En el mercado español los urbanos no tienen una cuota especialmente importante debido principalmente a unos precios que no quedan muy alejados del segmento superior y, comparativamente, ofrecen una relación valor-producto inferior. Esto no quiere decir que haya un gran número de interesados en Europa que agradecen sus diminutas dimensiones para el día a día.
Con Fiat dominando sin piedad en el viejo continente, la respuesta de Volkswagen para tratar de eclipsar al icónico 500 y el versátil Panda es el Up!. De formas cuadradas, ha logrado convertirse en uno de los urbanitas más vendidos aunque siempre a la sombra de la firma italiana, quizás por algunas soluciones que no estaban a la altura de lo esperado en un vehículo de la marca.
El Volkswagen Up! no llegó sólo y del mismo desarrollo también vieron la luz los SEAT Mii y Skoda Citigo, dos alternativas en principio más interesantes por precio pero que sin embargo no han tenido la misma suerte por volumen de ventas. La razón, más allá de la imagen de marca, es la mayor diversidad de alternativas y el trato preferencial por diseño/acabados respecto a los hermanos de proyecto.
En 2016 Volkswagen decidió realizar un lavado de cara introduciendo pequeñas mejoras estéticas, numerosas novedades de equipamiento y, más importante, una mecánica sobrealimentada con la que poder ofrecer a los usuarios una alternativa capaz de salir de la ciudad sin problemas.
He tenido la oportunidad de probar dos unidades del renovado Up! durante dos semanas y lo cierto es que las mejoras son más que evidentes, resultando más completo que antes. ¿1.0 MPI de 75 CV o 1.0 TSI de 90 CV? Sigue leyendo y te sacaremos de dudas.
DISEÑO
Las modificaciones efectuadas en el exterior del Up! han servido para conseguir un conjunto más agradable visualmente sin cambiar sustancialmente el conjunto. Estrena paragolpes más agresivos, se integran las luces diurnas por LEDs en las ópticas principales y los pilotos traseros cambian su diseño.
Entre las opciones ahora hay novedades en lo que a personalización se refiere. Pueden ir equipados con la carrocería pintada en dos tonos, hacer uso de llantas de aleación de hasta 17 pulgadas y lucir adhesivos decorativos que ponen la nota más juvenil al urbanita.
En general el Up! resulta más “chulo” que antes y con las modificaciones consigue diferenciarse todavía más de los SEAT Mii y Skoda Citigo, algo necesario para convencer a aquellos usuarios indecisos.
INTERIOR
Una de las principales pegas del Up! está en la calidad de los plásticos empleados en el habitáculo. A pesar de las mejoras, el más pequeño de los Volkswagen no hace gala de una terminación a la altura de lo que piden por él y los plásticos duros que recubren la práctica totalidad de las superficies no ayudan a mejorar la impresión visual.
No se puede decir que la calidad de los ajustes sea mala, más bien al contrario dado que durante los más de 2.500 km realizados con las dos unidades no he escuchado ruidos parásitos o crujidos. No gusta que haya tanta chapa a la vista o que los plásticos claros tengan un aspecto frágil.
Con el lavado de cara, Volkswagen introdujo un nuevo volante multifunción más atractivo, una instrumentación mucho más completa y legible idéntica a la usada en los Beetle, y los sistemas de info-entretenimiento se actualizaron con nuevas funciones y, por fin, posibilidad de pantalla a color de hasta cinco pulgadas (sigue siendo pequeña pero mejor que la anterior).
Entre las novedades de equipamiento hay que señalar la posibilidad de incluir el climatizador automático (antes del restyling sólo el e-Up lo equipaba), el sensor de lluvia, iluminación interior LED, encendido automático de luces, la cámara de visión posterior, el puerto USB (algo incomprensible que no estuviera presente en un coche de carácter juvenil), lector de tarjetas SD y un sistema de audio Beats de alta calidad con subwoofer.
Sin duda alguna de las novedades lo que más agradecerán los usuarios es la clara instrumentación con un ordenador de viaje muy completo y legible, y el control de las funciones principales desde el propio volante. Los sistemas de audio tienen una calidad de sonido aceptable y resultan más intuitivos en su manejo, mostrando en la pantalla además el sensor de aparcamiento trasero.
HABITABILIDAD
Lo que no ha cambiado es el espacio disponible en el interior y esto es algo bueno. Las formas “cuadradas” del Up! sirven principalmente para maximizar la capacidad y sus cuatro plazas son bastante holgadas, al menos frente a los rivales directos. No hay que olvidar que este “enano” apenas mide 3,6 metros de longitud.
En las plazas delanteras hay buenas cotas en todas las direcciones y aunque la anchura no sobra, tampoco da sensación de estar excesivamente pegado al copiloto. El asiento del conductor posee regulación en altura -opcional-, algo extensible al volante que sólo disfruta de esa regulación (no tiene en profundidad, un fallo importante).
El acceso a las plazas traseras en las unidades con tres puertas podría mejorarse. En general hay buen espacio y sólo hace falta tirar de una palanca pero el asiento no desliza con la facilidad deseada, debiendo hacer más fuerza de lo habitual. Si vas a usar mucho las plazas posteriores, es mejor que optes por la versión con cinco puertas.
En lo relativo al maletero, el Volkswagen Up! es uno de los mejores de la categoría con 251 litros de capacidad declarados. Según acabados pueden tener el práctico doble fondo que permite distribuir mejor la carga. Abatiendo los respaldos es posible ampliar la capacidad hasta los 959 litros. Lo que no termina de gustar es la terminación, con mucha chapa a la vista que transmite sensación de coche «barato».
Datos | VW Up! |
Longitud (metros) | 3,600 |
Anchura (metros) | 1,641 |
Altura (metros) | 1,504 |
Batalla (metros) | 2,407 |
Maletero (litros) | 251 – 959 |
Depósito gasolina (litros) | 35 |
EQUIPAMIENTO/PRECIO
Las dos unidades probadas del Up! estaban equipadas con el acabado High Up!. De serie incluyen el climatizador automático, elevalunas eléctricos, cierre con mando, faros antiniebla, volante forrado en piel, ordenador de viaje, espejos térmicos, sistema de sonido con pantalla de 5 pulgadas, bluetooth, lector de tarjetas SD, llantas de aleación de 15 pulgadas, control de crucero y sensor de parking trasero.
La unidad en rojo de las imágenes corresponde a un Up! 1.0 MPI 75 CV High Up con paquete deportivo, volante multifunción, llantas de aleación de 17 pulgadas, sensor de parking trasero, soporte para móvil, sensor de lluvia, encendido automático de luces, etc. Su precio parte de los 13.460 € que ascienden hasta los 15.240 € si lo quieres como en las imágenes (sin promociones).
La unidad en blanco que ves en las imágenes corresponde a un Up! 1.0 TSI High Up! equipado con el Pack Colour,, sensor de parking, sistema de audio con pantalla de 5 pulgadas, volante multifunción, paquete visibilidad, etc. Su precio arranca en los 14.190 € que suben hasta los 15.300 € con el equipamiento opcional.
Respecto a los rivales, el Volkswagen Up! tiene un precio superior sin promociones y, una vez aplicadas, depende del mes en cuestión dado que las ofertas no son siempre las mismas. Da la impresión que en España la marca prefiere vender más Polos que Ups al comprobar que cuestan casi lo mismo (y algunos meses el “grande” es más asequible”).
MECÁNICA
Probar los dos bloques más interesantes de la gama Up! me ha servido para sacar conclusiones importantes. Antes de la actualización, el 1.0 MPI de 75 CV era más que suficiente para un uso variado. Allá por 2012 probé una unidad con la que realice un viaje largo entre Madrid y Málaga sin problemas salvo en algún repecho fuerte.
La adaptación a la normativa Euro VI ha provocado que Volkswagen haya tenido que alargar los desarrollos del cambio y efectuar algunas modificaciones en la centralita. El resultado es un motor de tacto similar pero peores prestaciones. Cuesta mantener la velocidad legal en autovía y al mínimo repecho es necesario reducir una o dos velocidades, algo que termina pasando factura en el consumo. Es sin duda, una opción mucho menos agradable que antes.
El motor 1.0 MPI tampoco destaca por su refinamiento mecánico, transmitiendo vibraciones al conductor (en volante y pedales) y sonando bastante en cuanto se superan las 3.500 rpm. Lo que sí tiene es un consumo bajo en ciudad y uso tranquilo, siendo complicado superar los 5,5 L/100 y esto sin ir equipado con el sistema Stop&Start, un elemento que se ha quedado fuera en España para no elevar más el precio.
La principal estrella de la gama Up! ahora es el 1.0 TSI de 90 CV. Gracias a la sobrealimentación, el urbanita se defiende con una agilidad inusual y en comparación con su hermano menor le da un repaso en todas las mediciones. Basta decir que en ciertas ocasiones es fácil tener pérdidas de tracción al acelerar a fondo (y es que los 160 Nm de par están ahí desde muy abajo).
La caja de cambios es manual con cinco velocidades y no tiene unos desarrollos especialmente cortos, algo que aquí no importa al tener fuerza suficiente para salir del paso en la mayoría de las ocasiones. Es cierto que puntualmente requiere reducir a cuarta para mantener el ritmo del resto del tráfico pero recupera muy bien y la respuesta, en general, es más que satisfactoria.
El motor 1.0 TSI de 90 CV ha gastado algo menos que el 1.0 MPI 75 CV en las mismas circunstancias pero las diferencias no han sido especialmente grandes (5,3 frente a 5,5), siendo además mucho más agradable el más potente. Si se busca la máxima eficiencia o justo lo contrario máximas prestaciones, el 1.0 TSI te permitirá lograr mínimos más bajos con menor esfuerzo dado que el 75 CV se queda “colgado” a la mínima.
Motor | 1.0 MPI | 1.0 TSI |
Cilindrada (cc) | 999 | 999 |
Potencia (CV) | 75 | 90 |
Par máximo (Nm) | 95 | 160 |
Velocidad máxima (km/h) | 173 | 185 |
Ace. 0 a 100 km/h (seg) | 13,5 | 9,9 |
Ace. 0 a 100 km/h en prueba | 15,8 | 10,1 |
Recup. 80-120 en IV (seg) | 24,8 | 9,9 |
Consumo medio (L/100) | 4,4 | 4,7 |
Consumo medio en prueba | 5,5 | 5,3 |
Emisiones CO2 (g/km) | 101 | 107 |
Precio desde (€) | 13.460 | 14.190 |
COMPORTAMIENTO
El hábitat natural del Up! es la ciudad. En un entorno con tráfico, pocos sitios para aparcar y calles estrechas, el pequeño Volkswagen se mueve muy bien resultando ágil y muy agradable por todo salvo por las vibraciones que llegan al interior producidas por el motor.
Buscar un lugar para estacionar resulta bastante sencillo y gracias a una dirección que pesa poco y al sensor de parking, la maniobra es “pan comido”. La visibilidad general también es buena aunque las formas de los cristales traseros no permiten tanta visión como en los Mii y Citigo (un peaje a pagar por su diseño diferenciado). Esto no ocurre en las versiones con cinco puertas.
La unidad equipada con las llantas de aleación de 17 pulgadas se ha mostrado un poco más ágil pero también bastante más incómoda al superar baches y otras irregularidades. Visualmente muy atractivas, creo que no aportan nada al Up! y salvo que conduzcas por vías inmaculadas, será mejor que inviertas en otros extras o guardes el dinero.
El tarado de la suspensión es algo más firme que en el “WhiteUp” que probé allá por 2012, conteniendo mejor las oscilaciones de la carrocería pero también resultando algo más seco de reacciones. Las marcas suelen optar por este tipo de tarados en coches pequeños para conseguir un comportamiento más seguro y el Fiat 500, sin ir más lejos, también resulta bastante seco.
En el segmento A quizás el mejor compromiso entre confort y estabilidad lo consigue el Opel Adam Rocks (no el normal, con unas maneras excesivamente nerviosas), con una calidad de filtrado de segmentos superiores y una carrocería que apenas balancea. Su punto más negativo es una dirección excesivamente blanda de tacto artificial. La dirección del Up! sin embargo, sin ser excelente, sí permite un guiado más eficaz y directo sin necesidad de correcciones constantes.
Por autovía el Volkswagen Up! se muestra suficientemente estable a velocidades legales pero, superando ciertos límites, no da sensación de seguridad y pierde aplomo. Esto es algo importante si optas por el 1.0 TSI dado que sin darte cuenta habrás superado holgadamente la velocidad máxima permitida en autopistas. La mejor ayuda será activar el control de crucero o el limitador.
El Up! puede ser un coche divertido en tramos virados. Su bajo peso y asociado al motor de 90 CV, corretea bien entre curvas y no balancea en exceso. No me ha terminado de convencer la reacción demasiado brusca en frenadas cuando está en pleno apoyo pero esto se debe más a su corta batalla que a una mala puesta a punto.
Salvo el Fiat 500, no hay ninguna opción en el segmento A que pueda equipar unos grupos ópticos principales con LED o xenón. En Volkswagen no han aprovechado la renovación para introducirlos y los halógenos que equipa pueden quedarse algo cortos en potencia. En cualquier caso, si el uso es urbano tampoco echarás de menos una mejor iluminación.
En definitiva si estás pensando en comprar un Volkswagen Up!, deberás tener muy presente el motor 1.0 TSI de 90 CV qué por tan sólo 730 € gana mucho en prestaciones y agrado de uso. El MPI de 75 CV puede ser escaso incluso en uso urbano si se va cargado, así que la diferencia de precio bien merece la pena por seguridad y capacidad de uso.