Diseño/Estética
Calidad de acabado
Equipamiento de serie
Equipamiento opcional
Habitabilidad
Maletero
Motor/Refinamiento
Prestaciones
Dirección
Frenos y neumáticos
Comportamiento
Calidad de rodadura
Relación valor-precio
8
Notable
El Volkswagen Golf es, desde hace años, uno de los modelos más deseados del segmento de los compactos. Es uno de los cabecillas de las listas de ventas año tras año, posición que se ha ganado a pulso gracias a una extensa lista de mecánicas y acabados para todos los gustos, versiones tan racionales como emocionales, unos acabados que superan incluso a los de algunos compactos del segmento 'premium' y una polivalencia reseñable. El único 'pero' es su precio, bastante por encima de la media especialmente en esta versión eléctrica, pero a cambio ofrece un equipamiento extenso y de calidad.
Como ya os comenté en la prueba del Tesla Model S, mi interés por las energías alternativas no es ningún secreto. Me gusta curiosear acerca del futuro que nos espera y acostumbro a hablaros tanto de peculiaridades sobre motores tradicionales como de nuevas formas de propulsión, pero sí que es cierto que soy algo escéptico con el tema de la electricidad pura y dura. Os he dicho en varias ocasiones que todas las etapas de la historia del automóvil han tenido algo en común: la carrera tecnológica hacia la rentabilidad y la eficiencia. En épocas pasadas, cuando el petróleo no era un problema y el consumo un simple dato, eran otros los motivos de competencia entre las marcas, tales como la potencia, el diseño, la durabilidad…
Sin embargo, en pleno 2017, con la obsesión por el consumo y la contaminación provocada por la Unión Europea y los temerosos usuarios, la búsqueda de nuevas fuentes de energía se ha convertido en el mayor desafío del transporte. Las marcas gastan millones en I+D, realizan planes estratégicos a corto, medio y largo plazo; adquieren las patentes potencialmente más beneficiosas… y esto hace aparecer todas las alternativas a la gasolina y el diésel que conocemos hoy en día. Tanto que incluso grandes modelos como el Volkswagen Golf ya tienen varias versiones respetuosas con el medio ambiente.
Nos guste o no, a día de hoy, el Volkswagen Golf es el compacto del segmento C más cotizado del mercado tanto de vehículos nuevos como de segunda mano y 40 años de experiencia en el mercado de los compactos de cinco puertas son suficientes para avalar una historia de éxitos y millones de ventas.
La marca Golf es un éxito que lleva décadas en el mercado refinándose, depurándose y triunfando con infinidad de versiones cuyo número de adeptos y valor residual crece generación tras generación. Buena prueba de ello es que ahora hay Golf para todos los gustos, desde versiones eléctricas o híbridas como los e-Golf y Golf GTE, hasta versiones realmente picantes como el Golf R o el Golf GTI Clubsport que probó mi compañero Quique hace unos meses.
Tras el ligero lavado de cara que la séptima generación del modelo sufrió a finales del pasado año, no podía dejar pasar la oportunidad de ponerme al volante de la versión más limpia de este referente del segmento. Puede que su exterior no cambiase demasiado, pero el e-Golf recibió importantes novedades en materia tecnológica y un aumento de 20 CV en su potencia. Con ello consiguió una respuesta más inmediata y mejores prestaciones, al tiempo que su autonomía se reforzó hasta los 302 kilómetros según la homologación. Ahora la pregunta es… ¿Realmente cumple el Volkswagen e-Golf con lo que promete?
¡Vamos a verlo!
Diseño exterior
Estéticamente, el e-Golf mantiene su aspecto continuista, pues al fin y al cabo, si algo funciona, para qué lo vamos a cambiar. No por ello es menos atractivo, con algunos retoques sutiles tras el último restyling que lo mantienen tan fresco como el primer día. En la vista frontal destaca la horizontalidad de las líneas, donde los detalles azules y cromados se complementan a la perfección con la entrada de aire inferior y el embellecedor superior, ambos rematados en negro.
Dicho embellecedor –en el Golf normal es una entrada de aire– está presidido por el logo de grandes dimensiones y escoltado en sus extremos por los tecnológicos faros LED adaptativos opcionales, los cuales cuentan con esa característica luz diurna LED de serie que tan atractiva hace al modelo al mirarlo de frente. La entrada de aire inferior, por su parte, queda integrada en el paragolpes, entre dos embellecedores cromados donde en otras versiones van los faros antiniebla. Finalmente, tampoco podemos olvidar la discreta tira de sensores de aparcamiento frontales.
La vista lateral está protagonizada por una generosa superficie acristalada -con los cristales posteriores oscurecidos- que garantiza una buena visibilidad. La superficie de las puertas es limpia, sin embellecedores, y estas cuentan con un tamaño que, sin ser excesivo, resulta suficiente. En este caso los espejos retrovisores integran los intermitentes y cuentan con una base en color negro a contraste con el marco de las ventanillas.
Hay disponibles 8 colores para la carrocería entre los que podemos encontrar tonos clásicos o alegres y diversos acabados: uniforme, metalizado o efecto perla. En este caso tenemos un Blanco Puro.
Llenando los pasos de rueda nos encontramos con unas llantas de aleación de 16 pulgadas en plata calzadas con unos neumáticos Bridgestone Turanza T001 en dimensiones 205/55 R16. Visto de lado, es compacto, pues sus medidas alcanzan los 4,27 metros de largo, 1,8 metros de ancho y 1,48 metros de alto, unas cotas en la línea de sus competidores. La batalla mide 2.629 mm y las vías delantera y trasera miden 1.579 y 1.521 mm respectivamente. El coeficiente aerodinámico es de 0,28.
En la zaga, la horizontalidad vuelve a estar presente, contando con un generoso portón que divide las bonitas ópticas LED en dos partes. Llaman especialmente la atención elementos como el sutil spoiler superior con la tercera luz de freno, el logo en posición central y el difusor trasero rematado en negro que, junto al color blanco de la carrocería, provoca un efecto visual muy llamativo. Este integra dos falsas salidas de escape. Nuevamente, tampoco faltan los cromados o la tira de sensores posteriores.
Diseño interior
Últimamente he notado que el segmento que se hace llamar premium está un poquito en decadencia. El Volkswagen Golf y, por extensión, el e-Golf, no están exactamente dentro de esta categoría (aunque su precio pueda llevarnos a pensar que sí), pero lo cierto es que estamos ante un cochazo que ha mejorado significativamente frente a su predecesor y que supera con nota a la gran mayoría de la competencia. Es más, supera incluso a modelos del segmento inmediatamente superior.
Efectivamente, hay mejor equipamiento y de mayor calidad, pero las novedades las podemos contar con los dedos de una mano. Si hablamos de los materiales, también podemos decir que hay mucha calidad a bordo, algo que se percibe en casi todos los elementos. Realmente la fórmula de su éxito es básica, dejar lo que ya gusta y modernizar el aspecto visual con las últimas novedades del mercado, que en este caso son la conectividad, el panel de instrumentos digital y una consola con una mayor y mejor conectada pantalla táctil con control gestual de hasta 9,2 pulgadas.
Una vez en el interior del nuevo Golf nos damos cuenta de que esas líneas de corte horizontal que la marca ha querido plasmar en el exterior vuelven a estar presentes aquí. El salpicadero, hecho de material blando y tacto agradable, es un claro ejemplo de ello. En este nos topamos con una gran línea a la altura de las salidas de aire que pretende separar el frontal en dos partes mediante una moldura de aspecto moderno, al tiempo que quedan claramente diferenciados los mandos para conductor y acompañante.
Hay algunos detalles que al gigante alemán se le han pasado por alto a la hora de rematar el habitáculo, como el marco interior de las puertas, donde se ve la pintura de la carrocería. Para el interior, hay tres opciones de tapicería.
La consola central es clásica y en esta unidad de pruebas se encontraba presidida por una pantalla a todo color, táctil, con sensores de proximidad y control gestual. Sin lugar a dudas, es un sistema de mucha calidad en el que podremos configurar, trastear y disfrutar mucho de todos los sistemas que equipa el modelo, tanto de forma opcional como de serie. En el e-Golf, el sistema Discover Pro de 9,2 pulgadas es de serie. Bajo el sistema de entretenimiento nos encontramos con un climatizador muy convencional, muy en la línea de la gama de productos Volkswagen.
En este caso hablamos de un sistema bizona con dos diminutos displays monocromo para las plazas delanteras (las traseras cuentan solo con salidas de ventilación). Adicionalmente, el nuevo e-Golf estrena un soporte de carga inductivo para smartphones y la nueva aplicación Car-Net «Security & Service» con llamada de emergencia, llamada de asistencia y demás opciones que ya hemos visto en el mercado y que pudimos conocer más de cerca hace unos meses en el Race Tour.
Continuando por el túnel de trasmisión, nos encontramos con la palanca de cambios de la caja de cambios automática de una velocidad, que a su vez contaba con un contorno con algunos botones desde los que manejamos los modos, el asistente de aparcamiento o el freno de mano eléctrico con AutoHold. Los falsos botones irán completándose a medida que vayamos integrando los diversos opcionales que puede montar el modelo, aunque en el caso del e-Golf no son tan abundantes como en las variantes de combustión.
Algo más atrás nos topamos con dos posavasos ocultos tras una cortinilla rígida y un reposabrazos ajustable con un generoso hueco portaobjetos. Uno de los aspectos más logrados además de la integración y la ergonomía, es la discreción.
Ya en el lugar del conductor nos encontramos con un generoso y cómodo asiento de tela, con un mullido confortable para el día a día y una sujeción suficiente para la espalda y las piernas, fruto de las prominencias laterales e inferiores de los asientos. Una vez acomodados en él, las manos se posan cómodamente sobre un ergonómico, suave y funcional volante de 4 radios desde el que podemos ajustar decenas de sistemas gracias a los botones que integra. Tras el mismo nos encontramos con una de las novedades en el e-Golf, que viene siendo la introducción del Virtual Cockpit que en su día conocimos en Audi y que en esta marca se llama Active Info Display.
Se trata de un cuadro de instrumentos en forma de pantalla con representaciones interactivas. Las luces de señalización, situadas en el área inferior de la pantalla, son los únicos elementos de hardware. La información puede representarse en 2D y 3D en la pantalla de 12,3 pulgadas que cuenta con una resolución de 1.440 x 540 píxeles, de forma que proporciona una representación gráfica interactiva de todos los detalles extremadamente precisa y de gran calidad. Personalmente me parece uno de los mejores inventos de los últimos años, al igual que el cuadro de mandos digital que podemos ver en modelos de Mercedes-Benz como el Clase E.
Sin lugar a dudas, la información y la configuración del Active Info Display son mayúsculas y lo cierto es que viste mucho más que el cuadro analógico convencional equipado de serie, además de incorporar muchos más datos de un solo vistazo.
El sistema cuenta con varios modos y el más llamativo quizá sea el “Modo de navegación”, donde el tacómetro y el cuentarrevoluciones se desplazan hacia los extremos para proporcionarle mayor espacio al mapa. Si es necesario, existe también la posibilidad de integrar información adicional relativa a las funciones de conducción, navegación y asistencia en las superficies gráficas del tacómetro y del cuentarrevoluciones.
Respecto a la habitabilidad, junto a lo ya mencionado hay que señalar que el acceso a las plazas traseras es bastante cómodo para tratarse de un compacto. No sólo contamos con un acceso ancho, sino que además va acorde a un ángulo de apertura generoso. El espacio para las piernas es notable para el tamaño del modelo y la altura al techo más que suficiente, incluso para personas de gran altura. A diferencia de otros modelos, la plaza central es cómoda, aunque presenta las clásicas limitaciones del túnel de transmisión, las salidas de ventilación posteriores y un mullido algo más duro a causa del reposabrazos central.
También es importante añadir que el nuevo e-Golf ofrece un maletero que cubica un total de 341 litros (39 litros menos que el Golf normal), aunque si abatimos los asientos -60:40-, el volumen asciende a 1.231 litros. Desde luego, el modelo destaca por su modularidad, ya que ofrece unas formas muy regulares, trampilla de acceso a las plazas traseras y un piso del maletero que se puede ajustar a varias alturas para cargar objetos más o menos voluminosos. Bajo el piso del maletero puede equiparse una rueda de emergencia.
Motorización
El nuevo Vokswagen e-Golf cuenta con un motor eléctrico de 100 kW (136 CV) que transmite a las ruedas un par de 290 Nm desde parado en combinación con la caja automática monomarcha. Según declara el gigante alemán, el Golf eléctrico es capaz de alcanzar los 150 km/h de velocidad máxima y acelerar de 0 a 100 km/h en 9,6 segundos. La tensión nominal es de 323 V y el consumo aproximado de 12,7 kWh cada 100 km. Es cierto que sus prestaciones no son de infarto, pero cuenta con todas las ventajas de los eléctricos que son la entrega inmediata de potencia y un silencio de rodadura absoluto, sin vibraciones.
Con una batería de iones de litio de 35,8 kWh de capacidad, Volkswagen anuncia una autonomía de 302 km para el e-Golf (según ciclo NEDC), una cifra bastante razonable que supera al Hyundai IONIQ (280 km) y al BMW i3 (290 km), pero algo inferior si la comparamos con otros rivales como el Renault ZOE (403 km) o el Nissan LEAF (380 km). Además, también puedes aumentar la autonomía del e-Golf en cada frenada, ya que la intensidad del freno regenerativo es seleccionable por el conductor usando la palanca del cambio (cuando es necesario se enciende la luz de freno). Tiene 5 niveles: D (sin regeneración), D1, D2, D3, y B (regeneración máxima).
Para ajustar la respuesta del vehículo a nuestras necesidades, este compacto eléctrico ofrece distintos perfiles de conducción que te permiten configurar la autonomía, la aceleración y la velocidad máxima del modelo. Son los modos Normal, ECO y ECO+. Digamos que el modo ‘Normal’ es el más permisivo en todos los aspectos (aceleración, climatización, recuperaciones…), mientras que el ECO+ es todo lo contrario, aumentando notablemente la cifra de autonomía cuando circulamos en este modo. De hecho, en ciudad, es el más adecuado.
Modo ECO: La potencia máxima del motor se reduce a 70 kW y el par motor máximo se reduce a 220 Nm. Se reduce la potencia del sistema de climatización. Se cambia la curva de respuesta del acelerador. La velocidad máxima se limita a 115 km/h y la aceleración de 0 a 100 km/h se hace en 13,1 segundos.
Modo ECO+: La potencia máxima del motor se reduce a 55 kW y el par motor máximo se reduce a 175 Nm. Se apaga el sistema de climatización. Se cambia la curva de respuesta del acelerador. La velocidad máxima se limita a 90 km/h y la aceleración de 0 a 90 km/h se hace en 20,9 segundos.
Respecto a la carga de la batería, esta ofrece las mismas posibilidades que cualquier otro vehículo eléctrico del que os haya hablado con anterioridad. Por una parte, se puede cargar mediante una toma doméstica convencional y el tiempo de carga es de aproximadamente 13 horas. La instalación de una Wallbox opcional te proporciona mayor capacidad de carga y un tiempo de carga de seis horas. Por supuesto, también puedes cargar el e-Golf en las estaciones públicas que utilizan corriente alterna, pero ya sabemos todos las limitaciones que ello conlleva.
Este motor eléctrico es lo que se denomina un motor síncrono de corriente trifásica y excitación externa. En este tipo de motores se encuentra sobre el rotor un bobinado de excitación, que se imanta con la corriente. El control del flujo de energía de la batería de alto voltaje hasta el motor eléctrico se realiza mediante la electrónica de potencia que forma un bloque solidario con el grupo de propulsión. Para circular marcha atrás, el motor invierte el sentido de giro.
Ficha técnica
Version | Motor síncrono de corriente trifásica y excitación externa |
---|---|
Cilindrada | N.D. |
Potencia | 100 kW (136 CV) / Batería 35,8 kWh |
Par | 290 Nm |
Peso | 1.615 kilos |
Dimensiones Lar/An/Al mm | 4.270 / 1.799 / 1.482 mm |
Volumen Maletero | 341 (1.231) litros |
Aceleración 0 a 100 km/h | 9,6 segundos |
Recuperación 80 a 120 km/h | N.D. |
Velocidad máxima | 150 km/h |
Consumo homologado | 12 kWh/100 km (302 km autonomía según NEDC) |
Emisiones CO2 por km | 0 g/km de CO₂ |
Precio de partida | 38.020 euros |
Comportamiento
Como te comentaba en la prueba del Volkswagen Golf 2.0 TDI Sport 150 CV, hablar del Volkswagen Golf siempre es hablar de equilibrio, de un producto prácticamente redondo en comportamiento, y lo mejor de todo es que el fabricante alemán ha intentado mantener sus buenas cualidades dinámicas en esta versión 100% eléctrica. Así, el e-Golf es capaz de aunar comodidad y ciertas prestaciones dinámicas que solo se ven ligeramente ensombrecidas por un mayor peso del conjunto, pero como vehículo eléctrico, podemos hablar de uno de los modelos más polivalentes del segmento.
En ciudad, la visibilidad es buena en todos los ángulos, pues sus medidas tampoco son excesivas y la superficie acristalada es generosa. Además, cuenta con cámara de marcha atrás en algunos acabados (u opcionalmente) para ayudarnos con las maniobras, pero no es un coche que por sus dimensiones la requiera. Su radio de giro entre paredes asciende a 10,9 metros.
Los asientos son tan confortables para recorrer kilómetros como en el Golf de combustión, aunque en este caso no hablamos de los asientos opcionales con regulación eléctrica y ajuste lumbar que son una maravilla. Están tapizados en tela, contando con un agarre suficiente para el uso que vamos a darle al vehículo tanto en la banqueta como en el respaldo. Esto también lo convierte en un coche bastante cómodo a la hora de entrar más rápido de la cuenta en una rotonda o callejear con cierta ligereza, a lo que hemos de añadir unos cambios de apoyo bastante rápidos y muy naturales que, en combinación con el tarado de las suspensiones, hacen que la carrocería no balancee en exceso molestando a los ocupantes.
Las reacciones son nobles, seguras y aportan cierta diversión, algo que se agradece cuando vas al volante de un coche que te entrega toda la potencia desde cero. Además, como ya he comentado, su mecánica eléctrica ofrece unas cifras alegres, aunque es cierto que no son despampanantes. En este caso me ha gustado algo más la dirección, ya que a pesar de que le sigue faltando algo de dureza y le sobra asistencia, el enfoque para el cuál está pensado el modelo es completamente distinto, por lo que una dirección más blanda y asistida siempre es una gran aliada a la hora de maniobrar y callejear en la urbe o los aparcamientos.
Por último y una vez más, donde me ha terminado de convencer el conjunto es en autopista. Sí, su uso interurbano es reducido, pero con 300 kilómetros de autonomía es viable vivir a las afueras de Madrid y bajar a trabajar al centro a diario. El e-Golf mantiene la calidad de rodadura, el aislamiento del habitáculo y la gran sensación de aplomo que consiguen que te sientas realmente cómodo y seguro al volante, a lo que, en este caso, hemos de añadir la tranquilidad que transmite el silencio de su mecánica.
Como compacto y eléctrico, dirección, chasis y suspensiones -McPherson delantera y paralelogramo deformable (en esta versión eléctrica)- logran un gran conjunto, situándole entre los mejores del segmento. Si hay algo por lo que destaca es por ser capaz de ofrecer una mecánica limpia en un producto que se posiciona entre los mejores de su segmento, todo ello sin renunciar apenas a las grandes dosis de habitabilidad, espacio de carga, prestaciones (salvo por la autonomía, claro está) y comodidad del Golf de combustión.
Equipamiento y precio
El Volkswagen e-Golf parte de los 38.020 euros y sólo cuenta con un nivel de acabado que ya incluye climatizador bizona, elevalunas eléctricos en todas las puertas, cierre centralizado con mando, ordenador de viaje, espejos térmicos, asiento trasero partido, freno de mano eléctrico, llantas de aleación de 16, puerto USB, bluetooth, control de crucero adaptativo, sistema Front Assist, sensor de lluvia, encendido automático de luces, espejo interior fotosensible, asientos confort, volante multifunción en piel, sensores de parking delanteros y traseros, instrumentación VW Digital Cockpit, pantalla táctil de 9,2 pulgadas o faros LED, entre otros.
En el caso de esta unidad se han añadido algunos opcionales como las lunas traseras oscurecidas -190€-, faros LED con Dynamic Light Assist -340€-, pack de conducción semi-autónoma con identificador de señales de tráfico -685€-, carga por inducción -395€- y el Keyless-Access -350€. Con ellos y, al aplicar el descuento comercial -2.420€- y el descuento por financiación -1.600€-, el precio final es 40.230 euros. Además, recuerda que ahora puedes acogerte al nuevo plan MOVALT.
- Calidad de acabados notable acompañada de un completo equipamiento al que, además, se unen interesantes opcionales (eso sí, lo pagarás con creces).
- Firma lumínica muy atractiva gracias a la tecnología LED de sus faros, a contraste con detalles azules muy llamativos.
- Interior innovador gracias al Virtual Cockpit y el control gestual del sistema multimedia.
- Aúna gran confort con cierto dinamismo y un silencio sin igual.
- La calidad de rodadura, la ausencia de rumorosidad y el aislamiento son excelentes.
- Ofrece múltiples modos de conducción para adaptarse a las necesidades del conductor y de las circunstancias.
- Habitabilidad.
- El empuje de los motores eléctricos es adictivo.
- Te moverás sin contaminar, con las ventajas que eso supone y la posibilidad de acogerte a los incentivos fiscales del Gobierno.
- Menores costes de mantenimiento que un vehículo de combustión interna y menos consumos.
- Línea continuista (aunque sigue siendo de los más atractivos).
- Los precios son excesivamente elevados incluso para el equipamiento que ofrece esta variante e-Golf, aunque si buscas un eléctrico polivalente no te arrepentirás de haber pagado por él.
- Algunos detalles del habitáculo se han pasado por alto, como el marco de las ventanillas en el color de la carrocería.
- La autonomía es suficiente para un uso diario urbano e interurbano del modelo, pero recargar las baterías te llevará su tiempo, más que repostar un vehículo convencional, incluso en un supercargador.
- La infraestructura que tenemos en España para este tipo de vehículos le penaliza.