Diseño/Estética
Calidad de acabado
Equipamiento de serie
Equipamiento opcional
Habitabilidad
Maletero
Motor/Refinamiento
Prestaciones
Consumos
Transmisión
Dirección
Frenos y neumáticos
Comportamiento
Calidad de rodadura
Relación valor-precio
7.7
Notable
El Renault Mégane es un coche completo que cumple en casi todos los apartados con buena nota para conquistar a una gran mayoría de usuarios. No tiene grandes defectos así que sale airoso de casi todas las comparación y además su relación valor-precio-equipamiento sigue siendo de lo mejor del segmento compacto. A todo esto hay que añadir que se trata de un producto fabricado en España, un detalle muy importante para muchos usuarios.
El Renault Mégane es desde hace muchos años uno de los modelos más importantes de la firma francesa a nivel internacional. Fabricado en Palencia para todo el mundo, destaca por su equilibrio general y una relación valor-precio muy interesante que en los últimos meses se ha visto algo eclipsada por la agresiva campaña comercial aplicada en el Kadjar.
En febrero de 2020 la firma del presentó una actualización del Mégane que añadía importantes mejoras en la dotación y mecánicas, además de sumar un diseño exterior más atractivo y un salpicadero con importantes modificaciones para hacerlo más práctico y cómodo.
He tenido la oportunidad de probar un Mégane 1.5 Blue dCi 115 CV Zen con caja de cambios de doble embrague y debo reconocer que me ha transmitido muy buenas sensaciones por su acertado equilibrio. No es el mejor compacto en nada pero la ausencia de puntos críticos lo sitúa en un nivel muy bueno frente a sus rivales.
DISEÑO
Exteriormente el Renault Mégane no ha cambiado demasiado respecto al modelo lanzado en 2016. Sí se han suavizado los trazos en el frontal, se añaden faros con ledes para todos los niveles de acabado y el paragolpes modifica sus formas para conseguir un aspecto más deportivo y elegante.
La parrilla, oferta de colores y diseño de llantas también han sido objeto de revisión junto a los pilotos posteriores oscurecidos y la introducción de nuevos detalles cromados. Con todas las modificaciones se ha logrado transmitir mayor modernidad sin envejecer al modelo comercializado hasta la fecha.
La unidad probada con el acabado Zen presume de un toque elegante que se acentúa con el bonito color azul de su carrocería. Los elementos cromados, las llantas de aleación de 17 pulgadas opciones y los cristales tintados logran un acertado efecto que gustará a una mayoría. No es un coche que hará girar cabezas pero en absoluto se podrá decir que es feo.
INTERIOR
Si en el exterior todo parece seguir más o menos igual que siempre, en el interior también ocurre lo mismo aunque matizando detalles para lograr una primera impresión mucho más favorable tanto a nivel visual como en calidad una vez se toquetean las distintas superficies.
Los plásticos empleados en las zonas superiores y más sensibles al tacto transmiten buenas sensaciones, son acolchados y ajustan a la perfección. Esto se complementa con apliques decorativos atractivos y bien ejecutados, y al menos en la unidad probada no había ruidos parásitos procedentes de malos ajustes.
El diseño de la consola central ha cambiado. Según versiones podrán incluir un nuevo sistema multimedia con pantalla de hasta 9,3 pulgadas que destaca por su sencilla interfaz con menús intuitivos. La calidad de la pantalla me parece muy buena y el control de todas las funciones claro incluso para personas que no estén familiarizadas con el modelo, necesitando un tiempo de adaptación razonablemente corto.
Otra novedad incluida en el lavado de cara está en la instrumentación que por fin cuenta con la vistosa digital configurable con 10 pulgadas similar a la estrenada en el pequeño ZOE. Me ha gustado por su claridad, sencillez y facilidad de lectura aunque es verdad que no añade tantas vistas como las que se pueden elegir en otros vehículos.
Los mandos de climatización también han sido revisados y mi juicio con gran acierto. Ahora cuentan con mandos giratorios que en su interior indican la temperatura elegida (conductor y pasajero) y para el resto de funciones hay botones físicos muy sencillos de manejar. La información del climatizador también se muestra en la pantalla del sistema multimedia.
Repartidos por todo el habitáculo hay varios huecos porta-objetos que permiten depositar la cartera, el móvil y otros muchos elementos. Algunos poseen el suelo gomoso pero las bolsas de las puertas no están guarnecidas y aquello que se deje en ellas se moverá constantemente. El freno de mano eléctrico se mantiene en algunos niveles de acabado, liberando espacio en la consola central.
HABITABILIDAD
El Renault Mégane no es el mejor coche de su clase por espacio en su interior pero queda bien situado y puede ser más que suficiente para que cuatro adultos viajen sin problemas en vacaciones mientras que en un quinto pasajero podría acomodarse para trayectos cortos siempre que los ocupantes no sean muy voluminosos.
En las plazas delanteras la sensación de desahogo me ha parecido buena, con cotas holgadas tanto de anchura como de altura, dejando el techo bastante alejado de la cabeza. No he probado un Mégane con techo solar pero siempre hay que tener presente que roba algunos centímetros libres para la cabeza que pueden ser vitales para algunos pasajeros.
Una vez en la fila posterior el espacio para las rodillas me ha parecido correcto sin más y algo justo si viajan adultos de estatura superior a 1,80 metros. La anchura a la altura de los hombros está en un nivel bueno entre los compactos mientras que el espacio para la cabeza es holgado, siendo difícil dar con ella en el techo.
Tampoco destaca por volumen de maletero que con sus 384 litros arranca en un nivel algo justo que se ve superado por modelos más pequeños del segmento B-SUV como el SEAT Arona y queda muy cerca de los 350 litros que declara un SEAT Ibiza, un vehículo también mucho más pequeño. A pesar de esto es un dato mejor que el homologado por un Volkswagen Golf o un Ford Focus.
EQUIPAMIENTO
La gama del Renault Mégane se ha reducido considerablemente con la llegada del año 2021 y la nueva normativa Euro 6d Final, dejando fuera muchas variantes mecánicas y algunos niveles de terminación. La oferta mantiene por ahora los acabados Life, Intens, Zen, RS Line y RS, este último exclusivo para el modelo desarrollado por Renault Sport con 300 CV.
Desde el acabado Life ahora los Mégane incluyen una dotación muy interesante. A destacar los faros LED, control y limitador de velocidad, aire acondicionado, sistema de sonido, bluetooth, puerto USB, radio DAB, faros antiniebla LED, elevalunas eléctricos delanteros, cierre centralizado con mando, etc.
La terminación Zen del modelo probado cuenta el climatizador automático de dos zonas, elevalunas eléctricos traseros, llantas de aleación de 16 pulgadas, paquete cromado, retrovisores abatibles, sistema multimedia con pantalla de 7 pulgadas, Apple CarPlay, Android Auto, lector de señales, alerta de cambio de carril y freno de mano eléctrico.
Otros elementos de serie son el selector de modos de conducción, acceso y arranque sin llave, paquete LED interior, apoyabrazos central delantero, asistente al arranque en cuestas, sensor de lluvia, encendido automático de luces, SmartBeam, volante en piel, tapizado mixto tela/piel, cristales tintados, etc.
El precio recomendado del Renault Mégane 1.5 Blue dCi 115 CV Zen EDC se ha fijado en los 30.154 € aunque con promociones se reduce hasta unos mucho más competitivos 22.024 €. Si lo quieres como en las imágenes habrá que sumar los asientos calefactables, navegador con pantalla de 9,3 pulgadas, Head Up Display, Pack Multimedia, llantas extra-serie, pintura metalizada, etc. En total se va hasta los 25.798 €.
Si echamos un vistazo a los modelos rivales, el Renault Mégane sale bien parado. Por ejemplo el Peugeot 308 1.5 Blue HDI 130 CV Allure Pack sale por 26.957 € mientras que el Hyundai i30 1.6 CRDI 136 CV DCT Tecno se puede adquirir por 24.470 € sin incluir equipamiento extra. Por su parte el nuevo Citroën C4 1.5 BlueHDI 130 CV 8AT Shine arranca en los 25.123 €.
MOTOR
La oferta de motores del Mégane 2021 limita la gama diésel exclusivamente al 1.5 Blue dCi con 115 CV ya sea con cambio manual de seis velocidades o con el de doble embrague con siete velocidades. Lejos quedan ya las anteriores alternativas con 95 y 150 CV de potencia que tenían cierta popularidad entre los usuarios que hacían muchos kilómetros al año.
La versión probada 1.5 Blue dCi 115 CV EDC me parece muy equilibrada por su correcto nivel de prestaciones y unos consumos muy razonables pero es verdad que si se hace un uso intensivo del vehículo cargado se puede quedar algo justo en ciertas ocasiones. Quizás habría sido más interesante dejar una versión diésel con unos 130-140 CV en lugar de solo el 115 CV.
Lo que no admite crítica es el mayor refinamiento de este motor de cuatro cilindros que con las actualizaciones ha conseguido esconder casi por completo su ciclo diésel. Salvo en frío es un motor que apenas suena y no se percibe en absoluto en el interior, siendo de los más refinados del segmento.
Las prestaciones me han parecidos suficientes y se pueden conseguir consumos muy bajos si el conductor así lo desea. Tan solo basta con seleccionar el modo de conducción ECO para que la entrega de potencia se suavice, se límite la energía y el rodar del vehículo sea más pausado, haciendo que el motor gire a un régimen inferior. Los consumos pueden coquetear y rebajar la barrera de los 5,0 L/100 sin demasiados problemas.
Si es necesario aprovechar su potencia en modo Sport los 115 CV parecen estar dispuestos a todo aunque es verdad que es más «fachada» que poderío y como buen diésel pronto se acaba esa respuesta. La caja EDC hace un trabajo fabuloso, con transiciones rápidas y eficaces en casi todo momento. Solo se podría reprochar su lentitud en modo ECO pero es normal que busque cuadrar la marcha más larga posible.
Ficha técnica
Version | 1.5 Blue dCi EDC |
---|---|
Cilindrada | 1.461cc |
Potencia | 116 CV a 3.750 rpm |
Par | 260 Nm a 2.000 rpm |
Peso | 1.417 kg |
Dimensiones Lar/An/Al mm | 4359 / 1814 / 1447 |
Volumen Maletero | 384 litros |
Aceleración 0 a 100 km/h | 11,1 seg |
Recuperación 80 a 120 km/h | 8,8 seg en D |
Velocidad máxima | 192 km/h |
Consumo homologado | 4,6 L/100 |
Emisiones CO2 por km | 121 gr |
Precio de partida | Desde 22.024 € con descuentos (Zen Blue dCi 115 CV EDC) |
COMPORTAMIENTO
En Renault saben muy bien cómo lograr un acertado compromiso entre confort y eficacia. El Mégane es un claro ejemplo de que no es necesario sufrir una suspensión dura e incómoda para conseguir una carrocería con movimientos contenidos que pueda seguir la trazada en condiciones normales sin problemas.
Como siempre ha pasado con el Mégane, no es el coche más apropiado para viajar «a todo trapo» y tampoco es un ejemplo de suavidad pero siempre queda en un término medio muy acertado que estoy convencido conquistará a una gran mayoría de la población que busca un coche de reacciones nobles, seguro de conducir y confortable para la familia.
El tacto de la dirección es correcto, los frenos tienen suficiente mordida y se pueden dosificar bien (menos mal que es más agradable que en el Captur, con un tacto algo extraño) y cuando llegan los baches de cierto tamaño o badenes/resaltos, no hay sacudidas bruscas o golpes secos que puedan afectar a los pasajeros. Sí se perciben pero con una capacidad de filtrado suficiente.
Un detalle importante en un coche enfocado a las masas es que parece indicar muy bien dónde quedan sus límites, de manera que no te llevarás ningún susto por haber alcanzado sin darte cuenta su máxima capacidad de agarre en un tramo virado o al tomar una curva. El coche ya te va mostrando en qué punto se encuentra cómodo y si te pasas un poco lo notarás… pero dándote capacidad de reacción.
Siendo claro creo que un Ford Focus es una apuesta más acertada si te gusta conducir por carreteras secundarias pero si haces mucha autovía, no notarás casi la diferencia entre ambos e incluso viajarás más cómodo en el francés. El Citroën C4 de última generación promete niveles de confort sensacionales así que tampoco habría que descartarlo, salvo que no sea de tu agrado.
En general el Renault Mégane es el coche perfecto para las masas. Hace todo bien, cumple con honestidad y con los cambios efectuados en la actualización además está a la última en equipamiento de seguridad y confort. Si lo compras no te equivocarás y esto es algo que no siempre podrás decir con otras alternativas.
Consumos ajustados
Relación valor-precio
Oferta diésel limitada
Quinta plaza estrecha