Motorización
Estamos ante el plato fuerte de la prueba. Hemos venido a comprobar qué tal funciona el sistema híbrido de Porsche y vamos a explotarlo al máximo. Ambos vehículos cuentan con dos sistemas de propulsión inteligente: un motor de combustión interna V6 de 3.0 litros, 333 CV y 440 Nm de par máximo en combinación con otro eléctrico de 95 CV y 310 Nm. Juntos son capaces de desarrollar una potencia total de 416 CV y 590 Nm de par a 5.500 rpm.
La potencia es gestionada por la caja de cambios Tiptronic S de 8 velocidades en ambos modelos. La diferencia está en el tipo de tracción: mientras en el Panamera la potencia se transmite al eje posterior, el Cayenne equipa de serie en esta versión el sistema Porsche Traction Management (PTM), el concepto de tracción a las cuatro ruedas del Porsche 911 Carrera 4. Éste cuenta con una tracción total permanente con diferencial central autobloqueable. Así, en condiciones normales se consigue trasladar el 60% de la fuerza motriz al eje trasero y el 40% al eje delantero. Además, una distribución variable del par en el eje trasero permite mejorar aún más la precisión de giro y la dinámica de conducción.
Al bloque híbrido se suma la incorporación de una nueva batería de iones de litio que permite una autonomía de 36 km en modo exclusivamente eléctrico y se puede recargar bien a través de una toma de corriente o durante la marcha mediante la recuperación de la energía de frenado. De hecho, ambos vehículos cuentan con un botón E-charge para aprovechar al máximo dicha energía generada.
Lejos de andar escasos de prestaciones o perder el carácter deportivo, el Porsche Panamera S E-Hybrid alcanza una velocidad máxima de 270 km/h y acelera de 0 a 100 km/h en 5,5 segundos con un promedio de 3,1 l/100 km y unas emisiones de CO2 de 71 g/km. El Cayenne S E-Hybrid, por su parte, es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 5,9 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 243 km/h, consumiendo un promedio de 3,4 l/100 km y emitiendo 79 g/km de CO2.
Como suele ocurrir, luego resulta bastante difícil alcanzar tales consumos en situaciones reales. De hecho ya os hablamos de las marcas que más nos engañan en dichos aspectos. Aun así, Porsche ya nos demostró en su día la eficiencia del Panamera, el cual tuvo un consumo algo superior al oficial (4,4 litros) pero se mantenía en niveles impropios de vehículos equipados con un potente V6.
Los modos de funcionamiento entre los que podemos optar son tres: E-power (circulación eléctrica), E-charge (la batería es cargada por el motor de combustión interna) y el clásico modo Sport, donde el boost ya se activa al 80% del pedal acelerador. Junto a éstos, que son controlables desde los botones situados en la consola central (imagen superior), tenemos cinco estados de conducción básicos que se activan automáticamente y en función de la demanda. Podéis ver su funcionamiento en la siguiente tabla:
Funcionamiento |
Uso |
|
Propulsión eléctrica | Se utiliza únicamente el motor eléctrico. | Conducción sin emisiones y sin consumo de combustible. |
Motor de combustión interna | Se utiliza únicamente el motor de combustión y se puede cargar adicionalmente la batería. | Para largos viajes o velocidades elevadas. |
Boost | El vehículo se propulsa por ambos motores simultáneamente (con un “Kick-Down” se utiliza la máxima potencia). | Para prestaciones superiores y una respuesta dinámica. |
Recuperación de la energía de frenado | El motor eléctrico actúa como alternador y genera energía eléctrica mientras el motor de combustión permanece apagado. | Recupera la energía de frenado que se puede reutilizar posteriormente para la propulsión eléctrica. |
Navegación ‘a vela’ | El motor de combustión interna se apaga automáticamente y se desacopla al soltar el acelerador durante la marcha. Ligera recuperación para apoyar la red a bordo. | Para el deslizamiento sin emisiones, sin propulsión y sin consumo de combustible. |
Comportamiento
Ponerse al volante de un Porsche siempre resulta un placer para los amantes de la automoción, pero si además se trata de dos modelos bastante potentes y con un sistema de propulsión que no les pega mucho, el cóctel es explosivo.
Comenzamos la ruta en el Centro Porsche Madrid Oeste de Majadahonda, un emplazamiento bastante apropiado para partir hacia la Sierra Norte. Nos comentan que el 90% de la ruta se desarrollará por carreteras de montaña bastante reviradas en las que podremos probar el funcionamiento de los distintos modos de conducción, por lo que a primera vista la mañana tiene muy buena pinta…
Nos hacemos con las llaves del Cayenne para comenzar la ruta y rápidamente ponemos rumbo a Zarzalejo. Al girar la llave todo queda en silencio, pues de forma automática estos modelos arrancan en modo eléctrico. Tras este curioso detalle, lo segundo que te sorprenderá será su postura de conducción, la cual se aleja del concepto SUV más de lo que cabría esperar. Es amplio, es muy confortable en carretera y el puesto de conducción queda elevado, pero las sorpresas comienzan a llegar rápidamente tras pasar las primeras curvas algo ligeros. Su altura no es excesiva y su centro de gravedad queda bastante bajo, por lo que su comportamiento te empezará a encandilar a lo pocos kilómetros.
A su comportamiento tan dinámico ayuda bastante el sistema Porsche Torque Vectoring Plus (PTV Plus), que aumenta la dinámica y estabilidad de conducción en un vehículo de tales dimensiones. Éste funciona con una distribución variable del par en las ruedas traseras, así como un bloqueo transversal del eje trasero de regulación electrónica. Dependiendo del ángulo y velocidad de viraje, la posición del pedal acelerador, el índice de guiñada y la velocidad, el PTV Plus mejora el comportamiento en viraje y la precisión de giro mediante frenadas selectivas de las ruedas izquierda y derecha del eje trasero. Con este sistema y la precisa dirección del Cayenne, podrás disfrutar de un paso por curva realmente rápido, enlazando una curva tras otra con total facilidad.
Al activar el modo E-power, todo se vuelve silencioso a nuestro alrededor. Para probarlo hemos elegido una tranquila carretera sinuosa entre pinares, así podremos disfrutar del sonido de los pájaros de fondo sin emitir contaminación. Aunque su autonomía en modo eléctrico es algo escasa (36 km máximo), sí es cierto que el apoyo del motor eléctrico al de combustión interna se aprecia, con un consumo bastante reducido para el recorrido que hemos realizado -10 litros de media- y en el que prácticamente hemos circulado en su totalidad con el modo E-charge y utilizando el motor de gasolina.
Al excelente comportamiento en carretera del Cayenne -que probablemente sea el mejor de entre los SUV, junto al de su hermano el Porsche Macán– tendrás que añadir su comportamiento fuera del asfalto, ya que es uno de los SUV con mejores aptitudes off-road que hay en el mercado. Por desgracia durante nuestra prueba no tuvimos oportunidad de comprobarlo.
A bordo del Panamera todo cambia. Su postura de conducción es muy baja y la sensación al volante es de ir a bordo de un auténtico deportivo. En carretera, su confort de marcha resulta similar al del Cayenne, con algo menos de espacio para los ocupantes pero suficiente en cualquier caso. Además, ayudan bastante a la comodidad los diversos opcionales como el control de crucero adaptativo, los sensores de ángulo muerto y, sobre todo, la suspensión neumática (PASM).
Este sistema de reglaje electrónico del sistema de amortiguación, junto al hecho de ir a bordo de un vehículo de tracción trasera, permite al conductor jugar al volante de esta gran berlina deportiva con bastante libertad. Para conseguir tal dinamismo, el PASM regula de forma activa y continua la dureza de la amortiguación en cada rueda, en función del estado de la calzada y el estilo de conducción.
A través los botones situados en la consola central, se puede elegir entre tres modos de conducción: «Confort», «Sport» o «Sport Plus». En función del elegido, unos sensores registran los movimientos de la carrocería, como los que se producen al acelerar o frenar bruscamente, conducir rápido por curvas o sobre firmes irregulares y, a partir de ellos, la unidad de control calcula el estado actual de circulación y regula la dureza de la amortiguación en función de la modalidad seleccionada. Con ellos se consigue mejorar la estabilidad de marcha, un mayor confort de conducción, más prestaciones y mayor libertad, pues en los modos ‘Sport’ y ‘Sport Plus’, la intervención de los sistemas de ayuda y seguridad se retrasa.
En cuanto al funcionamiento del sistema eléctrico en el Panamera, éste es igual al del Cayenne, aunque permite reducir los consumos en mayor medida. Puedes hacer una conducción deportiva con una media en torno a los 9 litros gracias al apoyo que el motor eléctrico ejerce sobre el de gasolina. Lo más sorprendente es la conducción tan deportiva que permiten ambos modelos a pesar de tratarse de dos vehículos de considerables dimensiones que incorporan un sistema híbrido. Si quieres comrpobarlo por ti mismo no te pierdas nuestro vídeo: