El Toyota C-HR ha sido un éxito comercial en toda Europa desde su lanzamiento a mediados del 2016, y no nos cabe duda de que el Toyota C-HR 2024 también lo será. En estos siete años en España, el C-HR lleva más de 100.000 unidades entregadas. Es más, se ha convertido en el modelo de la marca japonesa más vendido en multitud de ocasiones y ahora la gama se refuerza con la llegada del Toyota C-HR PHEV.
Este particular modelo proporcionó una bocanada de aire fresco en la marca gracias a un lenguaje de diseño con mucha personalidad. Sí, era arriesgado, pero ha calado hondo entre el público. Tanto que ahora la marca vuelve a apostar fuerte por el diseño y, personalmente, creo que han acertado de lleno. Además, es un producto de mucha más calidad.
Diseñado y construido en Europa, combina su mayor empaque con un interior contemporáneo que ofrece más funcionalidad y confort. También hay más equipamiento, tecnología y, por supuesto, sistemas de asistencia y de seguridad. Además, ahora lo tienes en formato híbrido -con y sin tracción total- e híbrido enchufable.
Diseño exterior
El Toyota C-HR original rompió el molde del diseño de todocaminos con sus líneas de tipo cupé. En el nuevo modelo, esas líneas son aún más nítidas y gana notablemente en personalidad. Comenzando por el frontal, este presenta la nueva cara de los todocaminos Toyota, que también se observa en el Toyota bZ4X y en el nuevo Prius.
Fiel a los rasgos estilísticos vistos en el Toyota C-HR prologue, su imagen es afilada y contundente. Da la sensación de que el vehículo está a punto de saltar hacia delante. El toque tecnológico lo ponen los faros LED de serie, que dan paso a un alargado capó cuya continuidad con el techo corre a carga de una inclinada luna delantera de buena visibilidad.
El patrón de formas superpuestas se hace patente en las líneas de carácter con corte de diamante que recorren los laterales. Estas subrayan los tiradores de las puertas a ras de la carrocería por primera vez en un Toyota; además de sumar énfasis al aplomo del vehículo sobre el asfalto. En dimensiones, es más corto y bajo que su predecesor, pero más ancho.
Más concretamente, hablamos de 4.36 metros de largo, 1.83 metros de ancho y 1.56 metros de alto. La batalla alcanza los 2.640 mm, manteniéndose intacta. Los anchos de vía delantero y trasero miden 1.580 y 1.595 mm, respectivamente. El coeficiente aerodinámico Cx es de 0.32, un dato que mejora con respecto a su predecesor.
La imagen dinámica y condensada del vehículo queda realzada por sus cortos voladizos y sus grandes llantas. Pueden ser de hasta 20 pulgadas de diámetro. En el Luxury vemos las llantas de 19” (Bridgestone Turanza 225/50 R19 96V) y, en el GR, las de 20” (Continental PremiumContact 6 245/40 R20 95). Para la carrocería se ofrecen un total varias opciones de color, algunas en combinación con otras superficies en negro.
La zaga no está exenta de una gran personalidad propia. Elementos como el doble alerón de techo, la inclinada luna posterior y el alerón de la tapa del maletero le aportan un gran dinamismo visual. Destaca, además, su presencia asentada sobre el asfalto gracias a la horizontalidad de las líneas. Esta se ve reforzada por los pilotos LED.
Dispuestos horizontalmente, abarcan casi todo el ancho de la parte trasera. En posición central, los divide la denominación C-HR iluminada sobre el logo de Toyota. Más abajo, recalcan su poderío los atléticos hombros y el musculoso paragolpes. Sobre el techo podemos equipar un techo de cristal panorámico cuya cortinilla será un accesorio incluido.
Diseño interior
Toyota ha querido mantener en el nuevo C-HR la personalidad propia de la que hacía gala la anterior entrega del modelo. Convenientemente actualizado en lo que ha tecnología se refiere, el renovado modelo también luce una mayor calidad percibida y de los materiales. Si bien los plásticos rígidos están presentes, hay más superficies acolchadas.
Además, los ajustes son buenos, transmitiendo una correcta sensación de solidez y durabilidad. Ahora está mucho más en línea con sus rivales. Las manos se posan cómodamente sobre un remozado volante plagado de botones con la insignia ‘GR’. Tras él tenemos un cuadro de instrumentos totalmente digital de 12,3 pulgadas.
Los gráficos son nítidos y la información está claramente dividida en zonas, resultando fácil de leer. La pantalla se puede ajustar para priorizar diferentes contenidos según nuestras preferencias o el tipo de viaje que se realiza. Hereda del Toyota Corolla tres diseños preestablecidos que se pueden personalizar con los botones del volante.
Se complementa con otra pantalla táctil en el centro del salpicadero. Esta puede ser de 8 o 12,3 pulgadas y es compatible con Android Auto y Apple CarPlay inalámbricos. En el híbrido enchufable, el navegador suma la localización de estaciones de carga. Cabe destacar que el sistema mejora notablemente, aunque no despunta en el segmento.
El anterior sistema multimedia de Toyota era uno de sus puntos débiles, pero el nuevo nada tiene que ver. Es más rápido, tiene mejores gráficos, mayor resolución y todo queda mejor estructurado. Además, la pantalla responde con excelente precisión a nuestras órdenes. Con esta nueva entrega encontramos también más equipamiento tecnológico.
Dependiendo del acabado podemos equipar un Head-Up Display, retrovisor interior digital, base de carga inalámbrica para el smartphone, asistente de voz, equipo de sonido JBL, llave digital e iluminación ambiental con hasta 64. Este último cuenta con un programa de 24 tonos cambiantes. Van sincronizados con el paso de cada hora.
De esta forma, la iluminación ambiental pasa de tonos luminosos por la mañana a otros más relajantes por la noche. Las alertas sonoras y visuales del sistema Safe Exit Assist también se refuerzan con la iluminación interior. Esta cambia a rojo para advertir de la apertura de una puerta cuando existe riesgo de colisión con el tráfico o ciclistas que se aproximan.
Otras alertas de la iluminación ambiental son el estado de carga de la batería o cuándo se circula por una ZBE.
Gracias al paquete multimedia Toyota Smart Connect y la app MyT, adicionalmente podemos acceder a las funciones remotas de climatización para enfriar o calentar el habitáculo antes de llegar a nuestro coche, entre otros. También estará disponible una aplicación para permitir el estacionamiento remoto, con el conductor fuera del vehículo.
En términos de ergonomía, convence que se mantengan los controles del climatizador bizona fuera de la pantalla. Se ubican bajo esta, junto a otros botones para las funciones esenciales y una toma USB-C. Por debajo queda un hueco portaobjetos. En la consola central descansan dos posavasos, la palanca del cambio y un reposabrazos fijo con guantera.
El selector de modos de conducción es algo pequeño y no está en la mejor posición.
Los asientos, que resultan muy cómodos, tienen un diseño muy deportivo en el acabado GR. En algunos acabados también hay costuras a contraste. Pueden equiparse, en función del acabado, con diversas comodidades. Por ejemplo, ajuste eléctrico y lumbar o calefacción, entre otras opciones. Los cinturones tienen ajuste en altura.
No me ha convencido tanto en ergonomía lo poco que puede bajarse el asiento del conductor. La postura de conducción no es del todo natural, porque además parte del volante tapa el cuadro si no lo bajamos mucho. En el PHEV, la batería de alta tensión se ubica bajo el piso. Debido a ello, en las plazas posteriores se va sentado algo más alto.
Si hablamos de habitabilidad, el Toyota C-HR es muy similar a su predecesor, algo lógico viendo lo poco que varían sus cotas. Tenemos muy buen espacio en las plazas delanteras, pero la segunda fila es algo angosta en espacio para las piernas y anchura. La altura al techo es buena para cuatro adultos de hasta 1,80 metros de alto.
La mayor pega es que las ventanas quedan muy adelantadas y el pilar C es muy grueso, dando la impresión de que el habitáculo es más angosto. Eso sí, mejora con respecto a su predecesor gracias a que el techo solar panorámico deja pasar mucha luz. Tiene un sistema que evita gran parte de la radiación solar en verano y el frío en invierno.
La cortinilla será un accesorio que Toyota España incluirá de serie.
Para quien no busque grandes dosis de espacio en la segunda fila de asientos, me parece una opción muy acertada. Pensemos en jóvenes que quieren un diseño diferenciado y solo usan las plazas traseras ocasionalmente. Por otra parte, el ángulo de apertura de las puertas traseras es limitado, igual que el hueco para acceder.
La capacidad del maletero varía en función de la versión debido a la distinta ubicación de los componentes eléctricos. Las cifras son las siguientes y en ningún caso destacan en el segmento:
140H | 220H | 220H AWD-i | 220PH |
388 litros | 364 litros | 362 litros | 310 litros |
El espacio de carga puede ampliarse al abatir el respaldo de los asientos de la segunda fila (en proporción 60:40). Adicionalmente, las formas del maletero son regulares, la boca de carga amplia y encontramos ganchos e iluminación. El portón es manual o automático en función de la versión y el borde de carga queda a 790 mm del suelo.
Toyota C-HR PHEV: sistema híbrido y aspectos destacados
El nuevo Toyota C-HR se presenta con cuatro trenes motrices electrificados. Las versiones híbridas autorrecargables (HEV) de quinta generación se denominan 140H y 200H. Ambas recurren a un motor de cuatro cilindros y a un motor eléctrico, asociados a una batería. En el primer caso tenemos un 1.8 litros y, en el segundo, un bloque de 2.0 litros.
El Toyota C-HR Plug-in Hybrid ofrece en modo eléctrico una autonomía de hasta 66 km que lógicamente variará en función de la conducción.
El sistema híbrido enchufable está compuesto de un motor eléctrico de 163 CV (120 kW) en el eje delantero, así como de una batería de Li-lon de 13,6 kWh, y un motor de combustión de 2.0 litros con 152 CV (112 kW). El resultado es una potencia total combinada de 223 CV (164 kW) y una aceleración de 0 a 100 km/h en 7,2 segundos.
Aunque la marca anuncia un consumo de consumo de combustible que oscila entre 0,8 y 0,9 l/100 km nuestro consumo durante la prueba ha sido de unos 2.9 litros a los 100 km, cifra que se dispara cuando hacemos un uso reducido de la batería pero que puede llegar a bajar en unas condiciones más ventajosas. En modo eléctrico, el modelo consumió unos 19,5 kWh a los 100 km, una cifra interesante pero elevada que vuelvo a insistir, mejorará con el tiempo una vez nos acostumbremos al coche.
Igual que las cuatro opciones de motorización del Toyota C-HR, el Plug-in Hybrid se ha perfeccionado para los gustos europeos, usando datos en tiempo real de conductores de todo el continente. La respuesta del acelerador se ha optimizado para ofrecer una aceleración más directa y constante, mediante una minuciosa recalibración entre la demanda y la entrega de potencia.
La versión Plug-in Hybrid incorpora unos amortiguadores con tecnología de control sensible de la frecuencia -FSC, Frequency Sensitive Control- ZF, para mejorar el tacto de conducción y el confort de marcha. El sistema hidromecánico incrementa la fuerza de amortiguación a baja frecuencia (cuando, por ejemplo, se circula por firmes bacheados o se practica una conducción más dinámica) para ofrecer un manejo más directo, tanto del desplazamiento como de la inclinación, además de mantener un mayor control en las curvas. A alta frecuencia (al circular, por ejemplo, por autopista), una menor fuerza de amortiguación ofrece un mayor confort de marcha.
También se han introducido mejoras en el sistema de frenos y el Plug-in Hybrid equipa discos delanteros de 325 mm con pinzas de doble pistón además de los más modernos sistemas de control de estabilidad del vehículo.
Aunque la marca insiste en que el modelo consigue un confort acústico líder en la categoría nosotros hemos percibido una rumorosidad elevada en carreteras algo más deterioradas pero habrá que esperar a una prueba de larga duración para corroborar esta afirmación.
Como punto a favor podemos decir que el vehículo utiliza climatización por bomba de calor, que permite regular la temperatura del habitáculo con un gran rendimiento energético.
Existen cuatro modos de funcionamiento del sistema Plug-in Hybrid: Modo EV, modo Auto EV/HV, modo HV y modo de carga.
- Con la opción EV, que es la predeterminada al arrancar el vehículo, el sistema funcionará en modo eléctrico hasta agotar la energía de la batería, independientemente de la demanda de potencia.
- El conductor puede también seleccionar el modo Auto EV/HV, en el que el vehículo activará el motor térmico cuando exista una demanda elevada de potencia, utilizando en el resto de las situaciones el modo EV.
- El modo HV, en el que se mantiene el estado de carga de la batería, se selecciona automáticamente cuando la carga de la batería sea baja. También se puede seleccionar manualmente.
- Por último, se puede seleccionar el modo de carga de la batería cuando el conductor quiera recargar la batería híbrida durante la conducción, usando para ello la energía generada por el motor térmico.
Además disponemos de los modos predefinidos Normal, Eco y Sport.
Gracias a un cargador a bordo (OBC) de 6,6 kW, el Toyota C-HR Plug-in Hybrid puede recargar totalmente su batería desde cero en menos de dos horas y media, utilizando el cable modo 3 incluido de serie y conectado a un cargador de pared. También se puede efectuar la carga mediante un enchufe doméstico (Schuko), mediante el cable de carga de modo 2, también de serie; en este caso, la recarga tomará unas 6 horas y media, aproximadamente.
Comportamiento Toyota C-HR
Sobre la buena base que resulta la plataforma TNGA, los ingenieros de Toyota han llevado a cabo muchas mejoras en el nuevo C-HR. Esta arquitectura actualizada ofrece una mayor rigidez torsional en toda la carrocería y, al mismo tiempo, es más ligera gracias al uso inteligente de materiales. Han reducido el peso de múltiples componentes.
Es algo que se deja notar en la agilidad con la que se mueve el C-HR cuando le buscamos las cosquillas. En este sentido, destaca especialmente el acabado GR Sport Premiere Edition, cuyo conjunto de suspensiones y dirección le da una leve vuelta de tuerca al dinamismo. Y lo hace sin renunciar en absoluto al confort, que mejora mucho en esta nueva generación.
No me equivoco al decir que el aislamiento y la puesta a punto de la suspensión son lo mejor de este coche. El nuevo C-HR rueda con extrema suavidad y la suspensión filtra de manera destacable las imperfecciones del asfalto. Únicamente en los movimientos rápidos de las ruedas se siente algo más seca, sin ser molesta.
A su vez, es lo suficientemente firme como para que la carrocería no balancee en exceso, brindándonos cambios de trayectoria rápidos y gran sensación de estabilidad y seguridad. Las reacciones son muy naturales. En esta línea, un puntal McPherson modificado en la parte delantera presenta cambios de forma para mayor rigidez y resistencia.
La suspensión trasera multibrazo incluye componentes TNGA de mayor resistencia. En los C-HR PHEV y GR Sport Premiere Edition se implementa la tecnología de control sensible a la frecuencia (FSC). Gracias a ello, se mejoran aún más el manejo y la comodidad. Este sistema hidromecánico aumenta la fuerza de amortiguación en bajas frecuencias para ofrecer un control superior de la carrocería, en balanceo y cabeceo.
En esencia, nos aporta un mejor control en las curvas. Por su parte, la amortiguación reducida a alta frecuencia mejora aún más el confort de marcha. En cualquier caso, las versiones sin esta suspensión específica también hacen del C-HR un vehículo más ágil y cómodo en su conjunto, con aplomo al rodar y una calidad de rodadura elevada en su conjunto.
Lo menos convincente es la dirección. Esta se muestra cómoda a la hora de maniobrar o rodar en autopista, pero su firmeza, asistencia y feedback al aumentar los ritmos en tramos de curvas no son destacables en el segmento. En cualquier caso, para un uso normal del vehículo no es un aspecto a tener en cuenta. Cumple muy bien con su cometido.
El C-HR nos ofrece un diámetro de giro de 11,6 metros entre paredes, una cifra más elevada que su predecesor. Pese a ello, la maniobrabilidad es correcta y no apreciarás grandes cambios. Algo peor resulta la visibilidad, especialmente hacia detrás y hacia el tres cuartos traseros. Mejora, pero las cámaras y el espejo retrovisor digital no están de más.
Un aspecto que me ha gustado mucho es la mejora del tacto de los frenos. El C-HR monta discos ventilados en el eje delantero y macizos en el trasero, como antes, pero se han mejorado. Toyota ha introducido nuevas pinzas de freno de doble pistón de 16 pulgadas y discos con freno de estacionamiento eléctrico en los 140H y 200H.
El híbrido enchufable y el 200H AWD-i se benefician de una pinza y discos de 17 pulgadas. Adicionalmente, los últimos sistemas de control de estabilidad del vehículo y un pedal de freno rediseñado mejoran el control para una sensación de frenado más natural. Tienen buen tacto y eficacia pese a la frenada regenerativa, algo que no ocurre en todos los híbridos.
Para rematar, todas las versiones del nuevo Toyota C-HR se benefician de la última cartera de Toyota Safety Sense de funciones de seguridad activa y asistencia al conductor. Su gama y funcionalidad se han ampliado para proporcionar una protección aún mayor contra muchos riesgos de accidentes comunes y para reducir la carga del conductor.
Destaca el hecho de que los asistentes a la conducción se pueden actualizar inalámbricamente y que el sistema de reconocimiento de peatones y ciclistas funciona durante el día y la noche. Tampoco faltan programador de velocidad activo, alerta y mantenimiento de carril, luces largas/cortas automáticas, reconocimiento de señales, aparcamiento semiautomático…
Los desarrollos clave incluyen la nueva Supresión de Aceleración, que ralentiza cualquier uso repentino del acelerador cuando se detecta riesgo de colisión; y el Proactive Driving Assist (PDA), que a baja velocidad brinda una desaceleración suave cuando el conductor suelta el acelerador al acercarse a un vehículo más lento o entra en una curva.
Equipamiento y precio
El nuevo C-HR llega al mercado en los acabados Active, Advance y GR Sport. Entre el equipamiento de serie no faltan llantas de aleación de 17″, faros delanteros LED, sistema de acceso y entrada sin llave «Smat Entry», detector de ángulo muerto (BSM), multimedia Toyota Smart Connect con pantalla de 8″, cuadro de instrumentos digital de 12,3″ y cámara de visión trasera, entre otros.
El acabado Advance añade llantas de aleación de 18″, soporte lumbar de los asientos delantero, ajuste eléctrico del asiento del conductor, asiento regulable en altura para el acompañante, sensores de aparcamiento delanteros y traseros con frenado automático ICS, alerta de tráfico cruzado RCTA, cargador inalámbrico para smartphones y el multimedia Smart Connect con pantalla de 12,3″.
En este acabado se podrá optar por el paquete Advance Plus. Este equipamiento suma la carrocería bicolor (color principal con el techo negro), el techo panorámico de confort térmico, la Smart Digital Key, el portón trasero con apertura y cierre motorizados, los faros delanteros PRISMA LED o el Style pack, entre otros.
Para el más deportivo GR Sport encontramos llantas de 19″ en color negro, carrocería bitono, los faros PRISMA LED, asientos delanteros deportivos calefactables y con el logo GR, iluminación ambiental inteligente y configurable, portón trasero con apertura y cierre motorizados e ionizador de partículas para el habitáculo nanoe X.
Las primeras unidades del nuevo Toyota C-HR híbrido enchufable empezarán a producirse en enero de 2024. Están previstas las primeras entregas para la Semana Santa. Por lo tanto, entendemos que a finales de este año conoceremos más detalles de esta versión con etiqueta CERO, como la dotación específica y los precios.
Y hablando de precios, los precios recomendados de la gama Toyota C-HR 2024 sin descuentos ni promociones son los siguientes:
Active | Advance | Advance Plus + Skyview | GR Sport | |
140H | 31.750 € | 32.500 € | 35.000 € | – |
200H | – | 35.000 € | 37.500 € | 38.500 € |
220H AWD-i | – | – | – | 40.500 € |
220 PH | – | 38.500 € (Advance) |
El listado de precios según acabados para el Toyota C-HR PHEV quedaría de la siguiente manera:
- Toyota C-HR PHEV Advance desde 38.500 euros
- Toyota C-HR PHEV Advance Plus desde 41.000 euros
- Toyota C-HR PHEV GR Sport desde 42.000 euros
- Toyota C-HR PHEVGR Sport Premiere desde 47.200 euros
- Toyota C-HR PHEV Premiere desde 47.400 euros
La marca pretende concentrar más del 95% de las ventas en los acabados Advance, Advance Plus y GS Sport.
Diseño/Estética
Calidad de acabados
Equipamiento
Habitabilidad
Maletero
Gama mecánica
Comportamiento
Dirección
Relación valor-precio
7.3
La versión híbrida enchufable ya está aquí, eso sí con un precio mucho más elevado que el de la versión HEV y con detalles que lo hacen único en su gama, ¿te atreves con el enchufable?
Lo bueno
- La apuesta por el diseño arriesgado nos convence. Está cargado de personalidad por dentro y por fuera.
- Mejora en la calidad de materiales general y, sobre todo, en el sistema de infoentretenimiento.
- Abundante equipamiento de serie.
- Se amplía la oferta mecánica, algo que echábamos en falta.
- Importante mejora en tecnología y asistentes a la conducción.
- Puesta a punto: tacto de conducción, comodidad, aislamiento.
Lo mejorable
- Precio de partida superior al de muchos rivales.
- Plazas traseras algo justas de espacio y con cierta sensación de agobio. La superficie acristalada no es amplia y queda adelantada.
- La capacidad de maletero es muy variopinta y en ningún caso destaca.
- El diseño compromete la visibilidad.
- Detalles, sonidos y plásticos mejorables en algunos puntos.