Poco después del inicio de la comercialización de la cuarta generación del Renault Mégane, la marca nos muestra las primeras imágenes oficiales del que será su versión familiar, el Renault Megane Sport Tourer 2016. Para verlo en persona, habremos de esperar hasta el inminente Salón de Ginebra (3-13 de marzo), cita en la que el nuevo modelo de la marca francesa se presentará en sociedad en su versión GT.
Exteriormente, este modelo break rebosa el mismo empaque y dinamismo que la variante de cinco puertas, mientras que en el interior añade un alto nivel de modularidad y un maletero con amplio espacio de carga fácilmente configurable. El nuevo Mégane Sport Tourer debería estar listo en los concesionarios antes de que termine el verano y un detalle interesante es que se fabricará en exclusiva en la planta de Palencia para todo el mundo.
Con una estética muy personal, en el frontal hay que destacar la colocación de las luces diurnas que muerden parte de las ópticas principales y el paragolpes. La vista lateral es más estilizada y en la zaga se siguen las pautas de estilo ya vistas en los nuevos Talismán, con unos pilotos rectangulares de buen tamaño.
En el interior el protagonismo se lo lleva la pantalla multifunción de manejo táctil, un elemento imprescindible hoy día si se quiere cautivar al público más joven. La instrumentación digital y otros pequeños detalles hacen que tenga un aspecto más futurista pero sin excesos. La calidad de los plásticos parece estar a buen nivel, combinando los acolchados en las zonas superiores con otros rígidos en las partes menos sensibles al tacto. También hay apliques en negro lacado, símil aluminio y en piel para conseguir una atmósfera más refinada.
En equipamiento, se espera que el nuevo Mégane Sport Tourer reciba los mismos elementos novedosos que el compacto, como el lector de señales de tráfico, control de crucero adaptativo, la alerta de cambio de carril, detector de objetos en ángulo muerto y en maniobras de marcha atrás, sensores de parking delanteros y traseros con medidor lateral de espacio, freno de mano eléctrico en algunos acabados, volante calefactable, selector de modos de conducción y el navegador R-Link 2 con acceso a aplicaciones e internet.
Otra novedad importante en la gama es que en algunos acabados del Mégane se incluye un nuevo sistema de dirección a las cuatro ruedas denominado 4Control con el que se consiguen reacciones más inmediatas y un comportamiento dinámico mucho más deportivo. Falta por confirmar qué versiones podrán llevarla.
La oferta de motores se ha puesto totalmente al día en el Mégane, por lo que cabría esperar las mismas mecánicas para el modelo familiar. En gasolina se podrán elegir los TCe en versiones de 100 y 130 CV, además del interesante 1,6 litros con 205 CV que irán asociados al acabado GT. En diésel la gama es más amplia, con los dCi en versiones de 90, 110 y 130 CV, y el nuevo 1.6 dCi Twin-Turbo con 165 CV, este último también exclusivo del GT. La transmisión secuencial de doble embrague EDC se populariza llegando a los 1.2 TCe de 130 y 1.6 TCe 205 CV con siete velocidades, y en los diésel dCi 110 y 165 CV con seis relaciones. En algunos acabados podrán tener levas tras el volante con las que será más cómodo el modo manual.
Para 2017 Renault pretende tener listo un Mégane dCi con sistema de regeneración de energía de la frenada y en deceleraciones que tendrá unas emisiones de 76 g/km de CO2. Probablemente también los veremos en esta nueva variante de carrocería, pero hasta que llegue ese momento, el más económico será el dCi 110 CV con 3,3 L/100 y 86 g/km de CO2.
Miguel Rojas toma red bull