La tecnología Hybrid Air del grupo PSA parecía tener un futuro prometedor, pero las últimas noticias que nos llegan desde Autocar apuntan a que el fabricante francés se está viendo obligado a dejar de lado el proyecto por sus elevados costes de desarrollo. La fórmula era excelente: gasolina y aire comprimido, pero los costes de incorporarla en modelos de producción han llevado a PSA a replantearse su estrategia. Parece ser que la marcha de Karim Mokaddem del proyecto hace más de tres meses ha sido un golpe bajo para el grupo.
Aunque fuentes de PSA afirman a AutomotiveNews que el proyecto continúa adelante y su marcha estaba planeada una vez hubiera finalizado la primera fase de desarrollo, lo cierto es que las cosas no van precisamente viento en popa. El pasado mes de octubre, la marca admitió la necesidad de contar con la ayuda de nuevos socios, por lo que la llegada de las primeras unidades propulsadas parcialmente por aire comprimido en colaboración con Bosch, previstas inicialmente para 2016, se verán obligadas a retrasarse.
Como os contábamos en su día, la mecánica base elegida por PSA para desarrollar la tecnología Hybrid Air es el propulsor 1.2 litros PureTech de 82 CV, un bloque de tres cilindros sin turbo que ha sido ligeramente mejorado en términos de fricción. Por sí solo, este motor de gasolina ofrece unas prestaciones que resultan bastante escasas -algo que ya os hicimos saber al ponernos al volante del Peugeot 2008-, pero en combinación con el aire comprimido, el rendimiento mejora notablemente y los consumos se reducen hasta un 40% en ciudad. Hemos visto esta novedosa tecnología incorporada en prototipos en varios Salones del Automóvil, como el Citroën C3 Hybrid Air de Ginebra o el Citroën C4 Cactus Airflow 2L de París, y la tecnología resulta bastante viable en términos medioambientales. El problema reside en que no es tan factible llevarla a cabo desde el punto de vista económico: introducirla en el mercado requiere un volumen de producción en torno a las 500.000 unidades al año para tener sentido económico.
Gilles Le Borgne, jefe de desarrollo de PSA, reconoce que “la tecnología está lista para su desarrollo, pero necesita una gran inversión y no estamos dispuestos a llevarla a cabo nosotros solos, por lo que es necesario más tiempo para cambiar el rumbo de la marca”, ya que el sistema Hybrid Air necesita numerosos componentes que no se encuentran en otros vehículos, como los motores hidráulicos o los tanques de gas de 300 bares. Sin duda estamos ante una mala noticia, pero la esperanza es lo último que se pierde y, aunque llegue con cierto retraso, la tecnología Hybrid Air de PSA llegará.