Volkswagen llegó tarde a la altísima demanda de SUV pero en los últimos años no ha parado y tras el Tiguan, el T-Roc o el T-Cross, llegó el Volkswagen Taigo.
Sobre la plataforma modular MQB, Volkswagen ha lanzado al mercado tres SUV que prácticamente podríamos decir que «se pisan la manguera» pero que están claramente diferenciados unos de otros por algo tan básico como el precio.
El Volkswagen Taigo llega como una alternativa aspiracional, de diseño más deportivo, más largo que T-Cross y T-ROC pero idéntico en habitabilidad y maletero a este último. Sobre la base del Polo y con piezas de este modelo, la marca lanza este Taigo, que se posiciona como una alternatva algo más económica que un T-ROC pero con diseño más interesante y quizá atrevido.
Enfocado a pegarse con el Citroën C4, el Ford Puma, el Opel Mokka, el Nissan Juke o el Renault Arkana entre otros, este modelo de Volkswagen llega para ofrecer una mayor rentabilidad al fabricante, que la ha logrado a base de elevar mucho su precio y «quitarle» fabricación a su primo hermano, el T-Cross.
Diseño exterior
Si comparamos el diseño general del Volkswagen con el del resto de sus competidores, nos damos cuenta de que estamos ante unas líneas muy conservadoras.
Contamos con un frontal bastante horizontal en el que predomina un abultado paragolpes deportivo con detalles en negro brillante característico de las unidades equipadas con el acabado R line. Sobre este paragolpes que cuenta con unos faros antiniebla verticales ubicados a ambos extremos de una parrilla inferior ancha y plana se asienta la parrilla principal superior en la que destacan el logo de la marca y la R del acabado deportivo. A ambos lados de esta parrilla encontramos unos faros IQ Light LED con los que estaba equipado nuestra unidad de pruebas. Estos faros ofrecían una luz por encima de la media y resultaron más que correctos en todas las situaciones.
La firma lumínica LED en forma de C destaca durante el día y del intermitente LED ocupa la parte superior del faro. A partir de la línea de equipamiento Style, el Taigo incorpora de serie los faros Matrix LED «IQ.LIGHT» y una barra transversal iluminada en la parrilla del radiador.
Las líneas laterales ascienden conforme se acercan a la zaga, momento en el que caen debido a la inclinación del pilar C del modelo, un pilar que por cierto dota al vehículo de ese «característico» apelativo de SUV coupé.
La línea central de las puertas y la nervadura que se extiende en el ancho de las mismas a la altura de las manetas es un calco a la del Polo y es más, probablemente se trate de la misma pieza. También encontramos una línea de color contraste que rodea cual marco los pasos de ruedas del Taigo en busca de ese aspecto SUV.
En el pilar B nos encontramos con superficies en negro brillante que lucen la inscripción Volkswagen bien visible. En el techo de nuestra unidad de pruebas contábamos con unas barras en color negro mate y una antena que si bien es cierto, cumplía su función, recomendaríamos su sustitución por una «aleta de tiburón», que quedaría menos «low cost» y quizá más alineada con el enfoque deportivo del modelo.
Nuestra unida de pruebas calzaba unas llantas de 17″ con unos neumáticos Continental Premium Contact 6 en dimensiones 205/55/ R17 V XL que cumplen con las expectativas del modelo, cuentan con un agarre en mojado muy correcto y una baja rumorosidad. Dependiendo del acabado, las llantas pueden ser de 16″, 17″ o 18″.
En la parte trasera es donde el fabricante más ha arriesgado y es que ha montado en el modelo una superficie transparente que busca emular la iluminación de ancho completo. El modelo luce una tira LED dividida por el logo que se extiende por toda la trasera hasta alcanzar los laterales, momento en el que se curva. Todo el sistema de iluminación del vehículo de pruebas era LED.
A media altura encontramos el portamatrículas y la denominación del modelo y un poco más abajo nos topamos con la línea de sensores oculta en la tira de catadióptrico que se extiende nuevamente por todo el ancho del vehículo. La parte inferior de la zaga muestra una zona en negro brillante que incorpora una salida de escape cuádruple cromada totalmente ciega -falsa-.
En su conjunto, el Volkswagen Taigo cuenta con unas dimensiones ligeramente superiores a las del Volkswagen T-ROC. En concreto hablamos de una longitud de 4266 mm a 4271 mm dependiendo del acabado (siendo esta última cifra la del acabado R-Line), un ancho de 1757 mm, una altura de 1518 mm y una distancia entre ejes de 2554 mm.
El Taigo está disponible en ocho colores: dos colores lisos, cinco pinturas metalizadas y una pintura con efecto perlado. Todos los colores de carrocería, excepto el «Deep Black» pueden combinarse opcionalmente con un techo negro de contraste («Roof Pack»). Lo colores son: Ascot Grey Solid, Pure White Solid, Reflex Silver Metallic, Smoke Grey Metallic, Reef Blue Metallic, Kings Red Metallic, Visual Green Metallic y Deep Black Pearl Effect.
Diseño interior
El interior del Taigo nos sentimos como en un lugar conocido y es que resulta tan conocido que hablamos del mismo salpicadero que un Polo, aunque se han actualizado diversas características. Entre los aspectos destacados tenemos la instrumentación digital, el sistema multimedia de mayor tamaño, nuevas opciones de conectividad y el climatizador con botones táctiles. Todo ello siempre en función del acabado. También hay novedades en diseño y la combinación de colore y telas.
Aspecto importante que mejora es el de la calidad. Los remates se han cuidado en mayor medida, con mayor abundancia de materiales blandos. Varía según el acabado, pero en este caso el salpicadero es acolchado y los plásticos dan mayor sensación de calidad. Dado el precio, me parece que es una mejora acertada y necesaria pero ojo, porque los paneles de las puertas dejan mucho que desear, sobre todo los de las puertas traseras.
Los asientos deportivos presentan un mullido muy cómodo para viajar, con buen agarre. Los tapizados cambian dependiendo del acabado. Disponen de algunas comodidades de serie o en opción como el ajuste de altura, ajuste lumbar y calefacción. La percepción es que vamos más altos que un Polo pero con mucho confort. Conseguir una buena posición al volante es muy sencillo y acostumbrarse al coche también.
Las manos se posan sobre un volante multifunción revestido en piel. Tras este se encuentra un cuadro de instrumentos.
Este cuadro puede ser de dos tipos, pero siempre de pantalla: 8 pulgadas en los básicos o el nuevo Digital Cockpit Pro de 10,25 pulgadas. Este último es el que equipa esta unidad. La información que ofrece es abundante y personalizable, resultando intuitivo de manejar. Se complementa con hasta cuatro sistemas multimedia dependiendo del acabado.
Estos son los Composition (6.5” MIB2), Ready2Discover (8.0” MIB3) Discover (8” MIB3) y Discover Pro (9,2” MIB3). Es el más completo el que equipa esta unidad. Su respuesta táctil es buena, sus gráficos más que aceptables y su fluidez ejemplar. Además, todos los equipos son compatibles con Android Auto y Apple CarPlay (algunos con conexión sin cables como el de nuestra unidad de pruebas). Además de esto, me ha gustado que en caso de vincular el Android Auto, las guías de navegación aparecen en el Virtual Cockpit, algo que no muchos fabricantes incorporan y me parece francamente útil.
Algo más abajo encontramos los mandos de la climatización bizona táctiles con el Climatronic. Me han gustado los abundantes huecos de almacenamiento de los que disponemos, siendo el más grande el de la consola central. Cuenta con base forrada de goma, dos tomas USB-C y puede equiparse con carga inalámbrica para el smartphone.
También son forrados la guantera y el pequeño hueco del lado del conductor, pero no las bolsas de las puertas. Los cinturones pueden regularse en altura. En la consola central encontramos la palanca de cambios y varios botones, dos posavasos, un reposabrazos deslizable que alberga una guantera y un freno de mano tradicional. Desafortunadamente, el reposabrazos no es regulable en altura, algo que le resta puntos de confort.
El final de la consola central pone a disposición de los pasajeros traseros dos tomas USB-C, pero no salidas de ventilación.
En términos de habitabilidad, las plazas traseras son generosas y ofrecen buen acceso. Como pega podemos decir, que a diferencia del T-Cross, el Taigo carece de ajuste longitudinal en la segunda fila. Además, hay buen espacio para rodillas y cabeza. Eso sí, la plaza central permanece impracticable por anchura y porque el túnel central es pronunciado. En cuanto al maletero, este cubica 440 litros, pudiendo abatirse la segunda fila de asientos -60:40-. Esta cifra puede llegar a los 1222 litros si abatimos los respaldos.
Bajo el doble fondo se puede equipar una rueda de repuesto de tamaño reducido en lugar del kit antipinchazos. La superficie de carga es regular, con huecos a los lados y diferentes ganchos para fijar bolsas. También existe la posibilidad de instalar una red portaobjetos. El borde de carga se queda algo más elevado que en el T-Cross.
Un aspecto a mejora es el guarnecido interior del marco de la luneta trasera. Que se vea la chapa pintada queda muy pobre y abogaría por un marco plástico interior más en consonancia con el precio del coche.
Motorización
Volkswagen sacó al mercado el Taigo con tracción delantera y motores de gasolina de alta eficiencia. Las potencias disponibles son de 70 kW (95 CV), 81 kW (110 CV) y 110 kW (150 CV) y lo único que podemos optar en según qué mecánicas es entre un cambio manual de 5 o 6 velocidades y uno DSG de 7 velocidades.
Para esta prueba nos hemos decantado por el motor más equilibrado, el 1.0 TSI de 110 CV, eso sí asociado a la caja automática DSG de 7 velocidades.
Es un bloque tricilíndrico de aluminio que, con una cilindrada de 999 cm3, dos árboles de levas en la culata, inyección directa, turbo, intercooler y Start/Stop, desarrolla una potencia total de 110 CV (81 kW) y 200 Nm de par entre las 2000 y las 3000 rpm.
El coche va desahogado pero tampoco alegre en exceso. La opción de 95 CV directamente la descartaría. Esta mecánica de 110 CV es suficiente para permitirnos acelerar con algo de energía. Lo cierto es que sorprende desde lo abajo que es capaz de reaccionar este motor sin apenas vibraciones -unas 1.300 rpm-. Eso sí, la mayor parte de la potencia se entrega a partir de las 1.800 – 2.000 rpm.
Lo mismo ocurre en carreteras y autopistas. El Taigo reacciona bien a las órdenes del acelerador si no vamos muy cargados ni nos encontramos en pendientes de cierta inclinación. Esto es un punto muy a favor, ya que podemos llevar a cabo adelantamientos con facilidad y en cualquier caso, el DSG se encarga de todo.
En cifras, el Volkswagen Taigo con este motor acelera de 0 a 100 km en 10.9 segundos. Es capaz de recuperar de 80 a 120 km/h (en 3ª velocidad) en 7.6 segundos.
Al modelo presenta el mismo problema que nos hemos encontrado en otros modelos equipados con el DSG7, lo que vienen siendo algunos «traqueteos» y tirones un poco raros.
Junto al mencionado tacto del cambio, ha llamado mi atención la baja sonoridad de esta mecánica para tratarse de un tricilíndrico. En este caso se muestra refinada, con apenas vibraciones y un buen aislamiento tanto en el habitáculo como en el exterior. La verdad es que el conjunto no admite tacha en este sentido.
El estilo de conducción influye poco en el consumo. Equipando el tren de rodaje deportivo, a la suspensión rebajada y el bloque del diferencial se suman hasta cuatro modos de conducción. Estos varían diversos parámetros del vehículo, aunque las diferencias no son especialmente apreciables. En este caso, los modos de conducción son los Eco, Normal, Sport e Individual.
Los consumos han sido mucho más bajos de lo que esperaba. La marca homologa un consumo combinado de apenas 6 litros.
Si conducimos de manera sosegada, no es difícil situar la media en carretera en torno a los 6.4 litros a los 100 km. En ciudad rondaremos en este caso los 7.4 litros, pudiendo bajar de los 6.1 litros en tramos interurbanos o viajes con orografía favorable. La media tras la semana de pruebas fue de 6.3 l/100 km. El depósito de combustible tiene una capacidad de 40 litros, cifra que se me antoja muy escasa pero que es igual que la del Polo y la del T-Cross.
Version | 1.0 TSI OPF 81 kW |
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Cilindrada | 999 cc |
Potencia | 81 kW (110 CV) |
Par | 200 Nm / 2000 - 3000 |
Peso | 1.217 a 1.298 kg |
Dimensiones Lar/An/Al mm | 4.271 / 1.995 / 1.515 mm |
Volumen Maletero | 440 / 1.222 litros |
Aceleración 0 a 100 km/h | 10.9 segundos |
Recuperación 80 a 120 km/h | 7.6 segundos |
Velocidad máxima | N.D |
Consumo homologado | 6.1 - 6.0 / 4.2 - 4.0 / 5.0 - 4.9 litros a los 100 km |
Emisiones CO2 por km | 114.0 - 111.0 g/km |
Pegatina de la DGT | C |
Precio de partida | 26.475 euros |
Comportamiento Volkswagen Taigo TSI 110 DSG
La polivalencia que caracteriza a los modelos de Volkswagen también está presente en el Taigo. Puede presumir de un buen equilibrio entre comodidad y tacto de conducción, pero con matices que dentro de la gama SUV de Volkswagen apenas son perceptibles.
El Taigo cuenta con unas suspensión firme pero confortable algo más rebajada en la versión R-Line, selector del modo de conducción y función de bloqueo del diferencial XDS mediante la actuación de los frenos.
En carretera el aislamiento es muy bueno. El perfil de llanta es adecuado y la suspensión muy cómoda. No hay rebotes ni golpes secos, el Taigo trata bien a los ocupantes sin necesidad de que el asfalto esté perfecto. Además, rueda a buen ritmo con aplomo y estabilidad.
De serie, los amortiguadores son de dureza fija, McPherson en el eje delantero y una barra de torsión detrás. Muestran un buen equilibrio a la hora de filtrar las irregularidades del asfalto y permitirnos un paso por curva rápido. En el paquete adicional encontramos la suspensión deportiva, sensiblemente más firme, aunque cómoda para viajar en todo caso.
Pese a ello, los cambios de apoyo son ágiles y la carrocería apenas balancea. Transmite confianza porque la precisión de todos los mandos es buena. Al buscarle las cosquillas, siempre nos muestra reacciones dóciles y naturales. La dirección, por su parte, tiene una acertada asistencia eléctrica para un uso normal.
Filtra de forma notoria lo que ocurre entre las ruedas delanteras y el asfalto, pero nos permite trazar las curvas con precisión. También resulta más que correcta en rapidez, pero peca ligeramente en feedback. Adicionalmente, permite maniobrar con extrema facilidad.
Las dimensiones son suficientes para ofrecer un amplio espacio interior y de carga, pero contenidas para que maniobrar en espacios reducidos no sea tedioso. Presume de buena visibilidad en todos los ángulos, diversas asistencias a la conducción y un diámetro de giro entre paredes contenido (no conocemos la cifra) y quizá donde más puede pecar es la visibilidad trasera que se soluciona con los sensores y la cámara.
Respecto a los frenos, monta unos discos ventilados en el eje delantero y en el trasero. Su funcionamiento es bueno en una conducción sosegada, pero un acabado deportivo como este debería recurrir a unos discos macizos traseros, como el Ibiza. Tienen un tacto y asistencia agradables en el pedal, con buena resistencia a la fatiga en un uso normal.
En materia de asistencias a la conducción y de seguridad, tenemos programador de velocidad activo con función predictiva, aviso por salida involuntaria del carril, mantenimiento en el carril, frenada de emergencia con detección de peatones y ciclistas, sistema de aparcamiento semiautomático, aviso de ángulo muerto y, como novedad, el asistente IQ.Drive Travel.
Equipamiento y precio
Los niveles de terminación del Taigo son: Taigo, Life, Style y R-Line, aunque varían en función de la disponibilidad y las necesidades de la marca.
El acabado «Taigo» ya cuenta con faros LED y los grupos ópticos traseros LED, aire acondicionado, airbag central, pretensor del cinturón abdominal, Digital Cockpit de 8 pulgadas, sistema de audio «Composition» con pantalla de 6,5 pulgadas, retrovisores exteriores ajustables eléctricamente y calefactables, elevalunas eléctricos en todas las ventanillas, manillas de la puerta y carcasas de los retrovisores exteriores en el color del vehículo.
El acabado «Life» añade elementos como el reposabrazos central delantero con puerto USB-C adicional, volante multifunción en cuero, retrovisores exteriores abatibles eléctricamente con función de calefacción y detalles exteriores como una barra longitudinal del techo en negro, un frontal individualizado con barra transversal de aspecto cromado, proyección del logotipo en los retrovisores exteriores y llantas de aleación ligera de 16 pulgadas. Al desbloquear y cerrar el Taigo, proyecta una alfombra de luz con estructura de panal de abeja junto a las puertas del conductor y del acompañante. En la línea de equipamiento «Life» se puede solicitar como opción un gran techo corredizo y deflector panorámico.
Los «Style» y «R-Line» son los equipamientos superiores. El «Style» ya ofrece faros Matrix LED «IQ-LIGHT», faros antiniebla LED y las llantas de aleación ligera de 17 pulgadas, moldura cromada y un difusor plateado. La barra longitudinal del techo anodizada en plata también forma parte del equipo de serie. En el interior, destacan detalles adicionales como el «Digital Cockpit Pro» de 10,25 pulgadas, la iluminación ambiental, la calefacción de los asientos delanteros y el sistema de infotainment de 8 pulgadas «Ready2Discover» con «App- Connect Wireless».
Otras opciones de equipamiento para el Taigo «Style» son, por ejemplo, el techo pintado en negro («Roof Pack») o el moderno paquete de diseño «Visual Green» con costuras verdes e inserciones decorativas de alto brillo en «Visual Green glossy». Además, en la línea «Style» se puede seleccionar como opción la «Selección del perfil de conducción y el bloqueo electrónico del diferencial XDS».
Los «R-Line» como la versión de pruebas cuentan con paragolpes en diseño «R». Con un exterior e interior personalizados.
El paquete de diseño opcional «Black Style», exclusivo de esta línea de equipamiento, añade al Taigo «R-Line» interesantes detalles exteriores en negro. Las tapas de los retrovisores exteriores, la parrilla del radiador y el embellecedor de la salida de escape están acabados en negro, mientras que las ventanillas laterales y la luneta trasera oscurecidas protegen el interior de miradas indiscretas. El paquete de diseño «Black Style» se completa con las llantas de aleación ligera de 18 pulgadas en negro.
En España, los precios recomendados para la gama Volkswagen Taigo sin descuentos ni promociones son los siguientes:
– Taigo Life 1.0 TSI 70 kW (95 CV ) 5 vel desde 26.475 euros
– Taigo Life 1.0 TSI 81 kW (110 CV ) DSG7 desde 28.745 euros
– Taigo Life 1.0 TSI 81 kW (110 CV ) 6 vel desde 27.305 euros
– Taigo R-Line 1.0 TSI 81 kW (110 CV ) 6 vel desde 30.520 euros
– Taigo R-Line 1.0 TSI 81 kW (110 CV ) DSG7 desde 31.975 euros
– Taigo R-Line 1.5 TSI 110 kW (150 CV ) DSG7 desde 34.160 euros
Volkswagen Taigo R-Line 1.0 TSI 110 CV
Diseño/Estética
Calidad de acabado
Equipamiento de serie
Equipamiento opcional
Habitabilidad
Maletero
Motor/Refinamiento
Prestaciones
Consumos
Transmisión
Dirección
Frenos y neumáticos
Comportamiento
Calidad de rodadura
Relación valor-precio
7
El Volkswagen Taigo es una buena opción si buscas algo más elevado que un Polo y no te termina de convencer el aspecto del T-Cross y es que aquí la marca ofrece una versión SUV coupé que pretende ser más aspiracional pero que lógicamente también es mucho más cara
Lo bueno
- Buena calidad general, aunque se echan en falta más superficies blandas y mejores remates.
- La calidad de rodadura y su buen aplomo en carretera.
- Un buen equipamiento de serie desde los niveles de acabado más básicos.
- Clara apuesta por la seguridad, la conectividad y el confort.
- La mecánica TSI 110CV es la más equilibrada y el cambio DSG saca todo su jugo
Lo mejorable
- Oferta mecánica sin distintivo ECO o CERO.
- El principal hándicap es su precio, bastante superior respecto a sus oponentes directos.
- Echo en falta mejores acabados, más acordes a un precio superior a los 30.000 euros
- La mecánica probada es algo más gastona de lo que me esperaba, pero se ajusta a los pesos y dimensiones de este Polo con esteroides