Diseño/Estética
Calidad de acabados
Equipamiento
Habitabilidad
Maletero
Motor/Refinamiento mecánico
Prestaciones
Consumos
Comportamiento
Transmisión
Dirección
Relación valor-precio
7.6
Notable
En esta ocasión estamos nuevamente ante la variante más familiar del 308, asociado al cambio automático AT6 mejorado que si bien es cierto, aporta un plus de confort, también lo es que no está a la altura de sus rivales más directos en rapidez de cambio, confort y transiciones.
Tras haberos traído a los principales coches compactos familiares del mercado, como el Volkswagen Golf Variant (ver prueba), el Seat León ST (ver prueba), el Ford Focus Sportbreak (ver prueba), o el Peugeot 308 SW (ver prueba), hemos querido volver a invitar a nuestra sección de pruebas a una de las variantes con carrocería familiar de estos modelos, concretamente al Peugeot 308 SW con la caja de cambios automática EAT6.
El Peugeot 308 SW ya ha pasado por nuestra sección de pruebas, y nos dejó un muy buen sabor de boca, siendo un coche con una buena capacidad de carga, un equipamiento excelente y un comportamiento a la altura de los mejores compactos.
Como ya hemos probado el 308 familiar con el motor 1.2 PureTech 130, en esta ocasión hemos querido asociar la nueva caja de cambios EAT6 con el motor BlueHDI 1.6 de 120 cv, un motor que ya hemos conducido en el Citröen DS3 (ver prueba).
Diseño Exterior
Exteriormente encontramos poca diferencia en el frontal respecto a la carrocería convencional de cinco puertas, de esta forma, en el frontal nos encontramos con una parrilla dividida en dos, donde la parte superior queda rodeada por un perfil cromado y escoltada por los faros de LED. Cada faro está compuesto por un total de 31 LED: 10 forman las luces de cruce, dos módulos de 4 micro LED forman las luces de carretera, por último 13 LED forman la luz diurna.
Exteriormente se ve un coche bajo, lo que junto con las ruedas situadas en los extremos refuerza la imagen dinámica del conjunto.
La parte inferior de la parrilla sirve como entrada de aire, y a ambos lados se sitúan los intermitentes y los faros antiniebla. La forma de esta parrilla inferior hace parecer que el 308 se ensancha en la parte inferior.
Las líneas que parten del frontal del vehículo se trasladan al resto del modelo a través de las aletas, de la curva luna delantera enmarcada por los pilares A y del capó que no solo presenta un diseño deportivo y elegante sino que ha sido el lugar donde la marca ha ubicado el logo en una posición privilegiada.
Visto de lado el Peugeot 308 ofrece unas líneas fluidas y muy limpias. El abombamiento del lateral se extiende hasta los pilotos traseros, en lugar de acabar formando parte de la aleta de la rueda trasera como en la carrocería hatchback. Los retrovisores laterales tienen forma de cuenco e integran los intermitentes LED en las carcasas. En caso de montar el sistema de alerta de puntos muertos, el espejo montaría un indicador en el margen exterior del mismo. La imagen lateral se remata con las llantas “Rubí” de 17”.
La parte trasera fortalece la imagen baja, ancha y robusta del coche. Los pilotos traseros también cambian en la carrocería familiar, y las luces de freno y carretera, en lugar de tener la forma de una zarpa, tienen forma de “C”. Los pilotos posteriores del nuevo 308 son de color rojo a excepción de la luz de marcha atrás y la luz de intermitencia que tienen el plástico exterior en color blanco. La luz de posición y freno está compuesta por diodos luminosos.
El diseño exterior resulta atractivo, a mí personalmente me gusta y eso que las carrocerías familiares no son de mis favoritas precisamente.
Diseño Interior
Visto el exterior, que salvo en la trasera es prácticamente igual que la carrocería de 5 puertas, el interior no presenta ningún cambio, salvo, lógicamente, en el maletero. Aun así vamos a refrescar lo que hemos comentado sobre el Peugeot 308 cuando lo hemos probado anteriormente.
El interior del nuevo Peugeot 308 gira en torno al concepto del Peugeot i-Cockpit, esta idea se compone fundamentalmente por cuatro elementos: un volante compacto que resulta cómodo (dimensiones del volante: 351 mm x 329 mm) y dinámico que hemos visto desde la regeneración del Peugeot 208, una instrumentación elevada a la vista del conductor, una consola central alta en la que predomina una inmensa pantalla táctil de 9,7 pulgadas y una simplificación manifiesta de los sistemas a bordo.
En el salpicadero el elemento que más destaca es la pantalla táctil que suprime prácticamente todos los botones que sirven para manejar los sistemas del vehículo. El material acolchado se extiende por todos los guarnecidos interiores del nuevo Peugeot 308 dando la misma sensación de calidad a todos los ocupantes.
Justo debajo de la pantalla táctil encontramos el botón del volumen, enmarcado por un anillo de luz blanca. La ranura del lector de CD se inserta en una larga y fina tira cromada, casi disimulando su existencia.
Delante de la palanca de cambios se sitúa la entrada de USB y la entrada AUX, en un espacio portaobjetos. Continuando el guarnecido del túnel de transmisión encontraremos el botón de encendido y el freno de mano eléctrico, grandes aciertos que simplifican al conductor las maniobras y dotan al habitáculo de una apariencia más tecnológica.
Entre los asientos encontraremos un apoyabrazos con compartimento portaobjetos y tapa deslizante. Los asientos delanteros son realmente deportivos, ofrecen una excelente sujeción lateral y son muy cómodos.
Con un volumen de carga de 610 litros, el maletero del Peugeot 308 SW se sitúa en segundo lugar en cuanto a volumen del maletero, superado por poco por el nuevo Honda Civic Tourer que cuenta con 624 litros.
Las formas simples del maletero crean un espacio amplio y muy diáfano. Su modularidad es de una simplicidad absoluta y si abatimos los asientos contaremos con un piso completamente plano.