El BMW X5 es uno de los SUV más populares alrededor del planeta. Siendo producido por el fabricante alemán desde 1999, se ha convertido en uno de los modelos preferidos por los especialistas del mercado de accesorios del automóvil tales como el austriaco Z-Performance. Por ahora no sabemos si lo ofrecerá a sus clientes o es un mero vehículo conceptual, pero está claro que es una auténtica bestia gracias a su aspecto intimidante y una potencia de 750 CV cortesía de Gorilla Performance.
El SUV de la marca bávara es un vehículo de aspecto bastante normal que normalmente pasará desapercibido entre la multitud y no llamará demasiado la atención, sin embargo, gracias a sus proporciones perfectas basta con añadir un kit para su carrocería que sume algunos centímetros de ancho y disminuir un poco su altura para que pase a ser algo totalmente diferente.
En este caso, elementos como los nuevos pasos de rueda más anchos, un parachoques delantero y trasero de nueva factura, un capó fabricado en fibra de carbono, los faldones laterales remozados, el discreto alerón o un nuevo difusor le dan una presencia única y radical. A todo ello se unen un pintoresco color negro mate para la carrocería y unas llantas forjadas Z-Performance de 22 pulgadas rematadas en esta misma tonalidad.
Puede que el nombre de Z-Performance no te suene entre los preparadores, pero en realidad esta compañía con sede en Austria lleva nada menos que 26 años en el mercado. Ofrece esencialmente juegos de llantas personalizados.
Como puedes ver, el negro es el protagonista, estando presente incluso en los cristales, la rejilla delantera, o la carcasa de las ópticas anteriores y posteriores. Resulta, cuanto menos, siniestro, algo a lo que contribuyen la nueva suspensión de tipo coilover y el nuevo sistema de escape deportivo con puntas de escape de carbono. No sé a vosotros, pero a mi desde luego no me gustaría verlo por mi espejo retrovisor…