Diseño/Estética
Calidad de acabado
Equipamiento de serie
Equipamiento opcional
Habitabilidad
Maletero
Motor/Refinamiento
Prestaciones
Consumos
Transmisión
Dirección
Frenos y neumáticos
Comportamiento
Calidad de rodadura
Relación valor-precio
6.9
Bien
El Suzuki Jimny se ha convertido en un éxito por su estética retro y por ser uno de los pocos todoterrenos de verdad que se pueden comprar actualmente. No es barato pero ha evolucionado en confort, seguridad y equipamiento, además de contar con una mecánica más agradable y prestacional. No me parece un coche indicado para aquellos que solo quieren presumir de imagen. Tiene muchas limitaciones pero son fácilmente perdonables si se acepta la filosofía real por la que fue desarrollado.
La moda crossover ha entrado con fuerza en los principales mercados mundiales y ha conseguido situarse como el segmento más demandado por un público que valora una imagen más robusta y el mayor espacio interior sin dar demasiada importancia a otros aspectos como las posibilidades off-road o los consumos.
Un alto porcentaje de los crossovers comercializados en España se venden exclusivamente con tracción sencilla a un eje, algo que limitada su uso al asfalto y caminos en buen estado. Es tanto el interés que han levantado que los fabricantes se han olvidado de producir verdaderos todoterrenos capaces de salir al campo sin problemas.
Por suerte para los usuarios más aventureros hay ciertas firmas que mantienen en sus gamas modelos con aptitudes off-road excelentes. Mitsubishi, Toyota, Mercedes, Land Rover o Jeep son algunas aunque realmente las firmas que consiguen poner los todoterrenos puros al alcance de todos los bolsillos son Lada y Suzuki.
Mientras que el Niva sigue en el pasado con su obsoleto motor y un confort de marcha mínimo, la última generación del Suzuki Jimny ha aterrizado con todos los encantos del producto original añadiendo además una dotación más completa y un motor más solvente. Durante unos cuantos días he tenido oportunidad de probar una unidad de este pequeño japonés y debo reconocer que tiene todos los ingredientes para enamorar a cualquiera… que sepa perdonar sus muchos inconvenientes. Es, en resumen, el encanto de la imperfección.
DISEÑO
Sin duda alguna el principal argumento de ventas para muchos usuarios es su concepto 100% todoterreno que deja en el olvido los más “blanditos” todocaminos. Lo bueno del Jimny es que se acompaña de una estética muy fiel al producto original que en cierto modo es capaz de transportarte 30 años atrás.
Heredero de los LJ, SJ y Samurai, el nuevo Jimny mantiene sus formas muy cuadradas y pequeñas dimensiones para robar corazones. Sus ópticas redondas y la posibilidad de añadir una parrilla al estilo de los originales (la firma ofrece dos) son algunos de los detalles muy bien pensados por los responsables de producto.
Los marcados pasos de rueda son obligatorios en este tipo de todoterrenos tanto por su función para evitar que salpique el barro como por la estética, generando una imagen más musculosa. También el uso de paragolpes y ciertas molduras en material plástico sin pintar se agradecen para reducir los costes de reparación al ser más resistentes que la pintura estándar.
La unidad probada corresponde al nivel de acabado más completo Mode3 que contempla llantas de aleación de 15 pulgadas, faros Full LED con lavafaros, cristales sobretintados, pintura en dos tonos y faros antiniebla, además de las manetas pintadas en color carrocería. La elevada distancia al suelo también consigue aumentar su aspecto campero.
INTERIOR
El habitáculo del Suzuki Jimny no defrauda ni por presentación ni por acabados. Mantiene el estilo del modelo original pero convenientemente adaptado a los nuevos tiempos mientras que los plásticos, siempre duros, transmiten solidez. Es cierto que algunos ajustes podrían ser mejores pero por regla general cumple con nota.
La instrumentación sigue el diseño original pero añade una pantalla LCD con un ordenador de viaje completo que informa de los consumos, autonomía y algunos elementos de seguridad como la alerta de cambio de carril involuntario, el lector de señales de tráfico y el aviso pre-colisión.
En la gama Jimny hay disponibles dos sistemas multimedia: uno sencillo DobleDIN con bluetooth y USB y otro más completo con pantalla táctil de siete pulgadas, Apple CarPlay, Android Auto y control por voz que se puede manejar desde el volante. Integra también navegación dinámica y radio DAB.
En la parte inferior de la consola están los mandos de climatización, en este caso con función automática y pantalla LCD, y algo más abajo los botones para controlar los elevalunas eléctricos (no es la mejor posición), el control de descensos y el control de estabilidad (desconectable totalmente).
Por el interior hay repartidos varios huecos porta-objetos pero no son grandes ni demasiado útiles. Por ejemplo las bolsas de las puertas son excesivamente estrechas y cuesta incluso introducir el chaleco reflectante mientras que entre los asientos hay una bandeja en la que solo cabe un Smartphone, y un pequeño lugar para dejar las llaves o el mando del garaje. También hay un único hueco-posalatas pero queda demasiado retrasado y es incómodo.
HABITABILIDAD
Lógicamente con 3,48 metros de longitud (3,64 si se incluye la funda de la rueda de repuesto), el Suzuki Jimny es un coche muy pequeño que no brilla por su espacio en el interior. Está muy bien para dos personas que podrán viajar con su equipaje eliminando las plazas posteriores dado que con ellas en uso el volumen de carga es anecdótico.
En las plazas delanteras el espacio para las cabezas es excelente, dejando mucha altura libre al techo. Es algo que también se repite en la fila posterior y que seguro agradecerán los usuarios más altos. En esta nueva generación no hay en opción techo duro desmontable ni deslizante o de lona, así que la cota será siempre la misma.
No brilla en ninguna de las filas por el ancho disponible pero es suficiente. Quizás habría venido bien en las plazas delanteras un apoyabrazos central para aumentar la comodidad (los hay como accesorio). El asiento del conductor no cuenta con regulación en altura y la postura queda demasiado elevada así que siempre sentirás que estás a los mandos de un todoterreno. De eso no hay duda.
El acceso a las plazas posteriores es algo engorroso debido a un sistema que no ayuda (resulta duro) y no tiene memoria (no recupera la posición anterior). El espacio para las piernas en las plazas traseras no está mal y al ser apto solo para dos el ancho es suficiente. Me ha gustado que el respaldo pueda regularse en inclinación.
No tengo claro si lo que hay situado detrás de los asientos de la segunda fila se puede denominar maletero. Con 85 litros de capacidad está más cerca de los maxi-scooter que de los urbanitas convencionales con cuatro ruedas, siendo casi imposible llevar algo que sea más grande que un portátil con su funda o un maletín. No hay bandeja que tape lo que se deje ahí pero los cristales tintados hacen su función correctamente. Abatiendo los respaldos queda un espacio aprovechable y además fácil de limpiar aunque el material plástico resulta deslizante (deberás sujetar la carga para que no esté de un lado a otro).
EQUIPAMIENTO/PRECIO
Sin duda alguna el equipamiento es uno de los apartados en los que más ha evolucionado el nuevo Jimny. En todas las versiones se incluyen de serie la alerta por cambio de carril involuntario, aviso pre-colisión, la frenada automática en ciudad, lector de señales de tráfico, seis airbags, detector de fatiga, control de descensos, control de crucero, asistente de cambio de luces cortas/largas, sensor de luces y aire acondicionado.
La terminación Mode3, la más completa, incluye además faros Full LED, sistema de navegación con pantalla táctil, Apple CarPlay, bluetooth, cierre centralizado con mando, elevalunas eléctricos, faros antiniebla, volante en piel, llantas de aleación de 15 pulgadas, toma de corriente en maletero, cristales oscurecidos, etc.
El precio recomendado para el mercado español del Suzuki Jimny arranca en los 17.000 € del 1.5i 16v 102 CV JX pero si quieres una unidad como la probada deberás recurrir al Mode3 que sale por 20.820 € a los que deberás sumar la pintura en dos tonos (572 €) y la parrilla delantera con el nombre “Suzuki” en lugar del logotipo.
Con el elevado éxito cosechado en todos los mercados en los que se comercializa alrededor del planeta y una producción limitada a 60.000 unidades al año, la firma japonesa está inmersa en un problema grande de abastecimiento, siendo incapaz de cubrir la demanda. Por esta razón la firma no realiza descuentos en la compra (tiene prácticamente todo vendido).
MOTOR
El nuevo Suzuki Jimny no ha caído en las últimas tecnologías para su motor, dejando el downsizing para su oferta de turismos y crossovers. Aunque se habían escuchado rumores durante meses de una posible versión 1.0 Boosterjet con 111 CV o incluso de un 1.2 Dualjet con sistema micro-híbrido, lo cierto es que Suzuki ha apostado por un nuevo motor con excelentes bajos, cilindrada normal y suficiente potencia.
Con cuatro cilindros y 1,5 litros, el bloque desarrolla 102 CV de potencia y un par máximo de 130 Nm a 4.000 rpm en combinación con una caja de cambios manual con cinco velocidades o bien una automática con cuatro relaciones. Es una pena que la marca no haya introducido una automática con más velocidades. En todos los casos el sistema de tracción es total a las cuatro ruedas con reductora.
En términos generales el motor del Suzuki Jimny cumple por prestaciones. No es una opción demasiado rápida pero es capaz de mantener sin problemas cruceros legales salvo en repechos importantes en los que habrá que reducir una o dos velocidades. El principal problema del Jimny por autovía está en la elevada sonoridad del motor; a 120 km/h está girando a 3.750 rpm y resulta molesto.
Para que en autovía no resulte molesto la velocidad debe estar entorno a los 100 km/h. En estas circunstancias el consumo se reduce también considerablemente y pasa de unos 8,0 L/100 a 120 km/h a unos más interesantes 6,8-7,0 L/100. No es demasiado frugal pero las formas cuadradas tampoco ayudan.
A la hora de realizar adelantamientos hay que tener bien presente las limitaciones de su motor, que no sube con tanta alegría como en otros vehículos. Requiere bajar una o dos velocidades y pisar a fondo pero no garantiza una respuesta más o menos rápida hasta superar las 4.000 rpm, dejando margen hasta las 6.000 para seguir empujando.
Si se aprovechan las posibilidades del motor (algo que harás en muchas ocasiones), el consumo se resiente negativamente aunque en condiciones exigentes gasta menos de lo que podría pensarse. Con 40 litros de depósito no se pueden cubrir grandes distancias y en el caso de la prueba, en un viaje de Madrid a la Costa del Sol la reserva saltó a los 380 km. Desconozco los kms que pueden realizarse con ella.
Ficha técnica
Version | K15B |
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Cilindrada | 1.462cc |
Potencia | 102 CV a 6.000 rpm |
Par | 130 Nm a 4.000 rpm |
Peso | 1.135 kg |
Dimensiones Lar/An/Al mm | 3480 / 1645 / 1720 |
Volumen Maletero | 85 / 830 litros |
Aceleración 0 a 100 km/h | 12,3 seg |
Recuperación 80 a 120 km/h | 14,3 seg |
Velocidad máxima | 145 km/h |
Consumo homologado | 6,8 L/100 |
Emisiones CO2 por km | 154 gr |
Precio de partida | Desde 20.820 € (Mode3) |
COMPORTAMIENTO
Como ya te habíamos comentado en la presentación del vehículo, el Suzuki Jimny es un excelente vehículo para circular fuera del asfalto gracias a sus contenidas dimensiones, el sistema de tracción total con reductora, el control de descensos y una distancia libre al suelo bastante generosa (210mm).
También te interesará saber que tiene un ángulo de entrada de 37º, ventral de 28º y 49º de salida mientras que el radio mínimo de giro es excelente, de solo 9,8 metros. Conserva como buen todoterreno un bastidor de largueros y travesaños, cuenta con suspensión con tres apoyos rígidos con muelles helicoidales y diferencial trasero de deslizamiento limitado, todo ello para garantizar una conducción en campo excelente.
Está claro que la idea original del Suzuki Jimny fue la de comercializar un todoterreno puro muy capaz a precios razonables en estos tiempos en los que solo hay crossovers con tracción delantera que no permiten salir del asfalto. Sin embargo el Jimny ha gustado tanto que son muchos los usuarios que han optado por él por su diseño, presentación o gran atractivo sin plantearse sus posibilidades camperas dado que nunca lo verán (algo que ocurre con la gran mayoría de SUVs).
¿Interesa un Jimny para uso urbano y desplazamientos de distancias medias o largas en vacaciones? Como vehículo para todo uso presenta demasiadas limitaciones y en ciudad tampoco es especialmente cómodo debido a una dirección asistida lenta y blanda de tacto impreciso que requiere de muchas vueltas para girar poco (en campo es de gran ayuda). Es cierto que sus dimensiones son contenidas pero al aparcar hay que tener mucho cuidado con el vehículo que esté detrás dado que se podría “encajar” la rueda de repuesto en el capó del otro.
En viajes largos resulta impreciso, sensible a la velocidad y viento, y no transmite demasiada seguridad a partir de los 110 km/h. Mejora con creces al anterior y sus prestaciones son mucho mejores pero realizar un viaje largo con el Jimny puede ser agotador, incómodo y no tan económico, siendo mucho más recomendable un Suzuki Vitara o S-Cross por citar dos modelos de la firma de precio similar.
Si eres capaz de aceptar las caprichosas maneras del bastidor con balanceos acusados, el carácter nervioso en cuanto se aumenta un poco el ritmo, la frenada inestable en curva o la mencionada dirección pesada y poco informativa, tal vez puedas sobrevivir en la jungla urbana. Desde luego a nivel de diseño se gana a una gran cantidad de usuarios, la dotación está al día tanto en seguridad como en confort, y su motor resulta suficiente si se juega con el cambio (también impreciso, con una marcha atrás que no siempre entra a la primera).
En cuanto a los sistemas de seguridad, se agradecen aunque no están demasiado pulidos. Por ejemplo la alerta de cambio de carril actúa lentamente (ya estás fuera de él cuando avisa), el aviso pre-colisión en ocasiones se activa sin motivo y el lector de señales de tráfico es incapaz de entender los paneles electrónico (mal común, no exclusivo del este modelo). Sí funciona bien el SmartBeam y las ópticas LED tienen suficiente haz y potencia.
Aptitudes Off-Road
Estética retro
Comportamiento en carretera
Maletero inexistente