Al Volkswagen Golf de octava generación parece que no le ha ido demasiado bien durante los primeros meses a la venta. El popular compacto ha visto reducida su demanda de manera notable respecto a otros ejercicios y aunque sigue siendo el modelo estrella en Europa la distancia con otros automóviles ya no es grande.
Esto que podría parecer algo negativo para Volkswagen realmente no lo es. Una mayoría de los usuarios interesados en el Golf que acudieron a un concesionario terminaron llevándose un T-Cross, T-Roc o Tiguan, siendo la oferta crossover la verdadera protagonista en estos tiempos.
Con el e-Golf al menos los interesados en los automóviles 100% eléctricos también tenían en el compacto un diseño tradicional, sobrio y nada indicativo de que se llevaba un vehículo un tanto «especial». Ahora con los ID.3 e ID.4 ha sido la propia Volkswagen la que ha quitado protagonismo al Golf.
Por supuesto el compacto también ha sido recibido por una parte de la población de manera negativa debido a un diseño peculiar que no termina de gustar, especialmente en el frontal. He tenido la oportunidad de probar durante una semana un Volkswagen Golf 1.0 eTSI 110 CV Life y debo reconocer que sigue siendo el coche equilibrado de siempre.
Diseño
Para muchos la octava generación del Volkswagen Golf ha perdido en el aspecto estético, luciendo una imagen más anodina. Si bien es cierto que los acabados más completos y caros como los GTE y GTI tienen una presentación más cuidada y llamativa, la versiones más convencionales lucen una estampa más anodina.
La unidad probada está asociada al nivel de terminación Life incluyendo además las llantas de aleación de 17 pulgadas opcionales, el color blanco sólido y los cristales tintados. Que no incorpore un firma lumínica más llamativa es un error que deberían solventar cuanto antes en estos tiempos en los que el «aspecto» tiene un gran peso, especialmente entre los jóvenes. Los intermitente halógenos tampoco ayudan.
Jugando con las opciones es posible conseguir una apariencia algo más vistosa pero en ningún caso podrá abandonar la excesiva sobriedad de sus trazos, unas líneas que por cierto lo han convertido en un coche casi atemporal que envejece muy bien. Este es un punto positivo a valorar frente a otros vehículos más arriesgados pero con fecha de caducidad.
Interior
Si en el exterior se pueden resumir sus trazos como sencillos y anodinos, el interior tampoco es revolucionario. Presume de una dotación muy completa y las vistosas pantallas para la instrumentación y sistema multimedia tomando todo el protagonismo pero se han perdido elementos muy bien valorados como los mandos de climatización independientes.
Al igual que ha sucedido en los SEAT León y Skoda Octavia, el Volkswagen Golf tiene la mayoría de las funciones de la climatización integradas en el sistema multimedia obligando a realizar varios pasos. Unos mandos físicos gustan mucho más, son intuitivos y no necesitarás retirar la vista de la carretera.
La instrumentación del nivel de acabado Life es digital configurable pero con muchas limitaciones. No permite visualizar el mapa completo, un elemento que se queda reservado para los acabados más completos o si se recurre a la lista de elementos opcionales. En cualquier caso con la que lleva es suficiente.
El sistema multimedia incluido en la unidad testada cuenta con 10 pulgadas, Apple CarPlay y Android Auto, bluetooth, varias tomas USB-C y control por voz. No he tenido problemas con el equipo y ha funcionado siempre correctamente; parece que algunas de las primeras unidades se quedaban «colgadas» pero es algo que dicen en Volkswagen se ha resuelto. Sí me ha parecido algo lento en su respuesta, especialmente con las funciones inalámbricas.
Más allá de los mandos de climatización integrados en la pantalla que no terminan de convencerme, sí se agradece que tenga regulación independiente para los pasajeros de la fila posterior que podrán jugar incluso con las salidas de aire. No es habitual en el segmento C que se utilicen sistemas de climatización con tres zonas.
La calidad de los plásticos me ha parecido correcta a un buen nivel dentro del segmento C pero creo que no hay una ventaja importante respecto a los materiales que puedes encontrar en un SEAT León o Skoda Octavia, algo que sí podías apreciar en las anteriores generaciones. Aquí creo que el Golf no despunta e incluso sale perjudicado con el empleo abusivo del negro brillante que es sucio y se araña fácilmente.
Habitabilidad
El interior del Volkswagen Golf está en la media del segmento en cuanto a espacio y habitabilidad. Como ocurre con la mayoría de modelos rivales podrán viajar cómodos cuatro pasajeros mientras que un quinto invitado encontrará una plaza central trasera estrecha, dura e incómoda.
En las plazas delanteras hay buenas cotas hacia todas las direcciones. El espacio libre para la cabeza generoso (al menos en esta unidad sin equipar el techo solar deslizante) mientras que el ancho entre los dos asientos más que suficiente. Me gusta que haya un apoyabrazos regulable y una consola inferior muy limpia (llama la atención el selector diminuto del cambio).
En las plazas posteriores las dos plazas laterales son cómodas, su acceso es muy bueno gracias a la apertura generosa de las puertas y se cuenta con salidas de aire, control de climatización y un apoyabrazos central con dos posa-latas. También hay tomas USB para cargar dispositivos electrónicos.
La capacidad de maletero posee 380 litros de base que se pueden considerar correctos. No brilla frente a otros coches del segmento pero no es de los peores. Si se desea se puede retirar la bandeja posterior y abatir los respaldos para conseguir una capacidad de 1.237 litros. También es posible jugar con el fondo del maletero con dos alturas.
Equipamiento
La oferta actual del Volkswagen Golf está formada por los niveles de acabado «Golf», «Life», «R-Line», «eHybrid», «GTE», «GTI», «GTI Clubsport» y «R». En todos los casos la dotación es bastante extensa y esto lo agradecerán aquellos usuarios interesados que no tengan un presupuesto especialmente elevado.
El acabado testado Life cuenta de serie con faros EcoLED, control de crucero adaptativo, aviso pre-colisión, frenada automática en ciudad, alerta y asistente de carril, sensor de lluvia, espejo interior fotosensible, asistente al arranque en cuestas, SmartBeam, detector de objetos en ángulo muerto y en maniobras de marcha atrás, sistema XDS, etc.
También de serie son el climatizador trizona, arranque por botón, sistema multimedia con pantalla táctil, Apple CarPlay, Android Auto, bluetooth, USB, cuatro elevalunas y espejos eléctricos, llantas de aleación de 16 pulgadas, sensores de parking delanteros y traseros, acceso sin llave, radio DAB, etc.
El precio base del Volkswagen Golf 1.0 eTSI 110 CV Life DSG en el momento de escribir el artículo se ha fijado en los 30.458 € a los que habría que sumar la pintura en blanco, el pack Life y el sistema de navegación Discover Media. Todo esto sube el coste a 31.895 € aunque aplicando las mínimas promociones (vigentes en julio 2021) se queda en los 29.850 €.
No hace falta revisar demasiado el mercado para ver que efectivamente este Volkswagen Golf eTSI 110 CV Life es muy caro. Un SEAT León 1.0 eTSI Style Go DSG arranca en los 23.220 € y la oferta del Toyota Corolla, por citar un híbrido convencional, parte de los 20.590 € incluyendo todas las promociones (realmente el español es posible encontrarlo por precios más ajustados así que te aconsejamos que eches un vistazo en varios concesionarios).
Motor
La oferta mecánica del Volkswagen Golf siempre ha sido muy extensa y la gama actual no te defraudará. En gasolina se ofertan los 1.0 TSI de 90 CV (no en España), 1.0 TSI con 110 CV, 1.5 TSI con 130 CV y el 2.0 TSI de 190 CV que por ahora no ha llegado a nuestro país. Las opciones deportivas equipan el 2.0 TSI con 245, 301 y 320 CV (GTI, Clubsport y R respectivamente).
Si buscas la etiqueta ECO podrás optar por los 1.0 eTSI de 110 CV y el 1.5 eTSI de 130 y 150 CV. En estos casos la caja es siempre DSG e incluyen la hibridación ligera. Los eHybrid y GTE tienen etiqueta CERO y 204/245 CV respectivamente. Para algunos países hay una versión 1.5 TGI 130 CV adaptada metano que por ahora no se oferta aquí.
Por último hay que hablar de los muy populares bloques diésel con tecnología TDI que han ido perdiendo relevancia. Están disponibles los 2.0 TDI con 122 y 150 CV aunque más allá de nuestras fronteras también hay una alternativa con 200 CV. Gastan muy poco pero viendo su precio y tras haber probado el 1.0 eTSI de 110 CV habría que hacer muchos números para ver si compensan.
El bloque 1.0 eTSI de 110 CV sobre el papel podría parecer poca cosa para mover al Volkswagen Golf de octava generación pero no es así. En marcha se nota la ayuda extra del sistema híbrido y el buen funcionamiento de la caja DSG que buscará siempre la mejor relación para sacar el máximo partido al bloque motor sin perjudicar los consumos.
Precisamente el gasto es una de las cosas que podría justificar la compra de esta versión. He realizado varios trayectos de distancia media y larga a ritmos legales con el climatizador automático puesto y tres adultos, y en todos los casos me ha costado superar los 5,5 L/100 de media. Con el modo ECO seleccionado los viajes en autovía serán muy asequibles.
El andar del Golf con 110 CV bajo el capó es más que suficiente para una gran mayoría de usuarios y más aún viendo el panorama con las carreteras del país inundadas de radares. Mantiene sin inmutarse los ritmos legales cargado y en subidas prologadas, y cuando hay que adelantar responde con suficiente solvencia.
Por ejemplo para pasar de 80 a 120 km/h en D ha necesitado solo 7,4 segundos que es un dato bastante bueno para un vehículo de esa potencia. Hay automóviles de mayor cilindrada y potencia que son mucho más lentos y es que aquí el pequeño empuje del motor eléctrico se percibe como una gran ayuda a bajas vueltas.
Siendo sincero esperaba que el sistema de hibridación ligera fuese simplemente el parche necesario actual para conseguir ventajas fiscales en la mayoría de mercados europeos presumiendo de una tecnología híbrida sin realmente tener las ventajas de las opciones algo más complejas. En este caso parece que la puesta a punto es clave y han conseguido un buen rendimiento y consumos muy bajos.
La cuestión principal es si se recomienda dar el salto al bloque 1.5 eTSI de 130 CV que tiene un coste de 870 € adicionales. Si el presupuesto no es justo creo que podría merecer la pena esa reserva extra aunque no creo que se puedan lograr unos consumos tan bajos como en el bloque de un litro.
Version | 1.0 eTSI 110 CV Life |
---|---|
Cilindrada | 999cc |
Potencia | 110 CV a 5.500 rpm |
Par | 200 Nm |
Peso | 1.302 kg |
Dimensiones Lar/An/Al mm | 4284 / 1789 / 1456 |
Volumen Maletero | 380 / 1.237 litros |
Aceleración 0 a 100 km/h | 10,2 seg |
Recuperación 80 a 120 km/h | 7,4 seg en D |
Velocidad máxima | 202 km/h |
Consumo homologado | 5,2 L/100 |
Emisiones CO2 por km | 117 gr |
Pegatina de la DGT | Eco |
Precio de partida | 30.458 € sin descuentos (julio 2021) |
Comportamiento
Algo que no admite críticas es el comportamiento del Volkswagen Golf. En este caso la versión Life con la suspensión confort consigue resultar muy cómoda sin perjudicar sus maneras que me parecen adecuadas dado el carácter tranquilo del coche, con una contención correcta de los balanceos.
Para los que busquen un andar más vivo y alegre necesitarán dar el salto al acabado R-Line y por supuesto a una motorización con algo más de carácter. No tiene demasiado sentido equipar un 1.0 eTSI de 110 CV con el pack R-Line y unas ruedas enormes que solo podrán perjudicar las prestaciones y el consumo.
En viajes largos este Golf Life me ha gustado por el confort general, el silencioso funcionamiento del motor y me ha sorprendido la gran cantidad de ocasiones que utiliza el conjunto para circular «a vela» e incluso con el motor apagado (el mejor de los híbridos ligeros que he probado).
Una vez en la ciudad el Golf no resulta aparatoso ni grande. Desde el puesto de conducción se controlan bien las esquinas y sus formas cuadradas permiten hacerse rápido con el tamaño. Por si acaso incluye de serie los sensores de aparcamiento delanteros y traseros, y el asistente automático, además de la cámara que siempre viene muy bien equiparla.
Me ha gustado la iluminación de los faros LED sencillos aunque debo reconocer que estéticamente las diurnas sencillas son muy poco vistosas. El sistema de cambio automático de cortas/largas no ha funcionado mal aunque algunas veces es algo más lento de lo debido. El control de crucero adaptativo me ha gustado por su correcto funcionamiento.
En general el Volkswagen Golf sigue siendo un coche muy válido para aquellos que no quieren caer en la moda crossover. Esta versión 1.0 eTSI 110 CV Life tiene un andar bastante mejor de lo que podrías esperar y gasta realmente poco. Antes de criticarlo sin piedad te aconsejaría que probases uno.
Diseño/Estética
Calidad de acabado
Equipamiento de serie
Equipamiento opcional
Habitabilidad
Maletero
Motor/Refinamiento
Prestaciones
Consumos
Transmisión
Dirección
Frenos y neumáticos
Comportamiento
Calidad de rodadura
Relación valor-precio
8
El Volkswagen Golf 1.0 eTSI de 110 CV sorprende por sus bajos consumos y un andar mucho mejor de lo que podría pensarse por su baja cilindrada. Buena dotación de serie, calidad de terminación correcta y un comportamiento sano son otras virtudes aunque sigue siendo caro y puede no justificarse el coste adicional respecto a algunos rivales.
Lo bueno
- Consumos ajustados
- Comportamiento
- Prestaciones suficientes
Lo mejorable
- Precio elevado
- Solo 870 € más barato que el 1.5 eTSI
- Mandos de climatización en pantalla central