Cuando vemos películas futuristas aparecen los típicos coches voladores , pero la realidad es otra y la conducción autónoma es lo más cercano a nuestro tiempo.
Los vehículos autónomos nos ahorrarán tiempo y horas de estrés al volante, sobretodo en los odiosos atascos. Con este fin Renault ha creado el prototipo Next Two sobre la base de un Renault Zoe. Con este modelo Renault presenta sus ideas para el coche autónomo del 2020. La marca trabajará para crear un vehículo autónomo siempre conectado, de esta forma el conductor podrá disfrutar de su tiempo libre mientras el coche se preocupa por todas aquellas funciones que antes desempeñaba.
Con el Renault Next Two el conductor no tendrá que preocuparse de:
- Conducir en atascos de hasta 30 km/h en vías rápidas, ya que el coche podrá asumir esta función.
- Aparcar el vehículo de forma totalmente autonoma.El Next Two es capaz de aparcar solo o de ir a buscar a su conductor al pie del edificio donde trabaja o a casa. Esta función se activa mediante el smartphone a través de una aplicación específica.
La conectividad en este prototipo es una de sus mayores virtudes, aparte de su conducción autónoma. Es capaz de captar todas las redes disponibles (3G, 4G, Wifi…) y es compatible con el 100 % de los sistemas (Androïd, IOS, Windows 8…). De esta forma sus ocupantes podrán acceder a todo lo que pueden encontrar en casa o en el trabajo. Sabemos que no es el plan de muchos, pero incluso podremos trabajar o hacer videollamadas desde el coche, mientras éste conduce solo.
El Renault Next Two está equipado con una cámara, un radar y un cinturón de ultrasonidos que velan por la protección del vehículo. El sistema se basa en dos captadores que visualizan el entorno del vehículo: un radar en el paragolpes delantero y una cámara a la altura del pie del retrovisor central. El sistema se completa con un cinturón de ultrasonidos alrededor del vehículo.
El radar se utiliza para detectar el vehículo de delante y calcular su distancia y su velocidad. La cámara sirve para detectar las marcas laterales en el suelo con el fin de situar correctamente al vehículo en su carril.
Los datos procedentes del radar y de la cámara se transmiten a un supervisor que comunica con los calculadores de la dirección asistida eléctrica, del motor eléctrico y del frenado con pedal desacoplado. Esta inteligencia a bordo permite delegar la conducción al vehículo.
En modo automático, Head Middle Display, una pantalla transparente situada en la parte superior del salpicadero, se pone de color azul cuando el coche toma el control. Esto crea una especie de asociación en el conductor: modo automático en azul. En este caso, el HMD sirve para mostrar la información y conocer lo que hace el vehículo en el instante.