Los cuatro instrumentos redondos incluidos en el panel (indicador del nivel de combustible, velocímetro, cuentarrevoluciones y temperatura del aceite) tiene el mismo agradable diseño anaranjado que presentan los BMW desde hace años, aunque ojo, en este modelo es digital y puede cambiar su aspecto y color en función del modo de conducción que seleccionemos, así que podrá mostrarnos desde una vista clásica con diales de aguja digitales pasando por un aspecto deportivo con velocímetro digital hasta un modo de visualización en el que se muestra la eficiencia de nuestra conducción.
La pantalla de alta resolución de serie del sistema de mando iDrive esta empotrada en el salpicadero y la verdad es que su gran tamaño la hacen visible hasta desde la parte trasera (desde donde podremos manejar la mayor parte de sus funciones gracias al opcional de entretenimiento profesional con iDrive (+3.499,66 euros)
El frontal del salpicadero cuenta con un perfil decorativo en madera que recorre el ancho del vehículo, cuenta con un marco galvanizado inferior que fluye por los paneles laterales hasta la parte trasera del modelo. Este elemento es totalmente personalizable.
En la parte central de la consola se encuentra el botón de mando Controller del sistema de mando iDrive de serie, fácilmente accesible desde los dos asientos delanteros. A la izquierda de la palanca de cambios encontramos los comandos del Driving Experience Control y el botón de desactivación del control de tracción. Adicionalmente, nuestra unidad, al equipar tantos opcionales, ofrecía en este lugar el control de descenso (por el elevado peso), el acceso al sistema de cámaras y ayudas al estacionamiento.
Debajo del ancho apoyabrazos central doble provisto de una tapa con cerradura que cubre un espacio portaobjetos, se encuentra un alojamiento provisto de un puerto USB y conexión AUX-In.
Nuestra unidad de prueba venía equipada con el equipo de sonido Bang & Olufsen High End Surround Sound System (+5.871 euros) de 1.200 vatios y 16 altavoces, entre ellos un altavoz central iluminado escamoteable ubicado en el salpicadero. El elevado precio va de la mano de las prestaciones ya que ofrece una calidad de sonido perfecta.
Ahora nos vamos a meter en la parte trasera, algo que me ha demostrado que la Serie 7 de BMW es extremadamente confortable pero que también debe ampliar su espacio trasero ya que a diferencia de otros modelos de la competencia, el espacio es algo justo, lo que para sus dimensiones exteriores, resulta imperdonable.
Los pasajeros que ocupan los asientos traseros pueden acceder fácilmente al interior del coche porque las puertas ofrecen un excelente ángulo de apertura y cuentan con una generosa longitud (además, vienen de serie con cierre asistido, así que no te preocupes, la puerta nunca se va a quedar entornada…)
Detrás de los ergonómicos asientos delanteros hay un espacio de trabajo y esparcimiento realmente confortable para viajar.
Aunque el modelo homologa espacio para 5 ocupantes, lo más confortable es viajar ocupando los dos asientos exteriores. La plaza central trasera es como siempre, incómoda, sin embargo, el ancho del vehículo repercute en que el ocupante de la misma viaje de una forma algo más confortable que en Series inferiores. Hay que subrayar que nuestra unidad contaba opcionalmente con asientos eléctricos, calefactables y con función de masaje para las plazas exteriores traseras.
En los respaldos de los asientos delanteros, las plazas traseras de nuestra unidad de prueba contaban con un sistema compuesto por dos pantallas que nos ofrecían acceso a internet, posibilidad de reproducción de vídeo, opciones de configuración del vehículo y navegación entre otras… Estas pantallas se manejaban desde un sistema iDrive compartido y ubicado en el brazo central.
Un profundo hueco bajo el piso del maletero resulta ideal para transportar diversos objetos pequeños así como herramientas y hueco de generosa profundidad y plastificado del lado derecho permite llevar un par de botellas sin miedo a que esto pueda fastidiar la moqueta.
Motorización
Bueno, vale, sé que alguno pensará que sólo es un BMW 730d, que es el motor de acceso y este modelo es muy pesado y… (1.915 kg en orden de marcha) Pues bien, sí, es cierto, el modelo pesa y es el motor de acceso, pero, ¿y si os digo que tiene la aceleración de un GTI? ¿La cosa cambia?
Para este último lavado de cara antes de la llegada de la nueva Serie 7 en 2015, la marca germana ofrece nuevos motores o motores totalmente renovados asociados por defecto a una caja de cambios inteligente de 8 velocidades.
Para nuestra particular prueba circulamos durante cientos de kilómetros con el BMW 730d xDrive, un modelo que se presenta como una opción de coste de uso muy razonable que destaca por su espectacular economía de viaje (El consumo medio de la prueba rondó los 6.7 litros a los 100 km por autopistas y autovías, cargado con cuatro adultos, lo que como veréis, es un consumo sobresaliente para un vehículo de esta envergadura). Con el gran depósito de 80 litros de capacidad, imaginaros las amplias autonomías del vehículo…
El motor objeto de la prueba es un motor diésel de seis cilindros y 2.993 cc. Este propulsor, que por su construcción corresponde al motor del BMW 740d, tiene ahora una potencia de 190 kW/258 CV a 4.000 rpm. El par máximo es de 560 Nm y ojo, que lo ofrece desde las 1.500 rpm, aspecto que es el causante del excelente comportamiento del modelo asociado a esta motorización. La verdad es que se trata de un motor muy recomendable que sinceramente creo que está un poco infravalorado en esta berlina por la denominación exterior pero que sin lugar a dudas, no va a defraudar al que lo pruebe ya que sus prestaciones no son nada malas…
El motor cuenta con un turbo con geometría de admisión variable, inyección directa common-rail con inyectores piezoeléctricos (presión máxima de inyección: 1.800 bar) y gracias a esto, el vehículo es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 6.1 segundos y alcanzar hasta los 250 km/h de forma bastante holgada.
Tal y como os he comentado con anterioridad, además de las claras ventajas en la economía de viaje, nuestra unidad venía asociada a un sistema de tracción a las cuatro ruedas. Este sistema de control electrónico garantiza una capacidad de tracción óptima gracias a la distribución inmediata de la fuerza entre las ruedas delanteras y traseras, obteniéndose así un máximo grado de seguridad, una capacidad de maniobra magnífica y un aprovechamiento óptimo de la potencia bajo cualquier condición meteorológica y sin importar el estado de la calzada. Pese a que la mayoría del trayecto se efectuó por autovías y autopistas, tuvimos la ocasión de circular breve aunque contundentemente por una carretera secundaria revirada y la verdad es que la combinación no parece quedarse corta en absoluto y el control del coche es total incluso en las curvas más exigentes asfaltadas con el peor asfalto del mundo (supongo que los que vivan en la Comunidad Valenciana, sabrán a lo que me refiero… sí, ese maravilloso asfalto efecto espejo…)
Respecto al cambio, hay que destacar que a pesar de la mayor relación total, los saltos de revoluciones al cambiar de marchas son menores precisamente por tratarse de una caja de 8 velocidades. Así, en casi cualquier situación se dispone de la relación más apropiada.