Diseño/Estética
Calidad de acabados
Equipamiento
Habitabilidad
Maletero
Gama mecánica
Comportamiento
Dirección
Relación valor-precio
7.8
Notable
Para tratarse de su primer vehículo eléctrico comercial de corte SUV, el Volvo XC40 Recharge es una clara declaración de intenciones que da un golpe sobre la mesa y nos enseña cómo se puede convertir un coche "normal" en un buen eléctrico con una autonomía razonable, una potencia salvaje y un consumo bastante elevado.
Mientras que el diseño exterior irradia autonomía y presencia, el inteligente diseño interior ofrece mayor espacio para los pasajeros y el equipaje gracias a un gran número de soluciones eficaces. Esta mezcla de dinamismo y funcionalidad ha convertido al Volvo XC40 Recharge en un gran contrincante en un importante segmento de mercado en crecimiento, el de los SUVs compactos totalmente eléctricos.
Prueba Volvo XC40 Recharge
Diseño exterior
A pesar de contar con señas de identidad propias de la marca, el Volvo XC40 Recharge luce el ADN de un modelo electrificado de la compañía sueca, con elementos como una parrilla ciega frontal rematada en color de la carrocería, la cual queda presidida por el logo de Volvo en grandes dimensiones; o las ópticas Full LED opcionales con la característica firma lumínica del “Martillo de Thor”.
Es un modelo con gran presencia en el frontal, pues puede presumir de un elevado y alargado capó que termina en una generosa luna, la cual garantiza buena visibilidad. En el paragolpes delantero, el crossover hace gala de una segunda entrada de aire plástica que queda escoltada por las luces antiniebla, enmarcadas en dos embellecedores plásticos.
Los sensores de aparcamiento son de serie tanto en la parte delantera como en la trasera pero además, nuestra unidad de pruebas .
El aspecto campero lo completa la protección de bajos que interrumpe el contorno plástico que rodea toda la carrocería. Este acentúa todavía más los marcados pasos de rueda, donde en nuestra unidad de pruebas encontramos llantas de 20 pulgadas calzadas con gomas Pirelli PZERO en dimensiones 235/45 R20.
La elevada línea de cintura acentúa la deportividad del modelo, con voladizos cortos y una amplia superficie acristalada -con las lunas posteriores tintadas–. En dimensiones, alcanza los 4,42 metros de longitud, 2,03 metros de anchura y 1,65 metros de altura. La batalla mide 2.702 mm y los anchos de vía delantero y trasero 1.615 mm y 1.610 mm, respectivamente.
La zaga es la vista con mayor personalidad propia y donde más se puede apreciar el enfoque juvenil del XC40, con elementos como un prominente spoiler que integra la tercera luz de freno sobre la luna, unas particulares ópticas en forma de ‘L’ con tecnología LED y unas marcadas líneas que resaltan su horizontalidad.
Dicha horizontalidad es también apreciable en los catadióptricos, de forma alargada. Estos se ubican en el paragolpes trasero, para el cual desde Volvo han optado por el plástico, a juego con el contorno protector que recorre los bajos de la silueta del XC40.
Diseño interior
El interior del XC40 Recharge combina elegancia y minimalismo con unos acabados y unos materiales que nada tienen envidiar a las grandes marcas alemanas. Es más, en realidad alguna que otra marca alemana bien podría fijarse en Volvo para desarrollar sus habitáculos… Las opciones para la tapicería son variopintas en colores y acabados dependiendo del acabado.
Una vez sentados en el puesto de conducción, nos damos cuenta del arduo trabajo de Volvo en términos de ergonomía, confort y diseño. Los asientos delanteros son realmente cómodos, ofrecen buen agarre lateral en el respaldo y cuentan con múltiples ajustes. Pueden ser calefactados y con memoria, pero carecen de ventilación y masaje.
La calidad está muy trabajada, pues el habitáculo se muestra acogedor y emplea materiales blandos en prácticamente todos los elementos más visibles, reservando los plásticos rígidos para las partes bajas y menos visibles. Quizás los botones del volante son los que peor lucen, pero en conjunto hablamos de un modelo con acabados muy agradables al tacto y a la vista.
Las manos se posan cómodamente sobre un volante deportivo de tacto agradable y grosor adecuado. Este cuenta con múltiples botones que nos dan acceso a diversas funciones del vehículo, como el ordenador de viaje o el sistema multimedia, aunque el conjunto no es precisamente intuitivo y eché en falta algunos controles.
Tras el volante nos topamos con un cuadro de instrumentos digital con una pantalla de 12,3 pulgadas a todo color que ofrece diferentes vistas, entre la que encontramos la clásica de los diales, el mapa del sistema de navegación o el ordenador de viaje. No es tan personalizable como ocurre en otras marcas y la información de viaje se muestra pequeña.
Como digo, el salpicadero y la botonería rebosan calidad. Además, las inserciones en diversos materiales le dan un toque juvenil y sofisticado al interior que lo hace realmente agradable. En este sentido, es una pena que algunos elementos como la tapa de la guantera o parte de la consola central sean de plástico duro, ya que desmerecen sensiblemente el gran conjunto.
Otro de los puntos fuertes es el salpicadero, que ha sido sabiamente reducido en funciones a una pantalla de 9 pulgadas. Sólo hay 8 botones y, cómo no, un completo interfaz en la pantalla. Dicho sistema ofrece un uso sencillo, una interfaz muy clara y abundante información a un simple toque de pantalla. Sí, las funciones del climatizador incluidas…
Aunque esto del minimalismo está muy bien, con algún botón extra todo sería más sencillo y menos peligroso. Las marcas están apostando por limpiar todo el salpicadero de botones, lo cual para algunos es todo un alivio, pero introducir algunas funcionalidades en una pantalla pensada para el infoentretenimiento no lo termino de ver del todo práctico y seguro.
Es el caso del climatizador bizona y lo es esencialmente por dos motivos. Lo primero, porque cambiar la temperatura te obliga a cambiar la pantalla que lleves puesta en ese caso y, si es el navegador, ya estás perdido; y lo segundo, porque se aglutinan muchos controles en una pantalla cuando con una ruedecita y tres botones seríamos tan felices…
El XC40 Recharge es el primer Volvo que recibirá las actualizaciones del software y del sistema operativo por aire y hace uso de Android Automotive OS, un sistema operativo Android adaptado para funcionar en el automóvil.
Google Assistant nos permite manejar por voz determinadas funciones del vehículo, como controlar la temperatura, indicar un destino, poner música y podcasts en apps como Spotify y estar en contacto mediante mensajes, por ejemplo.
Esta integración ayuda al conductor a mantener las manos en el volante y la vista en la carretera, reduciendo así las posibilidades de distracción. Google Assistant también permite interactuar con los dispositivos Smart Home desde el vehículo Volvo.
Google Maps podrá proporcionar mapas actualizados y datos de tráfico en tiempo real para mantener a los conductores informados sobre las condiciones del tráfico y sugerirles proactivamente rutas alternativas, así como indicarles las estaciones con puntos de recarga más cercanas.
La consola central alberga la palanca de cambios tapizada en cuero, varios huecos portaobjetos y el freno de estacionamiento eléctrico. El reposabrazos central es deslizable y esconde una guantera bajo el mismo, además de un pequeño hueco portaobjetos con tapa delante realmente práctico. Los cinturones pueden regularse en altura.
En términos de habitabilidad, la segunda fila de asientos está pensada más bien para que viajen dos adultos con comodidad, aunque ofrece tres plazas homologadas. Los cómodos asientos y su disposición garantizan unos trayectos agradables, pero como digo, con el túnel de transmisión y las salidas de ventilación la plaza central no es muy cómoda para largos viajes.
El XC40 cubica 414 litros de maletero -460 litros es lo que ofrece un XC40 convencional-, ampliables hasta los 1.290 litros si abatimos los asientos traseros, por lo que no es de los más grandes. De serie cuenta con doble fondo, formas muy regulares, trampilla al habitáculo, reposacabezas abatibles y portón eléctrico. La superficie de carga queda a 770 mm del suelo.
Adicionalmente el Volvo XC40 Recharge ofrece un maletero frontal bajo el capó delantero que cuenta con 31 litros de capacidad.
Sistema de propulsión y batería
La familia del Volvo XC40 está disponible con motores de gasolina (denominados con la ‘T’), diésel (denominados con la ‘D’), gasolina mild hybrid de 48 voltios (denominados con la ‘B’), híbridos enchufables (bautizados como Twin Recharge) y un eléctrico (el P8 Recharge).
En el caso del Volvo XC40 Recharge, la propulsión consta de dos motores eléctricos, uno en el eje delantero y otro en el eje trasero, impulsados por una batería de 78 kWh nominales -75 kWh útiles- que se puede cargar rápidamente al 80% en unos 40 minutos. La combinación de ambos motores no ofrece un sofisticado sistema AWD y pone bajo nuestro pie derecho nada menos que 408 CV.
Una vez nos montamos en el Volvo XC40 Recharge no hace falta que hagamos nada y es que la llave detecta que estamos en el coche, y solo deberemos pisar el freno y engranar la marcha para iniciar nuestra aventura.
El modelo es extremadamente silencioso fruto de su electrificación y el impresionante trabajo de insonorización y aislamiento practicado por el fabricante.
El modelo es muy estable y silencioso, además ágil. No hacen falta adornos de ningún tipo, el modelo es una pasada y tendremos lo que queremos de potencia cuando lo necesitemos. Con 408 CV y 2188 kg de peso (625 kg más que la versión de gasolina de acceso) el modelo se mueve con mucha soltura y es capaz de acelerar y recuperar con extrema rapidez.
El empuje inmediato de los 660 Nm de par da miedo pero no por falta de control sino por la espontaneidad.
Para que os hagáis una idea, el 0 a 100 km/h se cubre en 4,9 segundos y cómo puedes imaginar, no es la aceleración que esperas en un SUV compacto de estas características, es mucho mejor.
El problema que le he visto a este coche que hasta el momento es más que perfecto, es el consumo y es que a pesar de que en Volvo nos hablan de un consumo, personalmente no he podido bajar el consumo de los 27 kWh a los 100 km, una cifra que a mi modo de ver es excesiva si tenemos en cuenta que otros eléctricos de gran potencia rondan los 17 kWh a los 100 km.
El Volvo XC40 Recharge puede obtener un 80 % de recarga en 40 minutos, según cálculos de la marca. Con un conector doméstico, estará al 100 % en un tiempo de entre 40 y 72 horas, a una velocidad máxima de entre 7 y 14 km de autonomía por hora de recarga.
En una toma trifásica de 11 kW, pasará de 0 a 100 % en unas 8 horas, a una recuperación de autonomía de 50-60 km por hora. Y en recarga rápida, a 150 kW de corriente continua, pasará de 0 a 80 % en 40 minutos, y es capaz de recuperar entre 80 y 100 km de autonomía en sólo 10 minutos. La batería queda garantizada durante 8 años o 160.000 km, lo que llegue antes.
Comportamiento
En términos dinámicos, el XC40 Recharge es un crossover de lo más polivalente. Moverse con él por la ciudad o espacios reducidos no entraña ninguna complicación, ya que únicamente la visibilidad a través del tres cuartos traseros se ve sensiblemente perjudicada a causa de un grueso pilar C y una superficie acristalada que poco a poco se va haciendo más pequeña.
Es más, probablemente se trate de uno de los crossover compactos con mejor visibilidad a través de la luna posterior, permitiendo incluso abatir por completo los reposacabezas de la segunda fila de asientos. Además, cuenta con numerosas asistencias muy útiles en la urbe y fuera del asfalto. Su diámetro de giro es muy generoso.
Al adentrarnos en autopistas y carreteras secundarias, el XC40 Recharge es un modelo que pisa con aplomo, sin balanceos en la carrocería al circular algo más ligeros y siempre mostrando reacciones seguras al conductor -eso sí, con la velocidad limitada a los 180 km/h-.
Cuando le buscamos las cosquillas, los sistemas de asistencia y seguridad actúan con contundencia, pero sin brusquedad. De hecho, dichos asistentes son los mismos que están disponibles en los otros modelos más lujosos de Volvo.
La suspensión es independiente en las cuatro ruedas, recurriendo a un sistema McPherson delante y a un sistema multibrazo detrás.
Su buen hacer dinámico también es culpa de la dirección de asistencia eléctrica, la cual no cuenta con desmultiplicación en función de la velocidad, pero logra un gran compromiso entre confort y agilidad. Es suficientemente rápida como para divertirnos enlazando curvas con seguridad, permitiendo al modelo cambiar de trayectoria con rapidez. Sin embargo, en esta ocasión su asistencia me ha parecido mucho más notable que cuando me puse al volante de un D4 AWD.
Fuera del asfalto, el XC40 goza de buenas cotas que garantizan no rozar los bajos al superar obstáculos. Hablamos de unos ángulos de 21,7º -entrada-, 30,4º -salida- y 21,9º -ventral-, todo ello acompañado de una altura libre al suelo de 176 mm. Con la tracción total y unos neumáticos adecuados puede hacer sus pinitos.
Equipamiento y precio Volvo XC40 Recharge
El Volvo XC40 Recharge está disponible en dos acabados, el Acabado II y el Acabado III.
Volvo XC40 Recharge Acabado II
Volvo XC40 Recharge Acabado III
- Volvo XC40 Recharge Acabado II desde 54.623 euros
- Volvo XC40 Recharge Acabado III desde 58.412 euros
Diseño llamativo, juvenil, con personalidad propia y personalizable.
Pantalla del salpicadero con excelente interfaz por fluidez y gráficos.
Calidad visual y al tacto de los materiales muy buena.
Gran equilibrio entre confort y dinamismo. Es ágil, con reacciones seguras que mantienen todo bajo control.
El precio es muy elevado.
El consumo durante la primera prueba ha sido muy elevado.
La pantalla del salpicadero aglutina mucha información, por lo que requiere de un período de aprendizaje y es muy sucia, además de sustituir a excesivos botones como los del clima.
Dirección poco informativa y más bien blanda para practicar la conducción “alegre” que pueden llegar a exigirte sus 408 CV.
Se echa en falta la disponibilidad de otras versiones menos prestacionales.