Diseño/Estética
Calidad de acabado
Equipamiento de serie
Equipamiento opcional
Habitabilidad
Maletero
Motor/Refinamiento
Prestaciones
Consumos
Transmisión
Dirección
Frenos y neumáticos
Comportamiento
Calidad de rodadura
Relación valor-precio
7
Notable
Aunque su imagen puede recordarnos a la de un SUV compacto XL, la realidad es que se trata de un monovolumen con gran espacio de carga. Su diseño parece haber gustado en otros mercados y falta ver cómo se comporta en el español, donde el Tivoli no está funcionando nada mal... En términos de comportamiento, hablamos de un coche enfocado a una conducción sin excesos, con una postura de conducción elevada, una longitud exterior ajustada y buena habitabilidad por un precio más que aceptable.
Hace unas semanas tuve la oportunidad de poner a prueba en profundidad el nuevo SsangYong XLV, la apuesta más reciente de la marca coreana. El XLV es un modelo que deriva directamente del Tivoli, un crossover que la marca nos presentó hace meses y que ha sido un completo éxito en muchos mercados. En realidad, la compañía busca darle una vuelta a su oferta compacta debido a que, en cierto modo, es un segmento en el que andaban muy cojos hasta la aparición de estos modelos.
A pesar de que el Tivoli se ofrece como una alternativa SUV, lo cierto es que el XLV no ha recibido el mismo trato y la marca busca en España posicionarlo como un monovolumen compacto, un claro error debido a que ni por estética ni por competencia va a destacar, aunque probablemente sí lo haga por su capacidad de carga y su practicidad.
Así es, en vez de realizar una apuesta como la del Tivoli con una ofensiva 4×4, multitud de equipamiento personalizable, varios acabados interiores y una interesante suspensión trasera multibrazo, el XLV llegará al mercado español sólo en variantes 4×2 –tanto diésel como gasolina-, manuales y automáticas –sólo en el caso del diésel- y barra de torsión trasera en vez de la multibrazo que se ofertaría en el caso decantarnos por una versión 4×4 como la que se vende en otros países.
Por tanto, ya que ha sido concebido como un eXciting Lifestyle Vehicle (de ahí las siglas XLV) para toda la familia, decidí llevar a cabo un viaje con él hasta la costa levantina, donde el modelo tuvo que demostrar su valía tanto en carretera como en ciudad. Con 4.440 mm de longitud, una destacable habitabilidad, un interesante volumen de maletero y un precio que después de la campaña parte de los 16.650 euros, el SsangYong XLV parece tenerlas todas consigo pero, ¿es realmente así? Descubrámoslo.
Diseño Exterior
Exteriormente, el SsangYong XLV es uno de esos coches que o te gusta, o lo aborreces. Sin embargo, ya sabéis que para gustos los colores, por lo que dejaremos a un lado las opiniones personales para centrarnos objetivamente en su estética.
En primer lugar, la manifiesta horizontalidad de las líneas del frontal del XLV se aprecia gracias a una calandra superior en negro brillante que cuenta con el logo de la marca en posición privilegiada. Esta línea cuenta con un diseño uniforme que llega hasta los faros delanteros, los cuales integran proyectores halógenos y luz diurna LED.
La parte inferior combina el negro contraste con el color plateado para dar un aspecto más robusto a la mirada del XLV, quizá incluso con un toque campero, algo que podría despistarnos a la hora de determinar el enfoque que ha querido darle la marca. El portamatrículas en posición central deja dividida una entrada de aire inferior de gran tamaño que a su vez recoge dos generosos faros antiniebla con borde cromado.
Si avanzamos por su superficie veremos que las líneas del frontal se extienden al resto del vehículo a través de los pilares A, los cuales han sido rematados en negro con el fin de generar un aspecto de uniformidad de la superficie acristalada. Los pasos de rueda cuentan con un protector que nuevamente da carácter off-road al vehículo, luciendo una superficie en negro contraste y extendiéndose alrededor de todo el modelo.
Concretamente, los pasos de rueda de esta unidad de pruebas albergaban unas llantas de 18 pulgadas y efecto diamantado con neumáticos Khumo Solus XC en dimensiones 215/45 R18. En este caso, hay que tener en cuenta que se trata del acabado Limited y que las llantas son de 16” en los acabados Line (acceso) y Premium (intermedio).
Conforme llegamos a la parte trasera la línea de cintura va aumentando progresivamente y termina en un inclinado pilar C que da comienzo a una zona acristalada que pretende nuevamente emular la uniformidad con un pilar D en negro brillante. Sobre el lateral, las unidades Limited cuentan con techo solar y rieles de techo en color plata.
A pesar de que la visibilidad no es mala a través de los espejos retrovisores y la luneta posterior, la marca monta ayuda al estacionamiento trasero de serie debido a la altura de luneta y a lo complejo de estacionar. Aunque hemos desmentido que el XLV sea el “hermano pequeño del Rodius”, sí que es cierto que el monovolumen cuenta con rasgos que nos hacen recordar a su hermano mayor, como viene siendo la caída del techo trasero que parece flotar gracias al efecto que genera la superficie acristalada trasera que, por cierto, está cubierta por un alerón superior con la tercera luz de freno integrada.
A media altura nos encontramos con los generosos pilotos traseros que extienden su superficie por el lateral del diseño. Estos cuentan con tecnología parcial LED –para las luces de posición y freno- y además ofrecen función diurna, por lo que permanecerán encendidas siempre que el vehículo esté circulando.
La nueva apuesta de SsangYong mide 4.440 mm de largo, 1.795 mm de ancho y 1.605 mm de alto con las barras de techo. La distancia entre ejes es de 2.600 mm y el ancho de vías es de 1.555 mm.
El logo de SsangYong y las siglas XLV ocupan un lugar privilegiado en el centro del generoso portón trasero que, para ser un monovolumen, deja un umbral de carga demasiado alto, algo que podríamos entender en un SUV pero no en un vehículo de este segmento. Por último, la parte inferior del diseño cuenta con una superficie que protege la zona baja y monta los catadióptricos traseros en posición horizontal a ambos extremos, quedando la luz antiniebla en posición central.
Diseño Interior
El acceso al modelo es confortable en parte debido a lo generoso de las puertas y a la altura de la carrocería, sin embargo, si el enfoque del modelo es monovolumen, este queda a la cola del de sus competidores.
Con el acabado Limited nos sentamos sobre unos deportivos asientos en cuero y TPU que ofrecen confort y sujeción a partes iguales. Las manos se posan intuitivamente sobre un volante de corte grueso, calefactable y forrado en cuero que da acceso al sistema de audio, al control de velocidad y al teléfono gracias a sus botoneras. Bien podríamos decir que el diseño es interesante y además cabe destacar que el volante cuenta con la parte inferior ligeramente achatada.
Tras el volante encontramos un par de diales con un display monocromo central para el ordenador de viaje y el resto de funciones. Este permite configurar la visualización mediante varios colores, pudiendo personalizar la iluminación de fondo en seis colores: rojo, azul, azul claro, amarillo, blanco y negro.
La consola central está fabricada en plásticos duros con buena terminación e impecable montaje. Puede que al tacto no termine de convencerte, pero lo cierto es que a la vista no resulta nada desagradable. Dicha consola está rematada en negro brillante y está presidida por una generosa pantalla de 8 pulgadas con conexión USB, HDMI y Bluetooth de serie desde la versión Premium, incluyendo navegador opcional con cartografía europea. Mientras que el acabado base cuenta con climatizador manual, el climatizador bizona automático con función de memoria también está disponible desde la versión Premium.
En la parte inferior de la consola central, justo bajo el módulo de climatización, nos encontramos con los controles de los asientos calefactables, las tomas de audio USB y AUX y un hueco portaobjetos. El túnel central, por su parte, está presidido por la anticuada palanca de la caja de cambios manual. A continuación, nos encontramos con el freno de mano de corte clásico y un apoyabrazos con hueco portaobjetos.
En este aspecto, el XLV cuenta con ingeniosas soluciones de almacenamiento para hacer más cómoda y fácil la vida a bordo. La guantera tiene capacidad suficiente para albergar un ordenador portátil, bajo el reposabrazos central delantero encontramos un hueco portaobjetos diseñado para dar cabida a una tablet, en todas las guanteras de puerta hay un alojamiento para una botella de hasta 1,5 litros de capacidad y a esto se suma que en las delanteras también hay otro espacio para botellas de hasta medio litro.
Además, se añaden dos clásicos portabebidas entre los asientos delanteros, portagafas en el techo, bandeja portaobjetos en la parte baja de la consola central, otra bandeja alargada sobre la guantera y un reposabrazos central trasero con dos portabotellas. Delante del asiento del copiloto hay un hueco sin tapa.
Pasando a las plazas posteriores, hay que señalar que estas cuentan con una anchura destacable con 1.354 mm para los hombros y las generosas cotas permiten transportar tanto a tres ocupantes en la segunda fila como objetos voluminosos una vez abatamos los asientos. Por otra parte, el asiento trasero se divide en dos partes asimétricas en proporciones 40/60 que se pueden abatir por completo o de forma independiente para aumentar la modularidad y la capacidad de carga.
Los respaldos de las plazas traseras están inclinados 27,5 grados, aunque pueden alcanzar los 32,5 grados para mejorar su confort. Esto unido a un suelo con un casi imperceptible túnel central repercute positivamente en la comodidad de los pasajeros de las plazas posteriores.
Por último, el maletero tiene una capacidad de 574 litros hasta la bandeja y es capaz de alojar multitud de maletas. Una vez retiramos la bandeja cubremaletero disponemos de 720 litros de capacidad hasta el techo. Esto es posible gracias a la gran anchura libre del maletero, a unos pasos de rueda interiores poco prominentes, así como a su generoso voladizo trasero. Abatiendo los asientos, llegamos hasta los 1.440 litros de capacidad.
Motorización
SsangYong ofrece dos motorizaciones de 1.6 litros para el XLV que cumplen con la normativa de emisiones Euro 6. Para la prueba, me he decantado por el propulsor diésel e-XDi160 de 115 CV, la opción más recomendable de la gama, pues la otra es una mecánica gasolina atmosférica e-XGi160 que desarrolla una potencia máxima de 128 CV a 6.000 rpm.
El propulsor diésel e-XDi160 desarrolla 115 CV de potencia máxima entre 3.400 y 4.000 rpm y un par máximo de 300 Nm, disponibles desde sólo 1.500 rpm, y que se mantienen constantes hasta las 2.500 rpm.
La verdad es que me ha convencido el comportamiento de la mecánica, pero quizá no tanto su cambio manual. Es cierto que es suave, bastante silenciosa y consume poco sobre el papel -4,5 litros a los 100 km según la marca-, pero resulta ligeramente escasa de potencia si tenemos en cuenta que el modelo pesa 1.480 kg. en orden de marcha -1.970 kg. bruto-. Circulando varias personas con equipaje, lo notaremos aún más, siendo necesario reducir incluso dos marchas para adelantar.
Esta mecánica diésel estaba asociada a una transmisión manual de seis velocidades desarrollada por Hyundai que cuenta con un diseño avanzado en los dientes de los engranajes para reducir al máximo los ruidos y vibraciones. Su tacto es aceptable, pero el guiado de la misma podría mejorarse, ya que no es raro meter tercera de vez en cuando al salir de un semáforo en vez de primera. Por otra parte, he de señalar -y no sé si se trata de un hecho aislado por los pocos kilómetros de esta unidad o es frecuente en otras unidades- que, tanto al meter primera como segunda, el sonido de la transmisión es tosco y notable, especialmente desde fuera o si bajamos las ventanillas.
En términos de rendimiento, este modelo está enfocado a aquellos clientes que busquen una conducción tranquila dando prioridad a los consumos, ya que como digo este propulsor no se muestra excesivamente solvente en autopista y menos con varios pasajeros y sus respectivos equipajes. Podríamos decir que a bajo y medio régimen es un motor voluntarioso, rinde sin esfuerzos y entrega la potencia de una forma lineal y progresiva, pero no va sobrado y has de ser consciente de la mecánica que tienes entre manos para no exigirle más de lo necesario en ciertas ocasiones.
Eso sí, durante nuestra prueba, el consumo real combinado fue de 6,1 litros, todo ello teniendo en cuenta que circulamos por ciudad, carreteras de montaña y autopista (en este último caso con el coche completamente cargado y dos personas a bordo). Sin equipaje y con sólo dos personas a bordo, el consumo en carretera baja hasta los 5,3 litros (frente a los 5,9 litros completamente cargado), resultando un poco más elevado en ciudad, pero sin llegar a ser excesivo (en torno a los 6,4 litros).
En resumen, es una mecánica principalmente enfocada a aquellos que van a hacer muchos kilómetros como para elegir un gasolina y no dan prioridad a las prestaciones, pero sí a los consumos y, por supuesto, al espacio y al precio.
Ficha técnica
Version | e-XDi160, cuatro cilindros en línea |
---|---|
Cilindrada | 1.597 cc |
Potencia | 115 (85 kW) @ 3.400-4.000 rpm |
Par | 300 Nm @ 1.500-2.500 rpm |
Peso | 1.480 kg. |
Dimensiones Lar/An/Al mm | 4.440 / 1.798 / 1.635 mm |
Volumen Maletero | 574 (720 sin bandeja) litros |
Aceleración 0 a 100 km/h | 12,1 segundos |
Recuperación 80 a 120 km/h | N.D. |
Velocidad máxima | 174 km/h |
Consumo homologado | 5,1 / 4,2 / 4,5 l/100 km (urb. / extraurb. / comb.) |
Emisiones CO2 por km | 117 g/km de CO2 |
Precio de partida | 16.650 euros |
Comportamiento
Una vez vista toda la teoría sobre el modelo, vamos a entrar en materia sobre su comportamiento. Como buen monovolumen que es (SUV en otros mercados en los que se vende con tracción total), el puesto de conducción se sitúa en una posición elevada y cuenta con buena visibilidad en todas direcciones, lo que nos da ciertas ventajas especialmente en ciudad.
Además, la dirección cuenta con tres modos de funcionamiento que se adaptan a los diversos entornos, resultando su conducción bastante cómoda, aunque esta no destaca por su rapidez ni por la información que nos transmite (en el modo Sport es donde resulta más precisa).
Así, la dirección asistida electrónica del SsangYong XLV (Smart Steer) cuenta con sistema de desconexión del motor eléctrico cuando el conductor no actúa sobre ella, lo que reduce la potencia requerida y el consumo de combustible. Además, ofrece al conductor la posibilidad de ajustar el tacto y dureza de la dirección en tres niveles: Comfort, Normal y Sport.
El modo Comfort aumenta la asistencia para conseguir un tacto de dirección más suave que facilita las maniobras y giros cerrados propios de la conducción urbana. El modo Sport ofrece un tacto más firme para disfrutar con mayor precisión de una conducción deportiva en carreteras reviradas e incluso autopista, mientras que el modo Normal es un punto intermedio apropiado para la conducción diaria. Eso sí, el botón podía estar mejor ubicado, no bajo el navegador.
Fuera de la ciudad, el modelo ofrece una dinámica suave y progresiva, pero ojo, su sistema de suspensión trasera por barra de torsión y su suspensión delantera MacPherson no están a la altura de lo que cabría esperar en un modelo con tintes SUV. Digamos que tiene un carácter bastante “comodón”, es decir, su suspensión es firme, filtrando bien las irregularidades del terreno, pero se queda algo justa a la hora de evitar los balanceos de la carrocería cuando queremos circular algo más ligeros. En cualquier caso, nos quedamos con el consuelo de que a pesar del peso y la altura, las inercias no son muy acusadas para un uso normal del vehículo, y al fin y al cabo no es un coche concebido para ir «de tramo».
Es quizá es autopista donde más vamos a disfrutar del XLV, ya que sus asientos resultan realmente cómodos y tienen buen agarre. Tanto por sus cotas exteriores como interiores, es sin duda alguna un vehículo pensado para viajar. Si bien es cierto que puede que su mecánica no vaya sobrada de potencia, a velocidad legal y constante el XLV se desenvuelve como pez en el agua con unos consumos bastante ajustados, y el conjunto se muestra suficientemente aplomado como para que nos apetezca recorrer cientos de kilómetros con él.
Precio
El precio de nuestra unidad de pruebas, un SsangYong XLV D16T 115 CV 4×2 con acabado Limited, sistema de audio mejorado (500€) y pintura metalizada Grand White (410€), está disponible por 24.910 euros, a los que habremos de sumar un descuento de 2.000 euros (según la web oficial de SsangYong, precio final de 22.910 euros) y los posibles descuentos adicionales del concesionario.
Por este precio podrás disfrutar de un monovolumen compacto realmente equilibrado al que no le falta detalle, con un equipamiento de serie que incluye climatizador automático bi-zona, llantas de aleación de 18 pulgadas con diseño “Corte diamante” y neumáticos 215/45 R18, cristales tintados con protección solar, asiento conductor regulable en altura, barras de techo plateadas, faros antiniebla, Audio MP3, Bluetooth, USB y conexión para iPod, Luz diurna LED, ayuda al aparcamiento trasero, spoiler trasero con luz de freno LED, 7 airbag, ESP (con ABS, TCS, ARP, HBA, HSA, ESS), volante y pomo en cuero, volante calefactado, retrovisores abatible eléctricamente con intermitente integrado, asientos calefactados, techo solar, Aero Blade, airbag de rodilla para el conductor, navegador, sensores de luz y lluvia y sistema de monitorización de presión de los neumáticos.
La verdad es que es mas feo que pegar a un padre,en la linea de la marca,por dentro me recuerda bastante a mi ix35,y en prestaciones lo mismo,son calcaditos
Que fealdad por dios