Hace unos días tuvimos como invitado en la sección de pruebas a la nueva generación de la Clase C de Mercedes-Benz y hoy, hemos decidido mostraros lo que nos ha parecido esta increíble berlina que sin lugar a dudas se anticipa a la llegada del total de la nueva generación de berlinas Premium alemanas.
La C es la Clase con mayor volumen de ventas de Mercedes-Benz y, por tanto, tiene una importancia vital para la marca ya que desde 1982, se han vendido cerca de 9 millones de unidades.
En 1982, Mercedes-Benz trajo al mundo al W201. Desde aquel momento, la clase compacta de la marca de Stuttgart, con sus variantes Berlina, Estate y Coupé, consigue plasmar con acierto los clásicos valores Mercedes-Benz en una atractiva gama de turismos posicionada por debajo de la categoría media alta y de la categoría superior.
En esta nueva generación de la Clase C, Mercedes-Benz vuelve a dar en el clavo, eso sí, de una forma mucho más consecuente con el nuevo lema de la marca que seguramente habéis podido oír en algún anuncio, me refiero al “algo está pasando en Mercedes…”
Más juvenil y mucho más moderno, pero sin perder la esencia clásica de la marca…
Diseño Exterior
El equipo de diseño ha trasladado los rasgos más característicos de la línea más clásica y elegante de las clases superiores de la marca –Ver Prueba Mercedes-Benz Clase S– a un tamaño más compacto.
Se han aumentado las dimensiones de la Clase C teniendo en cuenta la mayor estatura media de las personas y sobre todo, teniendo en cuenta las limitaciones con las que contábamos en la anterior generación. Respecto al modelo anterior –Ver Prueba Mercedes-Benz Clase C-, la batalla ha aumentado en 80 milímetros (a 2.840 milímetros) en comparación con el antecesor, la longitud del vehículo en 95 milímetros (a 4.686 milímetros) y la anchura en 40 milímetros (a 1.810 milímetros). Resulta curioso subrayar que la Clase E de 1995 (W210) es ligeramente más pequeña que esta nueva generación del Clase C.
Con unos bordes muy definidos y superficies muy curvas, el exterior del Nuevo Clase C que ponemos a prueba cuenta con un diseño en el que predomina un gran entramado de superficies cóncavas y convexas que crean unas líneas muy singulares.
Su agresivo frontal destaca por su parrilla y su capó en forma de “V”. Al igual que en otros modelos de la marca, el cliente puede elegir entre entre dos frontales: uno deportivo con estrella central o bien la parrilla del radiador clásica de berlina con la clásica estrella sobre el capó. En nuestro caso contábamos con la opcional Línea AMG Line exterior con un sobrecoste de 2.874,96 euros que resulta recomendable si queremos tener un aspecto marcadamente deportivo.
En la zona central de la parrilla de efecto cromado con dos lamas horizontales encontramos la gran estrella de la marca que además montaba en la parte superior una de las 4 cámaras del sistema de asistencia al aparcamiento 360º del que hablaré más adelante. A los extremos encontramos los faros que acentúan aún más las líneas del capó gracias a los módulos de luz diurna LED que son como unas “cejas enfadadas”. Nuestra unidad contaba con el extra de iluminación de Faros LED Intelligent Light System con un sobrecoste de 779,24 euros. A diferencia de los faros halógenos de serie, esta tecnología lumínica ofrece diversas funciones adaptativas de iluminación, pues los faros se adaptan automáticamente a situaciones climáticas y de conducción.
Siguiendo una línea descendente en el diseño del frontal, encontramos el deportivo paragolpes delantero con el que contaba nuestra unidad de pruebas, un Mercedes-Benz Clase C 220 CDI 7G-TRONIC PLUS AMG Line. El parachoques delantero incorpora tres entradas de aire adicionales a la parrilla, una central que se encuentra en la parte inferior de la matrícula y otras dos a ambos lados. Los seis sensores de aparcamiento delanteros están integrados en el parachoques y su precisión es milimétrica dado que formán parte de un sofisticado sistema de visualización 360º de última generación.
La interacción entre el diseño dinámico y una excelente aerodinámica son la consecuencia de la superficie arqueada del techo y la inclinación de la luna delantera.
Opcionalmente una gran parte del techo puede ser acristalada y practicable teniendo esta opción un sobrecoste de unos 2.355,87 euros. La verdad es que hay otra opción más clásica de techo solar pero esta de la que os hablamos abarcaba una gran superficie y podía ser disfrutada en la parte delantera y en la trasera, aunque sólo la primera de ellas puede acceder a la apertura. La silueta revela líneas suaves y fluidas que terminan en un curvo pilar C que nos recuerda la Clase S.
Lateralmente, el Clase C es realmente atractivo. La superficie lateral es muy limpia, algo que mejora la estética exterior pero penaliza la funcionalidad ya que no encontramos ninguna protección lateral contra pequeños golpes.
Visto de lado, el Clase C gana enteros. Como hemos dicho anteriormente es un “mini Clase S”. Su diseño destaca por la línea arqueada de las ventanillas que nace en los retrovisores laterales que integran los intermitentes LED y en nuestra unidad estaban equipados con abatimiento eléctrico, un paquete de iluminación de cortesía LED, intermitente LED y Paquete de control de carril para controlar el ángulo muerto. Además, dos de las cuatro cámaras del sistema 360 º se montan en los retrovisores.
La vista lateral se encuentra opcionalmente rematada por unas impresionantes llantas AMG de cinco “radios dobles” que encierran unos discos delanteros perforados. En nuestra unidad, las llantas montaban unos neumáticos Michelin Primacy 3 en medidas 225/40 R18. Pese a que parezcan unas medidas desmesuradas, llenan perfectamente el paso de ruedas.
Las líneas cóncavas y convexas se pueden apreciar también en la parte trasera del vehículo. Las luces traseras siguen la línea del lateral y la línea del portón del maletero. La iluminación de los faros traseros se ofrece en nuestra unidad mediante cables de fibra óptica y módulos LED. La luz de freno, dispuesta entre el catadióptrico y el piloto trasero, se ilumina con distinta intensidad de día y de noche, siempre dentro de la normativa vigente.
La inclinada luna trasera y el pronunciado maletero hacen necesaria la incorporación de un asistente de aparcamiento. En nuestra unidad contábamos con la ayuda al estacionamiento mediante sensores acompañado del sistema 360 º que deja caer una discreta cámara en el portamatrículas, solo visible cuando activamos la marcha atrás. Al encontrarse equipada nuestra unidad con la Línea AMG, encontramos un parachoques musculoso con dos salidas de aire. Además, encontraremos dos salidas de escape integradas en combinación con un difusor en color contraste que le da un toque deportivo al modelo.
Visto desde arriba y tal y como os hemos comentado con anterioridad, nuestra unidad contaba con una gran parte del abombado techo en color negro, fruto de la opcional incorporación del techo corredizo panorámico de gran superficie, formado por una franja fija de policarbonato en la parte delantera, un elemento desplazable de cristal mineral y molduras laterales.
Tanto la carrocería berlina como la Estate ya están a la venta y vienen de las fábricas que la marca tiene en Bremen (Alemania), East London (Sudáfrica), Pekín (China) y, por primera vez, también Tuscaloosa (Alabama/Estados Unidos).
Diseño Interior
El interior del nuevo Clase C continúa con el gran paso adelante en términos de calidad y evolución que hemos podido ver en el exterior.
A gran parte de los elementos del equipamiento interior se les ha dotado un acabado galvanizado, dando lugar a superficies metálicas con “tacto frío” pero muy moderno y deportivo que en nuestro caso contrastan con una superficie en negro brillante que si bien es cierto que dan apariencia de calidad, también lo es que es casi imposible tenerla limpia o sin arañazos.
El trabajo de distribución y montaje se ha realizado con sumo cuidado pero no por esto, el interior está exento de fallos. El salpicadero incorpora cinco salidas de aire redondas. La dirección del flujo de aire se regula con una rueda que junto con el mecanismo se asemeja a la turbina de un avión.
Lo más visible de la consola quizá sea la pantalla de grandes dimensiones que pertenece al COMAND Online con disco duro de navegación, LINGUATRONIC. La pantalla está rodeada por un marco negro, tal y como sucede con el resto de equipos de la marca Becker. Su manejo se realiza mediante un nuevo mando táctil al que van aparejados dos botones. La navegación por la pantalla es realmente cómoda e intuitiva y la posición de los comandos está próxima al apoyabrazos por lo que es muy accesible para el conductor.
He de decir que la pantalla es un poco “pegote”. No puede extraerse, ni replegarse y mucho menos adaptarse en caso de reflejo por lo que en cierto modo, es un gran error. Estaría bastante mejor que la pantalla pudiese ocultarse tal y como hace Audi con sus sistema de infoentretenimiento.