El boicot internacional como represaria a la invasión rusa sobre territorio ucraniano ha generado un tsunami empresarial de corporaciones que abandonan o intentan no operar en territorio ruso y muchas de ellas, son marcas de coches que o bien han parado sus actividades, su fabricación o su venta en territorio ruso.
La última marca de coches en hablar de esto ha sido Renault que se encuentra en una encrucijada mayúscula tras las declaraciones del gobierno ruso, que hablaban sobre la posibilidad de que se nacionalizaran las instalaciones de las empresas que cesen sus operaciones en Rusia.
Renault, que posee una participación del 68 por ciento en AvtoVAZ -responsable de la marca Lada- y con un gran peso en Rusia, es la encargada en cierto modo de un 30% del mercado ruso de automóviles. Además de este enorme peso y de los más de 40.000 trabajadores que la marca tiene en territorio ruso, hay que subrayar que el gobierno francés posee una participación del 15 por ciento en Renault y Rusia representa alrededor del 10 por ciento de los ingresos de Renault.
Autonews ha comentado que Renault se resiste a retirarse de Rusia debido a los altos costes involucrados y desea evitar la nacionalización de AvtoVAZ.
El gobierno francés se ha mantenido en silencio sobre la relación actual de Renault en Rusia. El ministro de finanzas francés, Bruno Le Maire, dijo que las empresas privadas son libres de tomar sus propias decisiones.
De momento la marca quiere pasar un poco de perfil en este conflicto y es que si secunda el boicot podría perder su posición dominante en el mercado ruso así como perder la propiedad y las instalaciones de AvtoVAZ, lo que supondría un duro golpe para el grupo galo.
Tal y como ya te informamos hace unos días, la producción en la planta de ensamblaje de Renault cerca de Moscú se detuvo temporalmente hasta el 18 de marzo debido a los actuales problemas de suministro.
Las plantas de AvtoVAZ en Togliatti e Izhevsk también han experimentado interrupciones en la producción tras la invasión de Ucrania por parte de Rusia debido a la escasez de semiconductores y otras piezas.
Renault está atrapado entre la espada y la pared y habrá que esperar unos días a ver lo que hace el fabricante galo.