Diseño/Estética
Calidad de acabado
Equipamiento de serie
Equipamiento opcional
Habitabilidad
Maletero
Motor/Refinamiento
Prestaciones
Consumos
Transmisión
Dirección
Frenos y neumáticos
Comportamiento
Calidad de rodadura
Relación valor-precio
7.7
Notable
El Ignis es un urbano diferente, muy amplio y bien equipado. Los usuarios tienen la posibilidad de elegir la tracción total, una caja robotizada o el sistema micro-híbrido aunque estos elementos son incompatibles entre sí en nuestro país. Con 90 CV tiene buenas prestaciones y siempre gasta muy poco.
Con los crossovers dominando los corazones de los usuarios, está claro que hoy en día los fabricantes deben poner sus ojos en este segmento para poder captar la atención de una gran mayoría. El problema principal es que ya hay muchos productos y, o te diferencias del resto, o podrías pasar desapercibido.
En Suzuki saben hacer muy bien dos tipos de vehículos: los urbanos y los todoterrenos. Con muchos años de experiencia en ambos nichos de mercado, el Ignis aterriza en Europa con un diseño innovador y quizás algo extraño, un equipamiento a la última y mucha tecnología.
Sin rivales directos, tan sólo el Fiat Panda en sus versiones Trekking/Cross puede asemejarse por concepto. Tanto el italiano como el japonés presentan unas dimensiones muy recortadas, una práctica carrocería de cinco puertas y un buen aprovechamiento del interior, sin olvidarse de la interesante tracción total opcional.
Una de las virtudes del nuevo Ignis está en la posibilidad de elegirlo con el sistema micro-híbrido que Suzuki denomina SHVS. Permite reducir los consumos, añade una ligera mejora en las prestaciones en ciertas ocasiones y además al estar homologado como híbrido, tiene ventajas en grandes ciudades como Madrid.
Durante una semana he tenido la oportunidad de probar un Ignis 1.2 SHVS GLX y debo reconocer que me ha sorprendido positivamente. En los más de 1.500 km realizados ha mostrado un buen andar, consumos reducidos y un confort de marcha poco habitual en modelos de este tamaño.
DISEÑO
Una de las particularidades del nuevo Ignis está en su diseño. El frontal gusta a una gran mayoría, con unas formas frescas y atractivas muy bien trazadas. Tanto el perfil como la zaga sin embargo son más criticados quizás por tener una esencia demasiado japonesa e inspirada en la última generación del Alto.
El nivel de terminación más completo GLX incluye de serie ciertos elementos cromados, los cristales sobretintados y las ópticas delanteras Full LED, además de las llantas de aleación de 16 pulgadas pintadas en negro que son de serie en todos los acabados comercializados en nuestro país.
Suzuki ofrece a los usuarios la posibilidad de personalizar el exterior con muchos elementos. Desde adhesivos en distintos colores hasta un bonito alerón trasero, faldones laterales, difusor inferior trasero específico, etc.
INTERIOR
Nada más pasar al interior el nuevo Ignis presume de una presentación cuidada y atractiva. Combinar el color claro para las zonas inferiores con otro oscuro para las superiores aumenta la sensación de calidad y al tiempo transmite mayor luminosidad y sensación de espacio, algo que viene muy bien en un urbano.
Al tacto los materiales empleados no están mal aunque son siempre duros y los inferiores sensibles a arañazos. El ajuste entre piezas también resulta correcto y, en relación a otros productos del segmento A, se agradece que no haya nada de chapa a la vista (con la única salvedad de la ventana posterior en la zona ascendente).
Repartidos por todo el habitáculo hay bastantes huecos para dejar objetos, todos ellos de buen tamaño. La guantera principal también posee buena capacidad. Lo que no tienen es suelo de goma o algo que evite el deslizamiento de aquello que sea depositado pero tampoco es criticable en este segmento.
En la consola central se sitúa la pantalla táctil a color de siete pulgadas de sencillo manejo y con muchas funciones. Entre otras cosas cuenta con Apple Car Play, Android Auto, sistema de navegación, radio DAB, bluetooth, USB e incluso cámara de visión posterior, todo ello de serie.
En un escalón inferior están los mandos de la climatización automática. Resulta sencillo en su manejo pero no me ha parecido que tenga mucha capacidad para enfriar, al menos con las altas temperaturas que hemos vivido en las últimas semanas. El Swift, por ejemplo, tenía un climatizador más eficaz y rápido.
La instrumentación es muy completa y legible. Posee una pantalla LCD desde la que se puede contar la información del ordenador de viaje, sistema híbrido, sensor de presión de los neumáticos y ciertos avisos de seguridad como la alerta de cambio de carril o el aviso pre-colisión. Se controla desde un botón en el volante o bien desde otros botones situados al aireador izquierdo.
HABITABILIDAD
Parece mentira cómo Suzuki ha conseguido sacar tanto espacio en sólo 3,7 metros de longitud. El Ignis es uno de los productos más amplios de su segmento e incluso es capaz de mejorar los registros de modelos más grandes, además de resultar muy versátil.
Las plazas posteriores están homologadas para dos ocupantes y por tanto, el espacio es muy generoso. Además posee banqueta deslizante independiente, pudiendo jugar con la cota longitudinal o bien la capacidad de maletero. El respaldo también tiene doble regulación en inclinación, todo esto soluciones más propias de un monovolumen.
El maletero arranca con unos interesantes 260 litros que pueden ampliarse hasta los 373 litros si se juega con la banqueta deslizante. No hay ningún otro modelo de este tamaño con tanta capacidad, superando incluso a un Ford Focus (aunque eso sí, te quedarías sin plazas posteriores salvo que sean usadas por niños en su silla correspondiente). Con todo, el nuevo Ignis no puede estar mejor aprovechado.
EQUIPAMIENTO
Otra de las virtudes del Ignis es su completa dotación de serie. En el caso del nivel más completo GLX que he probado, hay que destacar las ópticas Full LED, la alerta de cambio de carril, aviso pre-colisión, climatizador automático, sistema de navegación y la cámara posterior.
Además también se incluyen el encendido automático de luces, sensor de lluvia, llantas de aleación de 16 pulgadas, asientos calefactables, bluetooth, control de velocidad con limitador, ordenador de viaje, banqueta deslizante, asiento del conductor regulable en altura, faros antiniebla, volante en piel, etc.
El precio recomendado del Suzuki Ignis arranca en los 11.655 € de la versión 1.2 Dualjet 90 CV GLE. La unidad probada 1.2 GLX SHVS eleva el coste hasta los 14.200 € incluyendo la promoción de lanzamiento y los 1.000 € de ahorro por financiar con la marca.
Un Fiat Panda 4×4 TwinAir 90 CV tiene un coste parecido, añade la tracción total pero posee menor dotación de serie. Hay que esperar al lanzamiento en nuestro país del CityCross, con tracción delantera que seguro le complicará las cosas al Ignis.
MECÁNICA
La gama mecánica del Ignis es bastante reducida y gira siempre en torno al bloque 1.2 Dualjet de 90 CV. Los usuarios pueden optar por la caja de cambios manual de cinco velocidades o bien la robotizada ASG con el mismo número de relaciones, la tracción delantera o total AllGrip, y en versión estándar o con sistema SHVS.
Aunque en otros mercados es posible combinar todas las posibilidades, en España esto no ocurre y se ofrecen siempre de manera separada. Es decir en el caso de la prueba se trata del 1.2 Dualjet 90 CV SHVS con caja manual y tracción sencilla al eje delantero.
El sistema híbrido cuenta con un motor eléctrico que desarrolla 4 CV, y se encarga de ayudar y asistir al térmico en ciertas circunstancias pero no puede funcionar de manera aislada para mover las ruedas como sí ocurre en un Toyota Yaris HSD. La batería tiene una capacidad muy pequeña de sólo 0,38 kWh, y se recarga con la energía de la frenada y en fases de desaceleración.
Lo interesante es que está considerado como un vehículo híbrido en toda regla y por tanto tiene ciertas ventajas en algunas ciudades como Madrid, con un coste reducido en el precio del aparcamiento o la posibilidad de entrar a la ciudad en escenarios de alta contaminación sin importar si tiene matricula par o impar.
A pesar de contar con 90 CV sólo, el Ignis tiene un andar bastante bueno. Esto se debe principalmente al bajo peso del conjunto que se sitúa bien por debajo de la tonelada (910 kg) y aunque la aerodinámica no ayuda, los neumáticos estrechos (175/60) no penalizan con la rodadura. El sistema híbrido se percibe en ciertas situaciones como un ligero empujón que le viene muy bien, además de posibilitar mantener velocidades legales de autopista cuando llegan repechos.
El tacto de la caja de cambios me ha parecido bueno por recorridos y precisión. Los desarrollos son algo largo y quizás habría sido más interesante incluir una sexta velocidad para escalonar mejor las otras cinco relaciones pero en general, no se pueden poner quejas. En ciertas ocasiones, por ejemplo adelantamientos, se requiere bajar una o dos velocidades para conseguir una respuesta más inmediata.
Un detalle que me ha gustado de este motor es que resulta silencioso y apenas vibra. Sólo cuando se exige un funcionamiento a alto régimen se percibe en el interior pero tampoco me ha parecido que resulte especialmente molesto. Se nota más el ruido del viento en los retrovisores que el propio motor.
Una de las mayores virtudes del Ignis es que gasta muy poco combustible en cualquier circunstancia. Coquetear con los 5,0 L/100 es lo habitual sin demasiado esfuerzo y si se cuida el tacto con el acelerador, es posible reducir ese dato sin problemas. En ciudad tampoco gasta mucho y el sistema Stop&Start tiene un funcionamiento impecable.
Ficha técnica
Version | 1.2 Dualjet SHVS |
---|---|
Cilindrada | 1.242cc |
Potencia | 90 CV a 6.000 rpm |
Par | 120 Nm a 2.200 rpm |
Peso | 910 kg |
Dimensiones Lar/An/Al mm | 3700 / 1690 / 1595 |
Volumen Maletero | De 260 a 373 litros |
Aceleración 0 a 100 km/h | 11,8 segundos |
Recuperación 80 a 120 km/h | 9,6 seg |
Velocidad máxima | 170 km/h |
Consumo homologado | 4,3 L/100 (5,0 L/100 en prueba) |
Emisiones CO2 por km | 97 gr |
Precio de partida | Desde 15.200 € (14.200 € si se financia con la marca) |
COMPORTAMIENTO
Con 3,7 metros de longitud y una batalla de 2,43 metros, la agilidad es una de las ventajas del Ignis. A esto hay que sumar los apenas 910 kg de peso y ya podrás imaginar que es un excelente compañero urbano, fácil de conducir, rápido de reacciones y en el que estacionar no supone un problema.
Precisamente la ciudad es el mejor escenario para el Ignis. La postura de conducción sobre-elevada permite tener un mayor control de todo lo que sucede alrededor. La visibilidad en general es buena y sus pequeñas dimensiones son bienvenidas cuando se circula por calles estrechas.
En autovía tampoco se defiende mal. He podido realizar un viaje largo entre Madrid y Marbella sin ningún problema. Sí debo reconocer que con viento lateral se muestra algo inestable y requiere reducir la velocidad para no llevarse sustos innecesarios. Por motor no me ha parecido justo (tampoco sobrado) y el gasto ha sido siempre muy bajo.
El problema del Ignis está en que si se superan las velocidades legales se siente un tanto “inestable”, con cierta sensación de flotabilidad y desconexión con el asfalto. Esto es una pena dado que el tacto de la dirección es bueno, mucho mejor que en el Swift, sin necesidad de estar corrigiendo en los giros.
Fuera del asfalto también se pueden hacer algunos pinitos aunque no debes olvidar que no cuenta con tracción total. La generosa altura libre al suelo da tranquilidad cuando se circula por caminos, superando ciertos baches que con otros modelos habría sido imposible. La suspensión, a pesar de ser algo firme, no responde con sequedad, mejorando el confort.
El sistema de iluminación me ha convencido. La fuera, haz y luminosidad de los LEDs permiten una conducción nocturna agradable reduciendo la sensación de cansancio. El sistema de encendido automático de luces también tiene un funcionamiento óptimo.
El asistente de cambio de carril no es perfecto. Responde algo tarde (cuando ya has pisado bastante la línea) aunque al menos actúa sobre el volante avisando al conductor (también emite un pitido que no resulta molesto). La alerta pre-colisión se anticipa en exceso, avisando muy pronto.
En resumen el Suzuki Ignis es un híbrido en todos los sentidos, combinando soluciones que lo hacen muy apetecible. Es un urbano pero también un crossover. No es un monovolumen pero cuenta con detalles de estos como la banqueta deslizante. Es espacioso, está bien equipado y su precio, viendo el conjunto, no es desorbitado.
Híbrido en todos los sentidos con 4 caballos y una bateria de 0,38 kw/h ?
Es un híbrido en otros sentidos, jugando con los segmentos, soluciones de interior. A eso se refiere.
4 CV de hibridación por 2500€ más. Oiga, menuda ganga, póngame 3!
No son 2.500€ más. El coste adicional más importante es x equipamiento. El salto al GLX interesa
Sería interesante probar el FIAT PANDA CITY CROSS para confrontarlos.
Francisco Méndez Macías el problema que hay es q el gasolina tiene 69 cv y el diesel no sería comparable, sobre todo en ciudades dnd podrían desaparecer pronto
Increíble. ¡Un híbrido!
¿lo afirma «la voz de su amo?
Que buena idea; le conecto el motor de arranque al mio y …!abracadabra! Ya tengo un híbrida.