Equipamiento
Diseño
Confort
Consumo
Motor
7.6
Notable
Sin lugar a dudas el Peugeot 508 es un buen producto que además reúne las cualidades más características de un producto francés de su categoría –segmento D- y que ahora se presenta con un nuevo enfoque y una nueva composición mecánica y estética destinada a que el modelo se mantenga firme ante la competencia justo en el declive de su vida comercial.
Hoy recibimos en la sección de pruebas a un modelo que llega al mercado con un aspecto retocado unido a una nueva restructuración de mecánicas. El leve aumento de equipamiento sirve también para recargar las pilas de la berlina y para que la misma afronte con soltura los últimos años de su vida comercial. Nos referimos al buque insignia de la marca gala del león, el Peugeot 508.
El segmento D es importante para la casa del león al igual que para todas las marcas ya que no deja de ser un segmento que representa aproximadamente 1.500.000 –sólo en Europa- de vehículos anuales, de los que el 45% son berlinas de tres volúmenes y el 55% familiares.
Presente en el mismo desde hace décadas, la marca gala quiere darle un ligero lavado de cara a su 508 al que ha querido dotar de un nuevo frontal -acorde al actual ADN de la casa- así como de un nuevo toque tecnológico que abarca sobre todo, a algunas novedades de su equipamiento exterior e interior.
Diseño Exterior
Si empezamos por el frontal nos vamos a topar con algo totalmente nuevo. La marca del león ha eliminado por completo el anterior aspecto. En la parte central ha montado una calandra cromada con el león en la parte central. Como podréis ver, el logo ha sido desplazado del capó –que ahora es más horizontal- a una zona más privilegiada, justo por debajo del nombre de la marca –por cierto, esta zonta ahora es más vertical-.
En nuestro caso, al optar por una motorización BlueHDi, la calandra montaba una placa identificativa de denominación justo en la parte derecha de la parrilla. Esta parrilla parece ser más grande debido a una zona en color negro brillante que ocupa parte el espacio del portamatrículas ubicado justo en la línea de sensores de aparcamiento que equipaba nuestra unidad de pruebas. A ambos lados de la parrilla nos encontramos con unos nuevos grupos ópticos que en nuestra unidad contaban con tecnología LED -+866 euros-.
Bajo estos faros, justo en las esquinas inferiores nos encontramos con dos tiras LED, una para la luz diurna y otra para el intermitente y como no, una luz antiniebla, también en tecnología LED.
Estos grupos ópticos inferiores se encuentran integrados en una zona de color negro que además, cuenta con una entrada de aire justo en la zona media que conduce el flujo de aire hacia la parte inferior del radiador.
Además de dotar al modelo de una firma lumínica inconfundible, lo cierto es que Peugeot ha logrado dotar al modelo de un frontal con tecnología FULL LED compuesta por no menos de 44 diodos luminosos. Sin lugar a dudas se trata de un acierto –salvando el detalle del color azulado- ya que dota al modelo de un aspecto mucho más tecnológico, algo que va acorde con el nuevo enfoque que quiere tomar la marca del león.
En la vista lateral podemos toparnos con unas líneas de diseño muy clásicas que lo cierto es que se agradecen, y más, en los tiempos que corren. Peugeot sabe que el cliente del Segmento D no está muy acostumbrado a grandes cambios y la vista lateral del 508 delata la filosofía y el conocimiento que tiene de esto la marca. Un claro diseño de tres volúmenes, unas superficie lateral limpia y como no, una abombada línea de las ventanillas.
Lo cierto es que no podemos destacar mucho en el lateral excepto la instalación de un sistema de acceso sin llaves que funciona realmente bien, el montaje de los retrovisores eléctricos en las puertas y como no, los pasos de rueda que en nuestra unidad venían ocupados por unas llantas de aleación de 18 pulgadas y nuevo diseño que en cierto modo disimulan su tamaño gracias al flanco de los neumáticos, seleccionados en unas medidas 235/45 R18 98 W con vistas a ofrecer un comportamiento más enfocado al confort que a las prestaciones. En este caso, la marca gala se decantó por otra marca gala y los neumáticos seleccionados fueron unos Michelin Primacy HP.
En la vista trasera la cosa no ha cambiado en exceso y las mismas líneas que fluyen desde el arco del techo y pasan por el pilar C, terminan muriendo en el portón del maletero que además de montar el león en la parte central, cuenta con una ligera prominencia en la parte superior que genera un ligero alerón superior. El acceso al maletero es cómodo por su amplitud y su apertura se lleva a cabo a través de un botón oculto en el “0” de la denominación 508 ubicada en el lado izquierdo.
A ambos lados de la tapa del maletero la marca monta unos renovados grupos ópticos que pese a guardar aparentemente la misma forma que la empleada en los modelos anteriores, ahora son más verticales, cambian su firma lumínica y en parte, su tecnología –ya que ahora están compuestos de 36 LEDS-. La iluminación principal está generada por tres garras verticales similares a las que podemos encontrar en otros modelos de la marca. Curiosamente, la luz antiniebla y de freno son también en tecnología LED pero para la marcha atrás y para los intermitentes se ha optado por una bombilla convencional. He de confesar que aunque ya lo hemos visto en otras marcas, podrían perfectamente haber instalado faros traseros FULL LED, algo que además de mejorar el aspecto del modelo y su consumo energético, mejora la seguridad por la pronta respuesta de los diodos luminosos.
Tengo que criticar enérgicamente que la luz de freno me parece ridícula. El nuevo diseño reduce esta luz a 4 diodos luminosos en cada faro para una señal que debería de ser la más visible. Sinceramente, se queda bastante lejos de serlo. Esto, sin lugar a dudas debería de ser corregido por la marca.
En la parte inferior nos encontramos con un paragolpes que integra varios sensores de aparcamiento –estratégicamente repartidos- así como una cámara para la ayuda al estacionamiento –amparada por el marco del portamatrículas-. La parte inferior de la trasera cuenta con una zona en color contraste donde se ubica un portamatrículas escoltado por dos catadióptricos subrayados por un detalle cromado.
Sin lugar a dudas creo que estamos ante uno de los diseños más clásicos y elegantes que hay en el segmento D actual, algo que es de agradecer ya que ahora la moda es crear “ese estilo coupé”.
Vista desde arriba, nuestra unidad de pruebas montaba un techo solar oscurecido y practicable con cortina rígida para cubrir el hueco desde el habitáculo -+770 euros-.
Diseño interior
Vale, una vez que nos montamos en el renovado Peugeot 508 nos pasa como cuando nos montamos en el Mondeo –Ver Prueba Ford Mondeo-, sentimos que estamos ante un cochazo, sin embargo, para ser un lavado de cara, en este caso no han arriesgado mucho en cambios.
En nuestra unidad de pruebas contábamos con unos asientos de corte deportivo tapizados en cuero negro con pespuntes en blanco -+1.395 euros-. Se trata de unos asientos que no solo sujetan bien, sino que son realmente confortables. La posición de conducción permite al conductor situar las manos cómodamente sobre un volante que presenta el mismo diseño que antes –lo que es ciertamente un error-. Tengo que confesar que los controles son algo farragosos y pese a que no está muy repleto de botones -12 botones y dos scrolls- acostumbrarse a ellos cuesta más que en modelos como el Mondeo o el Passat, donde nos encontramos con un cómodo sistema de menús muy intuitivo.
Tras el volante nos encontramos con un cuadro de instrumentos de corte muy clásico que incorpora dos diales grandes y tres pequeños así como un display monocromo en el centro que resta puntos a ese carácter high-tech que le quería dar la marca al modelo, con el lavado de cara. A la vista del conductor nos encontramos con un head up display a color realmente útil en el que se nos muestra información relevante como un velocímetro digital o las señales del navegador. He de confesar que pese a que el funcionamiento del cuadro y del head up display son más que correctos, me esperaba algo más en la línea de lo que incorporan otros modelos del segmento D, es decir un cockpit virtual.