Tras tres semanas completamente parada, la planta de Renault situada en los alrededores de Moscú ha comenzado de nuevo el ensamblaje de varios vehículos. La firma francesa no tiene claro durante cuánto tiempo podrán mantener la producción dado que dependen de las piezas que puedan ir llegando al país.
Con motivo de la invasión de Rusia a Ucrania se han impuesto un elevado número de sanciones al país más grande que complican mucho la actividad comercial con otros mercados. No hay que olvidar que muchas piezas (40%) se exportan desde España, Marruecos y Rumania.
La planta de Moscú se encarga del ensamblaje de los Arkana y Kaptur, ambos realizados sobre la plataforma de la anterior generación del Dacia Duster. Este modelo en su generación más moderna también se produce mientras que Nissan ensambla en estas instalaciones el ya veterano Terrano.
En cuanto a los Renault Logan y Sandero, la firma francesa ha comunicado que también se ha podido reanudar la producción en la planta de Togliatti. La firma ha comunicado que antes de que termine el año actual se debería lanzar la tercera generación de ambos modelos aunque está claro que dependerá de la situación actual de país.
Renault se ha visto en una situación muy complicada en estas últimas semanas. El miedo al boicot por parte de los usuarios occidentales ha complicado mucho la toma de decisiones pero finalmente la empresa ha decidido continuar produciendo vehículos en el que es uno de sus principales mercados mundiales –ventas-.