Resumen de Prueba
Equipamiento
Diseño
Confort
Consumo
Motor
8.8
NOTABLE+
Junto con el Peugeot 508 RXH, la apuesta francesa por llegar al mercado premium por el camino de los híbridos. Presenta un diseño más rompedor que su pariente galo.
Una vez más empezamos la semana con la prueba de un nuevo coche en Autonocion. En este caso, es una prueba muy particular, pues hemos testado el Citroën DS5 HYbrid4 Airdream Style. ¿Por qué digo esto? Por un lado, porque este coche monta un motor diésel 2.0 de 163 CV igual al que llevaba el DS5 que probamos hace unos meses y cuya prueba podéis leer en nuestra página; por otro lado, porque además equipa el sistema híbrido HYbrid4, un propulsor eléctrico de 37 CV añadido al anterior, una combinación que tampoco nos es ajena, puesto que la probamos la semana pasada en el Peugeot 3008 HYbrid4.
Es por ello que esta prueba va a ser un poco distinta, y en lugar de centrarnos primero en el diseño del coche tanto exterior como interiormente para dar paso después al equipamiento y el motor, lo que vamos a hacer es una primera comparativa con el 3008 para evaluar la diferencia de comportamiento de un mismo motor en una y otra plataforma. Después, entraremos a valorar la versión híbrida del DS5 frente a la versión diésel de 163 CV, tanto a nivel estético como de prestaciones, para que en caso de que os estéis planteando comprar un DS5, sepáis los pros y los contras de uno y otro.
Tanto el Peugeot 3008 HY4 como el Citroën DS5 HY4 montan la misma tecnología de motores. Un sistema que permite asociar dos fuentes de energía: la del motor diésel (con una cilindrada de 1.997 cm3, este motor desarrolla una potencia máxima de 120 kW (163 CV) a 3.750 rpm así como un par máximo de 300 Nm a 1.580 rpm) que impulsa las ruedas delanteras (tracción), y la del motor eléctrico (propulsor de (37 CV) 27 KW). Los dos motores pueden funcionar de manera alternativa o simultánea, en función del modo híbrido seleccionado y de las condiciones de circulación.
– Modo AUTO: Es el modo estándar aconsejado que se activa al encender el sistema híbrido. Gestiona automáticamente el funcionamiento de los motores diésel y eléctrico en función de los parámetros inherentes al vehículo, de las condiciones de circulación y del estilo de conducción para optimizar el consumo de carburante del vehículo. Ya decíamos hablando del 3008 que en ocasiones este modo de conducción resulta poco aconsejable, ya que el sistema tiende a confundir lo que queremos hacer. Por ejemplo, al retomar la marcha en una rotonda, en su intento por ahorrar energía y combustible, puede que notemos que nos falta un plus de potencia, lo que nos obliga a pisar más el acelerador. En ese momento, el sistema interpreta que queremos potencia de golpe y el motor diésel entra en acción con una brusca entrega de par. Por ello, es el modo adecuado sólo si no tenemos ninguna prisa.
– Modo SPORT: Este modo permite una conducción más dinámica aportando mejores prestaciones. La aceleración del vehículo es máxima, utilizando toda la capacidad del motor eléctrico conjuntamente con el motor diésel.
– Modo ZEV (Zero Emission Vehicle): El vehículo funciona en cero emisiones con la propulsión 100% eléctrica, que permite circular a una velocidad de hasta 60 km/h. Puede activarse cuando se cumplen las condiciones necesarias, en particular que el estado de carga de la batería de alta tensión sea como mínimo de 4 barras. Si las condiciones no permiten su activación, aparece en pantalla un mensaje que indica que el modo ZEV no está disponible y ek piloto del selector pasa solo a AUTO. Con una carga de batería al máximo, no es posible pasar de 2 kilómetros de autonomía, lo cual limita mucho su uso, puesto que después tardará un rato en volver a cargarse.