El Renault Arkana está revolucionando el segmento de los crossovers compactos gracias a su diseño diferenciado y a una oferta que apuesta por incluir en todas sus versiones de la deseada etiqueta ambiental ECO de la Dirección General de Tráfico. Es de lejos el producto compacto más vendido de la marca francesa en los últimos meses.
Si bien el Renault Arkana comparte muchos elementos con el más pequeño Captur, por su tamaño general compite con los todocamino compactos. Su principal rival podría ser el Citroën C4 aunque hay muchos otros modelos de cierto corte dinámico que podrían plantarle cara como los Cupra Formentor o Kia Xceed.
Durante una semana he tenido la oportunidad de probar un Renault Arkana E-Tech RS-Line y hay que reconocer el buen trabajo que ha hecho la firma francesa para conseguir un vehículo bien presentado, con una dotación muy coherente y un amplio interior a unos precios muy razonables si tenemos en cuenta el panorama actual.
Diseño
El Renault Arkana tiene en el diseño su principal reclamo. Si bien el frontal no es para nada rompedor y sigue las pautas de estilo ya vistas en el resto de vehículos de la marca, es la caída de techo a partir del pilar B el que transforma la vista para asemejarlo a un coupé (aunque se esté totalmente desvirtuando el significado real de ese tipo de carrocerías).
Esa acusada caída de techo consigue transmitir mayor dinamismo al conjunto y al mismo tiempo gana en empaque, gustando mucho entre el público más joven. Si se juega con el equipamiento se puede aumentar la sensación de elegancia o bien en deportividad, destacando el paquete RS-Line que posee detalles específicos muy interesantes.
A las bonitas llantas de aleación de generoso tamaño la unidad probada incluía los detalles en color plata o rojo que ponen la nota alegre a una carrocería muy seria acompañada de la pintura metalizada en negro. Los cristales tintados y el techo solar panorámico redondean un conjunto visual muy conseguido.
Interior
No esperes un interior de diseño específico o único. En Renault han optado por integrar el salpicadero ya conocido en el Captur, siendo funcional, práctico y bien presentado pero demasiado sobrio y discreto. En esta unidad a tope de equipo resulta más vistoso pero las versiones de serie no son tan aparentes.
La calidad de los materiales está en un nivel correcto, sin destacar frente a la competencia. El sistema multimedia con la pantalla táctil de 9,3 pulgadas es la principal protagonista y me ha gustado por su fácil funcionamiento y una resolución muy buena. Este sistema también se monta en los Clio y Captur y no defrauda.
La instrumentación digital configurable también me gusta por su presentación pero para cambiar el fondo de la pantalla se debe interactuar en el equipo multimedia; otras marcas permiten jugar con la instrumentación directamente desde el volante, y es mucho más práctico y seguro.
Se agradece que en Renault hayan apostado por mantener los mandos para la climatización independientes del sistema multimedia, facilitando mucho su regulación. La única pega que se le puede poner al Arkana es que solo se puede regular una zona, algo poco habitual en su segmento (si lo consideras un modelo compacto).
La consola inferior está bien pensada para no resultar aparatosa y sí práctica. Aquí está la palanca de cambios de la caja automática y también se encuentran dos tomas USB, la plataforma con cargador de móvil por inducción y, algo más para atrás, el freno de mano eléctrico, Autohold y dos útiles posa-latas.
En general el interior del Renault Arkana no admite tachas y me ha parecido bien presentado. La calidad general es simplemente correcta y es verdad que en la fila posterior hay plásticos menos cuidados pero al menos la marca no se ha olvidado de añadir unas prácticas tomas USB y las deseadas salidas de aire muy necesarias en verano.
Habitabilidad
En términos de habitabilidad el Renault Arkana está en un buen término medio, siendo suficiente para cuatro adultos, y algo justo para cinco personas. El problema principal no está en la altura del interior sino en la cota longitudinal que es algo ajustada; con el interior tan oscuro también se pierde en sensación de desahogo.
En las plazas delanteras creo que se ha conseguido un buen compromiso haciendo uso de unos asientos muy cómodos que además sujetan fenomenal. Todos los mandos quedan muy a mano y en esta unidad con techo solar no he tenido excesivos problemas para encontrarme cómodo aunque sí debo decir que si mides más de 1,85 metros pruebes antes si te molesta ese elemento.
En la segunda fila la sensación de espacio se reduce por la caída de techo pronunciada y por resultar demasiado oscuro. Si el techo solar no te agobia puede ser un elemento interesante para aumentar la luz del interior cuando se retira la cortinilla. Para dos adultos estas plazas son más que suficientes.
En cuanto al maletero hay que señalar diferencias en función del motor elegido. Si bien el convencional con hibridación ligera sobre-pasa los 500 litros de capacidad, la opción con hibridación estándar se conforma con 480 litros y además prescinde del doble fondo. Teniendo en cuenta que también ocurre en otros híbridos, creo que en Renault han conseguido un vehículo apto para las familias.
Equipamiento
La gama del Renault Arkana en el momento de escribir esta prueba (junio 2022) cuenta con los acabados Intens, Zen, RS-Line y la edición especial Fast Track de entrega rápida. En cuestión de unas semanas la oferta será modificada para incluir los nuevos acabados ya estrenados en otros modelos de la marca (Equilibre, Evolution, Techno, etc).
En el caso de la unidad testada corresponde a un RS-Line. De serie llevan faros LED inteligentes, alerta de carril involuntario, lector de señales, detector de objetos en ángulo muerto, aviso pre-colisión, frenada automática en ciudad, sensores de aparcamiento, cámara posterior, sensor de lluvia, freno de mano eléctrico, etc.
Otros elementos también de serie son el climatizador automático, volante térmico, acceso sin llave, arranque por botón, pack iluminación interior, asientos deportivos, llantas de aleación ligera, cristales tintados, ordenador de viaje, selector de modos de conducción, navegador, pantalla de 9,3 pulgadas, radio DAB, Apple CarPlay, etc.
La unidad testada cuenta con cierta dotación que ahora no se podría sumar o se debe hacer con paquetes diferenciados. A destacar el techo solar deslizante, asientos calefactables, tapizado en piel, asientos eléctricos, cámara de visión 360º, instrumentación digital configurable, etc.
El precio recomendado del Renault Arkana 1.6 E-Tech 145 CV AT RS-Line se ha fijado en los 35.550 € a fecha de hoy (junio 2022). Con algunas promociones la firma propone este modelo desde 31.332 € aunque es verdad que hay ciertas ofertas relacionadas con la financiación que no se han aplicado y que pueden bajar considerablemente la cifra.
Motor
La gama mecánica del Renault Arkana para Europa es bastante simple, apostando por el bloque 1.3 TCe MHEV en variantes con 140 y 160 CV, y el 1.6 E-Tech hibrido con 145 CV. Los híbridos ligeros hacen uso de una caja de doble embrague con siete velocidades y el híbrido estándar de una automática, siendo común en todos la tracción delantera.
El Renault Arkana que se comercializa en Europa Occidental, Australia, Chile y Corea del Sur se producen en este último país, en concreto en las instalaciones de Busan. Está desarrollado sobre la plataforma CMF-B0 que también usan los Renault Clio y Captur o los Nissan Juke y Note de última generación.
Es importante aclarar esto dado que para Rusia y otros mercados emergentes la plataforma es muy diferente; en concreto la B0 que usaban los Dacia/Renault Duster de anterior generación. Aquí sí hay opción de tracción total a las cuatro ruedas y las motorizaciones son diferentes, cumpliendo unas normativas menos exigentes.
El motor híbrido de 145 CV me había gustado mucho en el Renault Clio por conseguir mover con agilidad el conjunto y además gastando muy poco. Sobre el Arkana el resultado no es tan brillante en lo relativo a las prestaciones pero los consumos me han parecido bastante contenidos, bajando en casi todas las ocasiones de los 5,5 L/100.
Hay algo que no me ha gustado en ningún vehículo que hace uso de este motor y es el pequeño salto que hace el cambio cuando se circula entre 110-120 km/h, y que durante un breve periodo de tiempo lo deja como sin fuerza. Es una sensación rara a la que te acostumbras pero no deja de ser incómoda.
Si el diseño dinámico del Renault Arkana crees que llega acompañado de unas prestaciones altas, está equivocado. Aquí es posible viajar con soltura sin problemas pero lejos de lograr recuperaciones de infarto o buenas aceleraciones. Por así decirlo es un mínimo razonable para moverse por cualquier vía sin problemas. Tengo la sensación que cunden más los 1.3 TCe con 145 y 160 CV, especialmente el más potente y además sin que los consumos sean mucho más altos (habrá que probarlo para salir de dudas).
En general el motor híbrido HEV del Renault Arkana me ha parecido muy acertado para esas personas que suelen hacer mucha ciudad y de vez en cuando hacen viajes largos o escapadas de fin de semana. En este escenario es una opción que gasta muy poco y se mueve con agilidad.
Version | 1.6 E-Tech RS-Line |
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Cilindrada | 1.598cc |
Potencia | 145 CV |
Par | 200 + 148 nm |
Peso | 1.510 kg |
Dimensiones Lar/An/Al mm | 4568 / 1821 / 1576 |
Volumen Maletero | 480 / 1.263 litros |
Aceleración 0 a 100 km/h | 10,8 seg |
Recuperación 80 a 120 km/h | 7,1 seg en D |
Velocidad máxima | 172 km/h |
Consumo homologado | 4,8 L/100 |
Autonomía eléctrica | 2 |
Emisiones CO2 por km | 109 gr |
Pegatina de la DGT | Eco |
Precio de partida | Desde 35.550 € (sin promociones) |
Comportamiento
El Renault Arkana sorprende por su equilibrado comportamiento general, siendo apto para viajar en familia sin problemas. Para aquellos que esperen un toque dinámico hay que señalar que el apellido RS-Line es solo eso, un apellido sin que se perciba en la conducción.
Además de la puesta a punto el motor tampoco es el ideal para realizar una conducción más dinámica, siendo un vehículo muy interesante para esos usuarios que tan solo quieren realizar desplazamientos seguros sin prestar atención a otra cosa que no sea la carretera. El Arkana además marca muy bien sus límites.
En ciudad creo que es un vehículo muy fácil de conducir y menos aparatoso de lo que podría parecer. Gracias a los sensores es sencillo estacionarlo en cualquier lugar pero si el cliente lo desea en función del nivel de acabado podrá disfrutar de la cámara posterior o bien el sistema de visión 360º.
No es un coche para circular fuera del asfalto pero si por alguna razón debemos pisar alguna pista, el Renault Arkana se defiende con una altura libre algo más generosa que en un coche convencional. Se deberá prestar atención para no golpear los bajos pero permite circular despacio por algún camino en buen estado.
La iluminación en general es buena y el sistema que se encarga del cambio de cortas/largas lo hace bastante bien. La climatización también me ha gustado por su potencia aunque sorprenda que sea de una sola zona. Es en general un coche muy completo e interesante que reúne todos los ingredientes para conquistar al público europeo. Eso sí, si puedes opta por un 1.3 TCe de 145 CV que tiene un andar muy bueno, gasta poco más y es más barato.
Diseño/Estética
Calidad de acabado
Equipamiento de serie
Equipamiento opcional
Habitabilidad
Maletero
Motor/Refinamiento
Prestaciones
Consumos
Transmisión
Dirección
Frenos y neumáticos
Comportamiento
Calidad de rodadura
Relación valor-precio
7.7
Notable
El Renault Arkana está gustando mucho en Europa con su receta de carrocería de corte dinámico y motorizaciones siempre sin pedal de embrague y con algún tipo de hibridación. En España se ha convertido en un pilar fundamental debido a una relación valor-precio interesante. En comparación con otros rivales tiene más equipo a un coste inferior.
Lo bueno
- Consumos ajustados
- Equipamiento completo
- Fácil de conducir
Lo mejorable
- Plaza central trasera justa
- Prestaciones discretas
- Boca de maletero alta