La Comisión Europea la ha tomado con el transporte pesado. Según la Comisión, los camiones, autobuses y autocares producen aproximadamente una cuarta parte de las emisiones de CO2 del transporte por carretera en la UE y alrededor del 6% de las emisiones totales de CO2 de la UE.
Si nos paramos a pensar, es una salvajada porque la mayor parte del transporte de muchos de los países de la Unión se produce por carretera.
Hace justo un año, la Comisión Europea presentó una propuesta legislativa que establecía los primeros estándares de emisiones de CO2 para vehículos pesados en la UE y este mismo lunes todo ha sido acordado.
Los objetivos propuestos para las emisiones medias de CO2 de los nuevos camiones establecen que para 2025 se tendrían que reducir las emisiones de CO2 un 15% respecto a las autorizadas en 2019. En 2030 el recorte será de al menos un 30% respecto a 2019.
La propuesta también incluye un mecanismo para incentivar la utilización y fabricación de vehículos de bajas emisiones o de vehículos de cero emisiones.
Con esta iniciativa la Comisión busca contribuir a conseguir los compromisos de emisiones que la UE adquirió en el Acuerdo de París. Además del beneficio medioambiental, también se busca reducir los costes y los consumos de combustibles.
En 2025, el promedio de emisiones de CO2 de los vehículos pesados nuevos tendrá que ser un 15% más bajo, en comparación con 2019. Este objetivo es obligatorio y se puede lograr utilizando tecnologías que ya están disponibles en el mercado.
En 2030, las emisiones deben ser al menos un 30% más bajas. Este objetivo es aspiracional y se revisará en 2022 para incorporar información adicional sobre las nuevas tecnologías necesarias para cumplir con este objetivo.
Como primer paso, se proponen los estándares de emisión de CO2 para camiones grandes, que representan del 65% al 70% de todas las emisiones de CO2 de los vehículos pesados.
En 2022, el objetivo se ampliará para incluir otros tipos de vehículos, como camiones, autobuses, autocares y remolques más pequeños.
Como ya sabrás, hoy en día, alrededor del 98% de nuestros camiones dependen del diésel. Prácticamente no hay camiones grandes cero emisiones en las carreteras europeas, y pocos autobuses con cero emisiones en las ciudades. Al mismo tiempo, casi todos los fabricantes han anunciado planes para vehículos con cero emisiones.
La Comisión propone apoyar estas tecnologías y fomentar la innovación a través de un sistema de incentivos que complemente el Plan de Acción sobre baterías.
Este sistema de súper créditos recompensará a aquellos fabricantes que invertirán más en tecnologías innovadoras, al tiempo que preservarán la integridad ambiental de los objetivos de CO2. También incluye autobuses de cero emisiones que son necesarios para obtener un aire más limpio en las ciudades.