tipo Lada Niva gasolina, también. Otra cosa es que al 90% le valga… Para mí, una berlina grande, familiar, destinada a ser duradera y fiable, deberia de llevar un motor mayor.
Tengo un Nissan Almera 1.5 16v 90cv y va justo y cero problemas pero si le meten un turbo, el motor ira más forzado y dudo de que no de problemas, y el mio es de tamaño medio, el Insignia es muy grande y pesa bastante más, pasa con el 1.5 dci en los qashqai, que partia la distribución, motor pequeño para mover mucho volumen
Pero este bloque también rompe la bomba de aceite a los 200.000? O la obsolescencia programada la tiene por otro lado?
Poco motor …
Apretadisimo
Opel ni harto de fanta y menos ese motor
Un Citroën Insignia, o Peugeot Insignia…¿Cómo se llama ahora? Mejor Talbot Insignia, por aquello de asemejarlo al Tagora.
Yo tengo un Opel Vectra con 328600km y me va muy bien,aparte tengo el Opel Insignia 2.0 220cv automático y va fabuloso.El próximo será el nuevo Opel Insignia GSI 2.0 260cv automático o el nuevo Insignia OPC 2.8 350cv automático,este motor 1.5 140cv es de juguete,los motores deben ser de 200cv para arriba.
Para cuando la era de los motores 800cc de cilindrada con unos 190cv para que duren 100.000kms maximos y haya que cambiar de coche pronto?
Estamos ansiosos de que llegue esa era pronto según al camino que vamos…
🙂
Como sigan con el downsizing podremos ver en 2019 a los Bmw serie 7 con motor 1.2 turbo y cosas así…
Para un tio americano estas motorizaciones las tiene no sus coches, sino los coches de gasolinas teledirijidos de sus hijos (independientemente de lo que cueste allí el precio de la gasolina)… como se estan cargando el mundo de la automoción, joder.
🙂
Querrán decir Peugeot?
tengo un insignia desde hace 3 dias, acabado excellence, y hay un contra que es erroneo: los espejos SI que se cierran con la llave. Al cerrar el coche se pliegan solos…. no se que pruebas habran hecho pero es asi.
no es para nada apretadisimo: en carretera subiendo puertos en 6 sin problema alguno. de consumo es increible lo que se hace (700km llevo yo de carretera y aun no he vuelto a llenar el deposito, me sigue qudando parte). Silencioso, estable, gira bien.. una buena compra!