Diseño/Estética
Calidad de acabado
Equipamiento de serie
Equipamiento opcional
Habitabilidad
Maletero
Motor/Refinamiento
Prestaciones
Dirección
Frenos y neumáticos
Comportamiento
Calidad de rodadura
Relación valor-precio
8.1
Notable+
En Tesla continúan dándolo todo para hacer que sus coches sigan siendo tan impresionantes como de costumbre. El Model X es el SUV de la compañía y cada vez va ganando más adeptos a pesar de su elevado precio. Además, recientemente la firma de Palo Alto también ha mejorado algunas funciones como el 'Autopilot', todo ello para convertir a este coche en una alternativa real frente a los grandes todocamino 'premium'.
Ya sabéis que me gusta curiosear acerca del futuro que nos espera y acostumbro a hablaros tanto de peculiaridades sobre motores tradicionales como de nuevas formas de propulsión, pero tampoco es ningún secreto que soy algo escéptico con el tema de la electricidad pura y dura. Os he comentado en varias ocasiones que todas las etapas de la historia del automóvil han tenido algo en común: la carrera tecnológica hacia la rentabilidad y la eficiencia.
Actualmente, en pleno 2018, con la obsesión por el consumo y la contaminación provocada por la Unión Europea y los temerosos usuarios, la búsqueda de nuevas fuentes de energía se ha convertido en el mayor desafío del transporte. Las marcas gastan millones en I+D, realizan planes estratégicos a corto, medio y largo plazo; adquieren las patentes potencialmente más beneficiosas… y cobra especial relevancia el vehículo eléctrico, y que mejor representante de este tipo de modelos que nuestra gran conocida Tesla.
Puede que últimamente sólo se hable de la compañía para referirse al Tesla Model 3 que pudimos conocer en el pasado Salón de Ginebra 2018, pero hoy he decidido traeros la prueba de otro de sus modelos estrella, el Tesla Model X, un poderoso SUV al que cada vez le van a salir más rivales, como es el caso del recién estrenado Jaguar I-PACE, al cual incluso se ha enfrentado en el Autódromo Hermanos Rodríguez de Ciudad de México.
A pesar de que probamos muchos coches al cabo del año, la prueba de un Tesla siempre es especial, y más si mide dos metros de ancho por más de cinco metros de largo. Es por ello que esta prueba la he hecho con el mimo que se merece, porque un SUV 100% eléctrico de 2,5 toneladas, con una autonomía NEDC de 565 km, esa enorme pantalla en el salpicadero y una aceleración de 0 a 100 km/h en solo 4,9 segundos no se prueba todos los días.
¿Me convencerá el Model X de que es difícil superarle?
Diseño exterior
Ya desde el exterior, el Tesla Model X resulta prometedor. Buena prueba de ello son las cabezas que gira a su paso, llamando la atención de mayores y pequeños allí donde lo lleves. Es simple estéticamente, tecnológico y muy atractivo. Sus líneas son tan minimalistas como su interior, con un diseño limpio y libre de ornamentaciones innecesarias para mejorar la aerodinámica (Cx de sólo 0,24). A nivel estético, desde luego no se puede tener queja de él.
En la vista frontal destaca el logo en posición central, localizado sobre una tira cromada que le aporta cierta elegancia. A ambos lados se encuentran las ópticas delanteras, que presumen de iluminación Full LED adaptativa y una iluminación diurna característica con esta misma tecnología que las bordea casi al completo. Concretamente, 14 luces LED de tres posiciones en curva mejoran la visibilidad en la noche.
Como en el Tesla Model S que probé el pasado año, el capó tiene forma de ‘V’ y se prolonga hasta la inmensa luna, la cual continúa hasta la zaga con un gran techo panorámico que, en la parte posterior del modelo (sobre las Falcon Wings), está dividido. En el tercio inferior del marcado paragolpes se pueden apreciar tres entradas de aire divididas en cuyos extremos se integran las luces antiniebla.
En la vista lateral, llaman especialmente la atención las puertas traseras de ala de gaviota -conocidas como Falcon Wings- y los tiradores retráctiles cromados, los cuales quedan integrados en las generosas puertas hasta que no abrimos el vehículo.
Dicho toque cromado se complementa con un embellecedor en la parte inferior, la base de los espejos retrovisores, un pequeño detalle en la aleta que, curiosamente, no es el intermitente, sino una de las cuatro cámaras del Autopilot mejorado, y un marco que rodea toda la superficie acristalada, creando un contraste elegante muy llamativo en aquellos modelos que tienen una pintura oscura como esta.
Los pasos de rueda quedan especialmente marcados en este modelo, los cuales se llenan con unas llantas de 20 pulgadas de serie (hay disponible también un diseño oscurecido tipo grafito -2.100€- y otras llantas rematadas en negro con tamaño de nada menos que 22 pulgadas -5.800€-) pintadas en color gris plata que calzan neumáticos Michelin Latitude Sport 3 en medidas 225/45 R20 105Y.
Por cierto, hablando de medidas, el Tesla Model X no es ni mucho menos un SUV de medidas contenidas, pues luce unas cotas de 5,05 metros de largo, 1,99 metros de ancho y 1,68 metros de alto. La batalla es de 2.965 mm (curiosamente, sólo 5 mm mayor que la del Tesla Model S) y los anchos de vía delantero y trasero alcanzan los 1.711 y 1.723 mm, respectivamente. El peso total es igual de abrumador, con 2.534 kilogramos.
Es quizás la zaga la parte más imponente del diseño exterior, ya que hace gala de una gran anchura y una potente fuerza visual en la que la horizontalidad queda patente en todos los ángulos. Tiene unos hombros muy altos y musculosos que se unen entre sí por una tapa del maletero arqueda sobre la que se instala un alerón fijo en esta versión. El portón trasero abarca la luna posterior y divide las enormes ópticas en dos partes. Estas, como no podía ser de otra manera, también incorporan tecnología LED en sus funciones.
Hay disponibles hasta siete colores para la carrocería de tonalidades variadas y con diversas terminaciones: metalizada, perlada, multicapa o sólida. En este caso vemos la pintura metalizada plateada medianoche -1.050€-.
Une los faros traseros una línea cromada con la denominación ‘Tesla’, dejando en su extremo superior el logo del fabricante y, en el inferior, la matrícula, donde también se esconde otra de las cámaras del vehículo. Bajo los faros, al final del portón, vemos de qué modelo y versión se trata. Ya en el parachoques podemos apreciar los sensores de aparcamiento traseros y un difusor negro que alberga dos catadriópticos. Lógicamente, no hay salida de escape, al igual que sobre el techo también echaremos en falta la presencia de una antena.
Si bien es cierto que todas las puertas cuentan con sensores de ultrasonido -seis en total- para no golpearse y que estas pueden modificar el ángulo de apertura para no impactar contra objetos gracias a dos bisagras, siempre hemos de tener en cuenta todos aquellos obstáculos que escapan del rango de los sensores, pues no es difícil golpearlas. Sí que me ha parecido muy práctico que se pueda memorizar que, en un lugar determinado, la puerta se puede abrir del todo para que, en futuras ocasiones, lo haga por sí sola.
Igualmente, cuando llueve de forma contundente, el modo de apertura de estas puertas hace que se te inunde por completo el habitáculo, por lo que quizás deberías tener este dato en cuenta si vives en un punto geográfico en el que las lluvias son abundantes y continuas.
Diseño interior
Si el exterior del Tesla Model X te resulta cautivador, tecnológico y minimalista, el habitáculo tampoco te defraudará, ya que presenta los mismos adjetivos y, adicionalmente, unos acabados dignos de los SUV premium combinados con el parabrisas panorámico más grande del mercado para tener visibilidad sin límites. Sin embargo, también es en el interior donde he encontrado los principales ‘peros’ del modelo respecto a la competencia, especialmente en términos de practicidad en la parte posterior.
Además, es curioso que en Tesla no les guste mencionar que Mercedes-Benz ha colaborado en el desarrollo del Model X, porque numerosos mandos son de la marca alemana, tales como como la palanca de cambios, el control del regulador de velocidad o los interruptores de los elevalunas.
De la calidad de los materiales y el tacto de los mismos no podemos tener ningún reproche, al igual que ocurre con la calidad y el esmero de los ajustes. Está claro que en este sentido el equipo de la marca ha hecho un buen trabajo y los materiales blandos presiden prácticamente la totalidad del habitáculo, encontrándonos únicamente con algún plástico menos agradable al tacto y a la vista en la consola central (los que cubren los dos huecos portaobjetos).
Para el interior hay disponibles seis opciones de tapicerías y guarnecidos, la de serie y cinco opcionales -3.500€-, entre ellos, uno de fibra de carbono -250€-.
Una vez accedemos al habitáculo, rápidamente podemos apreciar la comodidad que presentan los asientos, con ajustes eléctricos, calefacción y memoria en el caso de las plazas delanteras. Es fácil encontrar la postura óptima y el mullido es muy confortable, pero el agarre lateral es insuficiente a la hora de enfrentarnos a tramos con algo más de curvas y el tapizado de cuero resulta bastante deslizante.
Gracias a la enorme pantalla del salpicadero todo queda al alcance de la mano. Esta cuenta con un tamaño de 17 pulgadas y controla la mayoría de las funciones del vehículo. Ya sabéis que este tipo de pantallas nunca me ha resultado muy cómoda en otros modelos, pero en este caso, las funciones más habituales como la personalización de los controles de climatización automática, el navegador y el cambio de las emisoras de radio se realizan con solo deslizar o pulsar.
En el Tesla Model X, la pantalla táctil, el tablero de instrumentos digital y los controles del volante multifunción combinan de forma perfecta las funciones de reproductor multimedia, navegación, comunicaciones, controles del habitáculo y datos del vehículo. Además, el mencionado volante cuenta con un tacto y un grosor muy agradables, contribuyendo a que disfrutemos de la conducción de este SUV.
Tras él nos encontramos con un cuadro de instrumentos de excelentes gráficos que permite personalizarse, mostrándonos toda la información necesaria en cada momento y con una lectura clara. Lo que no me ha resultado tan convincente es el tema de la navegación, la cual se basa en Google Maps y funciona por conexión 4G. Cuando la conexión a la red no es tan buena, la navegación y las búsquedas son algo más lentas, lo que me lleva a pensar: “si estoy en un pueblo perdido y no tengo cobertura, ¿cómo meto la dirección en el GPS?“
Según la marca funciona utilizando la señal del GPS, pero lo cierto es que poniéndolo a prueba en el garaje -sin red- no me cargaba las direcciones, por lo que se trata de un punto delicado para aquellos que viven en zonas donde la cobertura móvil no es especialmente buena. Igualmente, tendrás que sacar tu coche del garaje para dirigirte a algún punto. Con el control por voz sucede lo mismo, no funciona sin red.
Como podéis ver, los botones son prácticamente inexistentes y todo queda mucho más limpio en el habitáculo, pero eso también tiene sus contras. A pesar de que algunas funciones se controlan con una simple pulsación y el sistema es tan rápido como intuitivo, la pantalla nos obliga a desviar bastante la vista de la carretera, con las consecuencias negativas que eso tiene en la seguridad.
No dudo que alguien que adquiera un Model X se acostumbrará a esta interfaz y rápidamente localizará la función deseada sin distraerse, pero familiarizarse con el sistema y la ubicación de cada control lleva su tiempo y siempre nos gusta ver dónde plantamos el dedo en una pantalla… Para que os hagáis una idea de su funcionamiento, os mostraré de nuevo el vídeo que grabamos en su día del Tesla Model S, pues salvo en algunos elementos son idénticos.
Antes de hablar del espacio interior retomaré brevemente el tema de los huecos portaobjetos. El primero de ellos se ubica bajo la gran pantalla y ofrece un espacio razonable para dejar objetos pequeños como, por ejemplo, el teléfono móvil. Más abajo hay otro considerable, pero queda muy abajo, está poco iluminado y es muy profundo, lo que hace que dejar cosas en el mismo sea bastante incómodo si estas no son de un tamaño generoso. Justo detrás encontramos un tercer hueco, algo más pequeño.
En el reposabrazos central no encontraremos una guantera, sino solamente dos posavasos extraíbles. Este separa las dos grandes plazas delanteras, en las que hay espacio de sobra para viajar con comodidad. Algo peores son las plazas traseras, ya que a pesar de estar homologadas para tres adultos, estas no ofrecen excesiva anchura para que tres personas de estatura y complexión normales viajen cómodamente durante medias o largas distancias, lo cual es una pena ya que no hay túnel de transmisión que nos moleste en la plaza central.
Igualmente, tampoco encontraremos un reposabrazos central que sí es habitual en los SUV de este tamaño. Por otra parte, la altura de las plazas traseras es generosa -salvo en la plaza central- y el acceso a ellas el mejor del segmento. Una persona de más de 1,90 metros irá cómoda gracias al techo de cristal, aunque este no ofrece una cortina parasol, aunque es cierto que su tintado es capaz de bloquear el 98% de luz visible y el 81% del calor de la radiación solar.
Adicionalmente, en la parte trasera el suelo del vehículo queda bastante alto y la banqueta muy abajo para ganar altura al techo, por lo que las piernas quedan bastante flexionadas. Con todo ello, no podemos hablar de un modelo incómodo o poco espacioso, pero sí que cabe mencionar que me esperaba el Model X mucho más cómodo atrás -en anchura y altura- dadas sus gigantescas dimensiones.
Respecto a la capacidad del maletero, este cubica un total de 1.090 litros (958 litros el de siete plazas), con un generoso portón de accionamiento eléctrico y unas formas bastante regulares que permiten aprovecharlo al máximo. La capacidad de maletero al abatir los asientos (60:40) es superior a los 2.000 litros, sin contar con el hueco que se ubica bajo el piso que cubica 187 litros en todas las versiones. Con siete plazas desplegadas, tenemos un mínimo de 357 litros.
De manera adicional, cuenta con un espacio libre de 150 litros bajo el capó. Como ya he comentado, hay disponible una tercera fila de asientos para el maletero, los cuales permiten configurar el Model X con cinco, seis -6.300€- o siete plazas -3.200€-. En ellas caben cómodamente dos adultos. Lo que sí que he echado en falta en el maletero es una bandeja o una cortina para ocultar el equipaje.
Motorización
El Tesla Model X está actualmente disponible en España con dos opciones de batería. Por una parte encontramos la versión de acceso, el Model X 75D, con una batería de 75 kWh que permite alcanzar los 210 km/h de velocidad máxima, acelerar de 0 a 100 km/h en 5,2 segundos y homologar una autonomía de 417 km según ciclo NEDC. Equivale a 333 CV (245 kW) de potencia y 525 Nm de par motor.
Un escalón por encima están los Model X 100D y Model X P100D. Ambos cuentan con una batería de 100 kWh, pero el segundo de ellos está enfocado a ofrecer el máximo rendimiento. Equivalen a 423/612 CV (311/450 kW) y 660/967 Nm de par máximo, respectivamente. El Model X 100D es capaz de alcanzar los 100 km/h desde parado en 4,9 segundos, llegando hasta una velocidad máxima de 250 km/h y declarando una autonomía en ciclo NEDC de nada menos que 565 kilómetros.
El Model X P100D es bastante más salvaje, pues gracias a la batería de 100 kWh de alto rendimiento y el modo Ludicrous Speed puede acelerar hasta los 100 km/h en solo 3,1 segundos, recuperar de 73 a 105 km/h en 1,4 segundos y alcanzar una velocidad punta de 250 km/h. En este caso la autonomía es algo menor, de 542 kilómetros, que a pesar de todo tampoco está nada mal.
Todas las versiones que se venden actualmente en España cuentan con la suspensión neumática inteligente incluida y la tracción a las cuatro ruedas por la disposición de los motores (uno en cada eje). Dicho motor dual es una gran mejora con respecto a los sistemas convencionales de tracción a las cuatro ruedas, pues controla de forma digital e independiente el par motor en las ruedas delanteras y traseras. El resultado es un control de tracción incomparable en todas las condiciones.
Los motores eléctricos son trifásicos de inducción AC con rotor de cobre y tienen cuatro polos. En este caso, motor e inversor forman un conjunto cilíndrico compacto, lo que permite su ubicación en el eje trasero sin penalizar la capacidad del maletero. Giran hasta 15.000 rpm y el rotor está refrigerado por agua, sin imanes permanentes. Como sabrás, la transmisión es de una única relación fija y no tiene embrague. Presenta una reducción de 9,73:1 y la marcha atrás lo que hace es simplemente girar los motores en sentido inverso.
El paquete de baterías tiene una estructura que le proporciona una enorme rigidez frente a la torsión, el cual se multiplica por 3 cuando se une al chasis. Para evitar los estados de carga muy altos o muy bajos, el sistema de control no permite superar el 95% de la carga máxima ni bajar del 2%.
Respecto a las baterías de iones de litio, estas son unas Panasonic 18650 planas, se ubican en el piso del vehículo y cuentan con una autonomía bastante mayor de la habitual en otros modelos eléctricos, proporcionando 400 Voltios en corriente continua (DC). Lógicamente, tienen un tamaño superior e incrementan notablemente el peso del Model X, en torno a los 540 kilogramos, pero necesitan menos ciclos de carga y descarga para los mismos kilómetros y son capaces de ofrecer una mayor potencia sin degradar las celdas.
Están refrigeradas por líquido para evitar su sobrecalentamiento y para optimizar su funcionamiento, manteniéndose siempre en su temperatura óptima (en torno a los 25 ºC de media, siempre por debajo de 35º C). Los tiempos de recarga de la batería varían dependiendo del estado de carga, su capacidad total, el voltaje disponible y el amperaje de la corriente de recarga, pero el conector es compatible con un amplio rango de corrientes y tensiones, lo que nos permite recargar el Model X en cualquier enchufe.
La recarga se lleva a cabo a través de un puerto estándar Tipo 2 que, como podéis ver en las imágenes, permanece oculto en un lateral del piloto izquierdo.
Respecto a la experiencia de usuario del conjunto, sólo os puedo decir que estamos ante un coche adictivo. Adictivo por el silencio con el que rueda, por la ausencia de vibraciones, por la tranquilidad que transmite hasta en los atascos y, sobretodo, por su sorprendente aceleración, dejando atrás incluso a las motos en los semáforos.
Lo más curioso es su forma de arrancarlo (únicamente pisando el freno) y pararlo (poniendo la ‘P’ de aparcamiento en la palanca y saliendo del vehículo), ya que carece de botón o llave de arranque. Por último, en carretera es fácil mantener el consumo en torno a los 30 kWh circulando a velocidad legal, pudiendo aprovechar muy bien la frenada regenerativa una vez nos acostumbramos a ella, pero lógicamente si abusamos del acelerador la autonomía bajará rápidamente.
Ficha técnica
Version | Dos motores eléctricos de corriente alterna, uno en cada eje |
---|---|
Cilindrada | N.D. |
Potencia | 311 kW (423 CV) |
Par | 660 Nm |
Peso | 2.562 kilos |
Dimensiones Lar/An/Al mm | 5.052 / 1.999 / 1.684 mm |
Volumen Maletero | 1.090 (+2.000) [+187 litros doble fondo trasero + 150 litros delante] litros |
Aceleración 0 a 100 km/h | 4,9 segundos |
Recuperación 80 a 120 km/h | 1,7 segundos |
Velocidad máxima | 250 km/h |
Consumo homologado | N.D. |
Emisiones CO2 por km | 0 g/km de CO₂ |
Precio de partida | 129.130 euros (esta versión con 5 plazas) |
Comportamiento
Si hay algo por lo que destacan los Tesla es por su amplio espacio en las plazas delanteras y su comodidad, atributos que se complementan con una mecánica silenciosa, un excelente aislamiento del exterior y una calidad de rodadura digna de un modelo premium. Como ya os he comentado, la mecánica eléctrica empuja con brío al modelo para que viajar a bordo de este Model X sea un auténtico lujo, pudiendo presumir adicionalmente de un dinamismo aceptable a la hora de afrontar curvas a pesar de su peso y dimensiones.
Con sus 2,5 toneladas de peso no es un coche excesivamente torpe -aunque sí más que un Audi Q7, un Mercedes-Benz GLS o un Volvo XC90-, especialmente gracias a la brillante suspensión neumática inteligente de tarado firme. La dinámica no resulta del todo apta para la potencia que ofrece en tramos lentos, ya que rápidamente aparece el subviraje cuando le buscamos las cosquillas, pero en autopista tanto sus medidas como su peso han sido excelentemente disimuladas por los ingenieros de la marca. El Model X se muestra muy aplomado y nos permite un paso ligero en curvas abiertas.
Su bajo centro de gravedad gracias a las baterías localizadas bajo el piso del coche, la tracción total y la potencia instantánea del motor eléctrico nos aportan un gran control sobre el vehículo, transmitiéndonos seguridad, aunque hay que ser conscientes de que no es un coche pensado para enlazar curvas, a pesar de que exista el Model X P100D, la variante más deportiva de todas las que se venden.
La suspensión neumática es una de las mejores cosas que tiene el Tesla Model X a pesar de su firmeza y es la responsable de la ausencia de balanceos en la carrocería del modelo.
Su hábitat natural son las autopistas y autovías, donde se mueve como pez en el agua aunando habitabilidad, confort y estabilidad, aunque aquí es donde también aparece el gran enemigo de los eléctricos: la autonomía. A ello se une una suspensión muy agradable sobre asfalto en buen estado -fabricada en aluminio, es de paralelogramo deformable en el eje delantero y multibrazo en el trasero- que contiene de forma eficaz la carrocería, pero en tramos algo más irregulares o zonas de badenes, se muestra excesivamente firme y rebotona.
Es cierto que su radio de giro de 12,4 metros entre paredes y sus medidas pueden ser un inconveniente en ciudad, pero la visibilidad, salvo por la luna trasera -algo peor por altura y tamaño-, es bastante buena, resultando más manejable de lo que parece. Adicionalmente, cuenta con diversas asistencias como la cámara de marcha atrás -cuya resolución es de las mejores del mercado- o los sensores de aparcamiento delanteros y traseros para que maniobrar resulte sencillo, por lo que no tendrás mayor inconveniente en la jungla urbana.
Para paliar el problema de la autonomía de los vehículos eléctricos, el Corte Inglés ya ha instalado múltiples cargadores -que no supercargadores- en sus diferentes centros de Madrid, Barcelona y Bilbao. Por otra parte, Tesla aumentará notablemente la red de cargadores y supercargadores este año hasta superar los 300 puntos, aunque en algunos de ellos habrá que pagar por la recarga. Por otra parte, la nueva red de Supercargadores IONITY implementará 400 estaciones de recarga en toda la UE.
La dirección, por su parte, es electromecánica y cuenta con el motor sobre la cremallera, siendo personalizable en asistencia y resultando realmente cómoda en ciudad, algo que se agradece a la hora de maniobrar con un SUV de estas dimensiones, pero a la hora de enlazar curvas es cuando muestra alguna carencia.
En cualquier caso, tampoco podemos pedirle a un SUV como este el comportamiento dinámico de un compacto y lo cierto es que la contundencia del Model X en todas las situaciones es notable.
Podríamos decir que es firme, rápida y precisa para un vehículo como este, respondiendo eficazmente a las órdenes que le demos, pero no es todo lo informativa que nos gustaría y su excesiva asistencia se hace palpable en cuanto enlacemos varias curvas seguidas, incluso a ritmo tranquilo. Sí que destacan sus reacciones seguras en todo momento (ver crash test del Tesla Model X).
Además, llama especialmente la atención el tacto del freno, idéntico al de un vehículo convencional (sólo actúa sobre el sistema hidráulico), no como ocurre en otros eléctricos. En este caso, la frenada regenerativa se dosifica con el acelerador (encendiéndose las luces de freno cuando levantamos mucho el pie), pudiendo ésta configurarse en dos modos o desactivarse desde la pantalla del salpicadero. El Tesla Model X equipa frenos ventilados en ambos ejes, de 355 mm delante y 365 mm detrás.
En algunas ocasiones, concretamente cuando la batería está llena o cuando está demasiado fría, la frenada regenerativa se desactiva automáticamente.
Por último y, fuera del asfalto, es cierto que el Model X puede hacer sus pinitos gracias a que la suspensión eleva la carrocería de forma notable, pero has de tener en cuenta que no se trata de un todoterreno ni mucho menos. Sí que funciona especialmente bien su tracción total cuando el suelo es deslizante, pero no cuenta con bloqueos de diferencial, ni control de descenso de pendientes, es más, ni siquiera los neumáticos de serie son los más adecuados para hacer off road.
Desde luego, por calidad de rodadura, refinamiento, tecnología y acabados, es una opción interesante para aquellos que buscan un SUV tremendamente espacioso y quieren dar el salto a los eléctricos, ya que cumple con lo que promete y resulta una alternativa real en el ámbito de este tipo de vehículos, aunque el precio de partida de la gama Tesla es excesivo incluso hasta para lo que ofrece.
Equipamiento y precio
El Tesla Model X se ofrece en España en versiones 75D, 100D y P100D, todas ellas con un único acabado al que podemos ir añadiéndole diversos extras. Desde el menos potente ya ofrece un elenco de tecnologías bastante amplio, entre las que encontramos acceso automático sin llave y portón del maletero eléctricos…
Son también de serie las actualizaciones gratuitas, sensores de aparcamiento delanteros y traseros, tracción total, asientos delanteros calefactables, múltiples asistentes de conducción (Front Assist, aviso de ángulo muerto, frenado de emergencia…), navegación y mapas con actualizaciones de tráfico, HomeLink con GPS, ópticas Full-LED dinámicas, anclajes ISOFIX o espejos exteriores de plegado automático, entre otros.
El tope de gama, por su parte, incorpora una gran cantidad de elementos adicionales tales como la elección de un interior de primera categoría con múltiples opciones de tapicería y guarnecidos, actualización de audio de primera categoría, paquete para climas helados, alerón de fibra de carbono opcional, base para teléfono instalado, 400 kWh de créditos gratuitos al año para el uso de supercargadores, el modo de defensa frente a armas biológicas, Ludicrous Mode o suspensión neumática inteligente con memoria GPS.
Tesla ofrece solo cuatro opcionales para el Model X (aparte de los colores, las llantas o el techo): el Paquete Premium (equipo de sonido de alta calidad, paquete para climas helados y modo de defensa de armas biológicas) -6.300€-, el Autopilot mejorado -5.300€-, la capacidad de conducción autónoma total -3.200€- y una tercera fila de asientos.
Los precios de toda la gama del Tesla Model X en España según configurador, al contado, sin descuentos ni promociones, son los siguientes:
Modelo | Potencia | Precio |
Model X 75D 5 plazas | 333 CV | 109.180€ |
Model X 100D 5 plazas | 423 CV | 129.130€ |
Model X P100D 5 plazas | 612 CV | 165.280€ |
Conclusiones
Indudablemente, el Tesla Model X es una alternativa real a los vehículos de combustión interna, gozando de muy buenos acabados y un nivel tecnológico de primera. Su autonomía nos permite recorrer largas distancias sin tener que preocuparnos en exceso por la presencia de cargadores, pero es cierto que dependiendo de la zona en la que vivamos y de los lugares a los que viajemos podremos encontrarnos con una limitación más o menos importante, especialmente si no queremos perder excesivo tiempo.
Si la red de supercargadores fuera más amplia, se solucionaría notablemente este principal hándicap. Actualmente todo se centra en el coche eléctrico -ver los coches eléctricos más baratos de 2018 y los coches eléctricos con mayor autonomía– y los fabricantes están apostando muy en serio por la movilidad cero emisiones, tanto de automóviles, como Mercedes-Benz, Volvo o Toyota, como de componentes, lo que nos ha dejado inventos tan curiosos como autopistas para vehículos eléctricos y autónomos, paneles solares para el techo, drones que recargan vehículos eléctricos o neumáticos diseñados para este tipo de vehículos.
Pensemos que las normas anticontaminación son cada vez más estrictas en ciudades como Madrid y, a pesar de que las ventas de eléctricos no hacen otra cosa más que mejorar, todavía son muchos los cambios necesarios para que el parque móvil pueda ser 100% eléctrico. Al fin y al cabo, actualmente el fabricante que no cuide su huella en el planeta estará fuera del panorama automovilístico en un futuro cercano.
Vehículos híbridos, eléctricos, de pila de hidrógeno o de gas son la respuesta a las necesidades de un sector que en el fondo lo que busca es reducir el euro por kilómetro de su gama y tener así la ventaja competitiva que esto supone de cara a la administración pública (con “el jaleo este” de la contaminación) y al cliente final (consumo de combustible). Está claro que modelos como el Model X que hoy nos atañe son toda una revolución, pero nos están vendiendo que el vehículo eléctrico es el futuro y, hoy por hoy, eso es una mentira como un templo.
Por ejemplo, el GLP es el combustible ecológico más empleado en el mundo y con él se mueven 25 millones de coches en todo el planeta, prácticamente la mitad de ellos en Europa. La moda es hablar del coche eléctrico porque, entre otras cosas, la ignorancia acerca del autogás y de otros combustibles está muy extendida incluso entre los gobernantes, pero la realidad es que tenemos unas cuantas opciones viables en la actualidad por infraestructuras, autonomía y flexibilidad.
Es lógico que estemos muy verdes en este terreno, nos están vendiendo los eléctricos a bombo y platillo como en su día hicieron con los modelos diésel para, ahora, estar demonizándolos, pero también les llegará su turno a los eléctricos, tiempo al tiempo. No se trata de criticar por criticar ni mucho menos, sino de tener claro que hay unas cuantas alternativas, como los combustibles sintéticos o incluso vehículos de gasolina de cero emisiones parciales (PZEV) de los que probablemente nunca hayas oído hablar.
- Su diseño es tecnológico y muy atractivo, con detalles muy llamativos y prácticamente únicos como los tiradores retráctiles, los «Huevos de Pascua como el Xmas Mode» o las Falcon Wings.
- El interior es igual de minimalista y tecnológico, y es innegable que la pantalla de 17 pulgadas es una pasada, sobretodo por sus excelentes gráficos y su fluidez.
- La calidad de rodadura, la ausencia de rumorosidad y el aislamiento son sobresalientes, especialmente gracias a la suspensión neumática.
- La calidad de los materiales y los ajustes están bien trabajados. El empuje de los motores eléctricos es adictivo.
- Te moverás sin contaminar, con las ventajas que eso supone y la posibilidad de acogerte a los incentivos fiscales del Gobierno.
- En un viaje, el gasto en combustible es bastante inferior al de un vehículo de combustión interna.
- Viene muy bien equipado de serie.
- Cuenta con un maletero adicional bajo el capó.
- Bajo coste de mantenimiento.
- Posibilidad de cinco, seis o siete asientos.
- Su precio de partida es elevado a pesar del buen equipamiento.
- Tesla no ofrece descuentos en el precio de los vehículos.
- Que todas las funciones queden aglutinadas en la pantalla obliga a desviar bastante la vista y en términos de seguridad eso es bastante peligroso.
- Echarás en falta algunos opcionales que sí ofrecen los SUV premium del mercado.
- El espacio en las plazas traseras resulta algo justo para tres adultos por anchura y la banqueta queda excesivamente abajo, obligándote a flexionar las piernas.
- Si alguno de los sensores de las puertas no detectan un obstáculo, la «gracia» de la reparación puede ser pequeña. Si no tiene bastante espacio, no termino de verlas prácticas. Además, cuando llueve con ganas, el habitáculo se empapa más que con unas puertas normales.
- Echo en falta un parasol para la enorme luna delantera del Tesla Model X. Desde la marca aseguran que no es necesario, pero habría que probarlo en pleno agosto en Sevilla…
- Se echan en falta más huecos portaobjetos y un reposabrazos central en la parte trasera.
- La autonomía es sobresaliente para lo que se ofrece hoy en día, pero recargar las baterías te llevará su tiempo, más que repostar un vehículo convencional, incluso en un supercargador.
- La infraestructura que tenemos en España para este tipo de vehículos le penaliza.
- Sólo hay servicios oficiales en Madrid y Barcelona, lo que puede suponer un problema para alguien que no viva en estas ciudades.