Si os digo que penséis en un clásico de Mercedes-Benz, probablemente la mayoría de vosotros tenga en la cabeza el Mercedes-Benz 300 SL, más conocido en su variante coupé como Gullwing por sus puertas tipo ‘alas de gaviota’. La firma de la estrella fabricó bastantes unidades del modelo, más concretamente un total de 3.258 ejemplares y, a día de hoy, es uno de los modelos más codiciados por los coleccionistas de automóviles.
Su precio sube año tras año como la espuma (ver los coches más caros de la historia), por lo que te extrañará ver esta unidad en el concesionario alemán de Classic Driver por «sólo» 198.800 euros. Sin embargo, este ejemplar viene con sorpresa, pues en realidad se trata de una réplica que, a pesar de estar muy lograda, no deja de esconder en sus entrañas un vehículo moderno.
Empleando como base un Mercedes-Benz SLK 320 del año 2000, este tributo al icónico 300 SL Gullwing cuenta con todas las tecnologías más recientes del deportivo, tales como los airbags, el climatizador, el ABS o el control de tracción, además de un interesante propulsor V6 de 3.2 litros en el vano motor que envía 218 CV de potencia al eje trasero a través de una transmisión automática de cinco velocidades.
No está muy claro si la reconversión del modelo se ha llevado a cabo en acero o en fibra de vidrio, pero sin lugar a duda el exterior está mucho más conseguido que el interior, donde se han mantenido infinidad de elementos del Mercedes-Benz SLK. Esto tiene su parte buena y su parte mala, pero al menos nadie podrá acusar al vendedor de haberle intentado colar una réplica como un ejemplar original. Al fin y al cabo su precio de venta es una quinta parte de lo que se paga en subastas…