Comportamiento
Comenzamos nuestra semana a bordo del Suzuki Vitara entre el tráfico madrileño de primera hora de la mañana. Durante los primeros días, nuestros principales trayectos tuvieron lugar en el plano urbano, el que casi con total seguridad será el hábitat natural de la gran mayoría de unidades que llegarán al mercado, y os puedo asegurar que a pesar de no ser el rey de la ciudad, este SUV compacto cuenta con múltiples virtudes para el día a día.
Una vez arrancamos el motor, el modo de conducción predeterminado será ‘Auto’, un modo que podrá no destacar por las prestaciones, pero destaca notablemente por los consumos. Es cierto que en frío y al ralentí, la rumorosidad de la mecánica diésel se hará patente en el interior, resultando algo tosco e incómodo en combinación con el sistema Start/Stop en los semáforos o atascos, pero a medida que el motor coge temperatura (cabe destacar que lo hace con extremada rapidez), todo se vuelve mucho más agradable y el funcionamiento de esta tecnología es sin duda uno de sus puntos fuertes.
Aquellos que hayáis conducido alguna vez un coche automático en ciudad estaréis de acuerdo conmigo en que no hay nada como preocuparse únicamente del acelerador y el freno cuando los arranques y las paradas son constantes. Es por ello que al coger un coche manual, una de las cosas que más se agradecen es que el tacto del cambio sea agradable, que te ponga fáciles las cosas ¡Y la verdad es que en ese aspecto no tenemos queja! Es más, su recorrido resulta mucho más cómodo en territorio urbano -donde gestionaremos el cambio de forma suave y tranquila- que en carreteras reviradas que te invitan a jugar constantemente con la palanca, pues su guiado no es tan preciso como nos gustaría para este tipo de conducción.
Tras los primeros kilómetros por Madrid, llega uno de los momentos más desesperantes de la rutina diaria cuando vas a bordo de un SUV: las callejuelas estrechas y el aparcamiento. El Vitara cuenta con un amplio habitáculo y una postura de conducción elevada que te transmiten la sensación de que vas a tener que dar unas cuantas vueltas antes de llegar a tu destino, pero lo cierto es que este japonés puede presumir de unas dimensiones ajustadas y un amplio radio de giro que, en combinación con la cámara de marcha atrás y los sensores, lo hacen prácticamente tan maniobrable como la mayoría de modelos compactos del mercado.
Seleccionamos el modo ‘Sport’ y abandonamos la urbe para aventurarnos por carretera abierta, donde el Vitara volverá a sorprendernos gratamente por la agilidad de su motor y la suavidad de marcha. El cambio entre ambos modos se nota especialmente en la respuesta del acelerador, ofreciendo un empuje notable con mucho más nervio incluso cuando circulamos en sexta velocidad, a fin de facilitar los adelantamientos sin la necesidad de reducir una marcha como sí ocurre en ‘Auto’. Además, la diferencia de consumos circulando de forma tranquila apenas varía entre ambos.
Las ruedas delanteras montan supensiones MacPherson. La forma modificada de los brazos traseros, un esquema de la suspensión también actualizado y montantes mejorados consiguen mayor rigidez y por tanto una mejor estabilidad de la conducción. Las ruedas traseras montan suspensiones de barra de torsión con el diseño de la barra que Suzuki utilizó por primera vez en el SX4 S-CROSS.
Por otra parte, el tarado firme de la suspensión contribuye a que el Vitara se desenvuelva con soltura en el plano dinámico, tanto cuando circulamos en autopista por encima de los 110 km/h como en carreteras de montaña un poco más reviradas. Eso sí, has de tener en cuenta que curiosamente las versiones diésel están configuradas con un ajuste más blando que las gasolina y esta puesta a punto de la suspensión se traduce en leves balanceos de la carrocería cuando enlazamos curvas. En cualquier caso, combina con equilibrio el filtrado de irregularidades con un paso firme.
Y si eres de los que disfrutan de los viajes largos activando el cruise control, te alegrará saber que el sistema de crucero adaptativo del Suzuki Vitara funciona especialmente bien, pudiendo elegir entre tres opciones de distancia con el vehículo que te precede. Por contra, la dirección resulta algo peor, pues aunque en ciudad su funcionamiento es más que adecuado, en autopista y en zonas de curvas resulta un tanto imprecisa y poco informativa, obligándonos a hacer pequeñas correcciones incluso cuando circulamos en línea recta.
Por último y, respecto a su comportamiento fuera del asfalto, ya hemos comentado en varias ocasiones que el Suzuki Vitara cuenta con control de descenso en pendientes -aunque no con reductora- y sistema ALLGRIP de cuatro modos con un embrague multidisco bañado en aceite. Adicionalmente, éste incorpora una función de retroalimentación para enviar más par a las ruedas traseras si detecta que las delanteras derrapan, aunque es preciso señalar que el control de tracción actúa poco y cuando lo hace, apenas te darás cuenta de no ser por el aviso que salta en el cuadro.
Auto
El modo auto prioriza el ahorro de combustible en condiciones de conducción típicas. El sistema usa la tracción delantera por defecto. Cambia a tracción total si detecta un derrape.
Sport
El modo sport es óptimo en carreteras con muchas curvas. El sistema hace el máximo uso de la tracción a las cuatro ruedas de acuerdo con el uso del acelerador. A velocidades medias y bajas, el sistema cambia las características del par para optimizar la respuesta del motor y el comportamiento en curva.
El modo nieve es perfecto para superficies nevadas, no pavimentadas o resbaladizas. El sistema usa la tracción a las cuatro ruedas por defecto. El sistema optimiza el control 4×4 de acuerdo con el uso de la dirección y el acelerador para dar estabilidad y tracción en superficies de baja fricción.
Lock
El modo lock se utiliza para sacar al coche cuando se atasca en nieve, arena o barro. Un diferencial autoblocante frena el posible derrape de las ruedas atascadas y trasfiere el par a las ruedas libres. Además, un ángulo de entrada de 18.2° y uno de salida de 28.2° permiten al conductor circular más fácilmente sobre carreteras con muchos baches o cubiertas de nieve.
Precio
El precio del Suzuki Vitara 1.6L DDiS con el acabado GLX (tope de gama), pintura metalizada y el paquete Urban asciende a algo más de 24.000 euros, aunque con los descuentos actuales y en función del concesionario, es fácil encontrarlo por un precio de entre 22.500 y 23.000 euros.
El resto de la gama varía desde los 15.360 euros del modelo de acceso a la gama, el Vitara 1.6L VVT gasolina con tracción 4×2 asociado a una cambio manual de cinco relaciones y acabado GL; hasta los 26.560 euros del Vitara 1.6L DDiS con tracción ALLGRIP, acabado GLX y cambio automático de seis relaciones. A ello habremos de añadir el precio de la pintura metalizada y del paquete Urban o Rugged (si los queremos, claro está), así como los correspondientes descuentos.
Diseño/Estética
Calidad de acabados
Habitabilidad
Maletero
Motor/Refinamiento mecánico
Prestaciones
Consumos
Comportamiento
Transmisión
Dirección
Relación valor-precio
7.1
Notable
Suzuki refuerza su apuesta en el segmento B-SUV con un Vitara completamente renovado en todos los aspectos. Llega acompañado de una oferta mecánica que nos ha sorprendido por sus prestaciones y consumos, todo ello aderezado con una amplia dotación de serie difícil de encontrar entre sus rivales y unas aptitudes 4x4 por encima de la media.