Diseño/Estética
Calidad de acabado
Equipamiento de serie
Equipamiento opcional
Habitabilidad
Maletero
Motor/Refinamiento
Prestaciones
Consumos
Transmisión
Dirección
Frenos y neumáticos
Comportamiento
Calidad de rodadura
Relación valor-precio
8.1
Notable
El Volkswagen Golf es, desde hace años, uno de los modelos más deseados del segmento de los compactos. Es uno de los cabecillas de las listas de ventas año tras año, posición que se ha ganado a pulso gracias a una extensa lista de mecánicas y acabados para todos los gustos, versiones tan racionales como emocionales, unos acabados que superan incluso a los de algunos compactos del segmento 'premium' y una polivalencia reseñable. El único 'pero' es su precio, algo por encima de la media, pero a cambio ofrece un equipamiento extenso y de calidad.
El Volkswagen Golf en sus inicios era uno de esos coches dirigido a las necesidades de un público joven que buscaba una forma de transporte barata, fiable y, sobre todo, práctica. No necesitaba cantidades enormes de potencia ni una conducción deportiva radical, solo que funcionara bien y nunca te dejara tirado. Fue todo un éxito y actualmente el modelo más importante para la firma alemana también es el producto más demandado en Europa. Si vamos un paso más allá, a nivel nacional, en España es uno de los pilares más fuertes junto al pequeño Polo fabricado en la planta de Navarra.
Es por ello que del Volkswagen Golf te hemos hablado en muchas ocasiones y, como te he comentado anteriormente, para algunos expertos los términos ‘Golf’ y ‘Volkswagen’ son dos miembros distintos de una misma familia. La marca Golf es un éxito que lleva décadas en el mercado refinándose, depurándose y triunfando con infinidad de versiones cuyo número de adeptos y valor residual crece generación tras generación. Hay Golf para todos los gustos, desde versiones eléctricas o híbridas como los e-Golf (del que te hablaré en profundidad en apenas unos días) y Golf GTE, hasta versiones realmente picantes como el Golf R o el Golf GTI Clubsport que probó mi compañero Quique hace unos meses.
Nos guste o no, a día de hoy, el Volkswagen Golf es el compacto del segmento C más cotizado del mercado tanto de vehículos nuevos como de segunda mano y 42 años de experiencia en el mercado de los compactos de cinco puertas son suficientes para avalar una historia de éxitos y millones de ventas. Tras el ligero lavado de cara que la séptima generación del modelo sufrió a finales del pasado año, no podía dejar pasar la oportunidad de ponerme al volante de este referente del segmento.
Estéticamente en Volkswagen saben que el Golf gusta y mucho, por lo que su exterior no cambió demasiado. Sin embargo, sí vimos novedades en el interior, especialmente en materia tecnológica gracias a la llegada de la instrumentación digital configurable estrenada por Audi tiempo atrás y el sistema de info-entretenimiento con pantalla táctil de hasta 9,2 pulgadas con control de gestos. A su vez, el Golf también estrenó numerosos sistemas de asistencia a la conducción y varias novedades mecánicas, como el bloque 1.5 TSI Evo del que tanto hemos oído hablar en los últimos meses.
¿Nos vamos a conocer a fondo todas sus novedades?
Diseño exterior
Estéticamente, el Golf mantiene su aspecto continuista, pues al fin y al cabo, si algo funciona, para qué lo vamos a cambiar. No por ello es menos atractivo, con algunos retoques sutiles tras el último restyling que lo mantienen tan fresco como el primer día. En la vista frontal destaca la horizontalidad de las líneas, donde los detalles cromados se complementan a la perfección con las entradas de aire superior e inferior rematadas en negro.
La superior está presidida por el logo de grandes dimensiones y escoltada en sus extremos por los tecnológicos faros LED adaptativos opcionales, los cuales cuentan con esa característica luz diurna LED de serie que tan atractiva hace al modelo al mirarlo de frente. La inferior, por su parte, queda integrada en el paragolpes, entre los faros antiniebla delanteros. Finalmente, tampoco podemos olvidar la discreta tira de sensores de aparcamiento frontales.
La vista lateral está protagonizada por una generosa superficie acristalada -con los cristales posteriores oscurecidos- que garantiza una buena visibilidad. La superficie de las puertas es limpia, sin embellecedores, y estas cuentan con un tamaño que, sin ser excesivo, resulta suficiente. En este caso los espejos retrovisores integran los intermitentes y cuentan con una base en color negro a contraste con el marco de las ventanillas.
Hay disponibles 11 colores exteriores para la carrocería entre los que podemos encontrar tonos clásicos o alegres y diversos acabados: uniforme, metalizado o efecto perla. En este caso tenemos un Blanco Oryx efecto nácar.
Llenando los pasos de rueda nos encontramos con unas llantas de aleación de 18 pulgadas en plata (opcionales -540€-) calzadas con unos neumáticos Dunlop SP Sport Maxx RT en dimensiones 225/40 R18 92Y. Visto de lado, es compacto, pues sus medidas alcanzan los 4,26 metros de largo, 1,79 metros de ancho y 1,49 metros de alto, unas cotas en la línea de sus competidores. La batalla mide 2.620 mm y las vías delantera y trasera miden 1.533 y 1.504 mm respectivamente. El coeficiente aerodinámico es de 0,27.
En la zaga, la horizontalidad vuelve a estar presente, contando con un generoso portón que divide las bonitas ópticas LED en dos partes. Llaman especialmente la atención elementos como el sutil spoiler superior con la tercera luz de freno, el logo en posición central y el difusor trasero rematado en negro que, junto al color blanco de la carrocería, provoca un efecto visual muy llamativo. Este integra dos falsas salidas de escape. Nuevamente, tampoco faltan los cromados o la tira de sensores de aparcamiento posterior.
Diseño interior
Últimamente he notado que el segmento que se hace llamar premium está un poquito en decadencia. Modelos muy pintones por fuera pero con serias carencias en el habitáculo se enfrentan a modelos generalistas con materiales de gran calidad y excelentes ajustes por un precio razonable, por lo que a la hora de abrir la puerta del Golf para adentrarnos en su habitáculo vamos con ojo avizor. Lo cierto es que estamos ante un cochazo que ha mejorado significativamente frente a su predecesor y que supera con nota a la gran mayoría de la competencia sin llegar a considerarse realmente premium del todo, salvo por su precio algo superior.
Efectivamente, hay mejor equipamiento, de mayor calidad, pero las novedades las podemos contar con los dedos de una mano. Y ojo, que hay gente a la que no le gustan los cambios y mi intención no es transmitir la sensación de un mal interior, sino todo lo contrario. Hay mucha calidad a bordo y esta se percibe en casi todos los elementos, sin embargo, a mí ya me cansa estar ante lo mismo, generación tras generación, sin grandes innovaciones por parte de las marcas. Realmente la fórmula es básica, modernizar el aspecto visual con las últimas novedades del mercado, que en este caso son la conectividad, el panel de instrumentos digital y una consola con una mayor y mejor conectada pantalla táctil con control gestual.
Una vez en el interior del nuevo Golf nos damos cuenta de que esas líneas de corte horizontal que la marca ha querido plasmar en el exterior vuelven a estar presentes aquí. El salpicadero, hecho de material blando y tacto agradable, es un claro ejemplo de ello. En este nos topamos con una gran línea a la altura de las salidas de aire que pretende separar el frontal en dos partes mediante una moldura de aspecto moderno, al tiempo que quedan claramente diferenciados los mandos para conductor y acompañante.
Hay algunos detalles que al gigante alemán se le han pasado por alto a la hora de rematar el habitáculo, como el marco interior de las puertas, donde se ve la pintura de la carrocería.
La consola central es clásica y en esta unidad de pruebas se encontraba presidida por una pantalla a todo color, táctil, con sensores de proximidad y control gestual. Sin lugar a dudas, es un sistema de mucha calidad en el que podremos configurar, trastear y disfrutar mucho de todos los sistemas que equipa el modelo, tanto de forma opcional como de serie. En el acabado Sport, el sistema Discover Pro de 9,2 pulgadas es un opcional. Bajo el sistema de entretenimiento nos encontramos con un climatizador muy convencional, muy en la línea de la gama de productos Volkswagen.
En este caso hablamos de un sistema trizona con dos diminutos displays monocromo para las plazas delanteras y un tercer display ubicado tras el posabrazos central que ofrece servicio a las plazas posteriores. Adicionalmente, el nuevo Golf estrena un soporte de carga inductivo para smartphones y la nueva aplicación Car-Net «Security & Service» con llamada de emergencia, llamada de asistencia y demás opciones que ya hemos visto en el mercado y que pudimos conocer más de cerca hace unos meses en el Race Tour.
Continuando por el túnel de trasmisión, nos encontramos con la palanca de cambios de la caja de cambios manual de seis velocidades que equipaba esta unidad de pruebas, que a su vez contaba con un contorno plagado de botones desde los que manejábamos los modos, el asistente de aparcamiento, el freno de mano eléctrico con AutoHold o la desactivación del sistema Start&Stop. Los falsos botones irán completándose a medida que vayamos integrando los diversos opcionales que puede montar el modelo.
Algo más atrás nos topamos con dos posavasos ocultos tras una cortinilla rígida y un reposabrazos ajustable con un generoso hueco portaobjetos. Uno de los aspectos más logrados además de la integración y la ergonomía, es la discreción.
Ya en el lugar del conductor nos encontramos con un generoso y cómodo asiento, con un mullido confortable para largos viajes y una excelente sujeción para la espalda y las piernas, fruto de las prominencias laterales e inferiores de los asientos de carácter semi-deportivo del acabado Sport. Una vez acomodados en él, las manos se posan cómodamente sobre un ergonómico, suave y funcional volante de 4 radios desde el que podemos ajustar decenas de sistemas gracias a los botones que integra. Tras el mismo nos encontramos con una de las novedades en el Golf, que viene siendo la introducción del Virtual Cockpit que en su día conocimos en Audi y que en esta marca se llama Active Info Display.
Se trata de un cuadro de instrumentos en forma de pantalla con representaciones interactivas. Las luces de señalización, situadas en el área inferior de la pantalla, son los únicos elementos de hardware. La información puede representarse en 2D y 3D en la pantalla de 12,3 pulgadas que cuenta con una resolución de 1.440 x 540 píxeles, de forma que proporciona una representación gráfica interactiva de todos los detalles extremadamente precisa y de gran calidad. Personalmente me parece uno de los mejores inventos de los últimos años, al igual que el cuadro de mandos digital que podemos ver en modelos de Mercedes-Benz como el Clase E.
Sin lugar a dudas, la información y la configuración del Active Info Display son mayúsculas y lo cierto es que viste mucho más que el cuadro analógico convencional equipado de serie, además de incorporar muchos más datos de un solo vistazo.
El sistema cuenta con varios modos y el más llamativo quizá sea el “Modo de navegación”, donde el tacómetro y el cuentarrevoluciones se desplazan hacia los extremos para proporcionarle mayor espacio al mapa. Si es necesario, existe también la posibilidad de integrar información adicional relativa a las funciones de conducción, navegación y asistencia en las superficies gráficas del tacómetro y del cuentarrevoluciones. A ello se añade también de forma opcional la regulación adaptativa del tren de rodaje DCC con varios modos de conducción: Eco, Comfort, Normal, Sport, Individual.
Respecto a la habitabilidad, junto a lo ya mencionado hay que señalar que el acceso a las plazas traseras es bastante cómodo para tratarse de un compacto. No sólo contamos con un acceso ancho, sino que además va acorde a un ángulo de apertura generoso. El espacio para las piernas es notable para el tamaño del modelo y la altura al techo más que suficiente, incluso para personas de gran altura. A diferencia de otros modelos, la plaza central es cómoda, aunque presenta las clásicas limitaciones del túnel de transmisión, las salidas de ventilación posteriores y un mullido algo más duro a causa del reposabrazos central.
También es importante añadir que el nuevo Golf ofrece un generoso maletero que cubica un total de 380 litros, aunque si abatimos los asientos -60:40-, el volumen asciende a 1.270 litros. Desde luego, el modelo destaca por su modularidad, ya que ofrece unas formas muy regulares, trampilla de acceso a las plazas traseras y un piso del maletero que se puede ajustar a varias alturas para cargar objetos más o menos voluminosos. Bajo el piso del maletero puede equiparse una rueda de emergencia e incluso una rueda de repuesto completa.
Motorización
Los interesados en el lavado de cara del Golf VII pueden elegir entre diversos motores en gasolina o diésel. En el primer caso, están disponibles los bloques 1.0 TSI de 110 CV, 1.4 TSI de 125 CV, 2.0 TSI de 230 CV y, como no, el nuevo propulsor 1.5 TSI EVO de 150 CV. En la rama de los diésel, se puede optar por los 1.6 TDI de 115 CV o 2.0 TDI 150 CV. Según la versión pueden ir asociados a un cambio manual o al cambio DSG.
En este caso me he decantado por la variante más potente dentro de la gama diésel (sin tener en cuenta el Golf GTD que ya está a otro nivel), un bloque de hierro y aluminio con dos árboles de levas en la culata, turbo, inyección directa por conducto común, geometría variable e intercooler que, con 1.968 cm3 y cuatro válvulas, desarrolla una potencia de 150 CV (110 kW) entre las 3.500 y las 4.000 rpm, todo ello asociado a un par máximo de 340 Nm a partir de las 1.750 rpm y hasta las 3.000 rpm.
No es un rango excesivamente amplio de revoluciones, pero asociado a la transmisión manual es bastante aprovechable y juguetón, empezando a empujar con fuerza realmente a partir de las 1.500 rpm. Este Golf nos ofrece una entrega de potencia lineal y progresiva, moviéndonos enérgicamente en todas las situaciones, aunque es cierto que no resulta una mecánica explosiva, quizás un gasolina lo disfrutaríamos más a la hora de querer divertirnos.
Con sus cifras de potencia es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 8,6 segundos, recuperando de 80 a 120 km/h en torno a los 7,0 segundos y alcanzando una velocidad máxima de 216 km/h. Destaca el ‘modo vela’ cuando no aceleras porque contribuye a bajar el consumo.
Para la mayoría de usuarios, las cifras de esta versión serán algo exageradas para un uso urbano y tranquilo del vehículo. Durante la prueba, he tenido la oportunidad de recorrer tanto autopistas como tramos revirados, todo ello sin olvidar la ciudad, y salvo que seas un amante de los largos viajes y acostumbres a llevar el coche muy cargado, la versión de 115 CV será más que suficiente, sin perjuicio de que a muchos nos guste llevar unas dosis extra de potencia bajo el pie derecho por lo que pueda pasar. A nadie le amarga un dulcecito.
La única pega es que más potencia implica un mayor consumo, aunque esta mecánica de gasóleo con 150 caballos guarda un gran equilibrio prestaciones-consumo. La marca homologa un consumo urbano de 5,1 l/100 km, un extraurbano de 3,8 l/100 km y un consumo combinado de 4,3 l/100 km, datos que he podido comprobar que se alejan ligeramente de los consumos reales. Durante la prueba, el consumo medio se detuvo en los 5,5 litros, ascendiendo a los 6,3 litros en ciudad y bajando hasta los 4,6 litros en carretera. El depósito es de 50 litros.
Es una mecánica bastante silenciosa pensada para circular alegres, pero más potencia supone mayores consumos. Estos no son disparatados a pesar de diferir de los homologados, aunque hay que tener en cuenta que la mayoría de kilómetros los hicimos por ciudad.
En resumen, estamos ante una motorización muy recomendable para los grandes ruteros (gira en torno a las 1.900 vueltas a 120 km/h) o para aquellos que buscan un extra de diversión y no quieren arruinarse con un gasolina. Se trata de una mecánica enfocada a ofrecer unas prestaciones más que suficientes para mover al modelo, pero de forma lineal y sin resultar explosiva, de modo que los consumos resulten ajustados en todo momento.
Por último y, respecto al cambio manual, ya sabéis que no soy muy fan de estos, pero lo cierto es que su tacto es realmente agradable, con un guiado y un recorrido que nos permiten hacer cierta conducción dinámica. Eso sí, tanto los desarrollos como el cambio están notoriamente enfocados a equilibrar prestaciones y consumos.
Ficha técnica
Version | 2.0 TDI - 4 cilindros en línea |
---|---|
Cilindrada | 1.968 cm³ |
Potencia | 110 kW (150 CV) @ 3.500 - 4.000 rpm |
Par | 340 Nm @1.750 - 3.000 rpm |
Peso | 1.429 kilos |
Dimensiones Lar/An/Al mm | 4.258 / 1.790 / 1.492 mm |
Volumen Maletero | 380 (1.270) litros |
Aceleración 0 a 100 km/h | 8,6 segundos |
Recuperación 80 a 120 km/h | 7,1 segundos |
Velocidad máxima | 216 km/h |
Consumo homologado | 5,1 / 3,8 / 4,3 l/100 km (urb. /extraurb. / comb.) |
Emisiones CO2 por km | 111 g/km de CO₂ (Euro 6) |
Precio de partida | 29.860 euros (esta mecánica y acabado sin descuentos) |
Comportamiento
Hablar del Volkswagen Golf siempre es hablar de equilibrio, de un producto prácticamente redondo en comportamiento. No se venden tantas unidades sólo porque sea un coche bonito y casi premium, sino porque es capaz de aunar comodidad y ciertas prestaciones dinámicas (en las versiones “normales” claro, en las más picantes lo consigue) para convertirse en uno de los modelos más polivalentes del segmento.
En ciudad, la visibilidad es buena en todos los ángulos, pues sus medidas tampoco son excesivas y la superficie acristalada es generosa. Además, cuenta con cámara de marcha atrás en algunos acabados (u opcionalmente) para ayudarnos con las maniobras, pero no es un coche que por sus dimensiones la requiera. Su radio de giro entre paredes asciende a 10,9 metros.
Los asientos son confortables para viajar incluso en las versiones más básicas, aunque en este caso hablamos de los asientos opcionales con regulación eléctrica y ajuste lumbar que son una maravilla. Están tapizados en tela (aunque opcionalmente los hay disponibles en cuero), contando con un agarre suficiente tanto en la banqueta como en el respaldo. Esto también lo convierte en un coche bastante cómodo a la hora de enlazar curvas, a lo que hemos de añadir unos cambios de apoyo bastante rápidos y muy naturales que, en combinación con el tarado de las suspensiones, hacen que la carrocería no balancee en exceso molestando a los ocupantes.
Las reacciones son nobles, seguras y aportan cierta diversión, algo que se agradece cuando le buscamos las cosquillas al coche. Además, como ya he comentado, su mecánica empuja con energía curva tras curva e incluso te pide más cuando no llevas mucho peso a bordo, así que si te gusta divertirte de vez en cuando probablemente sea tu opción diésel preferida. Algo peor es la dirección (aunque no por ello me ha disgustado en absoluto), a la que le falta algo de dureza y le sobra asistencia, pero si realmente queremos un compacto deportivo ya tiraremos hacia las versiones GTI/GTD.
Donde me ha terminado de convencer el conjunto es en autopista, ya que la calidad de rodadura, el aislamiento del habitáculo y la gran sensación de aplomo consiguen que te sientas realmente cómodo y seguro al volante del Golf. Como compacto, dirección, chasis y suspensiones -McPherson delantera y paralelogramo deformable (en esta versión Sport)- logran un gran conjunto, indudablemente de los mejores del segmento, ya que te permite tanto viajar con confort como divertirte en una carretera de montaña.
Equipamiento y precio
Los niveles de terminación ya conocidos en nuestro país antes del restyling se mantienen, siendo por tanto los denominados Edition, Advance y Sport. El primero de ellos ya incluye los sistemas de seguridad esenciales, aire acondicionado, elevalunas eléctricos en todas las puertas, cierre centralizado con mando, ordenador de viaje, espejos térmicos, asiento trasero partido, freno de mano eléctrico, llantas de aleación de 15, puerto USB, bluetooth, entre otros.
El acabado Advance añade al Edition las llantas de aleación de 16 pulgadas, control de crucero adaptativo, sistema Front Assist, sensor de lluvia, climatizador automático dual, encendido automático de luces, espejo interior fotosensible, asientos confort, volante multifunción en piel y sensores de parking delanteros y traseros, entre otros.
En cuanto al Sport, suma las llantas de aleación de 17 pulgadas, faros LED, selector de modos de conducción, suspensión deportiva, paquete iluminación interior, ajuste lumbar en los asientos delanteros, tapizado específico, instrumentación VW Digital Cockpit, SmartBeam, apliques cromados e inserciones en negro brillante, entre otros.
En el caso de esta unidad, hablamos de un Volkswagen Golf 2.0 TDI con acabado Sport (29.810€) al que se le han añadido algunos opcionales como el Paquete Sport España -promoción VW-, la pintura metalizada -1.055€-, acabado en cuero «Vienna» con asientos deportivos delanteros -2.730€-, asiento del conductor con regulación eléctrica -890€-, Park Assist semi-autónomo con reconocimiento de señales -590€-, cámara trasera -260€-, carga por inducción -395€-, Keyless-Access -350€-, navegación Discover Pro -1.945€- y faros LED -1.305€-. Con ellos, el precio asciende a 40.300 euros sin descuentos. Al aplicar el descuento comercial -1.145€- y el descuento por financiación -2.080€-, el precio final es 38.220 euros.
Los precios recomendados para toda la gama sin descuentos son:
Motor | Edition | Advance | Sport |
1.0 TSI 110 CV | 20.800€ | 22.520€ | – |
1.0 TSI 110 CV DSG | – | 23.220€ | – |
1.4 TSI 125 CV | – | 22.320€ | – |
1.4 TSI 125 CV DSG | – | 25.080€ | – |
1.5 TSI EVO 150 CV | – | – | 28.640€ |
1.5 TSI EVO 150 CV DSG | – | – | 30.480€ |
2.0 TSI 230 CV | – | – | – |
2.0 TSI 230 CV DSG | – | – | – |
1.6 TDI 115 CV | 23.690€ | 25.420€ | 28.260€ |
1.6 TDI 115 CV DSG | – | 27.260€ | 30.120€ |
2.0 TDI 150 CV | – | 27.030€ | 29.860€ |
2.0 TDI 150 CV DSG | – | 28.700€ | 31.610€ |
Judith Lozano