Diseño/Estética
Calidad de acabados
Habitabilidad
Maletero
Motor/Refinamiento mecánico
Prestaciones
Consumos
Comportamiento
Transmisión
Dirección
Relación valor-precio
7.1
Notable
Suzuki refuerza su apuesta en el segmento B-SUV con un Vitara completamente renovado en todos los aspectos. Llega acompañado de una oferta mecánica que nos ha sorprendido por sus prestaciones y consumos, todo ello aderezado con una amplia dotación de serie difícil de encontrar entre sus rivales y unas aptitudes 4x4 por encima de la media.
No es ninguna novedad que la tendencia actual del mercado hace que cada vez veamos más modelos SUV y crossover en nuestras carreteras, modelos que cada vez son más urbanos y menos camperos; al tiempo que los todoterrenos de pura cepa desaparecen poco a poco de nuestras vidas. Claro ejemplo de ello es el Suzuki Vitara, que en su nueva generación ha pasado a cambiar la filosofía de la carrocería y el sistema motriz presente en un todoterreno, asemejándose más a un SUV que a un 4×4 puro y duro.
Desde su lanzamiento en 1988, el Suzuki Vitara ha sido un modelo que destacaba por su comportamiento fuera del asfalto, su dureza y su diseño clásico. Muchos aún se siguen preguntando dónde está aquél todoterreno campero que conocieron en su día, así que os resolveré la duda: sigue aquí, está debajo de esas líneas redondeadas y dinámicas de corte SUV. Pero ojo, hay que ser realista, no es un todoterreno puro y ha perdido gran parte de su esencia, aunque aun así os puedo asegurar que su estética engaña y que el sistema de tracción 4×4 ALLGRIP da más juego del que parece.
Hace apenas unas semanas ya os comentamos que tanto el nuevo Vitara como el icónico Jimny siguen siendo realmente buenos fuera del asfalto, algo que pudimos comprobar en la 4×4 Experience de Suzuki, un evento plagado de diversión gracias al interesante curso sobre conducción off road que nos ofreció la marca japonesa. Por ese motivo, os remito al artículo del mismo para que comprobéis por vosotros mismos cómo el control de descenso, el bloqueo del diferencial o el asistente de arranque en pendiente del Vitara hacen de su conducción 4×4 un juego de niños en terrenos de baja y media dificultad.
Ahora nos centraremos en hablar de sus principales virtudes en el hábitat natural de la gran mayoría de unidades que han salido y saldrán de la fábrica Magyar Suzuki de Hungría: el asfalto. Es sobre este terreno donde el nuevo Vitara gana enteros, con una buena respuesta, unos consumos ajustados y un avanzado equipamiento de seguridad y conectividad para hacer nuestro día a día mucho más sencillo ¡Conozcámoslo de cerca!
Diseño exterior
Como ya os he comentado, más de un cuarto de siglo después del debut del modelo original, la herencia del Vitara se personaliza en esta generación en la encarnación de un vehículo utilitario fresco y de aires deportivos, contando con una carrocería de menores dimensiones para cumplir con las necesidades contemporáneas.
En la vista frontal destacan indudablemente los angulosos faros que en el caso de nuestra unidad de pruebas cuentan con proyectores LED para las luces de cruce, halógenos multirreflectores para las luces de carretera y elementos decorativos en azul eléctrico. Estos están disponibles para el acabado GLX del modelo y mejoran notablemente el haz de luz respecto a las luces convencionales, por lo que se convierten en una opción a tener muy en cuenta para aquellos que por gusto o por necesidad acostumbran a viajar de noche.
Entre ellos encontramos la nueva parrilla de diseño horizontal que inevitablemente nos trae a la mente al Range Rover Evoque y que, gracias al paquete Urban de esta unidad, puede personalizarse en color negro o blanco.
En la mitad inferior del frontal encontramos los faros antiniebla (disponibles en los acabados GLE y GLX) escoltados por las luces diurnas LED en posición vertical y un imponente protector rematado en color plata de forma trapezoidal que indica un poderoso agarre al suelo; mientras que sobre los mismos acaparan todo el protagonismo un capó abombado (marca de la serie Vitara) que da a la delantera un aspecto de solidez y el guardabarros delantero.
Las líneas de la carrocería y las salidas de aire laterales situadas en el capó son algunos de los detalles que la marca ha querido preservar como recuerdo de la primera generación Vitara, al tiempo que las líneas que recorren toda la longitud de la carrocería contribuyen a dar el aspecto robusto que siempre caracterizó al modelo. En la vista lateral, las llantas de aleación con superficie pulida de 17 pulgadas y neumáticos 215/55 R17 son las grandes protagonistas, acompañadas de dos marcados nervios: uno superior bajo las ventanas y otro que parte desde la puerta del conductor elevándose hacia la trasera para marcar unas pequeñas caderas sobre los pasos de rueda posteriores.
Es cierto que muchos echamos de menos las líneas angulosas del Vitara, pero el nuevo diseño SUV contribuye notablemente en la búsqueda de una magnífica aerodinámica, reflejada en el óptimo diseño de las aberturas del parachoques, en la línea de techo que baja suavemente hacia la trasera, en las superficies planas de los bajos del vehículo, en los retrovisores laterales y en los bordes del parachoques delantero cuya forma ha sido el fruto de análisis en el túnel de viento.
Normalmente, es en la zaga donde muchos modelos pierden gran parte de su atractivo, y por desgracia el nuevo Suzuki Vitara no es la excepción. En la “espalda” del modelo encontramos un diseño sencillo en la que echamos en falta algo más de personalidad, estando presidido por una amplia luneta, ópticas de considerables dimensiones y protecciones rematadas en gris oscuro en su extremo inferior.