Diseño/Estética
Calidad de acabado
Equipamiento de serie
Equipamiento opcional
Habitabilidad
Maletero
Motor/Refinamiento
Prestaciones
Consumos
Transmisión
Dirección
Frenos y neumáticos
Comportamiento
Calidad de rodadura
Relación valor-precio
8.4
Notable
Sin duda alguna, un coche bestial en lo que a prestaciones se refiere. Vale, no será la opción más divertida y tampoco será la más radical pero sí que es la más equilibrada de las que podemos encontrar en el trío alemán. A pesar de ser una opción V6, hablamos de una mecánica simplemente salvaje con unas prestaciones que no dejan indiferente.
Teníamos ganas de probar el Audi RS5 en su versión Sportback y es que probablemente hablamos de la variante de carrocería más polivalente del modelo en cuestión. Aunque la versión coupé es muy atractiva, los «fallos» de capacidad, y de versatilidad se solucionan en la variante Sportback casi sin mermar las capacidades deportivas del modelo.
Sin duda alguna hablamos de una auténtica bestia que a pesar de llegar en esta generación con una mecánica V6, lo hace pisando muy fuerte, con una puesta a punto increíble, una opción mecánica muy capaz, un sonido espectacular y una dinámica pensada para correr mucho tanto en rectas como en curvas, donde el RS5 se agarra con uñas y dientes.
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Diseño exterior
La segunda generación del Audi RS 5 Sportback es imponente, especialmente en el caso de esta unidad con un diseño exterior muy elegante, múltiples detalles en fibra de carbono y unas increíbles llantas de 20 pulgadas. El modelo pasa bastante desapercibido cuando está aparcado pero cuando rueda, atrapa todas las miradas y es que su sonido es bastante delatador.
Las impresionantes entradas de aire con la estructura típica de panal (falsas), junto con la ancha y plana (más que en el A5 Sportback convencional) parrilla Singleframe definen la parte delantera. A ambos lados del frontal encontramos los ya conocidos faros HD Matrix LED de Audi -1.095€- que en esta ocasión han sido tintados, cuya luz se asemeja a la luz diurna y permite que la vista no se canse tan rápido, ofrece un juego de luces impresionante y un sistema antideslumbramiento muy logrado.
Estos faros LED también incorporan funciones especiales para ciudad, cruces, carreteras, autopista, circulación por la izquierda o mal tiempo. Incluyen luz diurna de diodos luminosos en forma de doble flecha, así como intermitentes LED dinámicos. Adicionalmente, esta unidad de pruebas cuenta con el paquete exterior de carbono con un sobrecoste notable pero que añade diversos componentes en este material.
Nuestra unidad de pruebas contaba con los marcos de las ventanillas y de la parrilla delantera en plateado aunque si te gusta de otro color, has de saber que hay varios paquetes de este estilo.
En la vista lateral, las marcadas taloneras y los prominentes pasos de rueda ensanchados 15 mm representan el espíritu RS. Las inscripciones RS5 cobran mayor protagonismo y, opcionalmente, podemos equipar sólo las carcasas de los retrovisores en carbono -. Las llantas de aleación de 20 pulgadas y las pinzas de freno rematadas en gris reflejan su extraordinario rendimiento. Estas calzan unos neumáticos Hankook Ventus S1 Evo2 en dimensiones 275/30 R 20 97 Y. Nuestra unida de pruebas montaba un sistema de frenos cerámicos valorado en 7.915 euros que contaba con las pinzas rematadas en gris antracita.
La superficie de las puertas queda totalmente limpia de ornamentaciones y el espacio acristalado es meramente adecuado, contando con las lunas posteriores tintadas. El Audi RS 5 Sportback mide 4.783 mm de longitud, 1.866 mm de ancho y 1.399 mm de altura. La batalla es de 2.826 mm y el ancho de vía delantero es de 1.598 mm, mientras que el trasero es de 1.588 mm.
El marcado spoiler trasero del portón en carbono, el distintivo difusor específico RS con líneas verticales, así como los dos escapes ovalados en negro -1.585€- componen la llamativa zaga. Los grandes y planos grupos ópticos traseros alargados también cuentan con la tecnología Full LED. No falta la tira de sensores posteriores y la cámara.
Por último y, vista desde arriba, esta unidad de pruebas cuenta con una antena de tipo aleta de tiburón. Opcionalmente, también podemos montar un generoso techo corredizo eléctrico de cristal que no vemos en esta unidad de pruebas.
Diseño interior
La deportividad se mantiene en el habitáculo del Audi RS 5 Sportback, encontrándonos algunas ‘chucherías’ específicas de lo más suculento. En términos de diseño, el salpicadero se ha trazado siguiendo líneas horizontales y apostando por la simplicidad, lo que nos libera de una abundante botonería. Los materiales empleados son blandos en su mayoría, con escasos componentes en plástico rígido que, en todo caso, son vistosos y de tacto agradable.
Las teclas que hay en su centro recuerdan a los tradicionales conmutadores y este diseño ha sido posible gracias al traslado de la unidad central para los sistemas de infotainment a la consola central. En el salpicadero resaltan los embellecedores en carbono – 1.320 euros- y los ajustes son muy buenos, con ausencia de crujidos incluso cuando presionamos con fuerza con el dedo.
También se presenta más despejada la consola del túnel central que, a ambos lados, incorpora almohadillas para las rodillas al más puro estilo del deportivo Audi TT. Por otra parte y, gracias al freno de estacionamiento electromecánico, se ha podido ganar espacio para el terminal de la unidad de mando del MMI con navegación plus.
En una posición algo más retrasada nos topamos con el reposabrazos, que se puede ajustar en longitud. Esconde bajo el mismo un pequeño hueco portaobjetos con toma USB y Aux-in.
Esta unidad dispone de un deportivo volante multifunción de cuatro radios al que le vienen como anillo al dedo las levas. Es una pena que estas no sean muy grandes y estén fabricadas en plástico. Adicionalmente, el volante cuenta con la corona achatada y está revestido en cuero perforado, montando el emblema RS en la parte inferior. Su tacto y grosor son muy agradables, facilitándonos jugar con él curva tras curva.
Uno de los elementos más destacables del Audi RS 5 Sportback son los deportivos asientos tapizados en cuero con costuras en contraste en forma de rombos y el emblema RS en el respaldo. Los asientos cuentan con ajuste eléctrico, masaje y memoria, pudiendo ser calefactados y ventilados. Los asientos traseros también pueden ser calefactados.
Los pedales son de acero inoxidable, mientras que los paneles de las puertas llevan franjas de Alcántara. Entre el equipamiento específico del RS 5 destacan también el anillo de color rojo en la tecla de arranque y parada o la iluminación de ambiente en puertas, consola central y posavasos delantero con personalización del color.
El climatizador automático de confort -de serie- regula la temperatura del habitáculo en tres zonas y puede funcionar en dos modos climáticos diferentes, denominados eco y normal. En el modo eco, el climatizador automático se basa en una línea característica de consumo optimizado para establecer la temperatura interior seleccionada, aumentando así aún más la eficiencia.
Por su parte, el sistema MMI que se monta a bordo cuenta con una pantalla fija de excelente resolución que tiene una diagonal de 8,3 pulgadas. El terminal de manejo del MMI navigation plus se encuentra en la consola central, que se presenta ordenada y despejada. Desde el mismo sistema pueden ajustarse infinidad de parámetros del vehículo.
El acceso a las plazas traseras mejora respecto a la variante coupé gracias a dos puertas adicionales y es que aquí es donde la carrocería Sportback gana en practicidad (junto al enorme portón de acceso al maletero). Las plazas traseras homologan espacio para tres pasajeros aunque sólo resultan cómodas para dos y en cotas de altura y espacio para las piernas para personas de hasta 1,80 metros. Tienen salidas de ventilación, apoyabrazos laterales y central, posavasos y un pequeño hueco portaobjetos.
Los asientos deportivos proporcionan una sujeción y un apoyo óptimos. Los cojines de los mismos se pueden extender en las plazas delanteras, al tiempo que los respaldos incorporan la inscripción RS grabada. Tienen airbag laterales integrados.
El maletero cubica 465 litros, aunque puede abatirse el respaldo de los asientos traseros -40:60- para ganar algo de espacio con sólo abatir los asientos. La superficie de carga es plana, y el generoso portón del maletero con apertura motorizada deja un espacio más que generoso para cargar. Sin duda alguna, a pesar de que me gusta la versión coupé, me terminaría siempre comprando la carrocería Sportback por su utilidad.
Bajo el suelo del maletero encontramos un hueco para dar cabida al juego de herramientas y a una rueda de repuesto de emergencia o a un kit.
Motorización
En sus entrañas, el Audi RS 5 Avant Sportback mantiene la potencia del modelo anterior, pero cuenta con cambios muy importantes. El V8 atmosférico de altas revoluciones ha dado paso en esta generación a un V6 biturbo de nuevo desarrollo que entra en una nueva dimensión en cuanto a empuje y eficiencia. Desde 1.900 rpm y hasta 5.000 rpm, el 2.9 TFSI entrega un par máximo de 600 Nm, lo que supone un aumento de 170 Nm.
Con una potencia de 331 kW (450 CV), lo que equivale a un rendimiento de 155,5 CV/litro, el nuevo RS 5 Sportback acelera de 0 a 100 km/h en 3,9 segundos y de 80 a 120 km/h en 2,6 segundos, por lo que resulta 0,6 segundos más rápido que antes. Opcionalmente, se puede aumentar la velocidad máxima controlada electrónicamente desde los 250 km/h hasta 280 km/h -1.905€ o paquete RS Dynamic-.
Aunque es el mismo motor que equipa el Audi RS 4 Avant, resulta sensiblemente más impulsivo en el RS 5, pegándote al asiento cuando hundes el pie derecho en el acelerador. Lo cierto es que responde con mucha inmediatez, más que en el caso del Audi RS 3 Sportback o el Audi TTRS, especialmente cuando jugamos con las levas. Esto se debe a la presencia de los dos turbocompresores del 2.9 TFSI, uno para bancada de cilindros.
El 2.9 TFSI V6 biturbo de Audi Sport está inspirado en el legendario V6 de 2.7 litros del primer RS 4 Avant, fabricado entre 1999 y 2001, que entregaba una potencia de 279 kW (380 CV). Es el mismo que se monta en el RS 4 Avant actual.
Generan una presión máxima de soplado de hasta 1,5 bar y, al igual que los nuevos motores V6 y V8 de Audi, están montados en el interior de la V a 90 grados que forman los cilindros, lo cual implica que el lado de escape de la culata queda en el interior, y el de la admisión en el exterior. Con ello se consigue que la pérdida de flujo sea menor y la respuesta al acelerador resulte más espontánea.
Por otra parte, debido a las mayores fuerzas que se producen en su interior, la carrera de los cilindros se ha reducido en 3 mm hasta quedar en 86 mm, mientras que se mantiene el diámetro de 84 mm, de lo que resulta una cilindrada de 2.894 cm3. El motor sólo pesa 182 kilos, un ahorro de 31 kilos respecto al V8 anterior, lo que supone beneficios para el peso total y el reparto del mismo entre ambos ejes.
Una de las cosas que más me ha llamado la atención es la suavidad y el silencio con los que el RS 5 Sportback es capaz de rodar cuando vamos en modo confort. Podría pasar perfectamente desapercibido de no ser por tener un exterior claramente diferenciado de cualquier otro A5 Sportback más normal. Además, está muy bien insonorizado, quizás demasiado para escuchar con claridad la bonita melodía que sale por los escapes del sistema de escape RS.
Todo cambia, lógicamente, cuando pisamos a fondo y seleccionamos el modo dynamic, pues este modelo es pura fuerza bruta. Realmente sorprende la fuerza con la que es capaz de entregar la potencia y la facilidad con la que sube de vueltas. Como no podía ser de otra manera, el modelo también cuenta con función Launch Control.
Y puede que te llame la atención que Audi haya optado por la transmisión tiptronic de ocho relaciones en lugar de equipar la deportiva caja S tronic de doble embrague, pero en realidad no es nada descabellado. Es cierto que la S tronic es más rápida, pero no es tan sumamente suave como la que encontramos en este modelo, y precisamente la combinación de confort y dinamismo que logra este coche es una de sus grandes bazas.
El conductor puede manejar la caja de cambios tiptronic de ocho velocidades por medio de la palanca convencional y, también, a través de las levas situadas tras el volante deportivo (algo pequeñas y de plástico, por cierto), aunque mucho me temo que más de uno echará en falta jugar con una transmisión manual. Su funcionamiento es sencillamente sensacional.
Finalmente y, respecto a los consumos, como es lógico estos varían de manera muy notable en función de cómo tengamos el día. Conduciendo de forma tranquila, el ordenador de a bordo indicaba una media de 8,1 l/100 km en carretera (el motor gira a 1.900 rpm a 120 km/h), pero en ciudad hablamos de consumos que fácilmente superan los 15 litros a los 100 km. Si optamos por una conducción ágil y deportiva y jugamos con el modelo, los consumos varían en función de nuestra pericia, pero como el sonido del escape y las impresionantes aceleraciones envenenarán tu sangre, no te fijarás en que hablamos de consumos superiores a 25 litros a los 100 km.
Tras la semana de prueba, el consumo medio se detuvo en 10,1 l/100 km practicando todo tipo de conducción, lo cual tampoco me parece una cifra excesivamente elevada.
Ficha técnica
Version | V6 de gasolina |
---|---|
Cilindrada | 2894 cc |
Potencia | 331 kW (450 CV) / 5700 – 6700 rpm |
Par | 600 Nm / 1900 – 5000 rpm |
Peso | 1720 kg |
Dimensiones Lar/An/Al mm | 4783 / 1866 / 1399 mm |
Volumen Maletero | 465 litros |
Aceleración 0 a 100 km/h | 3.9 segundos |
Recuperación 80 a 120 km/h | N.D. |
Velocidad máxima | 250 (autolimitada) |
Consumo homologado | 12,4 / 7,1 / 9,1 litros a los 100 km |
Emisiones CO2 por km | 207 – 206 g/km |
Precio de partida | 103.000 euros |
Comportamiento
El Audi RS 5 Sportback es uno de esos coches que te hacen sentir especial. Seleccionamos el modo dynamic, ponemos la palanca en modo Sport, pisamos con fuerza el acelerador y… ¡Que comience la descarga de adrenalina! Pero ya sabemos que si hay algo que caracteriza a los modelos RS de los cuatro aros es su perfección, lo que también les lleva a ser demasiado neutros en sensaciones, dejando en un segundo plano la diversión.
El RS 5 Sportback es un coche muy rápido que se conduce con extrema facilidad incluso a un ritmo muy elevado, presentando un gran equilibrio en todas las facetas. Si buscas un deportivo que no te ponga las cosas difíciles, el RS 5 debería ser tu primera opción, pero si disfrutas con un coche que premie tus aciertos y que castigue tus errores, probablemente disfrutes mucho más al volante de otros modelos como el BMW M4.
Gran parte de la culpa del buen hacer del RS 5 la tiene el sistema de tracción integral quattro, que transfiere la potencia del motor al asfalto con suma facilidad, permitiéndote conducir a ritmo muy ágil con total estabilidad y sensación de seguridad. Su componente central es el embrague hidráulico multidisco controlado electrónicamente y hace del Sportback un coche con una capacidad de agarre lateral casi infinita.
Dependiendo del estilo de conducción y de la adherencia, el sistema puede enviar hasta el 85% del par al eje delantero y el 70% del mismo al eje trasero.
Durante la conducción normal, el sistema utiliza una configuración que reparte algo más de potencia al eje posterior: el diferencial central mecánico envía un 60 por ciento del par al eje trasero y un 40 por ciento al delantero. En cualquier caso, el par se distribuye entre los ejes delantero y trasero de forma muy rápida, en función de las necesidades en cada momento.
El control del embrague multidisco está integrado en el sistema Audi drive select. En su configuración más deportiva, el sistema utiliza toda la información relevante, como el ángulo de giro de la dirección. En el programa dinámico y, con el sistema de control de estabilidad ESC en modo deportivo, se transmite mayor cantidad de par y de forma más rápida al eje trasero, a fin de conseguir un comportamiento más ágil y directo que sin duda notarás.
Esto permite realizar deslizamientos controlados sobre superficies de baja adherencia, con ligeros sobrevirajes que en ningún caso te resultarán difíciles de controlar (salvo que te pases buscándole las cosquillas al “cacharro”, claro está). Además, el empuje del eje delantero ayuda a dirigir de nuevo el coche al salir de una curva. Es una pena que la dirección no sea un poco más rápida y directa cuando jugamos con él enlazando curvas lentas.
Por su parte, el control selectivo de par hace que el comportamiento sea casi perfecto. Durante las curvas rápidas, aplica ligeramente los frenos a las ruedas interiores, que soportan menor carga, lo que permite a las dos ruedas exteriores transferir más par a la carretera. Pero si equipamos el diferencial deportivo opcional, que funciona a través de un grupo de engranajes y dos embragues multidisco, el resultado es salvaje.
El diferencial deportivo ofrece una puesta a punto específica RS que asegura una respuesta aún más dinámica al acelerar en curva. Distribuye de forma activa el par entre las dos ruedas del eje trasero.
Esta unidad cuenta con los frenos cerámicos opcionales con pinzas de 400 mm de diámetro y seis pistones que son excesivos si vas a usar el RS5 de una forma normal pro necesarios si eres de los que terminan dando caña al juguete ya que soportan mejor las altas temperaturas.
Mención aparte merece también la suspensión, que cuenta con una estructura de paralelogramo deformable en ambos ejes. Con la suspensión deportiva RS de serie, el RS 5 Sportback reduce la altura al suelo en 15 milímetros respecto al resto de versiones del Audi A5, aunque como alternativa, la marca ofrece la suspensión RS sport plus con Dynamic Ride Control (DRC) -2.475€-.
La dirección progresiva de serie varía su desmultiplicación, que en el centro es de 15,9 a 1. El radio de giro es de 11,7 metros entre paredes.
En este caso, hablamos de una nueva generación de amortiguadores con una válvula de control integrada que asegura una clara diferenciación entre los distintos modos de conducción del Audi drive select. En el modo comfort es mucho más cómoda de lo que me esperaba, pero resulta bastante rebotona en modo dynamic. Eso sí, no notarás que la carrocería balancea ni lo más mínimo, ni siquiera enlazando curvas lentas con algo de prisa.
Equipamiento y precio
En España, el Audi RS 5 Sportback parte de los 103.000 euros e incluye de serie el paquete deportivo exterior, llantas de aleación de 20 pulgadas, colas de escape dobles, faros LED para todas las funciones, alerta pre-colisión, detector de peatones, espejos retrovisores plegables, sensor de lluvia, encendido automático de luces, espejo interior fotosensible y volante multifunción en piel.
También sin coste cuentan con sistema de navegación plus integrado con pantalla de 21,1 cm, bluetooth, USB, lector de tarjetas SD, disco duro, instrumentación digital con pantalla de 12,3 pulgadas, Audi Sound System con 10 altavoces, Wi-Fi, tapizado en piel, sensores de aparcamiento delanteros y traseros, alarma, freno de mano eléctrico o suspensión deportiva, entre muchos otros.
Como buen modelo alemán que es, existe la posibilidad de equiparlo con un amplio catálogo de opcionales capaces de subir el precio final como la espuma, destacando especialmente el volante con calefacción, el Audi phone box con carga por inducción, la llave de confort con apertura por control gestual del portón o el equipo de sonido Bang&Olufsen, además de todos los mencionados durante la prueba.
- Audi RS5 Sportback 2.9 TFSI quattro tiptronic 8 vel. desde 103.000 euros
- Diseño imponente, uno de los modelos RS más llamativos que representa todo lo contrario a otros componentes de la gama como el discreto Audi RS 3. Posibilidad de incorporar en el exterior llamativos detalles en fibra de carbono (aunque por un precio elevado).
- Polivalencia de uso, es divertido a la hora de enlazar curvas exprimiendo su potencia y muy cómodo para viajar, todo ello rematado con una capacidad de aceleración y un sonido que enamoran.
- La unión entre la mecánica y el escape da como fruto una engatusadora melodía para los amantes de la gasolina. Es un coche adictivo.
- La perfección es lo suyo, es un coche extremadamente fácil de conducir en todas las situaciones y su agarre lateral parece casi infinito.
- Precio de partida realmente elevado, el más caro de entre sus rivales (con algunos se lleva bastante diferencia). Lo mismo ocurre con los opcionales.
- Comportamiento demasiado filtrado y artificial en comparación con algunos de sus rivales, no es un coche que transmita grandes sensaciones y diversión al volante salvo por la descarga de adrenalina en cada aceleración. Eso sí, es el más equilibrado.
- La suspensión es bastante ‘rebotona’ cuando circulamos en modo dynamic y el asfalto no está en perfecto estado.
- La dirección podría ser un poco más rápida y directa.