Diseño Interior
Como el resto de modelos de la marca, la influencia del grupo VAG se hace palpable desde el momento en que nos asomamos al habitáculo. El término que mejor define el interior del Spaceback quizá sea “ordenado”. Da la sensación de que cada cosa está exactamente donde debe estar, resultando muy práctico y funcional, y para nada recargado. En este sentido podemos decir una vez más que la sencillez dentro de un vehículo es un punto positivo.
Aun así, tratándose de un modelo completamente nuevo y juvenil que además representa el lanzamiento de una línea de diseño, teóricamente renovada, la marca podría haber introducido modificaciones en algunos de los elementos sin perder esa sencillez y darle de esta manera un diseño más juvenil al interior.
El salpicadero del Spaceback presenta un embellecedor metálico dispuesto horizontalmente a la altura de las toberas de aire, que en el caso de nuestra unidad de pruebas, era de color blanco piano. Si bien es cierto que los plásticos con los que está fabricado todo el frontal son duros y parecen muy duraderos, su apariencia es mejorable.
El puesto de conducción está claramente estructurado y organizado. Todo está en la posición esperada. Los controles de las distintas funciones están diseñados ergonómicamente y bien localizables. Los diseñadores han trabajado especialmente en la alineación horizontal haciendo que parezca más espacioso.
Todas las versiones de este modelo están equipadas con volantes de tres radios ajustables en altura y profundidad. En función del nivel de acabado, los clientes pueden escoger entre diferentes modelos de volante. Las diferencias están en el material utilizado y las funciones (sin controles o multifución con control de la radio y el teléfono).
En el espacio existente entre los asientos delanteros nos encontramos con la prolongación de la consola central en la que se monta la palanca de cambios DSG de 7 velocidades, un par de posavasos, una bandeja portaobjetos bajo la palanca de cambios y un apoyabrazos con compartimento portaobjetos.
Tras el volante nos encontramos con una disposición de relojes y display monocromo muy clásica. En el cuadro de instrumentos tendremos toda la información que necesitemos, desde un cuentarevoluciones hasta un completo ordenador de abordo con velocímetro digital.
El gran portón trasero incorpora la luna trasera y da acceso a una amplia zona de carga, lo que hace que el portón sea funcional y un elemento más de diseño. Cargarlo es muy fácil teniendo en cuenta la altura de la obertura (841 mm) y lo baja que está (677 mm). La parte superior del portón cuenta con un pequeño alerón que monta la tercera luz de freno.
El maletero del Spaceback es realmente generoso ya que cuenta con 415 litros de capacidad (138 litros más que el Rapid). Si abatimos los asientos, no obtendremos una superficie de carga totalmente plana en un principio pero sí que contaremos con 1.380 litros de capacidad. El nuevo Spaceback cuenta con un doble suelo en el maletero que puede dividir el espacio en dos niveles horizontales proporcionando una doble utilidad (en la posición más alta sí que obtendremos la zona de carga totalmente plana pero perderemos algo de altura)
Equipamiento y Seguridad
El Škoda Spaceback está disponible en tres acabados: Active, Ambition y Elegance.
Los distintos acabados pueden mejorarse con numerosos elementos adicionales.