Diseño/Estética
Calidad de acabado
Equipamiento de serie
Equipamiento opcional
Habitabilidad
Maletero
Motor/Refinamiento
Prestaciones
Consumos
Transmisión
Dirección
Frenos y neumáticos
Comportamiento
Calidad de rodadura
Relación valor-precio
7.7
Notable
A pesar de que la fiebre SUV sigue al alza, no son muchos los modelos de este segmento que ofrecen capacidad para siete ocupantes, no al menos a un precio razonable para la gran mayoría de bolsillos. Hace poco tuve la oportunidad de ponerme al volante de uno de estos mastodontes de la carretera, el Mercedes-Benz GLS, y lo cierto es que exuda espacio para siete pasajeros por los cuatro costados. Eso sí, la factura rápidamente se eleva por encima de los 100.000 euros. Y algo similar ocurre con los Land Rover Discovery, Range Rover Sport, Volvo XC90 o Audi Q7.
Si bajamos un escalón y nos vamos a modelos más generalistas también encontraremos algunos modelos con esta capacidad, tales como el Mitsubishi Outlander, el Land Rover Discovery Sport, el Kia Sorento, el Nissan X-Trail, el Peugeot 5008 o el Hyundai Santa Fe, pero en prácticamente todos ellos el espacio de la última fila de asientos solo es recomendable para los más jóvenes. Es por ello que desde Škoda han querido aprovechar este filón para lanzar al mercado un SUV de grandes dimensiones que plante cara a los rivales más duros del segmento, y ojo, porque la fórmula ha funcionado y en sólo tres meses se han realizado 37.000 pedidos del modelo en toda Europa.
Si bien es cierto que Škoda no es una marca que siempre haya hecho una fuerte ofensiva de producto, con continuados lanzamientos y una amplia variedad de productos, últimamente las cosas están cambiando mucho en el fabricante checo y, sinceramente, su producto nos gusta. Lo último de la marca en todos los segmentos cuenta con un diseño más trabajado, tiene presencia, un equipamiento muy completo, una relación calidad-precio excelente y, sobre todo, no tiene nada que envidiar a otras marcas más reputadas del Grupo VAG al que pertenece. Y si queréis algunos ejemplos no hay más que ver los nuevos Octavia, Superb o Karoq.
Centrándonos en el Škoda Kodiaq, este tiene todas las papeletas para ser un triunfador: es amplio, competitivo en precio (si no lo llenamos de extras, claro), polivalente, práctico, está bien rematado, ofrece un amplio abanico de mecánicas y lo que es más importante para el público actual, es un SUV. Como verás, su diseño es muy similar al de sus hermanos de gama y la calidad del conjunto se acerca al buque insignia de la marca, el Škoda Superb, así que quítate de la cabeza esa imagen de producto low cost sin personalidad que pudieras tener de la marca y vayamos a conocer a fondo sus virtudes y defectos.
Diseño exterior
Como viene siendo habitual en la casa checa, el Škoda Kodiaq no arriesga en exceso en lo que a diseño se refiere, lo cual también tiene su parte buena si pensamos en el paso de los años. Visualmente aporta la robustez y agresividad que cabría esperar de un SUV, pero todo ello sin alejarse del actual ADN de la marca. Sus rasgos son muy similares a los del Superb, especialmente en el frontal y la zaga, aunque quizá el conjunto no resulte tan sugerente como en la berlina salvo que nos vayamos al acabado tope de gama.
El frontal se encuentra presidido por la característica parrilla de lamas negras de la marca con borde cromado, la cual luce unas generosas dimensiones. En ambos extremos de la misma se encuentran ubicados los faros principales LED con luz de conducción en curva, los cuales cuentan con iluminación diurna LED en la parte inferior que en cierto modo le da continuidad a la rejilla y le otorga profundidad al faro. Esta forma una ‘L’ refinada y ancha que cumple también las funciones de intermitente. El resultado es simplemente espectacular. Además, el contorno negro aporta esa mirada profunda y concentrada al modelo.
La tecnología de diodos luminosos le da una firma lumínica inconfundible tanto en el día como en la noche y el diseño del interior del faro magnifica la potencia de la mirada. En su conjunto, el sistema de iluminación es realmente recomendable si por la zona o el horario de los desplazamientos precisamos de un buen par de faros que, pese a no ofrecer una mala iluminación, no son los más generosos que hemos probado en cuanto a lúmenes se refiere.
Por otra parte, el corte del faro y la presencia de las dos ópticas adicionales -junto a las que también encontramos los lavafaros en este caso- le da un extra de personalidad y expresividad al frontal, pero también es cierto que es uno de los elementos de diseño que más criticado está siendo por el público, al igual que ha ocurrido en el nuevo Škoda Octavia.
En el paragolpes delantero el Kodiaq cuenta con una entrada de aire inferior divida en dos alturas. La parte superior es la más extensa y cuenta con un diseño de nido de abeja, mientras que la inferior se integra en las protecciones plásticas que bordean la carrocería de este SUV para darle un toque campero al conjunto. Al mismo tiempo, en el capó es protagonista un gran nervio que transcurre desde la luna delantera hasta el logo, localizado en posición central sobre la parrilla. En la misma encontramos también el radar y los sensores.
El radar frontal ofrece adicionalmente las funciones de Front Assist y City Emergency Brake que nos asistirán en caso de choque inminente con el fin de detener el coche o minimizar las consecuencias de un accidente.
El nuevo Škoda Kodiaq puede equiparse también con cámara de visón trasera de excelente resolución y PARK ASSIST. Una mini cámara que captura la zona de detrás del vehículo se sitúa en el portón trasero y se activa automáticamente cuando se engrana la marcha atrás, emitiendo su señal en la pantalla del sistema de infoentretenimiento. En la imagen, aparecen las líneas de guía dinámicas para mostrar la dirección en la que el coche debería ir con la posición del volante actual y una vista 360º para facilitar las maniobras.
En la vista lateral el Kodiaq sigue haciendo gala de una fuerte presencia con tintes SUV, destacando elementos como los raíles cromados de techo, una gran superficie acristalada con las lunas posteriores tintadas y un nervio superior bajo la misma que va desde el capó hasta la zaga uniendo la apertura del mismo con los pilotos traseros. Con ello, el lateral luce un diseño más bien cuadrado que da el toque robusto y dinámico al conjunto, el cual se muestra carente de distracciones o adornos en esta versión.
Por el contrario, sí que destacan las atractivas llantas de aleación que cuentan con unas dimensiones de 18 pulgadas de serie en este acabado Style, aunque de forma opcional, esta unidad equipaba unas llantas de aleación de 19 pulgadas en diseño Triglav -545€- que montaban unos neumáticos Pirelli Scorpion Verde en dimensiones 235/50 R19. En la vista lateral, también encontramos el sistema de apertura y cierre manos libres. Junto al mando, en la marca nos dieron uno adicional para controlar la calefacción estacionaria con control remoto -1.105€-, podéis verlo en la imagen.
La zaga, por su parte, luce una pronunciada caída vertical de líneas angulosas. El efecto de dichas líneas es ofrecer un aspecto de mayor anchura en el que el protagonista es un portón de grandes dimensiones con sistema eléctrico y manos libres que facilita bastante las maniobras de carga y descarga. A ambos extremos y divididas por el mismo encontramos las luces traseras partidas del que brillan con tecnología LED gracias al paquete ‘PARK ASSIST+TRAILER ASSIST + Area View, conjunto pilotos tras. LED High’ -1.060€-.
Lo cierto es que se trata de una parte posterior muy limpia en la que también destacan unos catadióptricos ubicados en las esquinas del paragolpes trasero, justo en la línea superior de una zona en color negro contraste que pretende servir de protección. Por último y, vista desde arriba, esta unidad equipaba de forma totalmente opcional el techo corredizo panorámico que lo cierto es que presenta unas dimensiones de los más generoso, eso sí, habrás de pagar por él nada menos que 1.130 euros. No faltaba tampoco la antena de tipo aleta de tiburón.
Diseño interior
El interior del Skoda Kodiaq también es muy similar al del buque insignia de la firma checa, el Superb, aunque a mi parecer hay algunos aspectos de calidad que están más cuidados en este último. Sí, es cierto que el Kodiaq es el máximo representante del fabricante en el segmento SUV, pero su enfoque campero también hace que encontremos a bordo una mayor presencia (pero en ningún momento exagerada) de plásticos duros o algunos componentes peor ensamblados que en el caso del Superb.
En cualquier caso, nos encontramos ante un habitáculo limpio, elegante y espacioso de líneas horizontales en el que podemos encontrar algunos tintes deportivos, como es el caso del volante de cuero perforado y achatado en su extremo inferior -125€-. La calidad al tacto y a la vista, en líneas generales, son notables, al igual que la comodidad en todas y cada una de las plazas, aunque hay algunos aspectos que no han terminado de convencerme, como la cubierta plástica de la guantera superior.
Los materiales de tacto blando están presentes en gran parte del salpicadero, especialmente en las partes más elevadas y visibles, mientras que en el centro del salpicadero la tecnología del modelo se hace notar con el sistema de infoentretenimiento opcional COLUMBUS -1.175€- con material cartográfico de Europa, «SMART LINK», control voz e ICC. Este sistema de infoetretenimiento es el tope de gama y lo cierto es que destaca por su rapidez, la calidad y nitidez de su pantalla y por los centenares de opciones con los que cuenta.
Las puertas cuentan con unas dimensiones generosas que favorecen el acceso al gran habitáculo, además de contar con unas cantoneras retráctiles que protegen tanto nuestras puertas como algún vehículo que pudiésemos tener al lado al abrirlas. Es un detalle muy acertado (y muy “Simply Clever”).
El sistema puede satisfacer cualquier necesidad de información y entretenimiento. Su sistema 3D utiliza una pantalla táctil de ocho pulgadas con una resolución de 800 x 480 pixeles. Unido a este sistema encontrábamos de forma opcional el sistema de sonido CANTON -390€- que ofrece una sonoridad particularmente refinada, ya que cuenta con ocho altavoces en las puertas, uno central en el salpicadero y un subwoofer en el maletero. La potencia total es de 570 vatios.
La iluminación ambiente en habitáculo -Paquete LED PLUS: 185€- incluye las molduras Mythos Glossy Black y ayuda a reducir la fatiga visual por la noche y la sobriedad que caracteriza al diseño del interior. Junto a la iluminación del panel de instrumentos y el interior en acabado negro (hay disponible otro beige), crea una atmósfera muy agradable. Dicha luz interior es ajustable atmosféricamente en distintas formas en función del estatus del vehículo, estando disponibles varios colores e intensidades.
La guantera inferior está iluminada y cuenta con una salida de ventilación, mientras que la superior no. Eso sí, ambas cuentan con recubrimiento, la inferior está tapizada y la superior con base de goma.
Como ya he comentado, los asientos ofrecen un agarre y un mullido aceptables, estando tapizados en cuero -825€-. Dadas las características del vehículo, la sujeción es suficiente y el acolchamiento confortable para hacer largos viajes. Además, las plazas delanteras cuentan con regulación eléctrica e incluso memoria -1.045€-. Nuestra unidad montaba en la columna, justo donde se ubica el bombín del sistema de arranque, un botón de arranque y parado fruto del sistema Kessy -260€-.
Por debajo sistema de infoentretenimiento están los controles del climatizador trizona de esta unidad, y lo cierto es que al verlos te darás cuenta de que la claridad y la precisión son comunes en todos los elementos del interior. De hecho, muchos de los elementos de la consola central me han recordado muy positivamente a los elementos del resto de modelos del Grupo Volkswagen.
A continuación, nos topamos con la extensión de la consola que empieza a curvarse en la tapa de un hueco portaobjetos ubicado frente a la palanca de cambios de la transmisión automática DSG de siete velocidades. En este hueco encontramos una superficie gomosa antideslizante ideal para guardar pequeños objetos además de la tomas USB y Aux del equipo de sonido. La bandeja es tan amplia que incluso puede depositarse en ella un smartphone. La parte posterior de la palanca de cambios cuenta con algunos botones y el pulsador del freno de mano eléctrico. Entre ellos encontramos el modo off road, la activación y desactivación del sistema Start/Stop y el selector de modos (MODE).
Si viajamos hacia a lo largo de la consola central, destaca el apoyabrazos con compartimento y con regulación en altura y profundidad. Los paneles de las puertas también proporcionan una amplia sensación de calidad y los controles de los elevalunas han sido ubicados ergonómicamente en el reposabrazos, al tiempo que en el lado del conductor se sitúan los controles eléctricos de ajuste de los espejos.
Por otra parte, el acceso a las plazas traseras es realmente sencillo y la habitabilidad en las mismas es sobresaliente a lo largo y a lo ancho. El problema de los SUV suele ser la plaza central, especialmente a causa del túnel de transmisión central, y aunque en este caso el ancho del vehículo ofrece espacio suficiente para tres adultos atrás, dicho túnel y las salidas de ventilación son bastante intrusivas en la plaza central y el mullido del asiento más duro a causa del resposabrazos.
Respecto a la tercera fila de asientos, esta forma parte de un paquete que también incluye el mencionado reposabrazos en la segunda fila de asientos, el suelo doble en el maletero y el reposabrazos central delantero. Su coste asciende a 1.025 euros y son fácilmente plegables, pero pecan de lo mismo que el resto de modelos del segmento con estas dimensiones: su acceso es complicado y requiere bastante agilidad, su postura es realmente baja y el espacio para los pies es una tortura (sobre todo si calzas un 46 como yo). Aun así, como digo, están en la media del segmento y son más recomendables para jóvenes y niños que para adultos, aunque alguien de hasta 1,70 podría viajar con cierta comodidad.
Para ofrecer un plus de comodidad a estos pasajeros de las plazas posteriores, desde Škoda han optado por añadir luces de cortesía y lectura, desbloqueo asiento trasero mecánico -95€-, resposabrazos laterales, hueco portaobjetos e incluso una toma de corriente, algo que sinceramente es de agradecer. Además, con el paquete Family II -225€- gozarás incluso de cortinillas en las ventanas posteriores cuyas varillas se han forrado en fieltro para no molestar con el ruido al circular sobre firmes irregulares.
Adicionalmente, Škoda ha vuelto a sorprendernos con la capacidad del maletero, una de las mayores del segmento con sus 650 litros en la versión de cinco plazas. En este caso, al tratarse de un siete plazas, hablamos de 560 litros, los cuales se reducen hasta 270 litros con los asientos plegados (un espacio bastante generoso en el segmento) y aumentan hasta los 2.065 con la segunda y tercera filas abatidas. Al llevar la rueda de repuesto, carecemos en este caso del doble fondo.
Motorización
El Škoda Kodiaq está disponible con cinco propulsores, dos TDI y tres TSI. Van desde los 1.4 a los 2.0 litros y la potencia oscila entre los 125 y los 190 CV. En cualquier caso, todos los motores incorporan turboalimentador e inyección directa y cumplen la normativa de emisiones EU6, incluyendo los sistemas Start-Stop, recuperación de la energía de la frenada y un potente sistema termodinámico que contribuyen a un bajo consumo a pesar de la potencia que desarrollan.
El TDI 2.0 está disponible en dos versiones. La primera genera 150 CV y 340 Nm y la superior ofrece 190 CV y pone en el cigüeñal 400 Nm. El TDI de entrada consume de media 5,3 litros de gasoil y emite 139 gramos del CO2. El motor diésel más potente acelera el gran SUV de 0 a 100 km/h en 8,6 segundos y alcanza una velocidad punta de 210 km por hora.
La gama de motores de gasolina consiste en dos TSI 1.4 y un 2.0. La versión de entrada de este compacto tetracilíndrico genera 125 CV y 200 Nm de par motor. Su consumo en ciclo NEDC es de 6 litros a los 100 Km con unas emisiones de 140g/km de CO2. En la versión más potente la potencia es de 150 CV y el par de 250 Nm, al tiempo que su sistema ATC (Active Cylinder Technology) desconecta el segundo y el tercer cilindro cuando la carga y la velocidad del motor son bajas. El 2.0 TSI incorpora un nuevo proceso de combustión de máxima eficiencia y genera 180 CV de potencia y un par de 320 Nm.
En función de la mecánica, se ofrece la caja manual de seis marchas o la DSG de seis o siete velocidades. La nueva transmisión de doble embrague y siete relaciones se estrena en Škoda y es una variante diseñada para motores potentes con par de hasta 600 Nm.
En mi caso, he optado por el bloque 2.0 TDI con 150 caballos, tracción total y transmisión DSG de siete velocidades, quizá la opción más recomendable para aquellos que usan el coche casi a diario y aprovechan para hacer escapadas con relativa frecuencia. Cuenta con un par máximo de 340 Nm entre las 1.750 y las 3.000 rpm, lo que le permite recuperar con fuerza desde bajas vueltas y en un amplio aceptable de revoluciones, pero sus casi dos toneladas de peso le pasan factura cuando queremos o necesitamos que el modelo se mueva con brío para adelantar o subir un puerto de montaña.
Es una mecánica bastante silenciosa pensada para circular tranquilos, aspecto en el que cumple con nota, pero si sueles ir con el coche lleno de gente y equipaje y lo que deseas es un motor voluntarioso, quizá deberías plantearte la compra del bloque de 190 CV, irá mucho más desahogado. Aun así, este no presenta malas cifras, con un 0 a 100 km/h en 10,2 segundos y una velocidad punta de 192 km/h, prestaciones que se combinan con unos consumos muy adecuados para el SUV que es, pues el ciclo combinado se detiene en los 5,6 l/100 km según la marca, aunque la realidad es algo distinta.
Básicamente podríamos decir que estamos ante un motor enfocado a priorizar la eficiencia y la comodidad de los pasajeros que, adicionalmente, cuenta con una gestión del cambio DSG en sintonía con esta filosofía. Lo cierto es que, para gran parte de los trayectos, conductores y situaciones, este cumple de forma notable con su cometido, cambiando lo antes posible de forma rápida y suave, lo cual se agradece en ciudad y autopista, aunque si eres de los que también disfrutan en carreteras de montaña incluso con un mastodonte como este, echarás en falta un poco más diversión al volante.
Lo mismo ocurre a la hora de necesitar algo más de potencia en momentos puntuales como, por ejemplo, un adelantamiento, donde lo más recomendable es darle las órdenes al acelerador con algo de tiempo para que transmisión y motor reaccionen con la energía que cabría esperar de un conjunto como este. Otra opción es jugar con las levas o con el modo secuencial de la palanca de cambios para obtener reacciones mucho más inmediatas.
Por último, hay que hacer especial mención al cambio DSG en maniobras a poca velocidad o fuera del asfalto. No es ningún secreto que es en marchas cortas cuando salen a relucir los principales fallos de esta transmisión, haciendo gala de cierta brusquedad que nos puede pasar factura. Un cambio de embrague robotizado como este requiere que juguemos en exceso con el acelerador en primera para gestionar el embrague, por lo que forzarlo con recorridos a baja velocidad y con obstáculos le hará patinar y sufrir mucho a este elemento mecánico.
Ficha técnica
Version | 2.0 TDI - 4 cilindros en línea |
---|---|
Cilindrada | 1.968 cm3 |
Potencia | 150 CV (110 kW) @ 3.500 - 4.000 rpm |
Par | 340 Nm @ 1.750 - 3.000 rpm |
Peso | 1.751 kilos |
Dimensiones Lar/An/Al mm | 4.697 / 1.882 / 1.655 mm |
Volumen Maletero | 270 - 560 (2.005) litros |
Aceleración 0 a 100 km/h | 9,8 segundos |
Recuperación 80 a 120 km/h | N.D. |
Velocidad máxima | 195 km/h |
Consumo homologado | 6,4 / 4,8 / 5,4 l/100 km (urb. / extraurb. / comb.) |
Emisiones CO2 por km | 142 g/km de CO2 |
Precio de partida | 25.990 euros |
Comportamiento
Al ponerte al volante de un SUV de estas características, has de ser consciente de que no vas a encontrar reacciones ágiles, pasos por curva rápidos o direcciones precisas, pero sin embargo te va a sobrar algo que, personalmente, valoro mucho más: confort y calidad de rodadura a raudales. Está claro que el Škoda Kodiaq es un modelo pensado para el día a día y largos viajes, es por ello que la firma checa lo ha dotado de una postura de conducción elevada en la que no te costará encontrar la postura óptima -especialmente con los asientos de regulación eléctrica-, una gran superficie acristalada que facilita la visibilidad en todos los ángulos y diversas ayudas a la conducción que te solucionarán algún que otro quebradero de cabeza tanto en ciudad como en autopista.
Es cierto que una ciudad como Madrid no es el mejor entorno para un vehículo de 4,7 metros de longitud, al margen de que puedas desenvolverte en la misma con total normalidad (y de hecho es lo que hará la mayoría de clientes del Kodiaq). En la urbe sus dimensiones son su mayor hándicap a la hora de callejear o aparcar. Sin embargo, desde Škoda han pensado en todo y han dotado al Kodiaq de algunas tecnologías que te harán la vida más fácil en espacios reducidos, como los sensores de aparcamiento delanteros y traseros, la cámara con guías dinámicas o el sistema de aparcamiento semi-autónomo. Lógicamente, no solo les sacarás provecho en la urbe, sino también a la hora de aventurarte campo a través (como comentaré un poco más adelante) cuando tengas que superar diversos obstáculos y el prominente morro del coche o la pronunciada zaga no te permitan ver todas las roturas del terreno.
A pesar de su buen hacer en el núcleo urbano, en autopistas y autovías donde anhelarás seguir recorriendo kilómetros y kilómetros, pues lo cierto es que el Škoda Kodiaq sorprende por su confort de marcha y su calidad de rodadura, ofreciéndote incluso un selector de modos de conducción que cuenta con una configuración de seis modos, los cuales varían de manera notable los ajustes del vehículo. Puede que esta mecánica no sea la más adecuada para sacarle todo el jugo a algunos de los modos, pero en todos ellos este SUV te deleitará con una gran sensación de aplomo y una insonorización notable que en muchos casos está por encima de sus rivales directos.
La puesta a punto del modelo es buena y como os digo aúna habitabilidad, confort y estabilidad. Puede que con la suspensión de serie (McPherson delantera de paralelogramo deformable con cuatro brazos detrás) y dada su larga batalla, esta te resulte algo blanda al circular por terrenos rotos y tramos bacheados, pero al equipar la suspensión opcional adaptativa (DCC) tendrás la opción de ajustar los amortiguadores a tres niveles de firmeza predefinidos -Comfort, Normal y Sport- y, con ello, disfrutar aún más de la vida a bordo del Kodiaq. Aunque varía su dureza de un modo a otro, diría que el modo Normal es el más versátil y polivalente, pues te permite circular cómodo en ciudad o autopista y a la vez ir rápido por carreteras reviradas sin que el conjunto cabecee en exceso.
Es en carreteras secundarias o de montaña donde salen a relucir los principales contras del Kodiaq, pues a pesar de sus múltiples ayudas a la conducción, la física es la física y su altura, su longitud y su peso se harán notar si queremos circular algo más ligeros de lo normal. Si bien es cierto que no hablamos de un coche para “ir de tramo”, también lo es que la sensación de seguridad es máxima y la dirección cumple de forma aceptable si elegimos el modo adecuado (ten en cuenta que hablamos de una dirección muy asistida para destacar en ciudad y carretera), aunque es inevitable que su velocidad de reacción sea bastante limitada. Pero que no cunda el pánico, este SUV siempre muestra unas reacciones seguras y predecibles. Al mismo tiempo, el tacto de los frenos es fácilmente dosificable y podría destacar su buen hacer ante una emergencia.
Por último y, como mencioné anteriormente en ‘Motorización’, el principal hándicap de este modelo a la hora de enfrentarse a tramos off road de dificultad baja o media es la transmisión DSG, pues además de ser brusca a baja velocidad, puede hacer patinar en exceso el embrague y producir un excesivo desgaste de las piezas si lo forzamos en tramos rotos o superando obstáculos. Aun así, opcionalmente la marca ofrece un modo off-road que adapta el chasis, la gestión del motor y los frenos al terreno irregular. Esto afecta al empuje, la tracción y la desaceleración, contando adicionalmente con un asistente para descenso de pendientes.
Por contra, el sistema de tracción total con control electrónico funciona de maravilla y está disponible para la mayoría de variantes de motor, ofreciendo un gran incremento en tracción, estabilidad y seguridad. La pieza clave del sistema es el embrague multidisco electrónico, ya que con él el sistema de tracción total trabaja de forma inteligente y rápida. Su unidad de control calcula constantemente el par ideal para el eje trasero y la pérdida de tracción queda virtualmente eliminada por el sistema de control. A régimen alto o con poco peso, la tracción se realiza a través del eje delantero y se ahorra combustible.
Equipamiento y precio
El nuevo Škoda Kodiaq está disponible en tres acabados: Active, Ambition y Style. Además, los clientes más exigentes podrán encontrar en el último trimestre del año (si la producción lo permite) otras dos versiones: la Scout, caracterizada por su aspecto más aventurero y campero; y la SportLine, más enfocada a aquellos clientes desenfadados que se niegan a renunciar a la deportividad aunque solo sea de manera visual. Ambas se presentaron en el Salón de Ginebra 2017.
La unidad probada, un Škoda Kodiaq 2.0 TDI 110 KW (150 CV) DSG 7 vel. 4×4 Style con todos los opcionales que os he ido comentando a lo largo de la prueba, alcanza un precio recomendado de 50.675 euros, pero que no cunda el pánico, el descuento de la marca es de 4.830 euros, por lo que el precio final es de 45.845 euros. Todo ello sin perjuicio de otros posibles descuentos comerciales en la concesión o por financiación.
Sí, hablamos de un precio bastante elevado, especialmente a causa de los extras (el modelo parte de los 22.700 euros y, con este motor y acabado, de 34.900 euros), pero a cambio tendremos un SUV de gran calidad con un espacio interior notable y un completo equipamiento en el que no faltan múltiples airbags, ABS, EBD, TCS, ESP, TPMS, luces diurnas por LEDs, llantas de aleación de 19 pulgadas, Front Assist, los cuatro elevalunas eléctricos, control y limitador de velocidad, asientos posteriores con ajuste longitudinal y de inclinación del respaldo, cristales sobretintados, sensor de lluvia, encendido automático de luces, sistema de audio con pantalla de 8 pulgadas, Smart Link, cámara de visión trasera, sensores de parking traseros, ópticas Full LED inteligentes, SmartBeam, climatizador automático de tres zonas, sistema de navegación integrado, control de descensos, sistema de acceso y arranque sin llave, portón automático, sensores de parking delanteros, servicios OnLine 1 año o tapizado de cuero, entre muchos otros.