Las marcadas estriberas, los bajos del automóvil y las nuevas carcasas de los retrovisores exteriores (cuya resistencia al aire ha sido reducida en un 20% en comparación con el modelo anterior) ofrecen un excelente diseño aerodinámico.
Diseño Interior y Equipamiento
Una de las características más destacadas de todos los Volkswagen es que su manejo no encierra ningún misterio y su ergonomía se adapta siempre de forma ideal a la complexión de los conductores y los pasajeros. Si bien es cierto que no son similares en conducción, las percepciones que recibimos y que provienen de lo que está pasando alrededor del vehículo cuando este está en marcha, son muy similares. El Polo ofrece naturalmente también esta característica. Los materiales son duros pero resistentes y posee una distribución muy alemana en la que predomina la seriedad.
La consola central se adapta al conductor. Los paneles de control de esta consola tienen la misma distribución que los del modelo anterior, sin embargo han sido rediseñados completamente. En la parte superior se encuentran situadas dos entradas de aire centrales que han sido refinadas con un ribete de aluminio. En el siguiente nivel los conductores del Polo encuentran, como es habitual, una botonera de mando con detalles como, por ejemplo, un interruptor para las luces de emergencia de fácil acceso, los botones para la luneta trasera térmica o el botón de desconexión del sistema Start and Stop. Más abajo encontramos el sistema de radio con interfaz multimedia y reproductor de MP3. El sistema puede ser ampliado con un dispositivo de manos libres para el teléfono que para variar y no voy a cejar en mi empeño de decir que no es compatible con los últimos Smartphones del mercado.
En un nivel inferior se alojan los mandos de la ventilación.
También han sido integrados un compartimento para gafas, un compartimento para el manual del vehículo, el interruptor de desactivación del airbag del acompañante, un interfaz para MP3 y el botón que indica el control de la presión de neumáticos (control de la presión del aire).
Los instrumentos del Polo, disponen de iluminación blanca al más puro estilo del Golf. El nivel de combustible se controla mediante un indicador digital.
La unidad probada montaba un excelente volante multifunción de cuero (panel de control en el radio izquierdo) más compacto que el del Golf. Los reposabrazos de las puertas, con portabotellas de 1,5 litros, y el apoyabrazos central abatible con compartimento portaobjetos, son algo duros, pero cumplen.
El asiento del conductor no es incómodo pero tampoco una maravilla. El espacio para las rodillas en la parte trasera es mayor gracias al aumento de la longitud del habitáculo, que ahora mide 1.674 milímetros (8 milímetros más que el Polo anterior).
Adicionalmente, el espacio para los hombros en la parte delantera aumenta también en 22 milímetros alcanzando los 1.372 milímetros. Gracias a sus nuevas dimensiones, el interior del Polo ofrece una mayor amplitud. El Polo probado no disponía de banqueta abatible 60:40 de serie.
Seguridad
La gran rigidez del Polo no se ha alcanzado, ni mucho menos, a costa del peso, sino todo lo contrario, el factor Q para las construcciones ligeras es de 3,6. Cuanto más bajo sea este valor absoluto, mejor serán la rigidez y la ligereza de la carrocería. El Polo es un ejemplo clásico de construcción ligera altamente innovadora, ya que, a pesar de haber reducido el peso de su carrocería en un 7,5% (en comparación con el modelo anterior), este Volkswagen ofrece un nivel de seguridad mayor.
La condición fundamental para obtener una buena dinámica de conducción, así como con un excelente confort y una acústica equilibrada (eso sí, la acústica en marcha es buena pero parado con el motor en funcionamiento, los ruidos y vibraciones son abundantes, fruto de un tres cilindros), es sin duda alguna, la alta rigidez dinámica.
Entre muchos otros objetivos de desarrollo, el Polo ha sido diseñado para alcanzar la puntuación máxima 5 estrellas en el test de colisión EuroNCAP (en parte, gracias a la mayor rigidez estática de la carrocería).
Especialmente en las colisiones frontales, es el rígido travesaño del parachoques el que se ocupa de transferir la energía de impacto también a las zonas que no han sido afectadas directamente por el choque. Como resultado, la energía de impacto es absorbida conjuntamente por los dos largueros longitudinales que han sido optimizados y, en caso de producirse una colisión frontal, contribuyen a que el proceso de frenado se realice de tal modo que los pasajeros sufran la menor carga posible.
Los pedales del Polo contribuyen también en la mejora de la seguridad pasiva, ya que en caso de colisión se desplazan para dejar libre el área de los pies y las piernas evitando así que se produzcan lesiones.