En Bentley iban dispuestos a hacerse con su tercer récord consecutivo en el Pikes Peak International Hill Climb. Sin embargo, diversos problemas en el motor y en la presión de sobrealimentación frustraron el triunfo de la marca en la subida más exigente y famosa del mundo. Además, la organización tuvo que recortar el recorrido.
El Bentley Continental GT3 especialmente preparado para la ocasión terminó en segundo lugar en la categoría Time Attack I y en cuarto lugar en la general. Conducido por Rhys Millen, el piloto completó el recorrido en 6: 36.281. En realidad, no lo hizo nada mal y, de no haber sido por los problemas del vehículo, habría logrado un nuevo triunfo.
El Bentley Continental GT3 de Pikes Peak
El Bentley de carreras más extremo jamás construido cuenta con la peculiaridad de que funciona con combustible renovable. Además, inicia un programa de investigación y desarrollo que tiene como objetivo ofrecer combustibles renovables a los clientes de Bentley en paralelo al programa de electrificación de la compañía.
El motor V8 biturbo de 4.0 litros ha sido completamente reelaborado para generar más de 750 CV y 1.000 Nm de par a nivel del mar. Se han instalado nuevos pistones y bielas para convertir la presión de sobrealimentación adicional (más de 2,2 bar) en potencia, teniendo que manejar una relación de presión dinámica aumentada.
Por su parte, el colector de admisión de fibra de carbono es más grueso y ha sido reforzado. Los colectores de escape de titanio personalizados y únicos han sido impresos en 3D por Akrapovic, y conducen a turbos más grandes combinados con compuertas de descarga externas. El motor funciona con combustible renovable de carreras.
El combustible es una mezcla dedicada de biocombustibles avanzados diseñados específicamente para el automovilismo, y es un trampolín tecnológico hacia el eFuel creado de manera sostenible con una reducción de gases de efecto invernadero de hasta el 85 por ciento. Este motor de alto rendimiento impone exigencias adicionales al sistema de refrigeración.
Para Pikes Peak, el equipo de ingeniería ha desarrollado un sistema de refrigeración secundario que se instala en la parte trasera del coche. Las tomas de aire reemplazan las ventanillas traseras y canalizan el aire a través de un radiador secundario que sale a través de conductos en la tapa del maletero. El sistema funciona a través de una bomba de agua secundaria específica.
La caja de cambios es la unidad de carreras estándar de Bentley, ya diseñada para manejar las cargas de torsión involucradas, pero el diámetro del eje de transmisión trasero se ha aumentado para proporcionar una durabilidad mejorada. Por último, el chasis se ha configurado y ajustado para adaptarse a la naturaleza específica de Pikes Pikes.