Diseño/Estética
Calidad de acabado
Equipamiento de serie
Equipamiento opcional
Habitabilidad
Maletero
Motor/Refinamiento
Prestaciones
Consumos
Transmisión
Dirección
Frenos y neumáticos
Comportamiento
Calidad de rodadura
Relación valor-precio
7.8
Notable
Si estás pensando en adquirir una berlina de corte tradicional no dejes fuera el Toyota Camry que destaca por su motor híbrido de buenas prestaciones y bajos consumos, y las ventajas de la etiqueta ECO. Por supuesto también es elegante, amplio, cómodo y está bien equipado. Esperemos que pronto Toyota instale un sistema multimedia a la altura para redondear un conjunto muy apetecible
El Toyota Camry es una de las berlinas más equilibradas e interesantes que se pueden adquirir en España y sin embargo nunca será un súper-ventas. No lo será por su precio, tamaño y sobre todo concepto de berlina clásica tradicional, un tipo de carrocería que hoy día no está de moda.
Mientras el Toyota RAV4 vende varios miles de unidades cada año en nuestro país, el Camry se conforma con conquistar a unos cientos de clientes que buscan una opción más tradicional por el mismo precio y, sobre todo, sin prescindir de las ventajas de la etiqueta ambiental ECO que llevan de serie.
He tenido la oportunidad de probar un Toyota Camry 2.5 HSD Luxury y sinceramente no entiendo que tenga una acogida tan limitada. Es brillante en casi todos los apartados y puede que sea su longitud demasiado generosa el único defecto importante para aquellos usuarios que tienen plazas de garaje angostas.
DISEÑO
En un mundo plagado de crossovers y SUVS se agradece que algunas marcas sigan apostando por los segmentos más tradicionales para conquistar a los pocos usuarios que todavía reniegan de las modas. Con el Camry el cliente más clásico se verá representado y sin necesidad de optar por una alternativa de marca premium.
Estéticamente me parece un automóvil muy bien conseguido, atractivo, elegante y con un toque dinámico en sus trazos que lo hacen visualmente llamativo. Es cierto que algunos rivales como los Renault Talisman, Ford Mondeo y Peugeot 508 juegan igualmente con la estética para ganar clientes pero también es justo reconocer que están mucho más vistos, especialmente el Mondeo que ya tiene muchos años a sus espaldas.
La unidad del Camry probada está asociada al nivel Luxury que incluye de serie unas bonitas llantas de aleación de 18 pulgadas, el paquete cromado exterior o los cristales sobretintados. Destaca igualmente la parrilla frontal inferior que terminada en color gris añade un toque elegante al conjunto.
INTERIOR
Una vez se pasa al habitáculo, el nivel de terminación Luxury te recibe con unos asientos de buen aspecto terminados en piel de una calidad correcta. El salpicadero es bastante clásico en la distribución de todos los mandos, incluyendo un sistema multimedia con pantalla de 8 pulgadas en posición central.
A pesar de ser un acabado con mucho equipamiento, sorprende que para la instrumentación Toyota haya seguido apostando por una clásica con relojes analógicos y una pantalla central a color poco vistosa y algo difícil de leer. Lo bueno es que su control no resulta especialmente complicado.
El sistema multimedia es lo peor del Camry con diferencia. Es un equipo viejo, sin la conectividad que hoy día se espera de un automóvil de su clase y con una interfaz desfasada. Tampoco el navegador integrado o los diferentes menús están a la altura y esto es algo que en Toyota deberían solucionar como ya ha ocurrido en otros modelos (aunque son parches y no soluciones a la altura de lo que se espera de una firma tan avanzada en otros aspectos).
Lo que sí posee la unidad testada es el cargador de móviles sin cables (por inducción), una práctica cortinilla eléctrica posterior y la posibilidad de reclinar los respaldos en la fila trasera para garantizar un mayor confort de marcha. Desde el propio apoyabrazos igualmente se puede controlar la climatización e incluso el sistema de sonido. Esto es algo poco habitual en este segmento.
La calidad de los materiales en el interior me ha parecido correcta. El nivel Luxury combina apliques en símil madera y aluminio con otras inserciones en negro brillante y ecocuero. Todos los botones están a mano y se manejan con facilidad aunque el diseño de algunos podría mejorarse (el que activa los asientos con calefacción por ejemplo).
HABITABILIDAD
El Toyota Camry me parece una berlina muy apropiada para viajar con cuatro adultos de la talla que sea. En las plazas delanteras la sensación de espacio es muy buena, con generosas cotas tanto en anchura como en altura. No hay posibilidad de incluir el techo solar en España así que no habrá que prestar atención a la habitual pérdida de centímetros libres para la cabeza.
En las plazas posteriores lo ideal es que viajen dos adultos aunque por homologación es factible que lo hagan tres. El túnel de transmisión es algo abultado, el respaldo resulta duro y además la posición sobre-elevada harán que un viaje sea un tanto incómodo para un tercer ocupante.
Si viajan dos adultos se sentirán como en una berlina de gran lujo tanto por espacio como por la posibilidad de controlar el sistema de sonido o la climatización independiente para esas plazas. Esto es algo poco habitual y hay que sumar la posibilidad de reclinar unos grados el respaldo, las cortinillas integradas en las puertas, y la cortinilla posterior con manejo eléctrico. Sin duda alguna los que viajen en estas plazas serán los más afortunados.
El maletero en el acabado Luxury tiene una capacidad de 500 litros, un dato algo justa para una berlina que ronda los 4,9 metros de longitud aunque en términos absolutos es una buena cifra. El reglaje eléctrico de los respaldos traseros «roban» 24 litros de volumen y la posibilidad de abatir los propios respaldos así que habrá que tenerlo en cuenta a la hora de formalizar el pedido y elegir el nivel de acabado. La terminación en esta zona es mejorable, con partes de chapa a la vista.
EQUIPAMIENTO
La gama actual del Toyota Camry para el mercado español contempla los acabados Business, Advace y Luxury. En todos los casos cuentan con faros LED, llantas de aleación ligera, sistema multimedia integrado, ordenador de viaje, espejos térmicos, freno de mano eléctrico, cuatro elevalunas y espejos eléctricos, bluetooth, USB, etc.
El nivel Luxury posee también climatizador automático de tres zonas, control de crucero adaptativo, alerta de cambio de carril, SmartBeam, lector de señales de tráfico, navegador, tapizado en piel, asientos eléctricos y calefactables, volante eléctrico, cortinilla eléctrica, cargador de móvil sin cables, cámara posterior, sensores de parking, acceso sin llave, purificador de aire, Head Up Display, etc.
El precio recomendado del Toyota Camry 2.5 HSD arranca en los 32.300 € para el acabado Business, 32.500 € para el Advance y 38.000 € en el caso del Luxury probado. La única opción disponibles es la pintura metalizada que tiene un coste de 600 € salvo el blanco perlado que tiene una tarifa de 825 €.
Entre los rivales directos hay que señalar el Skoda Superb iV PHEV L&K que tiene un precio 41.890 € pero posee algo más de equipamiento de serie y su motorización híbrida PHEV le otorga la etiqueta CERO en lugar de la ECO del japonés. El Passat GTE de VW es mucho más caro mientras que el Ford Mondeo HEV, con un motor híbrido sencillo de 187 CV y el elegante acabado Vignale se acerca a los 39 mil euros. En general el Camry sale bien parado aunque la opción más equilibrada es la asociada al nivel Advance.
MOTOR
El Toyota Camry se puede adquirir en otros países con una gran variedad de motorizaciones en gasolina. A Europa Occidental sin embargo solo llega con el motor híbrido sencillo de 2,5 litros y 218 CV en total que se combina con una caja de cambios automática de tipo CVT, y con la tracción sencilla 2WD.
El motor de gasolina con cuatro cilindros desarrolla 178 CV de potencia y un par máximo de 221 Nm. El bloque eléctrico desarrolla 120 CV y un par de 202 Nm, y puede impulsar el vehículo sin necesidad de que actúe el de gasolina. La batería de níquel-hidruro metálico tiene una capacidad de 1,59 kWh y es «autorrecargable».
Si bien la teoría puede ser algo complicada, lo cierto es que a la hora de conducirlo el usuario solo tiene que prestar al resto del tráfico dado que se conduce como cualquier coche automático. El sistema híbrido de manera «inteligente» elige qué motor debe funcionar en cada situación, algo que depende del programa de uso seleccionado y de la forma de conducir.
El Camry permite un modo 100% eléctrico siempre que haya batería y aunque no permite recorrer largas distancias de un golpe, sí consigue porcentajes sorprendentes de uso tanto en ciclo urbano como en autovía. Esto hace que el consumo final del Camry sea sorprendentemente bajo, con medias cercanas a los 5,0 L/100 sin demasiados problemas.
El consumo es junto con las prestaciones una de las mayores virtudes del Toyota Camry. En un recorrido que habitualmente realizo para medir el gasto el japonés ha necesitado menos combustible que muchos modelos diésel de potencia equivalente e incluso inferior, y siempre realizando una conducción similar.
La transmisión automática de tipo CVT funciona muy bien y para nada recuerda a la utilizada en modelos de inferior potencia en la marca. Que no haya tanto resbalamiento se debe a la potencia con la que cuenta el coche, bastante alta y que evita tener que revolucionar mucho el motor. La respuesta es buena en todo tipo de situación y garantiza unos adelantamientos seguros en pocos metros.
Esta buena relación agrado de uso-prestaciones-consumos no es exclusiva del Camry sino que también la tienen los C-HR y Corolla en sus versiones con 184 CV. En las variantes con 122 CV se nota demasiado el funcionamiento del cambio CVT y son más ruidosos/molestos en el día a día.
Ficha técnica
Version | 2.5 HSD |
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Cilindrada | 2.487cc |
Potencia | 218 CV en total |
Par | 221 + 202 Nm |
Peso | 1.670 kg |
Dimensiones Lar/An/Al mm | 4885 / 1840 /1445 |
Volumen Maletero | 500 litros |
Aceleración 0 a 100 km/h | 8,3 seg en D |
Recuperación 80 a 120 km/h | 5,5 seg en D |
Velocidad máxima | 180 km/ |
Consumo homologado | 5,3 L/100 |
Emisiones CO2 por km | 119 gr |
Precio de partida | Desde 38,000 € (acabado Luxury) |
COMPORTAMIENTO
El Toyota Camry me parece una berlina sensacional para realizar viajes largos. Es silenciosa, filtra bien las irregularidades en asfaltos convencionales y el motor presume de una relación prestaciones-consumos muy acertada, siendo bastante económico de usar.
No me ha parecido que sea torpe cuando llegan las curvas pero tampoco se percibe cómodo jugando entre ellas a ritmos elevados. No balancea en exceso pero le cuesta seguir el ritmo en cuanto se superan ciertos niveles, resultando lento de respuesta. Dado el carácter rutero del Camry no me parece algo importante aunque si buscas mayor dinamismo, un Ford Mondeo ST-Line o un Peugeot 508 serán más satisfactorios.
Entre el tráfico urbano me ha resultado menos aparatoso de lo que realmente bien, sorprendiendo por lo bien que gira en lugares estrechos. Para estacionar se complican las cosas como en cualquier otro vehículo que se acerca a los 5 metros pero con la cámara y los sensores la maniobra no requiere una atención especial.
El tacto de todos los elementos de la conducción es suave y agradable. La dirección por ejemplo hace bien su trabajo, no resulta en ningún momento pesada y al tiempo permite guiar el vehículo sin necesidad de correcciones constantes. El pedal de freno requiere cierta adaptación pero esto es algo normal en otros modelos de la marca, con un tacto muy artificial.
Me ha gustado la iluminación de los faros LED por potencia pero el sistema SmartBeam tiene margen de mejora dado que resulta lento en el cambio a cortas, deslumbrando en muchas ocasiones a otros conductores. El sensor en los túneles es correcto. El control de crucero adaptativo tampoco es perfecto pero cumple bien con su cometido la mayoría de las veces. El aviso pre-colisión a veces detecta cosas que no existen, dando el correspondiente pitido que puede asustar. Por suerte han sido pocas las ocasiones.
En términos generales el Toyota Camry es de las mejores berlinas que se pueden comprar en la actualidad. Me ha gustado por su motor brillante, bajos consumos y respuesta inmediata, el confort de marcha y la buena dotación estándar. Debe mejorarse el tacto del freno y sobre todo el sistema multimedia que es lo que estropea un producto muy apetecible, razonable en precio y con la deseada etiqueta ECO de la DGT.
Detalles de acabado
Tacto de pedal de freno