Acaparador de miradas. Así definiríamos al nuevo buque insignia de Saab. La que podemos considerar primera berlina premium de la marca escandinava no deja indiferente a nadie. Con sólo dar un paseo por una zona concurrida, o simplemente dejándolo aparcado unos minutos, nos daremos cuenta de que los pares de ojos curiosos que centran su atención en las formas del 9-5 se pueden contar por decenas.
Enamorados de la marca –entre los que me encuentro-, amantes de los automóviles que observan con curiosidad esta bella creación, también detractores de Saab, o meros espectadores que creen estar ante una berlina alemana, por un desconocimiento que, seguramente esté en muchos casos justificado –los suecos no se caracterizan por fuertes campañas de publicidad. Todos ellos se fijan en ti y muchos incluso comentan al respecto. Es cierto, y sería injusto no reconocerlo, que cuanto menos habituados estamos a ver un coche, más nos llama la atención, además de que, por supuesto, la versión Aero que hemos probado siempre despierta más interés que cualquier otra.
El Saab 9-5 es una apuesta de la marca para resurgir de lo que parecía ser la desaparición de Saab, que una vez desvinculada de General Motors no encontraba la financiación necesaria para escapar de sus problemas económicos. Finalmente, tras manejarse la posibilidad de compra por parte de Koeniggsseg, ha terminado en manos de Spyker Cars, que pretende centrar todos sus esfuerzos en la recuperación de Saab. A caballo entre una y otra etapa nace el 9-5, todavía con reminiscencias de GM, pero con claros toques de sofisticación que encauzan el futuro de la firma, manteniendo/aumentando los estándares de calidad a la altura de lo esperado.
La unidad que hemos probado en Autonocion es un Saab 9-5 Aero 2.0 Turbo XWD que rinde 220 CV con una caja de cambios automática de 6 velocidades. En todos los aspectos es un modelo completamente renovado en el que poco o nada queda de su antecesor, con el que comparte exclusivamente el nombre. Presenta tres acabados, Linear, Vector y Aero, siendo éste último el más completo y atractivo. En cuanto a motores, las versiones diésel rinden 160 y 190 CV, mientras que en gasolina equipa motores de 180, 220 y 300 CV.
Exteriormente, encontramos un sedán imponente, de 5008 mm de largo que, no obstante, resulta del todo proporcionado. Sus formas suaves y equilibradas transmiten una sensación de sobriedad que queda confirmada cuando te pones al volante. El frontal, quizá la parte más agresiva, es voluminoso y elevado, manteniendo eso sí, la característica parrilla de Saab como seña de identidad. El lateral, de líneas estilizadas, destaca por la caída de la parte trasera que dota al vehículo de un aspecto más deportivo, lo que sumado a su alta cintura disminuye el tamaño de las ventanillas. En cuanto a la parte trasera del 9-5, es una obra de diseño impecable, con un conjunto de LED que atraviesa el coche de lado a lado, dando un punto mayor aún de exclusividad –una de las características que busca el comprador de Saab. Además, los escapes están perfectamente integrados en la parte inferior de la carrocería, a diferencia de otras versiones en las que vienen cubiertos. En la versión Aero probada, los cromados y marcos metálicos tanto en la parte delantera como en la trasera (precisamente alrededor de los tubos de escape) garantizan un aspecto elegante a la par que moderno. Monta faros Bixenon SmartBeam y unas llantas de aleación de 10 radios Edge 19 x 8,5”. La iluminación es un extra que se puede incorporar individualmente o a través del Pack Aero Plus, pero las llantas son de serie (Turbine en lugar de Edge).
Por dentro, el Saab 9-5 evoca el pasado aeronáutico de la marca. Sus formas sugieren estar, cuando nos sentamos delante, en la cabina de un verdadero avión, tanto por las formas que nos rodean como por el cuadro de mandos que presenta. Los materiales utilizados para salpicadero, puertas y asientos son todos de calidad. Los asientos del Aero vienen en cuero perforado de serie, aunque se pueden poner en cuero ventilado por un precio que ronda los 800 €. Tanto el del conductor como el del acompañante se regulan electrónicamente y están calefactados (de serie) y por 337 € más, el del conductor viene con memoria, como en nuestra unidad. Tanto en altura como en profundidad ofrecen tal cantidad de variables que cualquier perfil de conductor encontrará la postura adecuada. El volante es precioso, específico de la versión, con la palabra Aero grabada en la parte inferior (achatada) y también en cuero, regulable en distancia e inclinación.
Continuamos echando un vistazo a la mitad delantera del vehículo y observamos la consola central, que abarca en un solo bloque desde el salpicadero hasta el apoyabrazos ubicado entre ambos asientos. Comenzando por esto último, dispone de dos posiciones para mejor acoplamiento del conductor, y contiene un compartimento bien aprovechable. Justo al lado, una bandeja con tapa nos permite dejar dos latas o botellas y las llaves del coche (recordemos que arranca sin llave). La palanca de cambios automática que monta la versión probada se encuentra escoltada por los botones de arranque, asistencia de aparcamiento y modo de conducción. De ahí para arriba, los botones de la consola central son realmente numerosos, si bien, una vez que te familiarizas con ellos no resultan excesivos ni complejos. Encontramos entre todos ellos los mandos para configurar radio CD, navegador, DVD, climatizador de triple zona, etc. Culmina en la parte más alta la pantalla táctil del navegador High Nav, con unas más que destacables 8 pulgadas de tamaño que facilitan su rápida visualización. Este modelo también posee, como es habitual en el fabricante escandinavo, el famoso Night Panel, y conserva asimismo de sus antecesores unas toberas de aire fácilmente reconocibles por sus rasgos Saab.
Nuestra unidad trae además techo solar panorámico, por lo que si miramos hacia arriba observamos los mandos que lo mueven. Por un lado, el cristal tiene las dos posiciones habituales: una que permite abrir una pequeña rendija en la parte posterior; y otra que hace que la pieza retráctil se desplace hacia atrás. Otro botón nos permite mover únicamente la tela hasta las plazas traseras quedando un techo panorámico que inundará de luminosidad el habitáculo. Pasamos ahora a las plazas traseras, que tan cuestionadas están siendo en este modelo. El hueco para los pasajeros es inmenso, y eso nadie lo discute. Sin embargo, muchas voces se han hecho eco de la dureza de los asientos. Es cierto que no son tan mullidos como los delanteros, pero tampoco resultan incómodos, y seguramente, a la larga, nuestra espalda agradecerá que vayamos erguidos. El asiento trasero corrido consta de dos piezas abatibles individualmente, así como un apoyabrazos central que comunica con el maletero para poder llevar, entre otras cosas, esquís. Una mini consola central permite manejar el equipo de sonido desde detrás, además de regular el climatizador para esta tercera zona.
En cuanto a los espacios útiles para cargar y guardar objetos, varios apuntes. La guantera refrigerada no es pequeña pero tampoco es una de las más grandes del segmento, y en las puertas caben papeles, cartera o llaves, pero difícilmente podremos meter una lata o botella. En contraposición, el maletero es muy generoso. Dotado con 515 litros útiles de carga, dispone de una barrera móvil para evitar vuelcos indeseados de nuestro equipaje, de forma que podamos adaptar el tamaño del maletero al de los objetos que en él llevemos.
Hasta aquí la primera parte de nuestra prueba. En los próximos días publicaremos la siguiente entrega, en la que haremos un análisis de la dinámica de conducción del vehículo.
De diseño es muy llamativo pero en las fotos hay acabados que no me terminan de convencer. ¿a cuanto asciende la broma?
Te recuerdo que SAAB fue comprado por Pang Da Automobile… Una empresa china, y que según mis ultimas noticias, liquidó la filial que fabrica vehículos, y se quedó unicamente con las filiales industriales (camiones, motores, y herramientas pesadas…)
Hay rumores de que los sindicatos de SAAB automobiles quieren hacer una reorganización voluntaria de la empresa para mantenerla a flote… Pero no estoy muy seguro de que eso salga adelante…
Déjate caer por alguna concesión y verás que empieza a haber escasez de coches. De haberme comprado un Saab estaría tirándome de los pelos!!!!. Por ciero E55 el precio creo que ronda los 10 millones de las antiguas pesestas.
#E55 En la tercera entrega de la prueba os comentamos que el precio final del coche es de unos 62.800 euros, aunque de todo ese dinero, 12.000 euros son de extras, accesorios, etc. El precio base del coche es exactamente 50.000 €
Por otro lado, estuve en un concesionario de Saab (concretamente en Las Rozas) y me comentaron que la producción de Saab lleva 5 meses parada, motivo por el cual los coches escasean, ya que el stock se va acabando. Sin embargo, esperan que se reanude para Febrero, según les han comunicado a ellos mismos.