Es innegable que debemos apostar por la descarbonización y las baterías limpias. Cada granito de arena para tener un mundo más limpio y mejor cuenta, pero ¿a qué precio? Tenemos en Europa a una tropa de iluminados que se han propuesto ser los más eco friendly del mundo a toda costa, sin tener en cuenta a una de las industrias más importantes del Viejo Continente.
Que si prohibir las ventas de coches de combustión en 2035, que si restricciones a los coches más contaminantes cuando no tenemos ni un duro para cambiar de coche, que si normas más estrictas para el abastecimiento y reciclaje de baterías… prohibir, prohibir e imponer, sin echar siquiera un vistazo a la situación real en la que vivimos.
Así pasa luego con eso de creerse cachopo y no llegar ni a san jacobo, que llegan los fabricantes chinos y te comen la tostada con vehículos a precios irrisorios con los que no puedes competir ni de lejos porque estás ahogando a tu industria ¿Y quién paga los costes? Tú, el ciudadano de a pie que tiene un SEAT León de 130 CV por 27.000 eurazos. De los eléctricos mejor ni hablamos.
Y todo esto mientras que las cifras sitúan a la Unión Europea como responsable solo del 8% de las emisiones de CO2 mundiales, mientras que China y el resto de Asia emiten más del 50% de las emisiones de CO2 a nivel mundial. Somos unos bohemios, y la última apuesta de la Unión Europea en esta línea es otra buena prueba de ello.
Normas más estrictas para las baterías de los eléctricos
La Unión Europea ha llegado recientemente a un nuevo acuerdo político provisional para respetar el medio ambiente ¿El objetivo? Hacer que las baterías para vehículos eléctricos sean más sostenibles, seguras y fáciles de reciclar. Hasta aquí todo bien, ya que lo hacemos, al menos lo hacemos bien, pero es importante escuchar a las partes antes de dar el hachazo.
Según establece esta norma, a partir de julio de 2024, los fabricantes deberán informar la huella de carbono completa de sus baterías. Se incluirá todo el proceso, desde la extracción hasta la producción e incluso el reciclaje. En base a estos datos, Europa establecerá unos límites máximos de CO2 para las baterías que podrían entrar en vigor en julio de 2027.
La idea es que las empresas que deseen vender en el mercado europeo sus baterías lo hagan de la manera más responsable posible. Esencialmente, esta ley busca garantizar varios aspectos:
- Que los materiales para las baterías se extrajeron, procesaron, comercializaron y fabricaron con energía limpia y sin abusar de los derechos humanos.
- Que los productores globales puedan invertir en procesos de producción más limpios y nueva capacidad de reciclaje en Europa, sabiendo que aquí tendrán un mercado garantizado para baterías ecológicas.
- Una recuperación cada vez mayor de baterías.
- El reciclaje de materiales como cobre, cobalto, litio, níquel y plomo. En concreto, se espera que los productores reciclen el 50% de su litio para 2027 y el 80% para 2031.
Un gesto loable para intentar arreglar el mundo a nivel medioambiental, si no fuera porque China controla ya el 60% del litio mundial y amenaza el futuro del eléctrico ¿Qué pasará con todo esto al final? Los fabricantes europeos ahogados invirtiendo millonadas en ser más limpios que Greta Thunberg, China haciendo a Europa bajarse los pantalones y tú pagando eléctricos a 60.000 euros.
Dice Alex Keynes, gerente de vehículos limpios de Transport & Environment, el principal activista de Europa por el transporte ecológico, que “las baterías ya son mucho más sostenibles que la quema de aceite en nuestros automóviles, pero pueden ser mucho mejores” ¡Hombre! Un coche nuevo es mejor que el mío, la pregunta es: ¿puedo comprarlo?
Continúa su relato añadiendo que “las nuevas reglas sobre la huella de carbono, el reciclaje y los controles de diligencia debida harán que las baterías vendidas en Europa sean las más sostenibles a nivel mundial, estableciendo el estándar para el resto del mundo”… ¡Je! Ahí está «el resto del mundo», riéndose, comiéndose tu tostada y creciendo económicamente como la espuma.
En los próximos meses el Parlamento y el Consejo europeos buscarán adoptar este reglamento provisional formalmente. Sabemos que se escribirán reglas más estrictas y restrictivas en los próximos años y que se adoptarán entre 2024 y 2028. Esta nueva normativa reemplazará las regulaciones existentes que se adoptaron en 2006.