Diseño/Estética
Calidad de acabado
Equipamiento de serie
Equipamiento opcional
Habitabilidad
Maletero
Motor/Refinamiento
Prestaciones
Consumos
Transmisión
Dirección
Frenos y neumáticos
Comportamiento
Calidad de rodadura
Relación valor-precio
7.7
Notable
El SEAT Tarraco es un interesante D-SUV con hasta siete asientos que aplicando los descuentos puede resultar interesante por su favorable relación valor-precio. La tercera fila es apta mejor para niños y el maletero con todos los asientos en uso algo justo. Lo mejor está en la completa dotación de serie, la facilidad con la que se conduce y una calidad de ejecución muy elevada
Con la práctica desaparición del segmento monovolumen son ahora los crossovers de siete plazas la alternativa más atractiva para las familias que quieren mantenerse alejadas de los derivados de turismo. Y entre las propuestas más apetecibles y recientes comercializadas en España está el SEAT Tarraco.
Fabricado en Alemania en las mismas instalaciones que el Volkswagen Tiguan Allspace, el Tarraco se ha convertido en el vehículo de representación para la firma española ahora que el Alhambra ya está en una fase muy avanzada de su vida comercial – aunque tiene todavía mucho que decir-.
Durante una semana he tenido la oportunidad de probar una unidad del SEAT Tarraco 1.5 TSI 150 CV Xcellence y debo reconocer que reúne todos los requisitos necesarios para satisfacer las necesidades de muchas familias. Quizás no sea la versión equilibrada de la gama pero sí muy interesante si valoramos una completa dotación de serie.
DISEÑO
Estéticamente el SEAT Tarraco es muy conservador. A pesar de haber sido el modelo encargado de estrenar la nueva imagen de marca con su frontal tan marcado y característico, en líneas generales es un vehículo discreto, sencillo y elegante que gustará a una gran mayoría pero no podrá atraer a esos compradores que siempre buscan un toque diferenciador.
Visto de perfil es muy parecido al Volkswagen Tiguan Allspace con una generosa superficie acristalada. La unidad testada incluye las bonitas llantas de aleación de 20 pulgadas que son una opción que deberías no incluir al ser totalmente exageradas. Eso sí, en el plano estético cumplen con creces logrando un toque más dinámico.
La zaga es quizás la parte más sosa del Tarraco. A pesar de incluir una moldura que consigue unir estéticamente los pilotos, no incluye iluminación como sí ocurre con el nuevo León. La serigrafía estrenada en este todocamino también se ha ido extendiendo al compacto y pronto lo hará también en el renovado Ateca.
INTERIOR
Si en su exterior no hay riesgos estéticos, en el habitáculo ocurre lo mismo. El diseño del salpicadero es muy sencillo, práctico y con todos los mandos muy a mano. Es cierto que no enamora al primer vistazo pero termina siendo muy sencillo e intuitivo con el paso de los días, algo que al menos yo agradezco por encima de la sofisticación del diseño (que puede complicar las tareas más básicas).
Como buen producto del Grupo Volkswagen, la totalidad de los mandos son comunes con otros vehículos. El sistema de climatización automática (de tres zonas), la botonera empleada para las luces o los elevalunas eléctricos, o el pulsador del freno de mano eléctrico son los mismos que puedes encontrar en otros muchos modelos de mayor y menor precio en VAG. Por regla general no admiten crítica.
La instrumentación digital configurable es de serie en todos los SEAT Tarraco. Posee una pantalla de 10,25 pulgadas y es de alta resolución. Se puede elegir la información que deseamos ver, cambiar la presentación e incluso ampliar el mapa para que ocupe casi toda la pantalla. Su control es muy intuitivo desde el volante, incluido el cambio de vistas.
Repartidos por todo el interior hay varios huecos porta-objetos que además de tener buen tamaño, están bien rematados. Las bolsas de las puertas por ejemplo están tapizadas, en la consola central hay un lugar práctico para dejar el móvil (con carga por inducción), una guantera generosa, etc.
La calidad de los materiales me ha parecido muy buena, con abundancia de plásticos acolchados agradables a la vista y al tacto en las zonas superiores. Hay apliques en símil aluminio o madera según versiones que añaden un toque diferenciador mientras que el negro brillante, presente en algunos elementos, sigue sin ser lo más práctico al ser sucio y sensible a arañazos.
HABITABILIDAD
El SEAT Tarraco se puede pedir en configuración básica con cinco asientos y un enorme maletero con 760 litros de capacidad, o bien con siete plazas y un volumen más limitado que se reduce hasta los 230 litros con todos los asientos en uso, y hasta los 700 si se opta por una configuración de cinco asientos.
Las plazas delanteras me han parecido generosas en todas las direcciones incluso en altura libre para las cabezas a pesar de contar con el techo panorámico de cristal. La postura al volante es muy cómoda, el asiento confortable con múltiples regulaciones y todos los mandos quedan muy a mano. Me ha gustado que parezca más pequeño de lo que realmente es.
En la fila central las tres plazas son correctas aunque lógicamente tres adultos no estarán especialmente cómodos si son corpulentos. Tiene regulación longitudinal y se puede variar la inclinación del respaldo, algo que consigue que sus ocupantes puedan viajar más cómodos. También se agradecen las mesitas plegables, las salidas de aire y el control de climatización independiente.
En la última fila el espacio está bastante limitado y la postura no es demasiado natural al dejar las rodillas demasiado elevadas (no hay hueco para meter los pies bajo la fila central). El ancho disponible si es correcto pero solo disfrutarán estas plazas los más pequeños de la casa que además no tendrán problemas en subir y bajar (con un acceso poco cómodo que requiere cierta fuerza para desplazar la banqueta central).
EQUIPAMIENTO
Los niveles de acabado disponibles para el SEAT Tarraco son los denominados Style, Xcellence y FR, con y sin el paquete de extras “GO” que resulta muy interesante. En todos los casos llevan ópticas Full LED, instrumentación digital, climatizador de tres zonas, paquete visibilidad, paquete eléctrico, etc.
El nivel Xcellence presume también del paquete cromado exterior, tapizado específico, control de crucero adaptativo, detector de ángulo muerto, cristales tintados, llantas de aleación de 19 pulgadas, paquete Xcellence, asistente al aparcamiento automático, cámara de visión posterior, acceso sin llave, arranque por botón, portón trasero automático, estriberas iluminadas, navegador integrado, iluminación ambiental “blanca”, etc. La versión probada corresponde a un Xcellence GO con la tercera fila de asientos, asientos calefactables delanteros y traseros, sistema de visión 360º, asientos delanteros eléctricos y con memoria y cargador de móvil por inducción.
A todo lo mencionado hay que sumar los extras equipados en esta unidad: pintura perlada “Blanco Oryx” (1.120 €), llantas de aleación de 20 pulgadas (970 €), tapizado en piel, tercera fila de asientos (850 €), techo solar panorámico (1.160 €), suspensión adaptativa (850 €), equipo de sonido Beats (530 €) y red de separación (180 €).
El precio recomendado del SEAT Tarraco 1.5 TSI 150 CV 6MT Xcellence GO se ha fijado en los 37.860 €. Aplicando el descuento mínimo actual arranca en los 34.610 € aunque con los opcionales incluidos la factura se eleva hasta los 40.080 € como lo ves en las fotos. Sabemos que en los concesionarios es fácil reducir el precio notablemente así que no te asustes y acude a la red para conocer las ofertas más agresivas.
Los rivales más directos del SEAT Tarraco son precisamente sus hermanos de desarrollo, los Volkswagen Tiguan Allspace y Skoda Kodiaq. Por supuesto en el mercado hay otras opciones como los Nissan X-Trail, DFSK Glory 580 o Peugeot 5008 con alternativas parecidas en gasolina, además de lo que proponen Hyundai y Kia con los Santa Fe y Sorento respectivamente. Salvo el modelo chino y el X-Trail, el resto tienen precios parecidos en cuanto se igualan equipamientos.
MECÁNICA
La gama mecánica del SEAT Tarraco en el momento de escribir este artículo está formada en diésel por los 2.0 TDI de 150 y 190 CV, y en gasolina por los 2.0 TSI de 190 CV, y el 1.5 TSI de 150 CV que es la opción de acceso y también la versión probada. Algo más adelante llegará la versión híbrida enchufable con 245 CV y una generosa autonomía eléctrica.
Volviendo al 1.5 TSI de 150 CV, los usuarios pueden optar por la versión con caja manual de seis velocidades o bien por la transmisión de doble embrague DSG con siete velocidades que tiene un coste adicional de 2.130 €. Con este bloque no se puede contar con la tracción total así que las ruedas que empujan siempre son las delanteras.
Aunque puede parecer un motor escaso para mover el tamaño y peso del Tarraco, lo cierto es que no va nada mal. Lógicamente a plena carga, con el climatizador encendido y subiendo repechos importantes no es demasiado ágil pero logra mantener los cruceros legales establecidos e incluso algo por encima.
Me ha sorprendido el consumo en términos generales para bien, con medias por autovía que pueden quedarse en los 7,3 L/100 y cerca de los 8,0 L/100 si se hace una conducción algo más dinámica. En ciudad sí se eleva el gasto hasta superar los diez litros aunque tampoco es algo descabellado. Hay vehículos más ligeros y pequeños con potencia parecida que gastan lo mismo. Si no miramos nada el ahorro, lo normal es que el Tarraco alcance cifras cercanas a los 12-14 L/100 sin demasiados problemas.
La caja de cambios manual de seis velocidades tiene un escalonamiento correcto aunque la sexta demasiado larga no es siempre útil. Creo que sería una opción más interesante para aquellos que se mueven mucho el 2.0 TDI de 150 CV o, si lo quieren todo, el 2.0 TDI de 190 CV con cambio DSG y tracción total aunque el precio se aleja bastante. La opción más equilibrada sería la formada por el 2.0 TDI de 150 CV y el cambio DSG pero no se oferta actualmente en España.
Ficha técnica
Version | 1.5 TSI 110 kW |
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Cilindrada | 1.498cc |
Potencia | 150 CV a 5.000 rpm |
Par | 250 Nm a 1.500 rpm |
Peso | 1.634 kg |
Dimensiones Lar/An/Al mm | 4735 / 1839 / 1658 |
Volumen Maletero | 230 / 700 / 1.775 litros |
Aceleración 0 a 100 km/h | 9,7 seg |
Recuperación 80 a 120 km/h | 9,5 seg |
Velocidad máxima | 201 km/h |
Consumo homologado | 7,4 L/100 |
Emisiones CO2 por km | 169 gr |
Precio de partida | Desde 26.250 € (1.5 TSI 150 CV Style 6MT) |
COMPORTAMIENTO
El carácter dinámico del que siempre presumen los ingenieros de SEAT en cada nuevo desarrollo no está presente en el Tarraco. Al menos con el acabado Xcellence y la suspensión pilotada, el más grande los crossovers de la marca no presume de un paso por curva sensacional o unas reacciones ágiles. Tampoco creo que su cometido sea el contentar a los “fitipaldis”.
Con la familia en la mente de los ingenieros, está claro que el SEAT Tarraco es un automóvil para viajar con los peques. No es torpe, ni lento de reacciones ni tampoco balancea como una barca pero no alcanza la precisión en la pisada que sí consigue un SEAT Ateca mismamente, mucho más brioso y rápido en tramos con curvas.
El mayor tamaño y peso del Tarraco pasan factura. También que el público al que va dirigido sea más mayor de lo normal en la marca. Para los que quieran un Tarraco con un toque más firme podrán elegir el acabado FR que sí cuenta con una suspensión más seca que controla los movimientos de la carrocería pero también resulta más dura e incómoda.
Lo mejor de Tarraco es el silencio de marcha. En ciudad el motor no se percibe, siendo muy refinado y agradable salvo por los tirones que de vez en cuanto empañan las sensaciones. En autovía igualmente es muy silencioso y solo en asfaltos en estado mejorable el exceso de goma se percibe más de la cuenta en el interior.
Me gusta que a pesar de su tamaño en ciudad no sea un coche excesivamente complicado de conducir. Se puede aparcar con facilidad, no transmite la sensación de ser muy ancho y eso sí, se necesita un hueco generoso para poder estacionar los 4,7 metros de longitud del coche. Gracias a la cámara de visión cenital y los sensores se consigue en pocos segundos con total seguridad.
Me ha gustado el funcionamiento de las ópticas principales, con un haz fuerte y blanco que facilita notablemente la conducción por la noche. El sensor de lluvia funciona correctamente y el encendido automático de luces también es satisfactorio, no así el control de crucero adaptativo que en ocasiones reacciona bruscamente. Otro elemento digno de alabar es el climatizador automático, con mucha potencia para enfriar rápido el enorme habitáculo.
Equipamiento muy completo
Espacio/modularidad
Precio sin descuentos
Tirones a bajo régimen