Diseño/Estética
Calidad de acabado
Equipamiento de serie
Equipamiento opcional
Habitabilidad
Maletero
Motor/Refinamiento
Prestaciones
Consumos
Transmisión
Dirección
Frenos y neumáticos
Comportamiento
Calidad de rodadura
Relación valor-precio
8
Notable
El SEAT Ateca sorprende por su equilibrio general. Cuenta con muchas virtudes y apenas defectos, situándolo como una opción muy interesante dentro del competido segmento C-SUV. Amplio, capaz, bien equipado y con un comportamiento estupendo, sólo adolece de una imagen demasiado conservadora
En SEAT dicen no haber llegado tarde al segmento de los crossovers pero lo cierto es que mientras Nissan está celebrando en estos días el décimo aniversario del Qashqai, el primer todocamino de la firma española todavía no ha cumplido ni un año en el mercado.
Independientemente de las afirmaciones de la marca, lo que está claro es que el nuevo Ateca ha llegado pisando muy fuerte gracias a un conjunto muy bien pensado que ha logrado convencer ya a un gran número de usuarios. Basta decir que algunas versiones tienen listas de espera que pueden alcanzar los seis meses, algo nunca visto en un producto de la firma.
El éxito obtenido se entiende por diversas razones: está bien equipado, es muy amplio, capaz y los precios son atractivos una vez se incluyen las promociones. En el plano estético quizás resulta conservador y no rompe moldes pero es algo necesario para cautivar a los clientes del Centro y Norte de Europa.
He tenido la oportunidad de convivir con un Ateca 2.0 TDI 150 CV Xcellence con tracción total durante unos días y debo reconocer que en conjunto me parece una de las opciones más atractivas del segmento C-SUV. Si quieres conocer las razones, sólo tienes que continuar leyendo.
DISEÑO
Posiblemente el Ateca sea uno de los SUVs compactos más sobrios de la actualidad. Combina muchos elementos de estilo ya conocidos en el León y esto precisamente consigue restar cierto carácter de novedad al conjunto aunque no por ello está carente de encantos. Las luces diurnas por LEDs, las bonitas llantas de aleación de hasta 19 pulgadas opcionales o los protectores de bajos son detalles que realzan sus formas.
El acabado Xcellence probado incluye entre otras el paquete cromado exterior completo aunque en la unidad testada algunas de las molduras no estaban bien ensambladas (se aprecia en las imágenes). Es un detalle “feo” exclusivo de esta unidad de pruebas pero no por ello hay que dejar de mencionarlo.
La gama Ateca puede solicitarse con un buen número de accesorios que añaden un toque más deportivo o llamativo a su silueta, pudiendo jugar incluso con los colores de las llantas de aleación, parrilla o carcasas de los espejos. Si eres de los que cree que resulta demasiado serio, quizás con estos elementos opcionales cambies de idea.
INTERIOR
Nada más abrir la puerta el Ateca te recibe con un salpicadero casi calcado al del León. Tanto la distribución de los mandos principales como la instrumentación son ya conocidos en el compacto y de nuevo se repite la sensación de ser un producto poco novedoso. Lejos de ser un “fallo”, creo que es algo normal y teniendo en cuenta lo cómodo e intuitivo que resulta, no me ha parecido algo negativo.
Sí ha estrenado el Ateca ciertos elementos como el sistema de acceso y arranque sin llave, el cargador de móviles sin cables, el sistema de sonido y navegación con pantalla táctil de ocho pulgadas, la doble toma USB en la zona inferior de la consola o el freno de mano eléctrico, todos ellos incorporados recientemente en el León.
La calidad de los materiales en el Ateca es correcta. En las zonas superiores están acolchados y resultan agradables al tacto mientras que en las partes inferiores y menos vistas se recurre a un plástico duro algo más tosco. Sí me han convencido el tapizado, muy agradable al tacto, y los apliques decorativos en marrón brillante.
La instrumentación es ya conocida en la marca y cuenta con mucha información gracias a un ordenador de viaje muy completo. Se controla desde el volante e incluye datos poco habituales hoy día como la temperatura del aceite y tres parciales (desde el repostaje, desde el inicio del viaje y otro adicional).
EQUIPAMIENTO/PRECIO
El nivel de terminación Xcellence es el más completo de la gama. Se puede pedir desde hace poco con el pack Plus que añade interesantes elementos. Entre lo más importante hay que citar las ópticas Full LED, sistema de sonido con pantalla táctil de ocho pulgadas, sensor de lluvia, espejo interior fotosensible, freno de mano eléctrico, llantas de aleación de 17 pulgadas y ordenador.
Otros elementos también sin coste son el bluetooth, 2xUSB, tapizado en alcántara, sensores de aparcamiento delanteros y traseros, pack cromado, paquete iluminación interior LED configurable, apoyabrazos central, climatizador automático de dos zonas, detector de fatiga, control de crucero, etc.
El Ateca puede contar si el cliente lo desea con elementos muy prácticos como el sistema de visión 360º o el detector de objetos en ángulo muerto y en maniobras de marcha atrás. También se ofrecen el portón automático, acceso sin llave, arranque por botón, aparcamiento asistido, techo panorámico doble, tapizado en piel, asientos térmicos, sistema de audio de alta calidad, navegador…
El precio recomendado del Ateca 2.0 TDI 150 CV 4Drive Xcellence con caja manual es de 30.850 € sólo con las promociones del configurador (que son inferiores a las que encontrarás en el concesionario). Si lo quieres como en las imágenes, deberás añadir la pintura “blanco nevada”, llantas de 19 pulgadas, detector de objetos en ángulo muerto, navegador con Mirror Link, radio DAB y el pack Conectivity… lo que eleva el precio hasta los 34.780 €.
Si echamos un vistazo a los rivales, un Nissan Qashqai 1.6 dCi Tekna 4x4i tiene un coste de 29.750 € con promociones, un Hyundai Tucson 2.0 CRDI 136 CV Tecno 4×4 parte de los 29.965 € y un Kia Sportage 2.0 CRDi 136 CV GT-Line 4×4 cuesta 30.525 € con las ofertas vigentes. Por tanto todos están en los mismos niveles, si bien el SEAT es algo más potente y el Kia está más equipado.
HABITABILIDAD
Uno de los puntos más favorables del nuevo Ateca está en su aprovechamiento interior en relación a sus proporciones. Incluso siendo uno de los modelos más cortos del segmento con tan sólo 4,36 metros, el modelo español disfruta de uno de los habitáculos más generosos tanto para los pasajeros como en volumen de maletero.
Las plazas delanteras me han parecido cómodas y holgadas, con unas cotas de anchura y altura generosas que consiguen transmitir desahogo. La postura al volante es correcta, sobre-elevada como suele ser habitual y con todos los mandos muy a mano.
En las plazas traseras la cota longitudinal es excelente y las personas altas no tendrán problemas para encontrase cómodas. Tan sólo el ancho disponible es algo justo para tres adultos pero esto es algo común también en sus rivales. En esta segunda fila se echan de menos las cada vez más habituales tomas USB para recargar dispositivos electrónicos aunque al menos cuenta con salidas de aire dirigibles.
El maletero del Ateca tiene una capacidad de 510 litros en las unidades con tracción delantera y 485 litros en los tracción total como es el caso de la unidad testada. El borde de carga queda algo alto pero las formas son aprovechables y la terminación está cuidada. El portón de accionamiento automática me ha parecido bastante rápido, algo que no siempre sucede con estos sistemas.
MOTOR
Actualmente los interesados en el SEAT Ateca pueden elegir dos mecánicas de gasolina y tres diésel. El 1.0 TSI de 115 CV sólo se vende con tracción delantera mientras que el 1.4 TSI con 150 CV se puede pedir con tracción total 4Drive y con cambio DSG.
En diésel la gama arranca con el 1.6 TDI de 115 CV y tracción delantera exclusivamente. Como tope de gama está el 2.0 TDI con 190 CV, tracción total y cambio DSG, dejando en un término medio el 2.0 TDI con 150 CV y tracción total objeto de esta prueba. En mayo o junio se sumará una alternativa diésel también con 150 CV y tracción sencilla.
Si bien el motor 2.0 TDI no es el más refinado del segmento, con las últimas evoluciones se han conseguido reducir las vibraciones y sonoridad, no resultando molesto ni siquiera en aceleraciones fuertes. También ha modificado algo su carácter y resulta mucho más suave que en ediciones anteriores.
El Ateca tiene un peso de 1.548 kg en esta opción con tracción total, lo que no es una cifra demasiado alta. Si se añade un motor con bastante fuerza desde bajas vueltas, el resultado es un todocamino de buenas prestaciones capaz de mover con soltura el conjunto incluso en marchas largas.
La caja de cambios de seis velocidades tiene un manejo correcto aunque en esta unidad la marcha atrás no siempre entraba a la primera. Salvo este pequeño detalle, me ha parecido bastante agradable por tacto y recorridos. Los desarrollos están bien elegidos para aprovechar la potencia disponible, dejando una sexta de desahogo pero plenamente utilizable incluso en repechos importantes.
No creo que por prestaciones el Ateca 2.0 TDI 150 CV pueda resultar escaso. Gracias a la buena cifra de par disponible, permite realizar adelantamientos de manera segura en pocos metros y sólo en casos puntuales habrá que reducir una velocidad.
El consumo medio declarado por SEAT para esta versión es de 5,1 L/100. Durante la prueba la media obtenida fue de 5,9 L/100 combinando mucha autovía (70%), algo de ciudad (10%) y carreteras secundarias/vías sin asfaltar (20%). No es una versión excesivamente sensible al estilo de conducción pero está claro que la conducción deportiva hace que el consumo aumente y pueda rondar los 7,5 L/100.
Ficha técnica
Version | 2.0 TDI 4Drive |
---|---|
Cilindrada | 1.968cc |
Potencia | 150 CV a 3.500 rpm |
Par | 340 Nm a 1.750 rpm |
Peso | 1.548 kg |
Dimensiones Lar/An/Al mm | 4363 / 1841 / 1601 |
Volumen Maletero | 485 litros |
Aceleración 0 a 100 km/h | 9,0 seg |
Recuperación 80 a 120 km/h | 6,9 seg (en IV) |
Velocidad máxima | 196 km/h |
Consumo homologado | 5,1 L/100 (5,9 L/100) |
Emisiones CO2 por km | 129 g/km de CO2 |
Precio de partida | Desde 30.850 € (2.0 TDI 150 CV Xcellence 4Drive) |
COMPORTAMIENTO
El SEAT Ateca me ha parecido que es el C-SUV más brillante por comportamiento junto con el Ford Kuga y ciertas unidades del Volkswagen Tiguan. Matizo esto en el último dado que depende mucho del equipamiento elegido (suspensión/llantas marcan en exceso el carácter).
El tarado de suspensión elegido para el Ateca es tirando a firme, lo que consigue reducir los balanceos en tramos con curvas, rotondas y otros giros lentos, transmitiendo mayor agilidad de la habitual en este tipo de coches con el centro de gravedad elevado. Lo interesante del Ateca es que además no resulta incómodo al superar baches, logrando un buen compromiso confort-eficacia.
He podido conducir el Ateca fuera del asfalto y aunque está claro que no es un 4×4 puro, se defiende en tierra, barro y zonas resbaladizas. Todos los 4Drive incluyen un rotor giratorio en la consola con seis modos de funcionamiento diferentes: Normal, ECO, Sport, Individual, Nieve y Off-Road. Actúa sobre el tacto de la dirección, acelerador y gestión electrónica.
Sí he podido realizar un viaje largo desde Madrid hasta Marbella con total comodidad, resultando agradable y silencioso. La sensación de seguridad es total en cualquier circunstancia y la mayor altura del conjunto no genera desconfianza (todavía recuerdo un viaje con un Chevrolet Captiva que en según qué tramos daba miedo).
De vuelta a la ciudad, las recortadas dimensiones del Ateca permiten moverse con soltura sin la sensación de llevar un vehículo aparatoso. La cámara de visión 360º es todo un invento muy útil y práctica, especialmente acompañado de los sensores sonoros. Aparcar el Ateca es muy sencillo con estos sistemas aunque si el presupuesto es ajustado, podrás prescindir de ellos dado que las formas del coche son bastante predecibles.
La iluminación de los faros Full LED nada tiene que ver con las anteriores del León. Por fin tienen un haz y potencia a la altura de lo esperado, resultando muy recomendables. El sistema automático de luces cortas/largas no funciona perfecto pero sí mejor que otros dispositivos similares.
Escelente yo tengo un 1.6 es perfecto