Diseño/Estética
Calidad de acabados
Equipamiento de serie
Equipamiento opcional
Habitabilidad
Maletero
Motor
Prestaciones
Consumos
Dirección
Comportamiento
Frenos
Relación valor-precio
7.6
Notable
La relación valor-precio en un urbano es algo primordial y el Opel Karl convence con su completa dotación, amplio habitáculo y un motor solvente para un uso urbano. Este pequeño tiene muchas virtudes aunque deberás adaptarte a una oferta excesivamente limitada
La variedad de vehículos en el mercado resulta a veces tan abrumadora como complicada para los usuarios. En el caso de los urbanos hasta hace no muchos años apenas había cuatro o cinco propuestas pero de un tiempo a esta parte se ha multiplicado la oferta, ofreciendo diferentes alternativas y enfoques.
Opel España no tuvo demasiada suerte en el segmento A con el Agila. Desarrollado en colaboración con Suzuki, su formato monovolumen no terminó de encajar con los gustos de los usuarios. El Adam, mucho más reciente, ha tenido una aceptación más razonable gracias a las muchas posibilidades de personalización y una calidad de acabados propia de segmentos superiores aunque por su precio, tampoco puede convertirse en un súper-ventas.
Como complemento al Adam y cubriendo el hueco dejado por el Agila, el Karl llega dispuesto a convencer a esos usuarios tradicionales que buscan ante todo maximizar su inversión. Cinco puertas, un habitáculo amplio y un equipamiento suficiente llegan acompañados de un precio sensacional que debería convertirlo en una seria alternativa a los Hyundai i10 y Kia Picanto.
Durante algo más de una semana he tenido la oportunidad de conducir una unidad del Karl y debo reconocer que me ha dejado muy buenas impresiones. Si no se tiene en cuenta el factor precio quizás no sea el modelo más redondo pero, con él en mente, es casi la única alternativa verdaderamente razonable dando mucho por muy poco.
DISEÑO
Exteriormente el Karl es un urbanita sencillo. Su carrocería de cinco puertas resulta práctica y facilita las cosas a la hora de acceder al habitáculo. En su frontal destaca la parrilla cromada con el logo de la marca tomando todo el protagonismo.
Visto de perfil es sencillo pero agradable. Juega con la estampación de las puertas y los nervios laterales para crear sensación de dinamismo. Todos los elementos de la carrocería van pintados, logrando un efecto más logrado. Eso sí, en otros mercados se ofertan niveles que incluyen una moldura negra el pilar B que mejora su aspecto.
En España sólo se comercializa con un único nivel de terminación y un equipamiento casi cerrado por lo que es complicado mejorar su aspecto o dotación. Aunque no se puede calificar de simple, sí se echan de menos algunas opciones para configurarlo al gusto.
INTERIOR
Nada más pasar al interior lo primero que sorprende es el salpicadero, con una presentación muy agradable. Cierto que los materiales son sencillos pero no hay nada de chapa a la vista y la distribución de todos los mandos es “de coche de verdad”, no como en los Toyota Aygo, SEAT Mii y sus derivados que utilizan plásticos menos vistosos.
Salvo por el aplique en negro brillante que bordea el sistema de audio, el Karl queda completamente desnudo sin detalles textiles o apliques que añadan un toque de color. Es posiblemente demasiado sobrio, muy alemán, pero muy razonable si tienes presente su bajo precio.
La instrumentación me ha parecido excelente por presentación, facilidad de lectura y manejo del ordenador de viaje. Este último se maneja como en otros modelos de la marca desde la palanca de los intermitentes y tiene mucha información útil, desde consumos hasta autonomía, presión de los neumáticos (con indicación individual) y la calidad del aceite.
El sistema de sonido de la unidad testada es de serie. Incluye lector de CD MP3, puerto USB y bluetooth en un formato pequeño de 1 DIN. En opción desde enero es posible añadir el sistema Opel IntelliLink con pantalla táctil de siete pulgadas, acceso a aplicaciones, Opel OnStar y muchas funciones por sólo 490 € adicionales. Merece la pena y además viste mucho el interior del Karl.
Por el habitáculo hay varios huecos porta-objetos muy útiles de buena capacidad. Sobre la guantera principal sorprende que se haya añadido una pequeña bandeja alargada con suelo gomoso que evita que aquello que deposites resbale, un detalle de calidad poco habitual en el segmento.
En general el interior del Karl no decepciona. Cierto que con otros niveles de terminación puede ganar en empaque sumando muchos puntos pero cuando el factor precio es decisivo esto es algo que pasa a un segundo plano.
EQUIPAMIENTO/PRECIO
El Opel Karl aterrizó en España en julio del año 2015 en combinación con un motor de gasolina de un litro, tres cilindros y 75 CV que se podía asociar a un único nivel de acabado denominado Selective y al cambio manual de cinco velocidades. Desde finales de año además se puede combinar con una caja robotizada Easytronic que será la opción adecuada para los que buscan la máxima comodidad en ciudad.
El precio recomendado del Karl Selective arranca en los 11.070 € aunque hay que descontar los 1.415 € de promoción vigente, quedándose en unos interesantes 9.655 €. Si además tienes Plan PIVE 8 el precio se reduce hasta los 8.905 € y, según concesionarios, es posible restar todavía más si se opta por financiar con la marca (hasta 1.000 € adicionales).
¿Qué te llevas por esos 9.655 €? Pues un pequeño urbano con carrocería de cinco puertas, aire acondicionado, elevalunas eléctricos delanteros, cierre con mando, espejos térmicos, ordenador de viaje, volante multifunción, radio CD MP3, bluetooth, puerto USB, asiento posterior partido, ABS, EBD, TPMS, ESP, asistente al arranque en cuestas, etc.
Las opciones más interesantes del Karl son el Paquete Techno (Opel IntelliLink con pantalla de siete pulgadas + Opel OnStar por 490 €) y el Paquete Selective Plus (Alerta de cambio de carril + llantas de aleación de 16 pulgadas + sensor de parking trasero + faros antiniebla por 450 €). También es posible incluir el techo solar eléctrico (600 €), cristales sobretintados (200 €) y el sensor de parking trasero (160 €).
¿Qué echamos de menos? Pues principalmente detalles menores como el volante forrado en piel, el climatizador automático o los prácticos sensores de luz y lluvia, todos ellos posibles en otros países pero no en España. Si echas un vistazo a la gama alemana, pueden tener incluso tapizado en piel, asientos térmicos, elevalunas eléctricos traseros y cámara posterior.
HABITABILIDAD
Uno de los puntos fuertes del Karl es su aprovechado habitáculo. En las plazas delanteras no da la sensación de ser un urbano, con buenas cotas tanto en anchura como en distancia al techo, siendo muy cómodo para la mayoría de usuarios sin importar la estatura.
En las plazas traseras se pueden acomodar hasta tres pasajeros aunque siendo claros serán sólo dos los que puedan viajar cómodos. Lo importante es que aunque sean altos contarán con un hueco para las rodillas más que suficiente para personas altas (yo mido 1,84 metros y no he tenido problemas) mientras que la cabeza también queda a unos centímetros del techo.
Me ha gustado que en las plazas traseras las ventanillas bajen y suban al estilo tradicional, no habiendo apostado por la apertura tipo “compás” que sí utilizan muchos de sus rivales. Una solución low-cost que si es verdad ahorra costes pero no compensa.
La capacidad de maletero tiene 206 litros, un dato intermedio entre sus rivales más directo. Los mejores aquí son los Suzuki Celerio y SEAT Mii con más de 250 litros pero también los hay con mucha peor capacidad, como los Toyota Aygo (168 litros) o el propio Opel Adam, diferente en concepto.
Lo que no me ha gustado del maletero es que la bandeja que oculta lo que llevemos en él no se sube al abrir el portón, debiendo realizar la operación manualmente. Cuando se va cargado puede ser un poco incordio.
MOTOR
La única motorización disponible para el Karl en España es un gasolina de tres cilindros, 999 centímetros cúbicos y culata multiválvulas. Desarrolla 75 CV de potencia y un par máximo de 95 Nm, cifras ambas suficientes para un uso urbano. En España no se ofrece el sistema Stop&Start ni tampoco una variante adaptada a GLP como sí ocurre en otros países.
Lo primero que hay que alabar del nuevo motor de Opel es su elevado refinamiento mecánico, con una sonoridad muy baja y muy pocas vibraciones. Si el 1.0 SIDI de 115 CV del Adam ya sorprendía, aquí no se queda atrás y es de los más agradables del mercado superando claramente a los 1.2 VTI del Peugeot 108 y el 1.0 MPI de VAG.
Me ha sorprendido que incluso a la hora de exprimirlo la sonoridad se mantenga en niveles muy bajos, mejorando incluso a muchos cuatro cilindros del mercado. Ni en autovía ni en conducción agresiva, el Karl es un coche que pueda considerarse molesto por el nivel de sonoridad del motor.
Lógicamente bajo el capó hay 75 CV y tampoco se puede pedir demasiado. Las prestaciones que da son muy buenas para un uso urbano y extra-urbano, más alguna escapada ocasional por largo que sea el viaje.
A la hora de recuperar sí requiere jugar algo con el cambio para que tenga una respuesta más viva. En ocasiones deberás incluso bajar a tercera pero lo habitual es que al insertar cuarta ya tengas suficiente brío para realizar adelantamientos. La unidad testada necesitó 12,3 segundos para pasar de 80 a 120 km/h, un dato correcto al nivel de muchos rivales. Se logra en tercera ya que en cuarta necesitó más de 17,0 segundos.
Los consumos me han parecido muy ajustados en todo momento. Lo normal es rondar los 5,5 L/100 ya sea por autovía o ciudad, quedándose por debajo de los cinco si se circula por vías secundarias a ritmos legales. La imposibilidad de incluir el Stop&Start eleva un poco el gasto en ciudad aunque hay que reconocer que sin él no gasta tampoco mucho.
EN MARCHA
El Opel Karl ha demostrado en los días de la prueba que es válido para todo tipo de uso siempre y cuando se tenga en cuenta la limitación de su motor, algo justo si se carga con cuatro adultos y algo de equipaje. Salvo por esto, cumple sobradamente con su misión de transporte.
Sin salir de ciudad me ha parecido casi perfecto. Tiene una dirección agradable que no requiere ejercer mucha fuerza para moverla a bajas velocidades y además cuentas con el botón “City” que aumenta la asistencia si lo deseas. La visibilidad es correcta y la respuesta del motor más que suficiente para salir con brío de los semáforos.
En carreteras secundarias también cumple y no le cuesta nada mantener ritmos legales de 90-100 km/h, siendo además silencioso y con un tarado de suspensión muy cómodo que filtra con suavidad los posibles baches o el firme irregular. Es cierto que cuando llegan las curvas cerradas balancea bastante y no termina de recomponerse rápido pero no es un automóvil pensado para devorar curvas a ritmos de infarto.
Ya en autovías he tenido la oportunidad de realizar un par de desplazamientos largos sin problemas. El control de velocidad de serie por regla general mantiene los ritmos legales aunque en algunos repechos sí se desconectó al no poder mantener el crucero marcado. Es algo que también ocurre en otros modelos de baja potencia.
Lo que me ha gustado es la sensación de seguridad que transmite a velocidades medio-altas, no pareciendo tan pequeño como es. Es verdad que un Adam Rocks (que lo conozco mucho mejor) tiene una pisada más sólida pero en relación al Adam normal es menos nervioso, neutro y no da sustos en juntas de dilatación o baches cuando está en pleno apoyo.
La mayor pega en autovías es el ruido de la rodadura que se cuela en el habitáculo, muchas veces provocado por el tipo de asfalto. A partir de 120 km/h puede costar mantener una conversación en tono bajo, algo que también me ha ocurrido en los Peugeot 108, Citroën C1 y Kia Picanto. El Volkswagen Up! en cambio me dio la sensación de estar mejor insonorizado.
La iluminación de los faros halógenos me ha parecido correcta tanto para las cortas como para las largas. Ni en opción puede contar con xenón o LEDs pero tampoco me parece un problema en un coche que la mayoría del tiempo circulará por ciudad.
Hay que matizar que la unidad probada estaba equipada con un conjunto llanta/neumático que ya no se ofrece. Las primeras 200 unidades que llegaron a España lo hicieron con un paquete de equipo cerrado que incluía llantas de chapa en 15 pulgadas, alerta de cambio de carril, faros antiniebla y la pintura exterior en rojo. El siguiente cupo de unidades ya permite cambios y las llantas que llevan son de 14 pulgadas en chapa (de serie) o de aleación en 16 pulgadas (con el Paquete Selective Plus).
Ficha técnica
Version | 1.0 MPI |
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Cilindrada | 999cc |
Potencia | 75 CV a 6.500 rpm |
Par | 95 Nm a 4.500 rpm |
Peso | 939 kg |
Dimensiones Lar/An/Al mm | 3675 / 1604 / 1476 |
Volumen Maletero | 206 / 1.013 litros |
Aceleración 0 a 100 km/h | 13,9 seg (14,2 seg en prueba) |
Recuperación 80 a 120 km/h | 12,3 segundos en III |
Velocidad máxima | 170 km/h |
Consumo homologado | 4,5 L/100 (5,7 L/100 en prueba) |
Emisiones CO2 por km | 104 g |
Precio de partida | 11.070 € (8.905 € con dtos) |