Diseño/Estética
Calidad de acabados
Equipamiento
Habitabilidad
Maletero
Motor/Refinamiento mecánico
Prestaciones
Consumos
Comportamiento
Transmisión
Dirección
Relación valor-precio
9.5
Sobresaliente
Vale, no es la última generación, pero el 911 parece ser inmortal al paso de los años. El diseño de la segunda generación no dista mucho del reciente restyling y esta edición limitada le convierte en un coche todavía más especial, con múltiples accesorios de serie que le dan ese toque de radicalidad que tanto nos gusta. Desde luego, en la fábrica de Porsche no trabajan ingenieros, trabajan magos.
El Porsche 911 es uno de esos coches que a pesar de ocupar tan solo unos días nuestra plaza de garaje, se mantendrá en nuestra cabeza y nuestros corazones durante mucho tiempo. Dicen que solo un 911 supera a otro 911 y que en la fábrica de Porsche se fabrican sueños más que coches, y lo cierto es que a pesar de no ser un gran aficionado a los deportivos, tras ponerme al volante de un modelo tan especial como este 911 Carrera S Martini Racing Edition empiezo a creérmelo.
Visto desde el exterior es un deportivo cuya silueta cautiva, pero una vez en el interior, su despliegue tecnológico, su afinado chasis, su precisa dirección y, sobre todo, su poderoso motor bóxer de seis cilindros y 3.8 litros con 400 CV, harán que no quieras despegarte de él. Hace apenas dos años el Porsche 911 celebró sus bodas de oro, sin embargo, el tiempo parece no pesarle sobre los hombros y su esencia se mantiene tan pura como el primer día.
Si bien es cierto, el nueveonce también ha tenido altibajos a lo largo de su historia. Los que recordéis el 996 sabréis que la marca de Stuttgart cometió el «error» de renunciar a algunos detalles clave como las míticas ópticas redondeadas, generando diversas críticas negativas que repercutieron en las cifras de ventas. Por suerte, posteriormente, el 997 llegó para devolver a este deportivo a sus orígenes, convirtiéndose de nuevo en uno de los modelos más deseados por todo aficionado del motor.
En cualquier caso, con más de 700.000 unidades vendidas desde su llegada al mercado en 1963, bien podríamos afirmar que se trata de uno de los mejores deportivos de todos los tiempos. Pero Porsche no se conforma con eso y continúa mejorando lo inmejorable. En su última generación -también conocida como 991 según su código interno-, el Porsche 911 parece no haber cambiado en exceso, conservando sus clásicas líneas y mantienéndose fiel a la filosofía ‘todo atrás’, pero lo cierto es que su carrocería tan solo comparte un 10% de piezas con la anterior generación y su potencial tecnológico es de los más avanzados del planeta.
Con motivo del retorno de la marca germana a las 24 Horas de Le Mans tras 16 años de ausencia, Porsche Exclusive lanzó al mercado esta versión “Martini Racing Edition”, basada en el 911 Carrera S y limitada a 80 unidades. Además de vestir los colores característicos de Martini en el capó, techo, alerón y laterales, también incorpora el Aerokit Cup, el cual le dota de un paragolpes delantero específico con mejores propiedades aerodinámicas y un característico alerón trasero fijo ¿Necesitas más razones para que el 911 te conquiste por completo? Entonces sigue leyendo…
Diseño exterior
El Porsche 911 991 ha sido considerado por numerosos especialistas como una reinterpretación del Siglo XXI del original Porsche 911 de 1963. No solo comparten sus redondeadas líneas maestras, sus ópticas frontales redondas o unos pasos de rueda posteriores ensanchados, ante todo comparten una misma filosofía, pues en esta generación el Carrera S vuelve a ser un nueveonce con todas sus letras (y, en mi opinión, también la más bonita de todas).
En la vista frontal, el mito deportivo por excelencia se ha ido adaptando al paso del tiempo para seguir teniendo atractivo, pero siempre sin olvidar su extrema simpleza libre de ornamentaciones innecesarias. Aunque los faros mantienen su clásica forma ovalada, ahora el óvalo es algo más alargado y la curvatura más redondeada, transmitiendo mayor sensación de ligereza y frescura. Estas características ópticas que integran tecnología Bi-Xenón se complementan con las luces diurnas de LED integradas en el paragolpes delantero, las cuales ganan un poco de tamaño respecto a la generación anterior.
Bajo las mismas, nos topamos con el paragolpes específico de esta edición especial, muy parecido al del GT3 y más afilado y aerodinámico que el de serie con cinco entradas de aire claramente diferenciadas (frente a las tres del modelo estándar) y un spoiler optimizado que le da al vehículo un toque aún más distintivo y personal. Sobre el capó, no falta la mítica decoración Martini con sus colores azul y rojo que se extienden hacia un parabrisas más arqueado para continuar sobre el techo.
En la vista lateral, llaman la atención sus depuradas líneas y la tapa de la gasolina en posición delantera. Y es que estas son algunas de sus múltiples señas de identidad, ya que tanto si te gustan los coches como si no, seguramente seas capaz de distinguir un 911 de perfil. Los espejos retrovisores van integrados en las puertas y gozan de mayor tamaño, al contrario de lo que ocurre con los voladizos delantero y trasero que son ahora más cortos (32 milímetros y 12 milímetros, respectivamente). Por otra parte, en el 991 la línea lateral desciende de forma más progresiva desde el techo hasta casi la misma salida de escape.
Otro de los elementos diferenciadores y específicos de este modelo son las taloneras más prominentes que contribuyen a rematar el aspecto dinámico de este Martini Racing Edition. Bajo los pasos de rueda (ligeramente más anchos en la parte posterior), se esconden unas exclusivas llantas de 20 pulgadas tintadas en grafito y calzadas con neumáticos Pirelli PZero de medidas 245/35 ZR 20 en el eje delantero y 295/30 ZR 20 en el trasero. Tras éstas, no faltan unas pinzas de freno de color rojo de la casa.
Pero a medida que avanzas en la vista lateral hacia la zaga, hay algo que atrapa tu mirada. Sí, hablamos del gran alerón fijo que sustituye al spoiler de regulación variable del modelo estándar, pues este es probablemente el mayor protagonista del Aerokit Cup que equipa nuestro 911. Bajo el mismo se esconden la denominación del modelo y unas modernas ópticas que al encenderse quedan perfiladas por una línea de LED continua, dándole al ‘culito’ de este deportivo un aspecto único e imponente. Poco a poco, las ópticas traseras se han ido haciendo más estilizadas, angulosas y modernas en cada generación, pero todas ellas se integran a la perfección con las líneas clásicas de la carrocería.
Eso sí, si ya en los 996 y 997 no se podía ver mucho del motor abriendo la tapa del mismo, en el 991 ya no se puede ver absolutamente nada. Al levantarla, nos encontraremos únicamente con una repisa con dos ventiladores y los tapones del aceite y el líquido de refrigeración. Por otra parte, son características de este Martini Racing Edition las cuatro salidas de escape cromadas y el difusor trasero oscurecido en contraste con el color blanco de la carrocería. Para aquellos que no lo sepáis, esta edición limitada solo se ofrece en dos colores: blanco o negro -ambos metalizados, eso sí-, pero aun así seréis el centro de atención allí por donde vayáis. El 911 es mirado, remirado y admirado.
Diseño interior
Al subirte por primera vez a un Porsche 911 991, lo primero que te llamará la atención es su espacio interior. Tampoco vamos a exagerar, no es ni mucho menos un monovolumen, de hecho ni siquiera podríamos decir que tiene el mismo espacio interior que un compacto, pero para estar dentro de un deportivo de pura cepa, esa clásica sensación de ‘claustrofobia’ de este segmento brilla por su ausencia, cosa que se agradece en el día a día. Parte de la culpa de esta mayor sensación de espacio respecto de sus predecesores se debe a la mayor curvatura del parabrisas delantero, mientras que la mayor distancia entre ejes se refleja en la posibilidad de disponer de 25mm más de recorrido hacia atrás del asiento.
Pero si hay algo que te enamorará de un Porsche, ya sea una berlina, un SUV o un deportivo, serán el diseño de su salpicadero -plagado de detalles vistosos y cuidados minuciosamente- y la altísima calidad de los materiales empleados, con un tacto digno de vehículo premium. Está claro que el cliente va a pagar por ellos y es lo que cabría esperar, pero he visto coches por los que se pagan elevadas sumas de dinero y sus interiores son bastante mediocres. En los últimos años, Porsche ha hecho un esfuerzo añadido por ofrecer no sólo coches deportivos, sino también vehículos lujosos. Si cogemos un 911 de generaciones anteriores, veremos que los interiores poco o nada tienen que ver con éste, presentando una imagen ligeramente más espartana. Ahora, sin embargo, el nueveonce es tan deportivo como lujoso.
Al ponerte al volante, rápidamente descubres que los ingenieros de la marca han encontrado el perfecto equilibrio entre comodidad y posición para la conducción deportiva. Todo está al alcance de las manos y a la vista del conductor. Las manos se posan cómodamente sobre un sólido volante deportivo exento de botones y tapizado en cuero (dispone, además, de ajuste en altura y profundidad eléctrico) tras el que se esconden dos grandes levas de aluminio pulido. Los asientos deportivos de cuero negro, por su parte, resultan muy cómodos y gozan de buena sujeción lateral, contando con todos los reglajes eléctricos, memoria, calefacción e incluso ventilación con tres niveles de intensidad en ambos casos.
Por supuesto, la cerradura de encendido se encuentra a la izquierda del volante, tal y como corresponde a un Porsche.
Las plazas delanteras están separadas por la elevada consola central, la cual se extiende hasta la parte posterior y alberga una pequeña guantera. Esta presenta una disposición de los botones muy similar a la de sus hermanos de gama, con abundantes controles para el manejo del vehículo. Aunque tanto la consola como el salpicadero se presentan sobrecargados -especialmente en el espacio que rodea la pantalla de 7 pulgadas-, es cierto que en los modelos más deportivos el número de botones se reduce considerablemente. Tras la palanca del cambio PDK encontramos los controles de las diversas funciones del vehículo, como el selector de los diferentes modos de conducción disponibles y otros parámetros del vehículo (suspensiones, control de estabilidad, sonido del escape…), mientras que frente a ella se encuentran los controles del climatizador bi-zona y del Porsche Communication Management (PCM) con módulo de navegación.