Resumen de Prueba
Equipamiento
Dieño
Confort
Consumo
Motor
8.3
Notable+
Detrás de un diseño muy mejorado se esconde un SUV compacto con esencia premium que nos cautiva por su precio, su comportamiento y su versatilidad
Peugeot apuesta por la continuidad con el modelo 3008, proponiendo una serie de mejoras a nivel de diseño y también tecnológicas que sirven para dar un par de años más de vida a este coche. Se trata de un crossover muy funcional, que en la versión diesel 2.0 de 150 CV se muestra ágil y divertido, a la vez que cómodo y útil para un uso cotidiano. Este restyling aporta pocas novedades a nivel estético, pero aprovecha para actualizar del lado de la tecnología un coche que no deja indiferente.
Diseño exterior
El Peugeot 3008 vivió un lavado de cara a finales de 2013 en cuanto a diseño, experiencia de conducción y equipamiento tecnológico, además de las actualizaciones de seguridad que se prestan hoy en día, además de unas opciones interesantes en cuanto a modularidad. En el exterior del coche destaca sobre todo el frontal y las ópticas, y el nuevo logotipo de la marca, mucho más elegante.
En ese frontal renovado nos encontramos nuevo paragolpes, faros con luz diurna LED direccionables y que se ajustan automáticamente en función de la carga del coche, y la parrilla, que es menos (por decirlo así) enrejada y le da un toque más moderno al conjunto. En una segunda aproximación de nuevos detalles tenemos el acero inoxidable de la carrocería, que destaca a primera vista, y nos fijamos en las llantas de efecto diamante (de 17 y 18 pulgadas, según la opción de equipamiento). No es que haya muchos más cambios en cuanto al aspecto exterior, y si nos vamos a la motorización veremos que se mantienen las opciones, con la excepción de la nueva caja ETG6, que sustituye a la caja manual pilotada anterior, la CMP.
Diseño interior
Si nos vamos al interior del Peugeot 3008 tendremos sentimientos encontrados. Por una parte, el acabado Allure (Premium) da muy buenas sensaciones: plásticos blandos (Guarnecido Semi –Tep); detalles en cuero como el volante o el asidero para el copiloto; el techo panorámico de cristal, oculto con una cortinilla eléctrica; el útil WIP Nav Plus, que está compuesto por el sistema de navegación GPS con pantalla a color, cartografía europea y un kit manos libres Bluetooth con streaming de audio, además de una toma USB y Jack.
En pocas palabras, el acabado interior es bastante satisfactorio, diría que es sobresaliente para este modelo en concreto. Los asientos cómodos, algo envolventes y que proporcionan una postura de conducción bastante relajada… salvo que pases de 1,80 metros. En mi caso he de decir que con la posición más baja del asiento y desplazado hacia atrás tenía cierta sensación de estar encajonado, aunque la mayor contribución a esa sensación la proporciona la enorme consola central.
Esta consola es muy ancha y, a pesar de que es altamente funcional y de cómodo acceso para cualquier mando que necesitemos, tiene el defecto (por decirlo así) de que no deja demasiado espacio para relajar la pierna derecha, y cuando llevamos unos cuantos kilómetros de autovía (unos 100 o 120) lo empezamos a sufrir. Es verdad que el tacto donde nos toca la rodilla es muy agradable y en cierta medida mullido, pero tras muchos kilómetros empieza a hacerse un poco incómodo. Afortunadamente un nuevo reglaje del asiento mitiga un poco esa sensación de opresión.
Sin embargo, y aunque os parezca algo muy subjetivo por mi parte, la consola central no pasa la prueba del termo de café: el portavasos del lado del conductor queda de tal forma que mi termo de café recién hecho bloqueaba cualquier cambio de marchas que fuese necesario. Colocando el termo en el lugar del copiloto, todo perfecto, pero solución vale si vamos solos, o la otra persona no toma café. Esta prueba la hago siempre, así que no dudéis en buscar el termo de café en mis próximas aventuras.
Volviendo al espacio interior, personalmente esperaba algo más de amplitud. Al ser un crossover se encuentra a medio camino entre el compacto y el SUV, y ciertamente creo que más cerca del compacto, en este caso. Para encontrar mi posición de conducción ideal puse el volante hacia atrás hasta el tope, arriba de todo y con el asiento abajo y atrás, lo que por fuerza limitaba mucho el espacio en la plaza trasera. Para dejar espacio a la plaza trasera debía meter el volante hacia el fondo y adelantar el asiento. En esa postura mantenía los pies algo forzados, sobre todo en carretera.
Equipamiento y seguridad
El Peugeot 3008 viene equipado con un buen puñado de avances tecnológicos que se enfocan en las ayudas a la conducción y la seguridad. Llama la atención el Head-Up Display, una pantalla sobre la que se proyectan datos de interés para el conductor y que, además, es escamoteable. Se trata de un panel de información realmente muy útil, ya que no es necesario apartar la vista de la carretera para controlar la velocidad a la que circulamos, la distancia de seguridad con el vehículo que nos precede o la próxima salida que debemos tomar, si hemos programado el GPS.
El Distance Alert es un sistema interesante porque nos permite programar, en segundos, la distancia con el coche que va por delante, de modo que si nos situamos demasiado cerca (en tiempo), se activa un avisador. Es especialmente útil si llevamos el control de crucero activo. Como se mide en segundos debemos tener en cuenta la velocidad a la que circulemos. Así, a 120 km/h en autovía, si queremos que se nos avise cuando hay menos de 50 metros con el coche que va por delante, debemos programar el avisador con 1,5 segundos.