Motorización:
El Polo de 3 y 5 puertas puede ser equipado con un total de siete motores, cuatro de gasolina y tres diésel, sin contar las versiones deportivas. Estos motores son los siguientes: gasolina de 60, 70, 90 y 105 CV y diésel de 75, 90 y 105 CV. La unidad probada montaba un motor 1.2 TSI de 105 CV con cambio manual de 6 velocidades.
El motor 1.2 TSI, es un motor de 4 cilindros turboalimentado que ha sido diseñado según el concepto “Downsizing” de éxito mundial aplicado a los motores 1.4 TSI y 2.0 TSI. Esto se traduce en máximo rendimiento y mínimo consumo. Los nuevos TSI se caracterizan por unos valores realmente buenos. El potente Polo 1.2 TSI de 105 CV acelera de 0 a 100 km/h en sólo 9,7 segundos alcanzando una velocidad máxima de 190 km/h. Las tasas de consumo y emisión facilitadas por la marca son bajísimas: 5,3 litros de consumo y 124 g/km de emisiones de CO2. Ahora bien, nuestra experiencia dista bastante de las cifras oficiales. Si bien no podemos decir que el Polo sea un coche gastón, tampoco consideramos que destaca por su poco consumo. Tomando como referencia que Volkswagen oficializa un consumo medio de 5,3 litros de consumo en combinado, 6,8 en urbano y 4,3 en carretera, podemos afirmar que de todas ellas la única que se aproxima a la realidad es la de consumo urbano. Por el contrario, en carreteras completamente llanas, a una velocidad constante de 120 km/h, el consumo es muy superior a los 4,3 litros, rozando cifras cercanas a los 5,5/6. Además, si tenemos en cuenta que las carreteras de nuestra geografía no son precisamente llanas, los consumos del Polo cuando lo hemos llevado nosotros han sido: en un trayecto de 300 km, mayoritariamente en autopista, a menos de 120 km/h, con bastantes pendientes, 6,7 litros. Sin embargo, durante los siguientes 300 km, en los que elevamos la velocidad en una media de 10/15 km/h, el consumo disminuyó hasta los 6,3 litros, gracias en parte a carreteras más llanas. No hemos buscado una prueba de consumo, hemos hecho una conducción normal, llegando como máximo a 130 km/h, y después de 1.500 km el consumo medio ha sido de 6,5 entre autopista, ciudad, carretera de montaña y carreteras nacionales. Juzgad vosotros mismos.
Al margen del consumo, lo cierto es que la respuesta del coche es impecable. Rinde excelentemente a bajas revoluciones, respondiendo bien tanto en marchas cortas como recuperando en marchas más largas. Por ejemplo, subir pendientes en tercera a 20/25 km/h no supone ningún problema. El coche no se ahoga y sale con soltura. En ciudad su comportamiento es el adecuado para un vehículo de sus dimensiones, tal y como cabía esperar. Sin embargo, donde uno no se espera que sea tan cómodo y agradable es en carretera. Normalmente los largos viajes en coches más pequeños pueden resultar incómodos y pesados, pero éste no es el caso del Polo. Se mueve con soltura en autopista, y se porta como pueden hacerlo coches de segmentos superiores, dando una sensación de confort fuera de toda duda. Cabe añadir que el 1.2 TSI alcanza su rendimiento máximo a 5.000 r.p.m. y su par máximo de 175 newtonmetros – 1,2 litros de cilindrada – entre 1.500 y 3.000 r.p.m.
Para ir terminando, se trata de un coche que en líneas generales nos ha gustado mucho. Comportamiento noble, buena respuesta, ágil, y con la única pequeña pega desde mi punto de vista, del consumo. No porque sea especialmente elevado, pero si por ser superior de lo que se espera. Contrasta en este sentido con el anterior Polo que probamos, que destacaba por ser muy económico. Aunque si aquél pecaba de ser ruidoso, el 1.2 TSI se caracteriza por la nula rumorosidad, un factor más a tener en cuenta como punto positivo.
Precio:
Queda por deciros el precio. Pues bien, a día de hoy, sin tener en cuenta la aplicación de ningún plan estatal ni otros descuentos similares, el precio final del Polo 1.2 TSI 105 CV, montando todos los extras que tenía el nuestro es de 18.290€. Quizá se pase de presupuesto para muchos bolsillos, o incluso quien tenga el dinero prefiera invertirlo en un Golf, pero si decidís comprar el Polo en detrimento de alguno de sus competidores más baratos, nuestra sensación es que no os vais a arrepentir, aunque suponga un desembolso importante. Ya es cuestión de gustos montar más o menos extras, o incluso, como hemos dicho, apuntar hacia un Golf menos cargado por un precio similar.
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