El aspecto ecológico también puede ser importante para el cliente, aunque no creo que condicione de manera definitiva una compra. EL DS5 híbrido emite 88 gramos de CO2 por kilómetro recorrido (tomando por referencia el de llantas de 17’’), mientras que el diésel se va a los 154 gramos por km. Es una diferencia importante pero, ¿la sociedad actual está tan sumamente concienciada como para soltar un millón de las antiguas pesetas para contaminar menos? Por otro lado, si comparamos las prestaciones, nos llevaremos una nueva sorpresa: las diferencias son prácticamente inapreciables, aunque siempre a favor del híbrido:
– Aceleración de 0 a 100: 8,6 frente a 10,1 segundos.
– De 0 a 400 metros recorridos: 16,3 frente a 16,7 segundos.
– De 0 a 1000 metros recorridos: 30,0 frente a 31,0 segundos.
– Velocidad máxima: 212 frente a 211 km/h.
Donde si que sale claramente perdiendo el DS5 híbrido es, lógicamente, en la capacidad del maletero. El espacio ocupado por la batería hace que el volumen se reduzca de 468 a 325 litros, y dejamos de tener rueda de repuesto para encontrarnos con un kit antipinchazos.
Como decíamos en la prueba anterior, la tecnología híbrida está aún en una fase inicial de la larga vida que se le prevé, por lo que aun aportando ciertas ventajas como son la disminución de las emisiones y el ahorro de combustible en una cantidad relativamente importante (aunque ni mucho menos hasta el punto que figura en las fichas oficiales), parece pronto para decantarnos por ella si la comparamos con las versiones no híbridas. Siete mil euros es mucho dinero de más, y se antoja complicado recuperarlos durante la vida del vehículo a razón de un litro cada cien kilómetros. Para que os hagáis una idea, poniendo el litro de gasoil a una media de 1,5€ (un poco por encima de lo que realmente está, pero no muy lejos), ahorraríamos ese euro y medio cada 100 km, o lo que es lo mismo, necesitaríamos recorrer 467.000 km para recuperar los siete mil euros. Igual que ocurre con otras tecnologías, con el tiempo suelen ocurrir dos cosas: que mejoran y que se abaratan, por lo que desde mi punto de vista, a día de hoy aun es pronto para elegir el híbrido por delante de otras versiones. Distinto sería, no obstante, si aumentase la autonomía de las baterías, para aquellas personas que se mueven por ciudad, pero mientras duren menos de dos kilómetros como es el caso, nos quedamos con la versión diésel: respuesta similar, prestaciones similares, y mucho mejor precio.
Antes de terminar quisiera que la valoración “negativa” que he hecho de la tecnología híbrida no empañase la buena imagen que nos dejó el DS5 en su conjunto. La crítica que hago es generalizada y no personalizada en la figura de Citroën. Como ya ocurrió cuando probamos la versión diésel de 163 CV, el DS5 nos ha transmitido una sensación de fortaleza y sobriedad propia de vehículos premium alemanes. Confortable en la conducción y noble en el comportamiento, es una opción muy a tener en cuenta como coche familiar, que además aporta un toque de frescura en lo que a diseño se refiere. La innovación es el alma de la marca gala, y con cada modelo que pone en el mercado se hace patente su intento de romper con lo que estamos acostumbrados a ver. Eso si, reitero, que una vez valorados los pros y los contras, elegimos el HDi 160AUT6 antes que el HYBRID4Airdream.
Resumen de Prueba
Equipamiento
Diseño
Confort
Consumo
Motor
8.8
NOTABLE+
Junto con el Peugeot 508 RXH, la apuesta francesa por llegar al mercado premium por el camino de los híbridos. Presenta un diseño más rompedor que su pariente galo.
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