Diseño/Estética
Calidad de acabado
Equipamiento de serie
Equipamiento opcional
Habitabilidad
Maletero
Motor/Refinamiento
Prestaciones
Consumos
Transmisión
Dirección
Frenos y neumáticos
Comportamiento
Calidad de rodadura
Relación valor-precio
7.5
Notable
Al Toyota C-HR le ha sentado muy bien la actualización. Además de la nueva motorización de 184 CV que resulta brillante y muy frugal, hay que señalar la mejora en la dotación estándar en todas las variantes que lo convierten en una opción más apetecible. Los puntos negativos se mantienen, siendo el más importante un habitáculo algo justo.
El Toyota C-HR ha sido un éxito comercial en toda Europa desde su lanzamiento a mediados del 2016. En España su demanda ha sido especialmente elevada, convirtiéndose en el modelo de la marca japonesa más vendido en multitud de ocasiones.
La arriesgada estética exterior parece que ha sido bien recibida especialmente por el público más joven mientras que la completa dotación estándar ha terminado por redondear un conjunto apetecible a todas luces. Tal ha sido el éxito en Toyota decidieron realizar una pequeña actualización para mejorar algunos de los aspectos más criticados.
Con la renovación se ha mejorado la dotación estándar en España sin que los precios hayan subido en la misma proporción, se ha añadido una motorización más potente y por fin ha recibido la conectividad Apple CarPlay y Android Auto, algo muy solicitado por los clientes.
Durante una semana he tenido la oportunidad de probar un Toyota C-HR 180H Advance Luxury y debo reconocer que tiene muchas virtudes. Bien equipado, prestacional y con la deseada etiqueta ECO, es un vehículo muy interesante para todo tipo de uso. Es algo caro pero ocurre con todos los modelos de la marca.
DISEÑO
La actualización del Toyota C-HR no ha sido especialmente fuerte en el plano estético. Ha recibido nuevos paragolpes, los faros antiniebla ahora van en una posición más elevada, se incluyen ópticas LED en todos los acabados (Multi-LED en los más completos), y se han actualizado tanto los colores como el diseño de las llantas de aleación.
Con el Nissan Juke siendo todo un éxito de ventas en Europa, el Toyota C-HR lo ha tenido bastante fácil para no resultar raro o excesivamente extraño. Es cierto que huye de lo convencional pero tiene unas proporciones bien conseguidas y resulta agradable para una mayoría de usuarios.
Según versiones pueden incluir ciertos detalles que resaltan la deportividad o sencillez. En el caso de la unidad testada, con el acabado Advance Luxury se incluye la pintura de la carrocería en dos tonos (retrovisores y techo van en negro), las llantas de aleación de 18 pulgadas, los cristales sobretintados, etc.
INTERIOR
El interior del Toyota C-HR también es algo personal. La calidad de los plásticos empleados destaca en las zonas superiores, siendo de tacto blando muy agradables al tacto. Me gusta que las puertas estén completamente revestidas (incluidos los marcos), no dejando que haya nada de chapa a la vista. Este es un detalle cada vez menos cuidado y que afea mucho el conjunto.
En las zonas inferiores los plásticos tienen un aspecto más normal y pueden ser sensibles a los arañazos. El tapizado de serie en el acabado Advance Luxury es de eco-piel, agradable al tacto pero algo calurosa. El ambiente excesivamente oscuro y la limitada superficie acristalada pueden crear cierta sensación de ahogo, especialmente en las plazas traseras.
La distribución de todos los mandos es correcta. La pantalla multifunción de la consola central está muy a mano pero no es la más rápida o vistosa del segmento. Los menús son sencillos pero en un automóvil de estilo futurista se echa de menos un equipo más avanzado, con gráficos y presentación más cuidados.
La instrumentación es sorprendentemente sencilla para los tiempos que corren. Olvida las pantallas digitales con varias configuraciones; aquí se mantiene el más clásico cuadro estándar con dos grandes relojes analógicos acompañados de una pantalla de pequeño tamaño en posición central con, eso sí, mucha información.
Por el habitáculo hay repartidos varios huecos porta-objetos aunque este no es el fuerte del C-HR y algunos de ellos son pequeños. Se agradece que tengan suelo de goma en algunos casos para evitar que resbalen cuando el coche está en movimiento.
HABITALIDAD
Si estás buscando un vehículo práctico y amplio para la familia, sin salir de Toyota tienes opciones como los Corolla Sport Tourer o el propio RAV4 que cumplirán mucho mejor que el C-HR. Este crossover juega con el diseño para captar clientes y entre los peajes de sus trazos tan singulares está un habitáculo algo justo.
En las plazas delanteras hay espacio suficiente para que sus dos ocupantes viajen cómodos. Me ha gustado el confort del asiento del conductor, la sujeción lateral y la postura al volante aunque debo reconocer que la regulación en altura de esa banqueta es algo justa, quedando algo elevada en la posición más baja.
Las plazas traseras son suficientes para dos adultos que tengan una estatura que ronde los 1,80 metros. El espacio para las rodillas es correcto y hay hueco para las cabezas suficiente. El ancho si viajan dos también es más que generoso pero con un tercer ocupante las cosas se complicarán.
La forma que tienen las puertas traseras condiciona mucho la visibilidad hacia el exterior, con unas ventanas que son pequeñas. Los niños tendrán ciertos problemas para poder mirar hacia el exterior así que es un punto a tener en cuenta. Tampoco hay salidas de aire específicas o tomas USB, por lo que los ocupantes podrán sentirse algo “maltratados”. Tampoco se ofrece techo solar que aumente la superficie acristalada, un punto que Toyota podría corregir sin problemas.
En cuanto a la capacidad de maletero, el C-HR 180H parte de 358 litros que es un dato discreto para el segmento. La versión 125H tiene algo más de capacidad ya que posee la batería del vehículo en el vano motor, y no en el maletero. Para ganar volumen se pueden abatir los respaldos y quitar la cortinilla pero no hay banqueta deslizante. En general no destaca por sus posibilidades de carga.
EQUIPAMIENTO
Una de las virtudes de cualquier Toyota C-HR está en su equipamiento de serie en cualquiera de los acabados que están a la venta en España. La versión 180H se oferta actualmente con los niveles Advance, Advance Luxury, Dynamic Plus y Kaji Edition. Para el 125H a los tres primeros se suma el básico Active.
Todos los C-HR llevan de serie faros LED, control y limitador de velocidad adaptativo, lector de señales de tráfico, aviso pre-colisión, frenada automática en ciudad, SmartBeam, sistema de llamada eCall, detector de peatones, ciclistas y fatiga, cámara posterior, Apple CarPlay, llantas de aleación de 17 pulgadas, cuatro elevalunas eléctricos, acceso sin llave arranque por botón, sensor de lluvia, etc.
La versión testada Advance Luxury posee el tapizado en piel, faros Full LED adaptativos, detector de objetos en ángulo muerto, sistema de sonido JBL, sensores de estacionamiento delanteros y traseros, asientos calefactables, carrocería en dos tonos, antinieblas LED, ajuste lumbar, etc.
El precio recomendado del Toyota C-HR 180H Advance Luxury eCVT se ha fijado en los 35.400 € pero incluyendo promociones se puede reducir hasta los 29.740 €. A eso hay que sumar el coste del sistema de navegación que cuesta 850 € y ya te adelanto que no merece la pena. Teniendo conectividad con el móvil Apple CarPlay y Android Auto te puedes ahorrar ese dinero.
MOTOR
Una de las virtudes de este Toyota C-HR 180H son sus prestaciones. El nuevo motor se adapta a la perfección al estilo del crossover, permitiendo realizar adelantamientos muy rápidos y seguros sin que la filosofía “eco” se pierda en el camino, especialmente tras comprobar los consumos que registra.
La etiqueta ambiental ECO que otorga la Dirección General de Tráfico aquí está más que justificada. Da igual el escenario en el que se sitúe al Toyota C-HR que siempre gastará muy poco. Parte del secreto es que busca usar el máximo tiempo posible el motor eléctrico, ahorrando gasolina en muchos pequeños momentos.
Con 184 CV de potencia podrás imaginar que no se quedará corto en casi ninguna circunstancia. Es verdad que no tiene la patada típica de los vehículos sobrealimentados pero se siente enérgico, con brío y ganas. De todas formas este bloque cunde mucho más en el Corolla aunque curiosamente gastando más combustible (muy pronto podrás leer una prueba del Corolla Trek).
El bloque 180H que usa Toyota en el C-HR combina un motor de gasolina de dos litros que desarrolla 152 CV con otro eléctrico que suma 109 CV, logrando en conjunto 184 CV. La caja de cambios se ha mejorado para evitar el efecto CVT y aunque no es perfecto, ya no resulta tan molesto como antes e incluso pasa desapercibido mucho mejor que en el 125H. Las versiones híbridas siempre llevan tracción sencilla al eje delantero.
El consumo obtenido durante la prueba me ha parecido brillante y mejora el dato registrado por algunos diésel de tamaño similar e inferior potencia. Lo normal es rondar los 5,0 L/100 tanto en ciudad como en carretera, y en autovías subir hasta los 6,0 o 6,5 L/100 yendo cargados. El depósito de solo 43 litros verás que termina cundiendo mucho más de lo esperado.
Ficha técnica
Version | 180H |
---|---|
Cilindrada | 1.987cc |
Potencia | 184 CV (152 + 109) |
Par | 190 + 202 Nm |
Peso | 1.560 kg |
Dimensiones Lar/An/Al mm | 4395 / 1795 / 1555 |
Volumen Maletero | 358 litros |
Aceleración 0 a 100 km/h | 8,2 seg |
Recuperación 80 a 120 km/h | 5,5 seg en D |
Velocidad máxima | 180 km/h (limitada) |
Consumo homologado | 5,3 L/100 |
Emisiones CO2 por km | 119 gr |
Precio de partida | 29.760 € (180H Advance Luxury) |
COMPORTAMIENTO
El Toyota C-HR tiene un comportamiento bastante correcto en todo tipo de vías. Me ha parecido que tiene un buen compromiso entre confort y eficacia aunque en este 180H quizás el toque sea algo más dinámico. Me habría gustado un mejor aislamiento en autovías pero la culpa es principalmente de los neumáticos.
En autovía el C-HR me ha parecido cómodo, con una pisada sólida y unas prestaciones sensacionales. No se viene abajo en repechos como ocurre con el 125H (si vas cargado) y el efecto CVT se reduce por completo a situaciones puntuales, algo que aumenta considerablemente el confort. En modo Sport además la mayor dureza del volante permite ganar algo de precisión.
En ciudad no resulta tan cómodo debido a la visibilidad posterior limitada, y a un pilar C excesivamente grande que tampoco ayuda en ciertos cruces. Para estacionar se agradecen los sensores delanteros y traseros, y especialmente la cámara de marcha atrás. Por suerte este elemento va de serie en todos los C-HR.
En tramos de montaña es muy parecido a cualquier compacto convencional, todo un piropo para un automóvil que tiene un centro de gravedad más elevado. La única diferencia respecto a un Corolla es que en un mismo tramo y a velocidad similar el crossover balancea un poco más pero no me ha parecido que sea algo destacable. En general el C-HR da seguridad.
No me ha gustado nada el funcionamiento del control de crucero adaptativo, siendo brusco en ciertas ocasiones. El aviso pre-colisión tampoco tuvo un funcionamiento ejemplar y el encendido automático de luces podría mejorar su eficacia al atardecer. Tampoco el SmartBeam es un ejemplo de buen funcionamiento.
Sí me ha gustado la iluminación Full LED que por fin lleva el C-HR, dando un haz potente y blanquecino. También se agradece el buen funcionamiento del detector de objetos en ángulo muerto, y el sistema de acceso sin llave (ha funcionado cerca de una comisaria, algo que no siempre ocurre).
A igualdad de equipamiento, la diferencia de precio entre el Toyota C-HR equipado con el motor 125H y 180H es de 1.800 €. Sabiendo la diferencia en prestaciones entre ambos, el buen andar del más potente y sobre todo lo cómodo que resulta al reducir el efecto CVT los pagaría sin pensarlo. El motor más potente convierte al C-HR en un coche muy más redondo y aconsejable.
Consumos muy ajustados
Equipamiento estándar
Plazas traseras justas
Precio algo elevado