La industria del motor lleva años experimentando cambios en muchos aspectos. Desde las prestaciones al tipo de combustible, pasando incluso por los precios y modalidades de pago. La evolución es tal y a tan avanzado nivel, que hay un aspecto muy claro: lo que hoy funciona, mañana puede estar obsoleto. Cuando se adquiere un vehículo es importante, tanto el hecho de estar a la última vanguardia como el de de cumplir con los estándares de seguridad y adecuarse a la legislación, por eso cada vez más personas confían en empresas como DonRenting para adquirir un automóvil.
El sector del renting está experimentando un notable aumento, entre otros factores, porque adquirir un automóvil bajo el sistema convencional es, hoy en día, una apuesta arriesgada. Un coche nuevo dura en torno a los 13 o 14 años; y al ritmo que están avanzando la tecnología y la normativa, cabe esperar que pasado ese tiempo el vehículo adquirido esté desactualizado. Originalmente, el renting nació para cubrir las necesidades de las empresas que tenían que actualizar sus vehículos de forma regular, aunque cada vez más personas físicas se suben al carro del alquiler.
¿Por qué es tan beneficioso este sistema? La principal ventaja es la del pago único mensual pero hay más, y el ahorro monetario que supone es muy evidente. Cuando se adquiere un automóvil renting se paga una cuota fija al mes y ahí va incluido absolutamente todo. Este pago mensual se adapta a todos los bolsillos y quien haga cuentas se dará cuenta que esta opción resulta más rentable, ya que los gastos extras del coche los paga la empresa propietaria. Cuando se adquiere un vehículo en propiedad se pagan impuestos, seguros, arreglos, ITV… Para entender la diferencia veamos las cifras.
El renting explicado en cuatro años
El 2020 ha sido un año un poco complicado para la industria del automóvil, aunque si se observan los datos de matriculación de renting en comparación con el año anterior, hay un ligero ascenso. En 2020 se matricularon 851.211 nuevos coches, de los cuales, un 20,35% correspondió a vehículos matriculados para renting, lo que supone un aumento con respecto al periodo anterior. Mientras que la venta de coches sufrió una caída en 2020, la matriculación de vehículos para bajo este nuevo formato de alquiler presentó un aumento.
Que en 2020 los datos del renting sean positivos no es casualidad, sino una tendencia fruto de un cambio generacional en la idea de afrontar la propiedad de un automóvil. El ahorro es uno de estos motivos, puesto que, en la mayoría de casos, cuando se adquiere un coche en estas condiciones se reducen costes. Un ejemplo de esta ventaja económico se presenta los neumáticos. Las ruedas del automóvil están en contacto directo con la carretera y de ellas depende la seguridad de los ocupantes del vehículo, así que se recomienda cambiarlas a los 40.000 kilómetros. Esto supone que un conductor estándar debe renovarlas, aproximadamente, cada dos años. El precio estimado de un neumático está en torno a los 90€ por lo que la inversión alcanza los 720 euros cuando han pasado 48 meses. Este gasto no existe cuando se adquiere un coche renting porque la empresa proveedora se hace cargo del mantenimiento.
Impuestos y seguro
Los datos indican que el sistema del renting implica un ahorro en cuanto a impuestos y seguros, gastos que se abonan anualmente y cuya cifra no varía en función del kilometraje. El pago del seguro del coche resulta ineludible porque, aunque existen muchos tipos de seguros, el precio medio para una póliza que cubra a terceros se sitúa en torno 300 euros, mientras que el promedio en una póliza a todo riesgo sube esta cantidad hasta los mil euros. Estas cantidades están ya incluidas en los coches de renting, que suelen incluir condiciones a todo riesgo.
Otro gasto fijo es el Impuesto de Circulación, que es cambiante en función del territorio y los caballos del vehículo. El gasto medio puede estar cerca de 140 euros cada cuatro años. Por lo tanto, contando con un Impuesto de Circulación y un seguro a todo riesgo situados en la media, la cuota en cuatro años sería de unos 4.140 euros. Estas facturas están incluidas cuando se adquiere un vehículo de renting, aquí el ahorro es más que significativo. Un importe importante que se consigue esquivar con el renting es el de la ITV porque, aunque los coches nuevos están exentos de pasarla durante los primeros años, la media de un vehículo diésel catalizado oscila en torno a los 40 euros, por lo que el ahorro es de 160 cada cuatro años. Pese a que la diferencia de precios es bastante notable en algunos casos, la gran comodidad de este sistema y por lo que cada vez más personas lo eligen radica en la comodidad de pagar todo lo relacionado con el vehículo en una sola cuota mensual.