El Volkswagen T-Roc es actualmente uno de los coches más vendidos en el mercado europeo y en España las cosas le van realmente bien. Para entender este éxito en Autonoción hemos querido probarlo a fondo en su versión de acceso, esa que normalmente ningún departamento de prensa suele dejarnos por aquello de no resultar demasiado vistosa.
Fabricado en Portugal para todo el mundo salvo China, el Volkswagen T-Roc sufrió hace ya unos meses una actualización que mejoraba ciertos aspectos criticados en las primeras unidades relacionados con la sensación de calidad de algunos plásticos y, de paso, se ha mejorado el equipamiento en todas las versiones.
¿Será interesante esta versión de entrada a la gama? Durante una semana y más de 1.300 km he podido disfrutar a los mandos de un Volkswagen T-Roc 1.0 TSI 110 CV Base y aunque tiene ciertas carencias en el equipamiento estándar, es un básico recomendable por su equilibrio general.
Diseño
Estéticamente el Volkswagen T-Roc Base no da la sensación de ser un producto barato o con detalles que afeen el conjunto. Ya de serie cuenta en todas las versiones con los faros LED con la luz diurna integrada, llantas de aleación de 16 pulgadas, todos los elementos pintados en color carrocería e incluso añade una línea cromada perfilando la zona superior de las puertas muy elegante.
Como buen vehículo crossover incluso en esta versión de entrada a la gama incluye de serie las molduras plásticas por todo el contorno de la carrocería, protector de bajos y difusor posterior en símil aluminio, y una altura libre al suelo superior a la de un turismo convencional. En este nivel de acceso no hay barras de techo, de serie en los acabados más completos.
Un detalle que tal vez no guste a los usuarios es que en esta versión las posibilidades de personalización son muy escasas, dejando en opción únicamente la pintura metalizada convencional. En las versiones más costosas es posible pedir un T-Roc con el techo y los espejos pintados a contraste, llantas más grandes, etc.
Interior
En el interior con el lavado de cara se mejoró bastante el aspecto de ciertos plásticos. Por ejemplo ahora la zona superior del salpicadero tiene un tacto gomoso mucho más agradable y el sistema multimedia ahora cuenta con una pantalla tipo tableta de mayores dimensiones. La zona inferior de la consola también se ha renovado.
En este acabado de entrada me ha sorprendido negativamente que no se incluya de serie el volante forrado en piel, un detalle feo si tenemos en cuenta que el precio recomendado arranca en los 29.475 €. El tacto del poliuretano no es malo pero ya sabes que con el paso de los años suele ponerse bastante feo y pegajoso. Lo peor de todo esto es que no es posible ni opción optar por uno de cuero.
La instrumentación ahora es digital en todas las versiones aunque según el acabado podrá ser de 8,0 pulgadas o bien de 10,25 pulgadas. Ambas son configurables en diferentes vistas pero la más pequeña es más sencilla y mucho menos vistosa pero creo que cumple bien en cuanto a información disponible y facilidad para su lectura.
Los mandos de climatización se han actualizado pero no me ha parecido que el cambio haya sido a mejor, especialmente si se elige el climatizador automático de dos zonas que es opcional en este nivel de terminación. Ya no son tan precisos como antes y aunque se agradece que no esté integrado en el sistema multimedia, los anteriores eran mucho más intuitivos de manejar.
El sistema multimedia estándar en el nivel de entrada tiene una pantalla táctil de 6,5 pulgadas e incluye radio DAB, Apple CarPlay y Android Auto, estos últimos con cable. También llevan bluetooth, puertos USB-C y mandos en el volante. Sorprendentemente solo tiene dos altavoces delante así que el sonido no es para tirar cohetes.
En general me ha parecido que hay suficientes huecos disponibles para dejar objetos. La guantera principal tiene una capacidad muy correcta, las bolsas de las puertas son generosas y en la consola central hay varios lugares útiles. Lo que no tiene es apoyabrazos delantero con el cajón inferior que sí tienen las versiones más equipadas.
Habitabilidad
El Volkswagen T-Roc juega la baza de un tamaño bastante generoso para ser considerado un vehículo del segmento B hasta el punto de quedarse muy cerca de los crossovers compactos. Esto le da cierta ventaja para presumir de un interior más espacioso que en muchos modelos de la competencia.
En las plazas delanteras la sensación de espacio me ha parecido muy buena, con buenas cotas hacía todas las direcciones. Habría agradecido contar con ajuste lumbar en el asiento del conductor y algo más de sujeción lateral. La visibilidad es buena y todos los mandos quedan bien situados.
En las plazas posteriores la anchura es muy justa para que puedan viajar tres adultos así que es mejor que lo consideres un cuatro plazas. En este nivel de acabado no hay salidas de aire ni tomas USB-C aunque sí se incluyen los elevalunas eléctricos. La terminación de las puertas es de plástico duro como en las delanteras.
La capacidad de maletero es buena con 455 litros de capacidad mínima ampliable hasta los 1.290 litros si se retira la bandeja posterior y se abaten los respaldos. De serie me ha gustado que lleve el doble fondo regulable en altura y que se pueda equipar si se desea una rueda de repuesto.
Equipamiento
La gama actual del Volkswagen T-Roc está formada por los niveles de terminación Base, Life y R-Line, además de los Style y R-Line para la carrocería descapotable. El nivel de la unidad de pruebas es el más accesible y por tanto no puede presumir de una imagen tan innovadora o llamativa como en los más caros.
En seguridad el nivel de entrada cuenta con faros EcoLED, Smartbeam, alerta de carril con asistente, detector de fatiga, sensores de parking delanteros y traseros, sensor de lluvia, encendido automático de luces, freno de mano eléctrico, asistente al arranque en cuestas, luces diurnas LED, espejo interior fotosensible, etc.
También de serie cuenta con las llantas de aleación de 16 pulgadas, instrumentación digital de 8 pulgadas, espejos térmicos, cuatro elevalunas eléctricos, cierre centralizado con mando, aire acondicionado, sistema de sonido con pantalla de 6,5 pulgadas, radio DAB, bluetooth, Apple CarPlay, Android Auto, puerto USB, asiento regulable en altura, etc.
No se entiende muy bien que se hayan quedado fuera elementos como el control de crucero con limitador o el volante forrado en piel y sin embargo se incluyan sin coste los sensores de aparcamiento delanteros/traseros o el sistema de cambio de luces cortas/largas. Tampoco hay opción a añadir un apoyabrazos central, algo que te obliga a escalar hasta el más costoso acabado Life.
El precio recomendado del Volkswagen T-Roc 1.0 TSI 110 CV Base 6MT se ha fijado en los 29.475 €. La unidad testada además incluye la pintura metalizada en “Azul Ravenna” (600 €), climatización automática de dos zonas (385 €) y la rueda de repuesto de emergencia (105 €). Todo esto eleva la factura hasta los 30.070 € que es mucho dinero para un vehículo de entrada.
Si se aplican las promociones actuales (a diciembre 2023) la cosa cambia bastante dado que Volkswagen anuncia un precio de entrada para las versiones más sencillas de 24.769 €. Para poder aprovechar la oferta deberás financiar con la marca en unas condiciones específicas pero te lo llevas con el mantenimiento incluido durante los tres primeros años.
Version | 1.0 TSI Base |
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Cilindrada | 999 cc |
Potencia | 110 CV a 5.500 rpm |
Par | 200 Nm a 2.000-3.000 rpm |
Peso | 1.301 kg |
Dimensiones Lar/An/Al mm | 4236 / 1819 / 1584 |
Volumen Maletero | 445 / 1.290 litros |
Aceleración 0 a 100 km/h | 10,8 seg |
Recuperación 80 a 120 km/h | 7,7 seg |
Velocidad máxima | 185 km/h |
Consumo homologado | 5,9 L/100 |
Emisiones CO2 por km | 134 gr |
Pegatina de la DGT | C |
Precio de partida | Desde 29.475 € sin descuentos ni promociones |
Motor y comportamiento
La oferta mecánica del Volkswagen T-Roc para España es relativamente variada aunque siempre asociada a la etiqueta ambiental “C” de la Dirección General de Tráfico. En gasolina están los 1.0 TSI de 110 CV, 1.5 TSI de 150 CV y 2.0 TSI de 190 y 310 CV, y en diésel se ofrecen los 2.0 TDI con 116 y 150 CV de potencia. Hay opciones con caja manual o DSG, y con tracción sencilla o total.
La versión probada es la que equipa el bloque 1.0 TSI de 110 CV en combinación con la caja de cambios manual de seis relaciones y el sistema de tracción sencillo al eje delantero. Es una propuesta que destaca por su silencioso funcionamiento y una finura impropia de los bloques con tres cilindros aunque cuando gira alto no resulta tan agradable.
En términos absolutos el Volkswagen T-Roc de entrada sirve para cualquier tipo de utilización y afronta viajes largos sin problemas. No es un coche que corra mucho pero se mueve con suficiente agilidad y además mantiene los límites legales sin ningún problema aunque se viaje cargado o se tenga que afrontar un repecho.
No me ha parecido que sea especialmente frugal y eficiente, con un consumo medio en la prueba de 6,3 L/100 que parece algo alto. Es posible que con un mayor rodaje el coche gaste menos dado que la unidad de prueba era muy nueva (solo 2.300 km en el odómetro al inicio del test). El tacto del cambio sí es correcto, algo ya habitual en Volkswagen.
El comportamiento dinámico del Volkswagen T-Roc es bueno, con una carrocería bien sujeta incluso en zonas de curvas y solo perjudicado por unos asientos que sujetan muy poco. No hay selector de modos de conductor ni suspensión adaptativa en este acabado así que tendrás que conformarte con el tarado estándar pensado para resultar más cómodo que ágil.
Sí me gusta del Volkswagen T-Roc su adecuado tamaño que resulta muy cómodo a la hora de moverse por ciudad, buscar aparcamiento o circular por calles estrechas, y esto sin perjudicar en el aplomo que transmite a altas velocidades. Tampoco es muy sensible al viento lateral y en frenadas bruscas se comporta sin incidencias.
Se puede decir que el Volkswagen T-Roc más barato está pensado en un público que valora el confort y quiere un coche para ir de un lado a otro sin preocupaciones, que no valora especialmente unas prestaciones elevadas o un menor balanceo de la carrocería en curvas. Es por así decirlo el coche anti-coche, ese que te compras cuando no esperas nada pero tampoco quieren la extrema sencillez o falta de gusto de productos más baratos. Es un buen coche… y ya.
Esto no quiere decir que dentro de la propia gama del Volkswagen T-Roc haya otras interesantes alternativas con más corazón y con una puesta a punto más dinámica que te pueda hacer disfrutar al volante (ahí está el R de 300 CV para demostrarlo) así que deberás tener las ideas bien claras antes de elegir una variante u otra. En ningún caso es barato pero Volkswagen nunca lo ha sido y además en España conserva un buen valor de reventa.
Diseño/Estética
Calidad de acabado
Equipamiento de serie
Equipamiento opcional
Habitabilidad
Maletero
Motor/Refinamiento
Prestaciones
Consumos
Transmisión
Dirección
Frenos y neumáticos
Comportamiento
Calidad de rodadura
Relación valor-precio
7.7
Notable
La versión más barata del Volkswagen T-Roc marca un buen inicio de gama con una dotación correcta y un motor de prestaciones suficientes para una mayoría de usuarios. Es una pena que no se haya pensado en un listado de opciones algo más amplio para poder ajustar al gusto cada unidad sin tener que dar el salto a un acabado superior mucho más costoso. Es en general un coche muy honesto y recomendable
Lo bueno
- Buen maletero
- Motor suficiente
- Refinamiento general
Lo mejorable
- Detalles de equipamiento
- Opciones escasas
- Anchura plazas traseras