Diseño/Estética
Calidad de acabado
Equipamiento de serie
Equipamiento opcional
Habitabilidad
Maletero
Motor/Refinamiento
Prestaciones
Consumos
Transmisión
Dirección
Frenos y neumáticos
Comportamiento
Calidad de rodadura
Relación valor-precio
7.2
Notable
Con el Tivoli los chicos de SsangYong iniciaron una nueva etapa en la que están creciendo con fuerza. Da un salto de calidad gigante en apartados tan importantes como la presentación, calidad de acabados o comportamiento, siendo además uno de los modelos del segmento más amplios y silenciosos. En términos de comportamiento, hablamos de un coche enfocado a una conducción sin excesos, con una postura de conducción elevada, una longitud exterior ajustada y buena habitabilidad por un precio más que aceptable.
Estas Navidades he tenido la oportunidad de ponerme al volante del SsangYong Tivoli, una de las apuestas coreanas para el segmento B-SUV que, si os digo la verdad, tenía bastantes ganas de probar tras recorrer varios cientos de kilómetros el pasado verano con su hermano mayor, el SsangYong XLV. Ambos modelos han sido un completo éxito en algunos mercados, y lo cierto es que la compañía ha acertado en sus esfuerzos por crear lo que el usuario europeo busca en materia de acabados, tacto o dinamismo.
La marca ya llevaba un tiempo queriéndole dar una vuelta a su oferta compacta debido a que, en cierto modo, es un segmento en el que andaban muy cojos hasta la aparición de estos modelos. Es verdad que como todo automóvil que se precie, el Tivoli tiene sus puntos fuertes y sus puntos débiles, pero que los chicos de SsangYong han dado un salto de calidad gigante tanto en comportamiento como en presentación -situándose al mismo nivel que el resto de la dura competencia sin perder la favorable relación precio/producto-, es una realidad tan grande como la copa de un pino.
Para el desarrollo del Tivoli, el equipo del fabricante trabajó muy duro en el proyecto durante cuatro años, con un total de 280 millones de euros invertidos en el mismo para crear un vehículo que ha aterrizado en un segmento al alza. Los SUV son cada día más populares, y es que el Juke marcó una época le pese a quien le pese. Actualmente, bien es sabido que la competencia es notoria, con modelos como el Captur, el Mokka, el 2008, el Vitara y un largo etcétera que se lo están poniendo muy complicado.
En SsangYong eran y son conscientes de que su Tivoli no se convertirá en un súper ventas de la noche a la mañana, pero pasito a pasito la marca va logrando una posición más sostenible de cara al futuro con un producto que poco o nada tiene que envidiar a sus rivales. Puede que, por ejemplo, el equipamiento tecnológico sea más bien justo, pero este se adapta bien a las necesidades de la mayor parte de los usuarios. Por contra, ofrece algo que hasta hace poco no encontrábamos prácticamente en ningún B-SUV: la tracción total.
Pero hablaré de cada cosa en su momento, ahora pasemos a conocer a fondo uno de los últimos productos de SsangYong, un producto con el que desde Autonoción hemos querido innovar como hizo la compañía coreana con él y, aprovechando la llegada del nuevo año, os hemos preparado una sorpresa que podréis encontrar al final de la prueba y de la que espero poder obtener vuestro feedback.
¡Vamos a ello!
Diseño exterior
Exteriormente, el SsangYong Tivoli es una original apuesta en lo que a diseño se refiere. Si bien es cierto que estamos ante uno de esos coches que o te gusta, o lo aborreces, hay que reconocer que su nuevo lenguaje de diseño está más trabajado que en modelos anteriores de la marca. Sin embargo, ya sabéis que para gustos los colores, por lo que dejaremos a un lado las opiniones personales para centrarnos objetivamente en su estética.
En primer lugar, la manifiesta horizontalidad de las líneas del frontal del Tivoli se aprecia gracias a una calandra superior en negro brillante que cuenta con el logo de la marca en posición privilegiada. Esta línea cuenta con un diseño uniforme que llega hasta los faros delanteros, los cuales integran proyectores halógenos y luz diurna LED a modo de ceja sobre los mismos.
La parte inferior combina el color de la carrocería con las protecciones y una rejilla en negro contraste para dar un aspecto más campero a la mirada del Tivoli. El portamatrículas en posición central deja dividida una entrada de aire inferior de gran tamaño que a su vez recoge dos generosos faros antiniebla en sus extremos. Como veis, el frontal tiene una marcada personalidad que lo hace inconfundible pero aun siendo diferente, no cae en las formas extrañas de otros modelos de la marca.
En directo, el Tivoli es mucho más juvenil y simpático, agradable y equilibrado en sus formas, con múltiples detalles que le favorecen como las llantas de 18” o la carrocería bicolor, con un nivel de prestancia más que aceptable hasta en los niveles más básicos.
Si avanzamos por su superficie veremos que las líneas del frontal se extienden al resto del vehículo a través de los pilares A, los cuales han sido rematados en negro con el fin de generar un aspecto de uniformidad de la superficie acristalada que se ve rodeada en su extremo inferior por una línea cromada. Más abajo, los pasos de rueda cuentan con molduras plásticas que nuevamente dan carácter off-road al vehículo, luciendo una superficie en negro contraste y extendiéndose alrededor de todo el modelo.
Concretamente, los pasos de rueda de esta unidad de pruebas albergaban unas llantas de 18 pulgadas con diseño diamantado y detalles grafito, calzadas con neumáticos Hankook Kinergy GT en dimensiones 215/45 R18. En este caso, hay que tener en cuenta que se trata del acabado Limited y que las llantas son de 16” en los acabados Line (acceso) y Premium (intermedio). Por último, aquí también podemos apreciar un diseño más trabajado, con unos pasos de rueda posteriores ensanchados que nacen en los pilotos traseros.
Así, conforme llegamos a la parte trasera la línea de cintura va aumentando progresivamente y termina en un inclinado pilar C. Es, desde esta vista, donde mejor se aprecia la carrocería bitono, que en este caso combina el Dandy Blue en la parte inferior con el techo blanco. Aquí es preciso señalar que las opciones de personalización son múltiples, con algunos detalles como el techo de ajedrez o las franjas sobre el capó que nos recordarán inevitablemente al mítico MINI.
Pasando a la zaga, vemos que sus trazos transmiten dinamismo y modernidad a partes iguales. La caída del techo posterior parece flotar gracias al efecto que genera la superficie acristalada trasera, estando esta cubierta por un alerón superior con la tercera luz de freno integrada. Además, a pesar de que la visibilidad no es mala a través de los espejos retrovisores y la luneta posterior, la marca monta ayuda al estacionamiento trasero en el acabado Limited.
A media altura nos encontramos con los generosos pilotos traseros que extienden su superficie por el lateral del diseño. Estos cuentan con tecnología parcial LED –para las luces de posición y freno- y además ofrecen función diurna, por lo que permanecerán encendidas siempre que el vehículo esté circulando, algo que el coche no se olvidará de recordarnos en el cuadro de instrumentos.
El logo de SsangYong y el apellido Tivoli ocupan un lugar privilegiado en el centro del generoso portón trasero que, para ser un SUV, no deja un umbral de carga demasiado alto. Por último, la parte inferior del diseño cuenta con una superficie que protege la zona baja y monta los catadióptricos traseros en posición horizontal a ambos extremos, quedando la luz antiniebla en posición central para poner la guinda “deportiva” al conjunto.
Diseño interior
Si el diseño exterior supone toda una novedad frente a lo que nos tenía acostumbrados la marca coreana, en el interior es dónde verdaderamente encontrarás las sorpresas más positivas de su nueva gama de productos. El acceso al modelo es confortable y por presentación se merece buena nota, con una distribución de casi todos los mandos muy lógica. Por calidad de acabados está en la media de sus rivales, usando materiales acolchados en las zonas superiores y aquellas sensibles al tacto.
Sin embargo, peca en algunas calidades y hay ciertos plásticos que podrían ser mejores, como los usados en los elevalunas eléctricos -pintados en plata y que no dan buena sensación-, los tiradores de puertas -imitando el aluminio pero endebles al tacto- o en las zonas más ocultas del habitáculo. Punto a su favor son, sin embargo, la postura al volante, las plazas posteriores elevadas como buen SUV que es y su amplia habitabilidad.
Con el acabado Limited nos sentamos sobre unos deportivos asientos en cuero rojo y TPU que ofrecen confort y sujeción a partes iguales. Las manos se posan intuitivamente sobre un volante de corte grueso, calefactable y forrado en cuero bitono que da acceso al sistema de audio, al control de velocidad y al teléfono gracias a sus botoneras. Bien podríamos decir que el diseño es interesante y además cabe destacar que el volante cuenta con la parte inferior ligeramente achatada.
A la izquierda del volante nos encontramos con los botones de la desconexión del control de estabilidad, del sistema Start/Stop, los modos de conducción, el volante calefactable y la regulación en altura de los faros.
Tras el volante encontramos un par de diales con un display monocromo central para el ordenador de viaje y el resto de funciones. Este permite configurar la visualización mediante varios colores, pudiendo personalizar la iluminación de fondo en seis colores: rojo, azul, azul claro, amarillo, blanco y negro.
La consola central está fabricada en plásticos duros con buena terminación e impecable montaje. Puede que al tacto no termine de convencerte, pero lo cierto es que a la vista no resulta nada desagradable. Dicha consola está rematada en negro brillante y está presidida por una generosa pantalla de 7 pulgadas con conexión USB, HDMI y Bluetooth de serie en este acabado, incluyendo navegador con cartografía europea. Mientras que los acabados más básicos cuentan con climatizador manual, el climatizador bizona automático con función de memoria del Limited funciona realmente bien.
Entre los buenos detalles a recalcar están los asideros de techo con amortiguación, diversos huecos porta-objetos de buena capacidad -algunos incluso con suelo de goma para que no resbalen las cosas-, la iluminación en los parasoles (adicionalmente estos cuentan con cristal de verdad y no de plástico) y una instrumentación de corte deportivo sencilla en su lectura, aunque en este aspecto he de señalar que no le veo mucho sentido a que los mandos para controlar la instrumentación y la dureza del volante estén en el salpicadero.
En la parte inferior de la consola central, justo bajo el módulo de climatización, nos encontramos con los controles de los asientos calefactables, las tomas de audio USB y AUX y un hueco portaobjetos. El túnel central, por su parte, está presidido por la palanca de la caja de cambios automática. A continuación, nos encontramos con el freno de mano de corte clásico y un apoyabrazos con hueco portaobjetos bastante amplio.
En este aspecto, es importante mencionar que el Tivoli cuenta con ingeniosas soluciones de almacenamiento para hacer más cómoda y fácil la vida a bordo. Además, se añaden dos clásicos portabebidas entre los asientos delanteros, portagafas en el techo, bandeja portaobjetos en la parte baja de la consola central, otra bandeja alargada sobre la guantera y un reposabrazos central trasero con dos portabotellas.
Pasando a las plazas posteriores, hay que señalar que estas cuentan con una anchura destacable y las generosas cotas permiten transportar tanto a tres ocupantes adultos en la segunda fila como objetos voluminosos una vez abatamos los asientos. Por otra parte, el asiento trasero se divide en dos partes asimétricas en proporciones 40/60 que se pueden abatir por completo o de forma independiente para aumentar la modularidad y la capacidad de carga.
Respecto a la plaza central trasera, el túnel de transmisión no es muy voluminoso, lo que favorece notablemente a la comodidad del tercer ocupante, aunque en dicha plaza notaremos que el mullido es bastante más duro.
Por último, el maletero tiene una capacidad de 423 litros, una cifra que le sitúa entre los líderes de carga de su categoría. La pega es que, bajo el suelo del maletero, en el falso fondo, encontramos en esta unidad un cajón compartimentado que le resta bastante espacio al conjunto, haciéndolo parecer más pequeño de lo que realmente es. Bajo este encontramos a su vez una rueda de repuesto completa. Por último y, abatiendo los asientos, dispondremos de una capacidad total de 1.115 litros.
Motorización
SsangYong ofrece dos motorizaciones de 1.6 litros para el Tivoli que cumplen con la normativa de emisiones Euro 6 y cuentan con cadena de distribución, dejando atrás la costosa correa que debe sustituirse con el paso del tiempo o kilómetros. Para la prueba, me he decantado por el propulsor diésel e-XDi160 de 115 CV, la opción más recomendable de la gama, pues la otra es una mecánica gasolina atmosférica e-XGi160 que desarrolla una potencia máxima de 128 CV a 6.000 rpm.
El propulsor diésel e-XDi160 desarrolla 115 CV de potencia máxima entre 3.400 y 4.000 rpm y un par máximo de 300 Nm, disponibles desde sólo 1.500 rpm, y que se mantienen constantes hasta las 2.500 rpm.
La verdad es que me ha convencido el comportamiento de la mecánica, pero quizá no tanto su cambio automático. Es cierto que es suave, bastante silenciosa a revoluciones lógicas y consume relativamente poco sobre el papel -5,9 litros a los 100 km según la marca-, pero resulta ligeramente escasa de potencia en algunas situaciones si tenemos en cuenta que el modelo ronda los 1.490 kilos. Circulando varias personas con equipaje será cuando lo notemos especialmente, sobretodo cuando vemos que el cambio automático reduce hasta dos marchas para adelantar y, aun así, efectúa la aceleración con esfuerzo y un bramido ligeramente estridente.
Como os digo, esta mecánica diésel estaba asociada a una transmisión automática de seis velocidades con convertidor de par cuyo funcionamiento únicamente podría calificar de aceptable. Es cierto que supone una comodidad extra y su funcionamiento es suave, pero por otra parte le impide a la mecánica mostrarnos todas sus bondades para priorizar los consumos (y aun así supera con creces el consumo de la versión manual). Además, aquí he de hacer mención al modo secuencial de la palanca de cambios, el cual es un pequeño pulsador localizado en la parte izquierda de la misma que, además de poco intuitivo, resulta ligeramente confuso.
Con el cambio automático, el Tivoli presenta adicionalmente tres modos de conducción: ECO MODE: Diseñado para una eficiencia en el combustible y disfrute de la conducción óptimos. POWER MODE: Permite una conducción más dinámica. WINTER MODE: Este modo permite al Tivoli arrancar en 2ª marcha, evitando que la rueda patine en carretera.
En términos de rendimiento, dicha mecánica está enfocada a aquellos clientes que busquen una conducción tranquila dando prioridad a los consumos, aunque satisfará las necesidades de la mayoría de usuarios. Es correcto en ciudad y solvente en autopista, pero ojo si viajas con varios pasajeros y sus respectivos equipajes. Podríamos decir que a bajo y medio régimen es un motor voluntarioso -en sus cifras idóneas de entrega de par-, rindiendo sin esfuerzos y entregando la potencia de una forma lineal y progresiva, pero no va sobrado y has de ser consciente de la mecánica que tienes entre manos para no exigirle más de lo necesario en ciertas ocasiones.
Eso sí, durante nuestra prueba, el consumo real combinado fue de 6,1 litros, todo ello teniendo en cuenta que circulamos por ciudad, carreteras de montaña y autopista. Por otra parte, el consumo en carretera baja hasta los 5,4 litros, resultando bastante más elevado en ciudad, pero sin llegar a ser excesivo (en torno a los 8 litros). La capacidad del depósito de combustible es de 47 litros.
En resumen, es una mecánica principalmente enfocada a aquellos que van a hacer muchos kilómetros como para elegir un gasolina y no dan prioridad a las prestaciones, pero sí a los consumos sin renunciar a la comodidad de un cambio automático y, por supuesto, al espacio en las plazas traseras y al precio.
Ficha técnica
Version | e-XDi160, cuatro cilindros en línea |
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Cilindrada | 1.597 cm3 |
Potencia | 115 (85 kW) @ 3.400 - 4.000 rpm |
Par | 300 Nm @ 1.500 - 2.500 rpm |
Peso | 1.490 kilos |
Dimensiones Lar/An/Al mm | 4.202 / 1.798 / 1.590 milímetros |
Volumen Maletero | 427 (1.115) litros |
Aceleración 0 a 100 km/h | 12 segundos |
Recuperación 80 a 120 km/h | 9 segundos |
Velocidad máxima | 172 km/h |
Consumo homologado | 7,8 / 4,9 / 5,9 (urb. / extraurb. / comb.) |
Emisiones CO2 por km | 156 g/km de CO2 |
Precio de partida | 12.740 euros (con todos los descuentos) |
Comportamiento
Una vez vistos todos los detalles sobre el modelo, vamos a entrar en materia sobre su comportamiento. Como buen SUV que es y como ya os comentaba anteriormente, el puesto de conducción se sitúa en una posición elevada y cuenta con buena visibilidad en todas direcciones, lo que nos da ciertas ventajas, especialmente en ciudad. Aun así, con el acabado Limited contarás con cámara de marcha atrás, lo que da un plus de seguridad al maniobrar.
El Tivoli transmite más robustez y empaque que algunos de sus rivales y adicionalmente cuenta con tres modos de funcionamiento para la dirección, permitiéndonos con ello adaptarnos con facilidad a las diversas situaciones o entornos y resultando su conducción bastante cómoda, aunque es cierto que ésta no destaca por su rapidez ni por la información que nos transmite (en el modo Sport es donde resulta más precisa).
En un análisis detallado de la dirección, he de señalar que el modo Comfort aumenta la asistencia para conseguir un tacto de dirección más suave que facilita las maniobras y giros cerrados propios de la conducción urbana. El modo Sport, por su parte, ofrece un tacto más firme para disfrutar con mayor precisión de una conducción deportiva en carreteras reviradas e incluso autopista, mientras que el modo Normal es un punto intermedio apropiado para la conducción diaria. Eso sí, el botón podía estar mejor ubicado, no bajo el navegador.
Fuera de la ciudad, el modelo ofrece una dinámica suave y progresiva, pero ojo, su sistema de suspensión trasera Multilink y su suspensión delantera MacPherson son bastante firmes. Y eso está muy bien si conducimos ligeros por carretera y queremos evitar los balanceos y ganar en estabilidad, pero por otra parte resulta ligeramente molesta sobre firmes irregulares o bacheados, pues es algo seca. En cualquier caso, hemos de tener en cuenta que esta unidad estaba equipada con llantas de 18 pulgadas de perfil bajo y aun así no llega a ser incómoda en ningún momento, filtrando correctamente las imperfecciones del terreno en un uso normal del vehículo.
Es quizá es autopista donde más vas a disfrutar del Tivoli, ya que sus asientos resultan realmente cómodos y tienen buen agarre. Es cierto que no es el XLV y por sus cotas exteriores e interiores tampoco es un vehículo pensado para viajar, al igual que su mecánica no va sobrada de potencia como para cargar el coche hasta arriba, pero a velocidad legal y constante el Tivoli se desenvuelve como pez en el agua con unos consumos bastante ajustados, y el conjunto se muestra suficientemente aplomado y silencioso (tiene un aislamiento notable) como para que nos apetezca recorrer un puñado de kilómetros con él.
El sistema de frenos está equipado con discos de generoso tamaño tanto en el eje delantero como en el posterior y el tacto es fácil de dosificar. Aunque te parezca raro, todavía hay modelos rivales que usan tambores atrás.
Por último y, a fin de poner a prueba sus dotes SUV, no quise dejar pasar la oportunidad de salirme del asfalto y adentrarme por caminos con ascensos y trazadas fáciles, donde la mayor ventaja con la que juega el Tivoli frente a sus rivales es su tracción a las cuatro ruedas con bloqueo del diferencial. A simple vista podrías pensar que poco o nada tiene que hacer este modelo cuando el hielo, las piedras o el barro se cruzan en tu camino, pero lo cierto es que de no ser por su escasa altura libre al suelo -y los neumáticos de esta unidad-, el Tivoli sería capaz de salir airoso de situaciones bastante complicadas para un modelo del segmento B-SUV. Es más, de hecho lo podéis ver en el vídeo.
Precio y equipamiento
El precio de nuestra unidad de pruebas, un SsangYong Tivoli D16T Aut. 115 CV 4×4 con acabado Limited, pintura metalizada Dandy Blue (390€), bandeja extensible cubre equipaje (313€) y volante de cuero bitono calefactado (212€) está disponible por 26.765 euros, a los que habremos de restar un descuento de 1.500 euros (según la web oficial de SsangYong, precio final de 25.265 euros) y los posibles descuentos adicionales del concesionario, por entregar un SsangYong (1.000€) y por financiar (800€).
Todo apunta a que de cara a este año su equipamiento se reforzará con reconocimiento de señales de tráfico, frenada de emergencia, asientos ventilados o volante regulable en altura y profundidad, entre otras sorpresas.
Por este precio podrás disfrutar de un SUV compacto realmente equilibrado al que no le falta detalle, con un equipamiento de serie que incluye climatizador automático bi-zona, llantas de aleación de 18 pulgadas con diseño “Corte diamante” y neumáticos 215/45 R18, cristales tintados con protección solar, asiento conductor regulable en altura, faros antiniebla, audio MP3, Bluetooth, USB y conexión para iPod, luz diurna LED, cámara de aparcamiento trasero, acceso sin llave y arranque por botón, spoiler trasero con luz de freno LED, 7 airbag, ESP (con ABS, TCS, ARP, HBA, HSA, ESS), volante y pomo en cuero, volante calefactado, retrovisores abatible eléctricamente con intermitente integrado, asientos calefactados, Aero Blade, airbag de rodilla para el conductor, navegador, sensores de luz y lluvia, entrada HDMI y sistema de monitorización de presión de los neumáticos, entre otros.
No entiendo porqué hay que financiar casi todo el vehículo con vuestra financiera que encima de pasan tres pueblos con los intereses! ! . Así vais a vender pocos vehículos
Hola Gregorio, en ningún caso al comprar cualquier vehículo de SsangYong, el cliente está obligado a financiar esa compra con la financiera de la compañía. Es tan solo una opción más que se ofrece a todos los clientes, pero tienes total libertad de financiarlo con cualquier otra opción. Un saludo y a tu disposición
A mi me obligaban a financiar 15000 euros por eso no me lo compré y yo quería dar entrada para bajar la cuota mensual y me dijeron que había que financiar lo que me pedian por el coche 14900 euros
Gregorio Cobos Mayo , tu vendedor no haría bien la operación. A mi me han dejado financiar lo que quisiera. No he tenido problemas. Si que es cierto que los intereses son un poco mas altos , pero no pagas unos gastos de notaria que en el banco cuando pasas de 11.900euros de prestamo personal hace falta escritura de prestamo y notario. Minimo otros 500 o 600.
Donde yo lo he mirado te ponen que tienes que financiar 15000 euros y el coche te sale financiandolo 14900 como te comes eso Sergi GM es en Málaga en nietomotor .
http://forossangyongtivoli.foroactivo.com/
Yo lo hice con otro financiera y a m no m pusieron impedido ninguno Ssangyong y muy contento con el Tívoli
Yo lo financie por mi banco aunque me ofrecieron la suya y sin problemas. Todas las marcas te dan el precio con el dato si lo financias con ellos directamente. Si te has comprado otra marca seguro que te ha pasado porque yo mire más de 5 marcas. Supercontinente con mi tivoli
Tengo un Tivoli Premium pedido según me han dicho para finales de septiembre, y no estoy seguro de si el premium lleva cámara trasera o no. Me dijeron en un concesionario que si, y ahora donde lo he pedido me me dicen que lleva sensores de aparcamiento, pero no cámara. ¿me lo pueden aclarar?. Gracias.